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ANIVERSARIO DE SU MUERTE

El legado de Henry Fonda 25 a�os despu�s

  • En 1968 Fonda cruza el charco para trabajar con el director italiano Sergio Leone
  • Fue la madre de Marlon Brando la que le empuj� a convertirse en actor
  • Con el filme 'Las uvas de la ira' logr� su primera nominaci�n al Oscar
Henry Fonda en una escena del filme 'Doce hombres sin piedad'.
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Henry Fonda en una escena del filme 'Doce hombres sin piedad'.

Actualizado lunes 13/08/2007 20:43 (CET)
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ESTHER MUCIENTES

MADRID.- "Por fin fuimos capaces de decirnos te quiero a trav�s de los personajes de una pel�cula", dijo una vez Jane Fonda. Pocas palabras para contar toda una vida. Ahora, hace 25 a�os que su padre, el m�tico actor Henry Fonda, dejaba en el coraz�n de los amantes del s�ptimo arte la misma sensaci�n que sinti� su hija al pronunciar esta frase. En la pantalla Henry lo dijo todo, fuera casi nada.

Sus grandes e inquisidores ojos azules, su atractivo y elegante rostro y sus aires de hombre duro pero �ntegro, convirtieron a este periodista sin vocaci�n en uno de los cl�sicos del Hollywood dorado.

Su amor por la interpretaci�n naci� desde abajo, cuando Dorothy Brando, madre de Marlon Brando, le empuja actuar como aficionado en el peque�o teatro de la ciudad de Omaha. Henry comienza a descubrir que interpretando puede alcanzar lo que desee.

Tras su primer �xito en Broadway con la obra 'The Farmer Takes a Wife' (1934), el actor llam� la atenci�n de la meca del cine. Fonda se transforma en el favorito del director estrella John Ford, que lo comprometi� para ocho papeles, entre ellos el drama de Steinbeck 'The Grapes of Wrath' (1940) -'Las uvas de la ira'-, con el cual logr� su primera nominaci�n al Oscar.

Y como olvidar la imagen de Fonda balance�ndose con los zapatos llenos de polvo en la terraza del western 'My Darling Clementine' (1946), donde el actor se transforma en el famoso sheriff Wyatt Earp. Ya a finales de los 60, Fonda se deja atraer por el cine europeo y cruza el charco para trabajar con el director italiano Sergio Leone y cambiar as� su noble imagen por la de un bellaco. En 'C'era una volta il West', Fonda brilla como un h�roe del rev�lver de sangre fr�a.

Nadie dudaba ya que Fonda hab�a nacido para interpretar. Las pel�culas en las que participaba no necesitaban justificarse ni con el gui�n, ni con los planos, ni con la direcci�n, la simple presencia del actor otorgaba sentido y valor a la escena. El actor se entregaba al m�ximo mostrando a un Henry transparente. Sin embargo, su capacidad para transmitir detr�s de la c�mara era inapreciable detr�s de ella.

Fr�o y poco dado a expresar sus sentimientos, su vida privada estuvo marcada por el suicidio de dos de sus esposas -se cas� cinco veces- y por la distante relaci�n con sus hijos Jane y Peter que no lleg� a buen puerto hasta muchos a�os despu�s.

"Mi padre no pod�a mostrar sus sentimientos. Para nosotros como ni�os fue muy duro, pero yo le he perdonado, porque �l intent� hacerlo lo mejor posible", ha expresado en m�s de una ocasi�n su hija, la tambi�n actriz, Jane Fonda.

De hecho, fue en su trabajo junto a su hija Jane en 'El estanque dorado' (1982), con el que Henry obtuvo su �nico Oscar como mejor actor. Apoy�ndose en un bast�n, el hombre de 75 recogi� el premio con la estatua dorada como la "cima" de su larga carrera.

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