Hannover, qué ver en la ciudad más verde 💚 de Alemania

Hay ciudades talladas, enriquecidas por la historia, donde  las calles susurran relatos de otro tiempo, las fachadas son vigías silenciosas de los cambios de siglo y los adoquines dibujan la semblanza de una antigua cronología narrada en los libros. Pero también existe todo lo contrario, ciudades arrasadas por la historia, en las que apenas quedan testigos del pasado porque han sido literalmente devastados y el  rastro de vestigios pretéritos es casi imperceptible.

Qué ver en Hannover:

Hannover es un claro ejemplo, una de esas supervivientes que sí resistió la batalla pero cuyas heridas de guerra fueron tan profundas que, tras lograr zafarse de los escombros, hubo de sacudirse la ceniza y necesitó cuidados intensivos para salir adelante. Cerca del 90% de la ciudad  fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos de 1943  asolaron el centro dejando una ciudad muerta con más de mil cadáveres en las calles, un cuarto de millón de personas sin hogar y un desolador paisaje de ruinas esqueléticas allí donde alcanzara la vista. Así lo muestra la maqueta de entonces que puedes ver dentro del ayuntamiento nuevo.

Maqueta-de-Hannover-1945

Pero Hannover supo levantarse tras la convalecencia y reconstruirse piedra a piedra hasta convertirse en lo que es hoy: capital de la Baja Sajonia, una joven villa universitaria repleta de parques, jardines y lagos, la ciudad más verde de Alemania con una importante conciencia ecológica, una activa metrópoli rebosante de vida cultural, artística y deportiva.

El Ayuntamiento Nuevo

Sin duda, no puedes irte sin visitar el Ayuntamiento Nuevo, el edificio más bello y representativo de Hannover que data de principios del S.XX. Puedes entrar gratis al interior donde se exponen cuatro maquetas de la ciudad en distintos momentos de su historia pero para subir hasta la cúpula has de pagar los 3 € que te permiten ascender a las alturas en un curioso ascensor cuyo recorrido se va ladeando a medida que toma la curvatura de la cúpula. Desde arriba, tienes una vista panorámica en 360 grados de la ciudad que, bajo mi punto de vista, sí merece la pena.

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Una vez abajo, rodea el edificio para ver las preciosas vistas desde el pequeño lago trasero que custodia el reflejo del Ayuntamiento Nuevo. Un delicioso parque, donde pasear o hacer deporte, que en otoño se viste con sus mejores galas, con sauces que derraman lágrimas, un pequeño puente que parece de casa de muñecas tapizado de hojas y patos que se esmeran en trazar esculturas efímeras en el agua.

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 El lago Maschsee

Con su kilométrica y animada ribera, el lago artificial Maschsee es otro imprescindible que ver en Hannover. Puedes surcar sus aguas a bordo de distintos tipos de embarcaciones o recorrer su orilla ya sea en bicicleta, en patines, en segway o a pie para descubrir lo ligados que están los habitantes de Hannover a la naturaleza y al deporte. 

Lago-Maschsee-Hannover

En verano se celebra allí el famoso festival del lago Maschsee que durante las dos primeras semanas de agosto convierte el lago en un escenario al aire libre repleto de actividades culturales, musicales, deportivas y culinarias, además de llenar el cielo de fuegos artificiales.

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Los jardines de Herrenhausenn

En otoño merece la pena visitar los jardines de Herrenhausenn, ícono de Hannover, aunque sólo sea por ver lo bucólicos que lucen los alrededores por los que puedes incluso pasear en calesa de caballos.  Para pasar dentro del complejo de los jardines reales ya hay que pagar entrada y así podrás acceder a un entramado impecable de parterres, esculturas y fuentes que conforman el Grobe Garte, el Gran Jardin, uno de los jardines barrocos más importantes de toda Europa. 

Jardines-Hannover

Además el complejo incluye un jardín botánico y otro de estilo paisajístico inglés. Descubre aquí cuánto cuesta entrar a los jardines Herrenhausenn, así como sus horarios y otra información práctica.

herrenhausen

Pero si hay un rincón que contrasta con el apacible laberinto geométrico de hierba y flores es la gruta de la artista francesa Niki de Saint Phalle, donde los cristales juguetean con colores y formas imposibles para ofrecer un surrealista caleidoscopio de emociones al visitante.

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Las Nanas y otras esculturas

Hannover tuvo una relación especial con Niki de Saint Phalle, esta controvertida artista. Algunas de sus famosas Nanas, opulentas esculturas de mujeres de formas voluptuosas, se exponen al aire libre junto a la orilla al río Leine, en la denominada Milla de las Esculturas en la calle Brühlstrasse.

 Otro claro ejemplo de la inquietud artística de Hannover son 9 paradas de autobús concebidas como obras de arte y diseñadas por distintos artistas. Ve atento por la calle para ver si las localizas, por ejemplo, la cola de una inmensa ballena.

Pardas-de-autobus-Hannover

 El zoo de la aventura

Dentro del Eilenriede, un bosque urbano que prácticamente duplica el tamaño del famoso Central Park de Nueva York, se encuentra el zoo de la aventura de Hannover dividido en varios mundos temáticos decorados con todo detalle para hacer las delicias tanto de pequeños como de mayores. 

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Si pasas el día allí puedes hacer un safari navegando por las aguas del río Zambeze en África, saltar a un pueblo del Yukon en Canada para quedarte pasmado admirando a una increíble pareja de osos polares, sumergirte de repente en el exotismo de la India rodeado de elefantes o dar el gran salto hasta la lejana Australia para pasear entre canguros.

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Qué ver cerca de Hannover:

Autostad, la ciudad del automóvil

A menos de una hora de Hannover en tren, se encuentra el pueblo de Wolfsburgo famoso por la fabrica de Volkswagen y, desde el año 2.000, por acoger Autostad, un inmenso parque temático en torno a los coches y la movilidad. Los amantes del motor se sentirán como niños pequeños en este complejo que acoge distintos pabellones como el de Seat o Audi, un museo, un cine, restaurantes, exposiciones y todo lo que puedas imaginar relacionado con las 4 ruedas en un entorno donde el diseño, la arquitectura y la tecnología parecen competir con los automóviles.

Autostad-Wollfsburg

Por solo 15 € tienes acceso durante todo el día a la Autostad pero hay algunas actividades extras que tienen un coste aparte. 8 euros es el precio a pagar para sumergirte en una de las dos torres de cristal que guardan 400  vehículos en su interior y en las que una grúa es la única con potestad para subir y bajar a una velocidad de dos metros por segundo. Merece la pena desde luego si quieres sentirte como en una película de ciencia ficción.

Si además te apetece conducir un 4×4 en un circuito con túneles, escaleras y rampas también es posible desde unos 35 €. Yo lo hice y fue muy divertido para poner a prueba tu destreza al volante de coches como el Touareg o el Tiguan. Pero además en Autostad ofrecen otras experiencias de conducción, en el enlace anterior tienes toda la info al respecto. 

 Hamelin, siguiendo el rastro del flautista

Si tienes tiempo, no puedes perderte Hamelin, una encantadora ciudad a solo 40 minutos de Hannover en tren.  Entre el cuento y la leyenda, se ha ido forjando la personalidad de este bello rincón alemán con pintorescas fachadas medievales que convierten el paseo por sus calles en todo un placer.

Gracias al cuento de los hermanos Grimm, todos tenemos en nuestra memoria infantil la historia del flautista que primero se llevó las ratas de la ciudad a ritmo de flauta y, después, hizo lo mismo con los niños. Los propios habitantes de Hamelin, acompañados por cantantes y actores, recrean el cuento en la plaza de la iglesia entre mayo y septiembre los domingos a las 12h y los miércoles a las 16:30.

Hamelin

Cómo llegar a Hannover:

Desde Madrid puedes volar directamente a Hannover desde unos 100 euros ida y vuelta con Iberia Express los martes, jueves y sábados. Pero son unos vuelos de temporalidad que no siempre están disponibles. KLM por ejemplo también suele tenerlos sin escalas.

Para llegar al centro de Hannover desde el aeropuerto lo más rápido y económico es tomar por 3’10 € el tren de cercanías que sale desde la terminal C del aeropuerto y, en poco más de 15 minutos, te deja en la estación central. Otra opción más cara pero más cómoda es contratar el traslado privado desde el aeropuerto de Hannover.

Cómo moverse en Hannover:

Una parte importante del  centro de Hannover es peatonal así que pasear es una opción estupenda, pero además  sus cortas distancias y la ausencia de cuestas la convierten en  una ciudad perfecta para desplazarse  en bicicleta, igual que hacen los lugareños.

De todos modos, también tiene una amplia red de transporte público con trenes, autobuses, metro e incluso tranvía;  de este último las líneas  10 y 17 son las únicas que pasan por el centro. Los fines de semana el transporte público funciona toda la noche.

Dónde dormir en Hannover:

ayuntamiento nuevo de hannover de noche

Hannover es una ciudad dedicada en cuerpo y alma a la celebración de  ferias, así que tiene una amplia y variada oferta hotelera para todos los gustos y bolsillos. En su día yo me alojé alojarte en el Maritim Grand Hotel con las vistas del ayuntamiento nuevo que ves en la foto de arriba, pero ha cerrado sus puertas. La opción más similar por ubicación a solo unos metros es Arthotel ANA Prestige am neuen Rathaus donde tienes una habitación dobles desde 86 €.

 Qué comer en Hannover:

Hannover como la mayoría de las ciudades alemanas tiene una gastronomía fuerte donde predominan las carnes, salchichas, coles y salsas. Uno de los platos típicos de la zona de la Baja Sajonia es el Heidschnucke Knipp una especie de salchicha gigante con textura entre morcilla y hamburguesa hecha con la carne de una raza concreta de cordero.

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Pero también de dulce vive el hombre y allí no puedes dejar de probar el rote grütze, una deliciosa salsa de leche y vainilla coronada con una especia de mermelada de frutos rojos.

Dónde comer en Hannover:

Hannover ofrece muchísimas opciones de todo tipo para deleitarte comiendo. Si quieres comer o cenar en un sitio con historia puedes probar en el restaurante tradicional Broyhan Haus,  justo al lado de la iglesia del mercado, con una auténtica taberna de la época medieval en una gruta subterránea.  

Pero si te apetece regar la comida con una auténtica cerveza artesana y amenizarla con una actuación musical en directo por la noche, la mejor opción de la ciudad es el animado Brauhaus Ernst August.

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