Así son los hermanos del Rey Juan Carlos

Así son los hermanos del Rey Juan Carlos

No se caracterizan por tener pelos en la lengua y de ahí que dejen de una pieza a más de uno cada vez que sueltan alguno de sus comentarios de la forma más natural del mundo, un rasgo que dicen es muy Borbón

Los condes de Barcelona junto a sus cuatro hijos ABC

ABC

No se caracterizan por tener pelos en la lengua y de ahí que dejen de una pieza a más de uno cada vez que sueltan alguno de sus comentarios de la forma más natural del mundo, un rasgo que dicen es muy Borbón.

1

La Infanta Pilar

La Infanta Pilar (1936-2020)

Sencilla, franca y alejada de toda afectación, Doña Pilar de Borbón era una Infanta todoterreno que tan pronto representaba a España en ceremonias en el exterior como se ponía un delantal para atender la barra del bar de su querido Rastrillo, el mercadillo con el que recaudaba fondos, año tras año, para financiar la ONG Nuevo Futuro y crear hogares para niños sin casa. Y así desde hacía 50 años. «A mí, estar en el bar me gustaba mucho. Hablaba con miles de personas que me venían a contar sus cosas. Era como un confesionario», recordaba.

Con 21 años, pisó por primera vez España, cuando viajó fugazmente a Sevilla para asistir al entierro de su abuela materna, Doña Luisa de Orleans . Su segundo viaje lo hizo con 23, cuando acompañó a Don Juan Carlos , que terminaba su formación en la Academia Militar de Zaragoza. Antes de regresar a Portugal, pasó por Madrid y visitó el Museo del Prado, el Hospital de la Cruz Roja y el Provincial, donde la recibió el doctor Gregorio Marañón. A partir de entonces, se sucedieron sus visitas a España.

Si no hubiera existido la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, Doña Pilar habría estado llamada a ser Reina, pero ella siempre tuvo claro cuál era su lugar: «Desde muy jovencita supe que a mí me habían puesto ahí para defender a mi hermano , que era alguien».

También sentía gran cariño hacia Portugal. Un año después de diplomarse como enfermera, se derrumbó una marquesina en la estación de Cais do Sodré (Lisboa), ocasionando 50 muertos y numerosos heridos, y Doña Pilar acudió a socorrer a las víctimas.

Matrimonio

Con 31 años contrajo matrimonio con Luis Gómez-Acebo y Duque de Estrada , que era vizconde de la Torre, hijo del marqués de Deleitosa y nieto del marqués de Cortina . Doña Pilar tuvo que renunciar a sus derechos sucesorios por contraer matrimonio morganático, es decir con una persona que no era miembro de Familia Real. Su boda, celebrada en el Monasterio de los Jerónimos de Belem, se convirtió en una fiesta monárquica a la que acudieron unos cuatro mil españoles y, con motivo del enlace, Don Juan le otorgó el título de Duquesa de Badajoz.

Tras el viaje de novios, los recién casados se instalaron en Madrid y, a partir de ese momento, Doña Pilar se volcó en su labor solidaria : presidía mesas petitorias de Cruz Roja o de la Lucha Contra el Cáncer, organizaba galas benéficas para las víctimas de catástrofes, bazares a beneficio de la tercera edad, entregaba trofeos y diplomas, presidía actos conmemorativos, inauguraba seminarios, temporadas de ópera, conciertos...

Labor solidaria

La Infanta concilió su labor institucional y solidaria con el cuidado de sus cinco hijos - Simoneta (1968), Juan , (1969), Bruno (1971), Beltrán (1973) y Fernando (1974)- y en 1975 asistió, emocionada, a la proclamación de su hermano como Rey. Poco después, su padre renunció a sus derechos dinásticos y la familia se instaló unida en una España democrática, como había soñado Don Juan de Borbón. También fue testigo de la repatriación de los seres queridos que habían muerto en el exilio (su abuelo, Alfonso XIII ; su abuela, Victoria Eugenia , o su hermano, Don Alfonsito ), cuyos restos fueron trasladados al Monasterio de El Escorial, junto a sus antepasados.

Muerte del Duque de Badajoz

En 1991, Doña Pilar perdió a su marido, que padecía un cáncer linfático y en 1993 perdió a su padre, Don Juan. «Mi padre, junto a mi marido, son los dos hombres que más he querido en mi vida », afirmaba. En 2000 murió su madre, María de las Mercedes, y ella se convirtió en el alma de la familia.

La Infanta Pilar llega a la Abadía de Westminster, en representación de la Corona de España, donde se celebró el funeral en memoria de Diana de Gales

Magnífica amazona, cuando los años la alejaron de las cuadras siguió vinculada a la hípica como presidenta de la Federación Ecuestre Internacional. También fue miembro del Comité Olímpico Internacional y representó a la Familia Real española en ocasiones delicadas, como fue el funeral de la Princesa Diana de Gales . Además, presidió Europa Nostra entre 2007 y 2009. Por su estilo de vida sencillo, era accesible a la prensa. Cuando Doña Letizia acudía a El Rastrillo pedía a los periodistas que se fueran para que la Reina se animara a comprar : «Vosotros, retiráos, que me fastidiais el negocio». De Don Juan Carlos decía: «Me encanta que venga, pero lo que yo quiero es que compre». A Don Felipe lo describía como «un tío estupendo», aunque «a veces me da pena por el tiempo tan difícil que le ha tocado vivir».

Doña Pilar se negaba a escribir sus memorias -«calladita estoy más mona», decía- y reconocía que «he tenido mucha suerte en la vida. He tenido unos padres fantásticos y un marido que era un encanto, aunque le perdí demasiado pronto. Y cinco hijos que todavía me hacen caso y vienen por casa», comentaba recientemente a ABC y añadía: «Yo ya voy teniendo añitos y no sé cuánto duraré».

2

La Infanta Margarita (80 años)

«Tengo una pena enorme porque me he quedado sin entradas para ir al concierto de AC-DC». Esta frase fue la que pronunció la Infanta Doña Margarita a la cantante Alaska durante la conversación que mantuvieron en la fiesta del setenta cumpleaños de la hermana pequeña del Rey (6 de marzo) que se celebró días atrás en el domicilio madrileño de la Infanta Doña Pilar . Alaska y Mario Vaquerizo fueron, junto a los cantantes Víctor Manuel y Ana Belén , los invitados más sorprendentes en una onomástica que reunió a cerca de noventa personas y demostró cómo es realmente Margarita María de la Victoria Esperanza Jacoba Felicidad Perpetua de Todos los Santos de Borbón y Borbón-Dos Sicilias , Doña Margot para sus amigos, y cómo se las gasta cuando quiere pasar un buen rato.

Su imagen siempre seria en actos institucionales y el discreto papel que ha jugado dentro de la Monarquía han hecho que en España apenas se conozca realmente a una mujer que es una caja de sorpresas y que cuenta con una legión de amistades que hablan de lo muy divertida, marchosa y ocurrente que es la pequeña de los Condes de Barcelona. Por eso de lo poco que se sabe de la Duquesa de Soria y Hernani es que su nacimiento (Roma, 6 de marzo de 1939) estuvo acompañado por la triste noticia de que el bebé presentaba una minusvalía al ser invidente.

La pequeña de los cuatro hijos de los Condes de Barcelona enseguida se convirtió en la más cercana y querida de sus padres. El accidente mortal que sufrió su hermano Alfonso y el hecho de que Don Juan Carlos abandonara la residencia familiar de Estoril para formarse académica y militarmente en España hizo que las hermanas se unieran aún más. De ahí la estrechísima relación que las Infantas tienen desde su más tierna infancia que se ha ido afianzando con el paso de los años.

Como es de imaginar Don Juan siempre estuvo muy pendiente de su hija, y por eso quiso mantener en el más absoluto secreto el noviazgo de Doña Margarita con Carlos Zurita . Cuentan que la pareja se conoció en una cena en casa del Conde de los Gaitanes , en el año 1969, y que desde entonces comenzaron su discreta relación que culminó con su boda en 1972, una vez que Zurita hubo presentado su tesis doctoral en la Universidad de Bolonia. El anuncio de este compromiso coincidió con un viaje de Don Juan Carlos y Doña Sofía a Japón.

Don Juan Carlos impone la Medalla de Oro de la Real Academia de Medicina a la Infanta Margarita, en presencia de su marido, Carlos Zurita ABC

Hijo de un conocido cardiólogo y de madre farmacéutica, el novio no pertenecía a la nobleza pero sí a una acomodada e ilustrada familia que se relacionaba en un círculo social privilegiado y en el que no fue nada difícil que ambos coincidieran. Por supuesto, antes de su boda la Infanta, al igual que hiciera su hermana Pilar , renunció a sus derechos dinásticos dado que en esos años la Familia Real se regía por la Pragmática de Carlos III y no por la Constitución española, como sí que ocurrió con su sobrina, Doña Elena , que fue la primera de la Familia Real en hacer una boda morganática o entre desiguales sin tener que renunciar a su puesto en la sucesión.

Pero todo esto es historia. Lo que no figura en las biografías y sí en el conocimiento de cuantos la tratan es que Doña Margarita es una apasionada de la música en todas sus variantes. Desde el clásico al heavy metal, de El Canto del Loco, a la música más romántica de Julio Iglesias . Y tan sorprendente es en gustos musicales como en amigos y celebraciones a las que acude.

Aficiones

Está al corriente de los últimos gadgets que salen al mercado y no perdona ni una de sus comidas de los sábados en el campo, normalmente en la finca que la condesa de Montarco tiene a las afueras de Madrid, donde se reúne con algunos de sus amigos, como pueden ser sus primas las Marone , Beatriz de Orleans , los Plasencia y otros cercanos.

En sus salidas musicales la Infanta suele ir acompañada por amigos y por su hija María Zurita , que es quien se encarga de buscarle entradas o de presentarle artistas. Y ahí también está la colaboración de su primo político, el compositor José Miguel Fernández Sastrón , que se mueve de maravilla en el entorno de los músicos y hasta hay quien lo postula como futurible presidente de la Sociedad General de Autores de España (SGAE).

María Zurita Ernesto Agudo

Gran lectora (gracias al método braille) y dotada de una memoria extraordinaria, Doña Margarita se sabe al dedillo la historia de España. Es a este respecto una enciclopedia abierta cada vez que alguno de sus amigos tiene una duda. Nombres, fechas y datos surgen siempre en estas ocasiones forma de respuesta exacta de sus labios. También le encanta ir al cine y al teatro, al igual que viajar y conocer sitios nuevos. Eso sí, como les ocurre a tantas otras personas está totalmente «enganchada» al teléfono móvil.

Lo cierto es que toda la familia disfruta enormemente con las ocurrencias y conversaciones de la Infanta, quien no se caracteriza por tener pelos en la lengua y de ahí que deje de una pieza a más de uno cada vez que suelta alguno de sus tacos de la forma más natural del mundo, un rasgo que dicen es muy Borbón. Por cierto, a pesar de las confianzas y las cenas y comidas en el campo con Doña Margot , el tratamiento de Alteza Real nunca se olvida. Ni existe el tuteo ni el Margarita a secas. Ella es Doña Margarita para los de aquí y Doña Margot para sus amigos portugueses y aquellos que frecuentaban Estoril. Eso sí, cuando la Infanta no está presente la identifican como la Doña.

3

El Infante Alfonso

El Infante Alfonso (1941-1956)

Las vacaciones de Semana Santa de 1956 fueron trágicas para la Familia Real española.

Se hallaban todos reunidos, como de costumbre en tales fechas. Don Juan Carlos había acudido a la residencia familiar desde la Academia General Militar de Zaragoza, donde a la sazón cursaba sus estudios castrenses.

El Jueves Santo, 29 de marzo, por la tarde, los Condes de Barcelona y sus cuatro hijos asistieron a los oficios en la iglesia de San Antonio de Estoril. Regresaron a «Villa Giralda» sobre las ocho. Como era temprano para la cena, el entonces Príncipe don Juan Carlos y su hermano menor, el Infante don Alfonso , se encaminaron a una de las habitaciones, que hacía las veces de gimnasio, para entretenerse tirando al blanco con una pistola de salón hasta que los llamasen al comedor.

Cuando el Infante manipulaba con dicha pistola para limpiarla, al volverla hacia sí a una distancia de unos veinte centímetros de su rostro, el arma se disparó ante el estupor y la angustia de don Juan Carlos, que intentó taponar con los dedos la herida por donde manaba abundante sangre.

Acudieron los Condes de Barcelona y las Infantas al oír los gritos de auxilio. La muerte había sido instantánea.

Contaba el Infante catorce años de edad, había cursado junto a su hermano el Bachillerato en nuestro país y se proponía ingresar al curso siguiente en la Escuela Naval de Marín, acontecimiento que esperaba con verdadera ilusión.

Tan pronto como se conoció la noticia en España, numerosos españoles desearon trasladarse inmediatamente a Portugal para acompañar a la Real Familia en aquellos tristes momentos. Tantas fueron las demandas a las autoridades en este sentido, que, a pesar de la solemnidad del Viernes Santo, la Dirección General de Seguridad y los Gobiernos Civiles de provincias decidieron abrir sus oficinas para despachar visados de salida a cuantos españoles lo solicitaron.

El Jefe del Estado y varios ministros enviaron sus pésames a don Juan de Borbón y a doña María de las Mercedes .

El cadáver del Infante fue inhumado en la mañana del Sábado Santo, 31 de marzo, en el cementerio de Cascaes. En la fosa se depositaron varios sacos de tierra española traída por unos agricultores extremeños, de Almendralejo, para cubrir con ella la tumba de don Alfonso.

El domingo 1 de abril ABC publicaba una crónica de don Torcuato Luca de Tena fechada en la capital portuguesa el día anterior, en la que describía el profundo dolor de la Familia Real y la consternación de los españoles, que habían asistido a la inhumación de los restos de Don Alfonso. «El Infante -decía- era la alegría y la vida de cuantos le conocían. No tenia el admirable sentido de la responsabilidad que su hermano el Príncipe Don Juan Carlos, ni la sensatez y solidez de Don Juan; pero poseía, en cambio, en alto grado, la brillantez, la simpatía y la cordialidad de Don Alfonso XIII . Era amigo de pescadores, "caddies" y taxistas. Era el travieso, el bondadoso y humano travieso de la familia. Su hermano y él se adoraban, aun siendo dos polos opuestos, como nacidos el uñó para el ejercicio del deber, y el otro para el ejercicio de la cordialidad.»

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación