Organizaciones internacionales, líderes políticos y pueblos indígenas de Brasil reaccionaron ante la muerte del indigenista Bruno Pereira y el periodista británico Dom Phillips después de la confesión de dos sospechosos y el hallazgo de restos humanos tras 11 días de búsuqeda. Amnistía Internacional criticó al gobierno de Jair Bolsonaro por los comentarios crueles e insensibles del mandatario tras la desaparición de Phillips y Pereira. La Unión de los Pueblos Indígenas del Valle de Javarí (Univaja) calificó el asesinato como un crimen político y reclamaron al gobierno por no haber tomado medidas cuando ya se habían hecho de denuncias por las amenazas de muerte por parte de grupos que realizan actividades extractivistas en la Amazonía. En tanto el expresidente Lula da Silva apuntó contra la administración bolsonarista por el desmantelamiento de políticas públicas para la protección de pueblos indígenas.

"Crimen político"

"El asesinato de Pereira y Phillips constituye un crimen político, porque ambos eran defensores de los derechos humanos y murieron desempeñando actividades en beneficio de nosotros por nuestro derecho al bienestar, el derecho al territorio y a los recursos naturales que son nuestro alimento y garantía de vida, no apenas de nosotros, sino de nuestros parientes indígenas que viven aislados en la selva", dice un comunicado de la Univaja, que también participó en los esfuerzos de búsqueda tras la desaparición de Pereira y Phillips.

El indigenista Bruno Pereira trabajaba en la Univaja, en la región con mayor extensión de tierra indígena en el gigante sudamericano. Según la entidad de pueblos indígenas, Pereira era amenazado por las mafias locales de pesca industrial ilegal, minería ilegal, y contrabandistas vinculados al narcotráfico. Desde Univaja confirmaron que ya habían alertado al gobierno sobre la persecución a Pereira y sin embargo “no se tomaron medidas con la rapidez necesaria para evitar la muerte de Dom y Bruno”.

Lula por su parte apuntó contra el desmantelamiento de políticas públicas para proteger a pueblos indígenas brasileños. "También está directamente relacionado con el fomento de la violencia por parte del actual gobierno del país", indicó el líder del Partido de los Trabajadores y favorito en las encuestas de cara a los comicios presidenciales.

"Bruno y Dom dedicaron sus vidas a hacer el bien. Por eso viajaron por el interior de Brasil, ayudando, protegiendo y contando la vida, los valores y el sufrimiento de los pueblos indígenas", añadió Lula, que a su vez pidió una investigación rigurosa del crimen. “La democracia y Brasil ya no toleran y ya no pueden vivir con la violencia, el odio y el desprecio por los valores de la civilización", precisó el exmandatario.


Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) se sumaron al pedido de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos. "Es esencial que la investigación esclarezca las circunstancias y la motivación del crimen y todos los incriminados sean responsabilizados", resaltó en un comunicado HRW en el que también exigió medidas inmediatas y contundentes para combatir “la ilegalidad y redes criminales en la Amazonía”. En tanto, AI también denunció los comentarios crueles e insensibles del presidente Jair Bolsonaro, que tras la desaparición de Pereira y Phillips llegó a asegurar que el periodista británico era “mal visto” en la región amazónica de Brasil. Greenpeace, por su parte, recalcó que la pérdida de los dos veteranos profesionales es fruto de las "acciones y omisiones de un Gobierno comprometido con la economía de la destrucción".