El insomnio es un tipo de trastorno del sueño. A las personas con insomnio les resulta difícil conciliar el sueño, permanecer dormidas, o ambos.

A menudo, tampoco experimentan la sensación de renovación cuando se despiertan. Esto puede provocar fatiga y otros síntomas.

El insomnio es el más común de todos los trastornos del sueño, según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).

De hecho, la APA afirma que aproximadamente un tercio de todos los adultos reportan síntomas de insomnio. Entre el 6 por ciento y el 10 por ciento de todos los adultos tienen síntomas lo suficientemente graves como para que se les diagnostique un trastorno de insomnio.

La APA define al insomnio como un trastorno en el que las personas tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidas. Los médicos realizan un diagnóstico clínico de insomnio si se aplican los dos criterios siguientes:

  • Dificultades para dormir al menos tres noches a la semana durante un mínimo de 3 meses.
  • Dificultades para dormir que crean una gran angustia o dificultades funcionales en la vida.

Sigue leyendo para conocer todo sobre:

  • los síntomas
  • las causas
  • los tipos de insomnio

Las causas de tu insomnio dependerán del tipo que experimentes.

El insomnio a corto plazo, o el insomnio agudo, puede ser causado por varias cosas, incluyendo:

  • estrés
  • un evento perturbador o traumático
  • cambios en tus hábitos de sueño, como dormir en un hotel o en una nueva casa
  • dolor físico
  • descompensación horaria
  • ciertos medicamentos

El insomnio crónico dura por lo menos 3 meses y puede ser primario o secundario. El insomnio primario no tiene causa conocida. El insomnio secundario ocurre con otra afección que puede incluir:

  • afecciones médicas que dificultan el sueño, como artritis o dolor de espalda
  • problemas psicológicos, como ansiedad o depresión
  • uso de sustancias
  • apnea del sueño
  • diabetes

Factores de riesgo del insomnio

El insomnio puede ocurrir a cualquier edad y es más probable que afecte a las mujeres que a los hombres.

Según el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos (NHLBI, por sus siglas en inglés), las personas con ciertos factores de riesgo son más propensas a tener insomnio. Estos factores de riesgo incluyen:

  • altos niveles de estrés
  • trastornos emocionales, como depresión o angustia relacionada con un evento de la vida
  • bajos ingresos
  • viajar a diferentes zonas horarias
  • estilo de vida sedentario
  • cambios en las horas de trabajo o turnos nocturnos

Tener ciertas afecciones médicas, como obesidad y enfermedades cardiovasculares, también puede provocar insomnio. La menopausia también puede provocar insomnio.

Las personas que experimentan insomnio generalmente reportan al menos uno de estos síntomas:

  • despertarse demasiado temprano en la mañana
  • sueño no reparador
  • dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido

Estos síntomas de insomnio pueden conducir a otros síntomas, como:

  • fatiga
  • cambios de humor
  • irritabilidad

Es posible que también tengas dificultades para concentrarte en las tareas durante el día.

Hay tratamientos farmacéuticos y no farmacéuticos para el insomnio.

Tu médico puede hablar contigo sobre qué tratamientos podrían ser apropiados. Es posible que necesites probar una serie de tratamientos diferentes antes de encontrar el que sea más efectivo para ti.

El Colegio de Médicos de Estados Unidos (ACP, por sus siglas en inglés) recomienda la terapia cognitiva-conductual como tratamiento de primera línea para el insomnio crónico en adultos.

También se puede recomendar el entrenamiento de higiene del sueño. A veces, los comportamientos que interfieren con el sueño causan insomnio. El entrenamiento de higiene del sueño puede ayudarte a cambiar algunos de los comportamientos que perturban el sueño.

Los cambios sugeridos pueden incluir:

  • evitar las bebidas con cafeína cerca de la hora de acostarte
  • evitar hacer ejercicio cerca de la hora de acostarte
  • reducir al mínimo el tiempo que pasas en tu cama cuando no tienes la intención específica de dormir, como ver la televisión o navegar por la Web en tu teléfono

Si hay un trastorno psicológico o médico subyacente que contribuye a tu insomnio, obtener un tratamiento adecuado puede aliviar las dificultades para dormir.

Medicamentos para el insomnio

A veces, se usan medicamentos para tratar el insomnio.

Un ejemplo de un medicamento de venta libre que se puede utilizar para dormir es un antihistamínico, como la difenhidramina (Benadryl).

Medicamentos como este pueden tener efectos secundarios, especialmente a largo plazo, por lo que es importante hablar con el médico antes de empezar a tomar un medicamento de venta libre para el insomnio.

Los medicamentos recetados que pueden usarse para tratar el insomnio incluyen:

  • eszopiclona (Lunesta)
  • zolpidem (Ambien)

Habla con tu médico antes de usar cualquier medicamento o suplemento para tratar tu insomnio.

Es posible que ocurran efectos secundarios peligrosos o interacciones de medicamentos. No todos los “somníferos” son apropiados para todos.

Hacer cambios en el estilo de vida o probar remedios caseros puede ayudar a manejar eficazmente muchos casos de insomnio.

La leche tibia, el té de hierbas y la valeriana son solo algunas de las ayudas naturales para poder dormir que puedes probar.

Meditación

La meditación es un método natural, fácil y libre de fármacos para tratar el insomnio.

Según un estudio de 2015, la meditación puede ayudar a mejorar la calidad de tu sueño, además de hacer que sea más fácil que concilies el sueño y permanezcas dormido.

Según la Clínica Mayo, la meditación también puede ayudar con los síntomas de afecciones que pueden contribuir al insomnio. Estos incluyen:

Melatonina

La hormona melatonina se produce naturalmente durante el ciclo del sueño. Las personas suelen tomar suplementos de melatonina con la esperanza de mejorar su sueño.

Los estudios no son concluyentes sobre si la melatonina puede ayudar a tratar el insomnio en adultos.

Existe cierta evidencia de que los suplementos pueden disminuir ligeramente el tiempo que tardas en dormirte, pero se necesita más investigación.

Generalmente se cree que la melatonina es segura durante un corto tiempo, pero su seguridad a largo plazo aún no se ha confirmado.

Siempre es mejor hablar con tu médico cuando consideres tomar melatonina.

Aceites esenciales

Los aceites esenciales son líquidos aromáticos fuertes elaborados a partir de una variedad de:

  • plantas
  • flores
  • árboles

Las personas tratan una variedad de afecciones inhalando aceites o masajeándolos en la piel. Esta práctica se llama aromaterapia.

Los aceites esenciales que se cree que ayudan a dormir incluyen:

  • manzanilla romana
  • madera de cedro
  • lavanda
  • sándalo
  • neroli o naranja amarga

Una revisión de 12 estudios publicados en 2015 encontró que la aromaterapia es beneficiosa para estimular el sueño.

Otro estudio encontró que la lavanda es especialmente útil para estimular y mantener el sueño. El estudio indicó que una mezcla de aceites esenciales reducía la perturbación del sueño y aumentaba el bienestar en los adultos mayores.

Los aceites esenciales generalmente no causan efectos secundarios cuando se utilizan como se indica. La Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha clasificado la mayoría de los aceites esenciales como “generalmente reconocidos como seguros” o GRAS.

Sin embargo, en Estados Unidos, no hay leyes vigentes para regular la aromaterapia, y no se requiere licencia para la práctica. Por lo tanto, es importante seleccionar los profesionales y los productos cuidadosamente.

El insomnio es común durante el embarazo, especialmente en el primer y tercer trimestre.

La fluctuación de las hormonas, las náuseas y el aumento de la necesidad de orinar son algunos de los cambios corporales que pueden mantenerte despierta al principio del embarazo.

Podrías enfrentar factores de estrés emocional, como la ansiedad por las crecientes responsabilidades que enfrentarás como madre. El dolor, como calambres y molestias en la espalda, también puede mantenerte despierta.

Tu cuerpo está experimentando muchos cambios, como un metabolismo activo y un aumento de la progesterona, para acomodar la nueva vida que crece en ti. Es normal que tus patrones de sueño también cambien.

Los cambios en el estilo de vida que pueden ayudar incluyen:

  • mantenerte activa durante el embarazo
  • seguir una dieta sana
  • mantenerte hidratada
  • mantener un horario de sueño consistente
  • practicar técnicas de relajación durante el día o tomar un baño caliente antes de acostarte, si tienes ansiedad

Comunícate con tu médico sobre cualquier rutina de ejercicios, medicamentos o suplementos nuevos que puedan interesarte. Querrás asegurarte de que son seguros para alguien que está embarazada.

La buena noticia es que el insomnio relacionado con el embarazo generalmente desaparece y no afecta el desarrollo de tu bebé.

Para llegar a un diagnóstico, tu médico te hará preguntas sobre:

  • afecciones médicas
  • ambiente social
  • afección psicológica o emocional
  • historial de sueño

Esta información puede ayudar a determinar las causas subyacentes de tus problemas de sueño. Podría pedirte:

  • llevar un registro de sueño
  • registrar cuando te quedas dormido
  • anotar los momentos en los que te despiertas repetidamente
  • informar a qué hora te despiertas cada día

Un registro de sueño le dará a tu médico un panorama de tus patrones de sueño. El médico también puede pedir pruebas médicas o análisis de sangre para descartar problemas médicos que puedan interferir con tu sueño.

A veces, se recomienda un estudio del sueño no para diagnosticar el insomnio, sino para confirmar si el médico sospecha un trastorno subyacente del sueño, como la apnea obstructiva del sueño.

Hay dos maneras de realizar un estudio del sueño. Una opción consiste en pasar la noche en un centro del sueño. La segunda opción te permitiría hacer el estudio en casa, en tu propia cama.

Ambas opciones de estudios del sueño implican que te coloquen electrodos en tu cuerpo en varios lugares, incluyendo la cabeza.

Los electrodos se utilizan para registrar las ondas cerebrales para ayudar a categorizar los estados de sueño. También ayudarán a detectar movimientos corporales mientras duermes.

Los resultados de tu estudio del sueño le proporcionarán a tu médico información neuroeléctrica y fisiológica importante.

Los niños también pueden tener insomnio, a menudo por las mismas razones que los adultos. Estas razones podrían incluir:

  • estrés
  • medicamentos
  • consumo de cafeína excesivo
  • desórdenes psiquiátricos

Si tu hijo tiene problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, o si se despierta demasiado temprano, el insomnio puede ser la razón.

Según la Cleveland Clinic, los síntomas de insomnio en niños pueden incluir:

  • somnolencia o inquietud diurna
  • irritabilidad y cambios de humor
  • problemas de comportamiento reiterados
  • problemas de memoria y déficit de atención

El tratamiento para los niños suele ser el mismo que para los adultos.

Los niños se beneficiarán de un horario de sueño consistente y una buena higiene del sueño. Reducir el estrés y evitar el tiempo frente a una pantalla cerca de la hora de acostarte también ayudará.

La ansiedad puede causar insomnio, y el insomnio puede causar ansiedad. Esto puede resultar en un ciclo de autoperpetuación que puede conducir a insomnio crónico.

La ansiedad a corto plazo se desarrolla cuando te preocupas con frecuencia por el mismo problema específico, como el trabajo o tus relaciones personales.

La ansiedad a corto plazo generalmente desaparece una vez que el problema se resuelve. Tu sueño debería volver a la normalidad también.

Las personas también pueden ser diagnosticadas con un trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada o trastorno de pánico. Estos trastornos pueden provocar diversos grados de insomnio.

Las causas de los trastornos de ansiedad no se comprenden completamente. El tratamiento suele ser a largo plazo e incluye una combinación de terapia y medicamentos.

El mismo estilo de vida y las mismas prácticas conductuales recomendadas para otras formas de insomnio ayudan a disminuir el insomnio relacionado con la ansiedad, como restringir los temas de conversación estresantes durante el día.

Según un estudio, el insomnio no solo hace que seas más propenso a desarrollar depresión, sino que la depresión también puede hacerte más propenso a desarrollar insomnio.

Un metaanálisis de 34 estudios concluyó que la falta de sueño, especialmente durante momentos de estrés, aumentaba de manera significativa el riesgo de depresión.

Otro estudio encontró que a medida que el insomnio persistía y los síntomas empeoraban, los sujetos del estudio desarrollaban un riesgo aún mayor de depresión.

Para otras personas, los síntomas de depresión pueden preceder al insomnio.

La buena noticia es que los mismos tratamientos suelen ayudar tanto a la depresión como al insomnio, sin importar qué afección ocurra primero.

Los tratamientos más comunes son:

  • medicamentos
  • terapia
  • cambios en el estilo de vida

Estos cambios en el estilo de vida pueden incluir:

  • desarrollar mejores hábitos de sueño
  • hacer ejercicio durante el día
  • seguir una dieta balanceada

No dormir lo suficiente puede afectar tu salud. El insomnio puede aumentar el riesgo de padecer varias afecciones, entre ellas:

  • ansiedad
  • depresión
  • accidente cerebrovascular
  • ataques de asma
  • convulsiones
  • sistema inmunitario débil
  • obesidad
  • diabetes mellitus
  • presión arterial alta
  • enfermedad cardíaca

El insomnio también puede:

  • aumentar tu riesgo de sufrir un accidente
  • afectar tu rendimiento en la escuela o el trabajo
  • disminuir el deseo sexual
  • afectar tu memoria

El insomnio no es solo una molestia o un pequeño inconveniente. Es un trastorno del sueño real, y se puede tratar.

Si crees que tienes insomnio, habla con tu médico. Puede ayudar a explorar posibles causas y desarrollar un plan de tratamiento seguro y apropiado basado en tus necesidades de atención médica.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 10 de agosto de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 27 de julio de 2020.

Última revisión médica en inglés realizada el 24 de julio de 2020.