La icónica edificación del Hotel Quito y su entorno se encuentran estos días en el ojo de la tormenta por su privilegiada ubicación y la espectacular vista que tiene, tanto de la ciudad de Quito, como del valle de Tumbaco y de la cordillera oriental, incluido el mítico cerro Puntas, ya que está en la mira de las grandes constructoras inmobiliarias que pretenden edificar unas torres habitacionales en sus predios, a pesar de que el hotel es un bien patrimonial que cuenta con la protección del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y del propio municipio capitalino.
Mediante Resolución No. 353, de fecha 06 de julio de 1998, el Concejo del Distrito Metropolitano de Quito declaró al complejo arquitectónico “Hotel Quito” como bien patrimonial de protección integral y para dicha declaratoria, adjuntó como documento habilitante, la ficha de inventario del INPC, código N27-142 de mayo del mismo año, donde claramente se ve que la protección jurídica del bien es a la totalidad del mismo, esto es, a la edificación propiamente dicha y a su entorno, consistente en la construcción aledaña y sus parques y jardines.
Con fecha 9 de febrero de 2020, el Concejo Metropolitano de Quito conoció la Resolución Nro. 114-DE-INPC-2020 que incluye como inventario preexistente del Patrimonio Cultural Nacional a todos los inmuebles inventariados entre 1984 y 2016, en virtud de la Declaratoria de Quito suscrita por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, el 6 de diciembre de 1984.
Esto es, el Hotel Quito está plenamente protegido por todas las resoluciones y declaraciones antes indicadas, con lo que se da cumplimiento a lo que dispone el art. 67 de la Ley Orgánica de Cultura que establece la prohibición expresa de destrucción total o parcial de los bienes del patrimonio cultural nacional. Es más, únicamente si el INPC “ha desclasificado previamente un bien del inventario de bienes del patrimonio cultural nacional, este podrá ser alterado o destruido total o parcialmente”.
Lamentablemente, la ficha técnica del Hotel Quito que se encuentra inventariada en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural del Ecuador que maneja el INPC, fue “dolosamente” cambiada en el 2014, —año en el que radiodifusor “forajido” Paco Velasco era ministro de Cultura, en el gobierno de las mentes lúcidas y “bolsillos ardientes”—, cuando los técnicos del Instituto, con argumentos muy deleznables, de manera inexplicable excluyen del área protegida, una parte del hotel, porque suponen que “…constituye una construcción complementaria edificada (para) satisfacer la demanda”, faltando a la verdad de manera flagrante, ya que existen planos y material fotográfico de la época que demuestran lo contrario, además de omitir el reconocimiento que tiene el hotel, como Premio Ornato, otorgado en el año 1961, por el propio Municipio de Quito.
Esta arbitraria modificación de la ficha técnica del Hotel Quito lo pone en grave riesgo, ya que, desde el año del 2016, el hotel pertenece al consorcio China Road and Bridge Corporation, que pretende construir en sus predios varias torres de gran altura, en la parte frontal del hotel, que ocultaría totalmente el paisaje que se tiene de la ciudad de Quito, a más de que toda la estructura hotelera quedaría oculta, algo similar a lo ocurrido con el Castillo Larrea, ubicado en la avenida 12 de Octubre de esta ciudad.
Estamos ante el inminente riesgo de que otro ícono de la ciudad de Quito sea desbaratado en su integralidad, con el único objetivo de saciar el hambre de grandes grupos constructores, dispuestos a construir una auténtica “muralla china” en la parte frontal del complejo hotelero, quitándole todo el paisajismo natural del que goza actualmente y que es una de las grandes virtudes del proyecto original.
El colectivo “El Hotel Quito es Quito”, liderado por Rocío Bastidas, Marcelo Larrea y otros insignes ciudadanos, está dando dura batalla ante las autoridades municipales y culturales, con el fin de precautelar el proyecto original del hotel.
¿Cuál es el afán destructivo que existe entre las autoridades municipales de turno para atacar despiadadamente a nuestro patrimonio cultural, o es que acaso pretenden destruir la memoria histórica de la ciudad de Quito, Luz de América?
Alfonso López Jaramillo