El cineasta italiano Dario Argento ha experimentado una carrera irregular en las últimas dos décadas, si bien su contribución al mundo del cine ha sido innegable, más aún cuando hablamos del Giallo como subgénero. Mario Bava creó las bases, pero Argento masificó esta corriente cinematográfica a través de su trilogía El Pájaro de las Plumas de Cristal, El Gato de las Nueve Colas y Cuatro Moscas sobre Terciopelo Gris. Aunque las películas no tienen nada en común a nivel narrativo, si podemos decir que cada uno de estos filmes contribuyó a pulir el estilo audiovisual de Argento, el que usualmente se sustenta en historias que incluyen ámbitos vinculados a la ciencia y a la psicología, espacios desde donde surgen psicópatas y criminales cuyos crímenes suelen ser bastante sangrientos y visuales.

El Gato de las Siete Colas es uno de los filmes menos queridos por Argento, si bien es uno de los más apreciados por el público. El filme se centra en la investigación de un periodista (un convincente James Franciscus), quien junto a un hombre ciego (un notable Karl Malden) investigan algunos extraños asesinatos en torno al Instituto Terzi. En dicho lugar se está escribiendo la historia de la ingeniería genética, en especial a través de una investigación que permite identificar ciertos cromosomas que indican si una persona tiene tendencia a desarrollar comportamientos criminales.

La obra de Argento destaca no sólo por su puesta en escena, sino también por un montaje que privilegia lo audiovisual por sobre el diálogo. Su segundo filme, El Gato de las Nueve Colas, demuestra oficio y también bastante humor en medio de asesinatos que suelen ser bastante explícitos, una de las particularidades del Giallo. Argento no es Hitchcock, pero del maestro inglés toma consciencia sobre la importancia del humor en medio de escenas que suelen ser bastante violentas y grotescas. A ello se suma las imágenes de una ciudad que colinda entre la historia y la tradición junto a otros espacios que lucen modernos desde el punto de vista arquitectónico.

El Gato de las Nueve Colas también nos revela la importancia del plano sonoro, insinuando a los espectadores voces y pistas sobre el posible asesino que se esconde y se revela hacia el final del filme. Todo lo anterior por medio de imágenes y movimientos de cámara que hablan de Argento y de la consciencia que tiene sobre las posibilidades del encuadre y del cine. El director de Suspiria extiende las escenas en donde hombres y mujeres enfrentan la muerte, a la vez que el score de Ennio Morricone va marcando el ritmo del filme, entre la violencia y la búsqueda de un asesino que juega con los protagonistas.

En el filme también hay referencias a la homosexualidad, a un posible incesto entre un padrastro y su hija, y a la violencia contra una menor de edad. Es así que Argento no se guarda nada, evita limitarse y en vez de ello va más allá del conservadurismo italiano de principio de los años 70. Esto hace que su filmografía sea más osada, tratando de comunicar a los espectadores algo distinto. Se trata de una historia policiaca que se aventura hacia nuevas posibilidades, entregando a la audiencia un pastiche de ideas audiovisuales bien hiladas.

A mediados y fines de los años 70, Dario Argento alcanzó su cénit cinematográfico con filmes como Deep Red, Suspiria e Infierno. Estos filmes fueron cada vez más operáticos, coloridos y con ambientaciones más perturbadoras. Se podría decir que filmes como El Gato de las Nueve Colas condujeron a Argento a una nueva etapa como cineasta. Independiente de aquel resultado, dicho filme se mantiene vigente por derecho propio, además de ser un testimonio de las capacidades de un Argento que recién comenzaba su carrera como cineasta. Puedo decir que El Gato de las Nueve Colas gana con cada revisionado. Es un filme muy entretenido y también muy cinematográfico que demuestra la maestría de su director, además de su capacidad para deslumbrar a las audiencias. A mí, por lo menos, su cine de los años 70 continúa deslumbrándome.

Título: El Gato de las Nueve Colas (II Gatto a Nove Code) / Director: Dario Argento / Intérpretes: James Franciscus, Karl Malden, Catherine Spaak, Pier Paolo Capponi, Horst Frank, Rada Rassimov, Aldo Reggiani y Carlo Alighiero / Año: 1971