El asesinato de Matteotti — Carpetas Docentes de Historia. Secretaria de Extension Facultad Humanidades y Ciencias de la Educacion - UNLP

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

El asesinato de Matteotti

III. Fascismo y nazismo



Matteotti










GIACOMO MATTEOTTI (1885-1924)









SE OPUSO A LA ENTRADA DE ITALIA EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y ENTRÓ EN LA POLÍTICA COMO SOCIALISTA REFORMISTA. EN 1921 INGRESÓ EL PARTIDO SOCIALISTA ITALIANO.EN LA POSGUERRA, FUE UN ACTIVO PROMOTOR DEL COOPERATIVISMO EN EL MEDIO RURAL; SE DESTACÓ EN EL PARLAMENTO POR SUS ADVERTENCIAS CONTRA EL PELIGRO DE LA VIOLENCIA FASCISTA.

La evaluación del comunista Antonio Gramsci sobre la crisis desencadenada por el asesinato del diputado socialista Giacomo Matteotti:

 “La crisis política producida por el asesinato de Matteotti está en pleno desarrollo y no se puede todavía decir cuál será su desenlace final. (…)

De la actitud y de la conducta de los diversos partidos dispuestos hoy en el frente de la lucha antifascista se puede enseguida hacer una primera afirmación: la impotencia de la oposición constitucional. (…)

Su acción, sin embargo, que en la situación actual debería tener un valor decisivo, se muestra incierta, equívoca e insuficiente. Refleja en su sustancia la impotencia de la pequeña burguesía para afrontar por sí sola la lucha contra el fascismo, impotencia determinada por un complejo de razones, de las que deriva también la actitud característica de estas capas eternamente oscilantes entre el capitalismo y el proletariado.

Estas cultivan la ilusión de resolver la lucha contra el fascismo en el terreno parlamentario, olvidando que la naturaleza fundamental del gobierno fascista es la de una dictadura armada, a pesar de todos los adornos constitucionales que trata de aplicar a la milicia nacional.

(…) el fascismo en su verdadera esencia está constituido por las fuerzas armadas que operan directamente por cuenta de la plutocracia capitalista y de los agrarios. Abatir al fascismo significa en definitiva aplastar definitivamente estas fuerzas, y esto no se puede conseguir sino en el terreno de la acción directa”.

Antonio Gramsci, “La crisis de la pequeña burguesía”, publicado en L´Unitá, 2 de julio de 1924. En: Marxists Internet Archive, año 2001.

Gramsci







ANTONIO GRAMSCI (1891-1937) 








Nació en el pueblo de Alés, en la isla de Cerdeña, en una familia de la pequeña burguesía. Luego de cursar estudios primarios y secundarios en la isla, se trasladó a Turín para estudiar filosofía y lingüística en la facultad de Letras. En torno a 1911 se incorporó al Partido Socialista Italiano (psi) y ejerció como periodista en Il Grido del Popolo y Avanti! (ambos órganos del psi). En agosto de 1917 pasó a ser miembro del Comité Provisional de ese partido.

En 1917 publicó una serie de artículos sobre la Revolución rusa en los que se pronunció contra la ortodoxia de la Segunda Internacional. En 1919 fundó junto a Angelo Tasca y Palmiro Togliatti (dirigente máximo del Partico Comunista Italiano –pci– durante décadas) el diario L'Ordine Nuovo (reseña semanal de cultura socialista) y colaboró en la revista La Città Futura. Entre 1919 y 1920 participó activamente en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín. En 1921 L’Ordine Nuovo se convierte en diario, bajo el lema Decir la verdad es revolucionario. Ese año, Gramsci participó en el Congreso de Livorno que aprobó la creación del Partido Comunista Italiano por parte de un sector de la militancia, tras su separación del tronco socialista. El pci quedó bajo la dirección de Amadeo Bordiga, quien asumió una postura reacia a la política de alianza con los socialistas impulsada por la Internacional Comunista a partir de su III Congreso, mientras que Gramsci la apoyaba.

Buena parte de los años 1922 y 1923 los pasó en el extranjero –la urss y Viena–, en tareas para la Internacional Comunista. En abril de 1924 fue elegido diputado al Parlamento italiano e ingresó al comité ejecutivo del partido. A principios de 1926 redactó las Tesis, que fueron aprobadas en el Congreso de Lyon, fundamentando la ruptura con la línea de Bordiga. Ese mismo año escribió una serie de cartas en las que discrepó con la marginación política a que fueron forzados los bolcheviques opositores, Trotsky, Zinoviev y Kamenev, por la cúpula soviética.

A fines de 1926 fue arrestado y después de anularse su inmunidad parlamentaria fue condenado a veinte años de cárcel. En 1929 consiguió autorización para escribir en su celda. Se planteó un plan de estudios de largo alcance, en el que ocupó un lugar central la reflexión sobre el desarrollo político e intelectual italiano, con el fin de comprender la derrota de la izquierda frente al fascismo y de trazar una nueva estrategia revolucionaria. Durante el año 1935, ya muy enfermo, fue internado en una clínica, sin dejar de estar prisionero. En 1937 fue liberado, pero un mes después sufrió una hemorragia cerebral y murió.

Fue el pensador marxista de su época que más audazmente reivindicó la gravitación autónoma de la esfera ideológico-cultural, descartando que fuese una apariencia o reflejo de la estructura. Rechazó el economicismo histórico para sostener el carácter real de las superestructuras diversas y complejas. Desde esa perspectiva, la distinción entre lo objetivo y subjetivo solo es posible como recurso didáctico, ya que constituyen una unidad. Para Gramsci, el estudio de la historia era fundamental para comprender un proceso social, y comprender incluía saber y sentir. El partido revolucionario debía ser capaz de anudar el saber de los intelectuales con los sentimientos presentes en la esfera popular.

Se puede consultar la posición de Gramsci frente al movimiento huelguístico de los obreros del norte italiano  en el  Informe enviado al Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, en julio de 1920.


Contenido Relacionado
Acciones de Documento