Así fue la trágica muerte de Friso de Holanda, el cuñado de Máxima que renunció a todo por amor

Ayer se cumplieron 9 años de la trágica muerte de Friso de Holanda, el hermano mediano del rey Guillermo y por tanto cuñado de su mujer, Máxima de Holanda. A sus 44 años, el príncipe Friso perdió la vida esquiando durante unas vacaciones en la estación de Lech (Austria). Lamentablemente quedó sepultado por un alud y aunque el equipo de rescate consiguió sacarle a la superficie, los más de 20 minutos le habían provocado unos daños cerebrales que terminarían con su vida, aunque no fue ese mismo días. Friso de Orange estuvo en coma un año hasta que murió en el palacio Huis ten Bosch de La Haya, dejando viuda a su mujer, la princesa Mabel, y huérfanas a sus dos hijas, las condesas Zaria y Luana.

El funeral se celebró el 16 de agosto del año 2013 en el cementerio de Lage Vuursche y los gastos fueron cubiertos con su herencia, algo que él mismo había pedido en su testamento. Su familia le dio el último adiós en la más estricta intimidad, y fue sin duda la princesa Mabel la más afectada por la trágica muerte. La historia de amor de Friso y su viuda atravesó grandes obstáculos, y finalmente el príncipe decidió renunciar a sus derechos dinásticos por amor a ella. El parlamento neerlandés no autorizaba la boda de la pareja debido a una supuesta amistad entre Mabel y Klaas Brunisma, un narco holandés. Fue entonces cuando Friso de Holanda tomó la drástica decisión de desvincularse de la Casa Real holandesa para seguir con su historia de amor. Así, toda su familia perdió derechos en la línea de sucesión al trono neerlandés.

El 25 de abril del año 2004 la pareja se daba el ‘sí, quiero’ en una ceremonia religiosa en la Catedral de Oude Kerk acudieron 1.400 invitados, aunque Mabel y Friso se habían casado también por lo civil. El vestido de la novia se convirtió en el objetivo de muchas críticas. Mabel confió en el diseñador holandés Viktor & Rolf, que creó un vestido de novia con 250 lazos que iban del cuello hasta la cola, que medía más de tres metros de largo. Realizado en satén blanco, el vestido tenía escote de barco y mangas largas que culminaban en un velo corto sostenido por una impresionante tiara de zafiros, que había sido creada en Francia en el año 1881 por encargo del rey Guillermo III para regalar a la reina Emma. La tiara fue rediseñada con diamantes tallados en forma de rosa.

A día de hoy, Mabel vive en Londres y dedica su tiempo a causas benéficas como consejera de asociaciones que luchan contra el sida o los matrimonios infantiles. Desde que se quedó viuda, los rumores sobre una nueva relación con Mark Rutte, ex primer ministro de los Países Bajos, o con Arpad Busson, empresario y filántropo, han sobrevolado la vida de la princesa aunque sin llegar a confirmarse ninguno de los dos.

La princesa lleva una vida acomodada gracias a su fortuna, que le llevó a estar entre las 500 personas más ricas de su país en el año 2020. Cuando Friso falleció, los más de seis millones de euros que poseía se metieron en un fondo fiduciario para su viuda y sus dos hijas, que no podrían disponer de ese dinero hasta que cumplieran la mayoría de edad. El fondo no se puede disolver hasta dentro de 125 años y, si no hubiera descendientes, pasaría a los descendientes de Guillermo de Holanda, su hermano Constantino y los de las hermanas de Mabel, Nicoline y Eveline. Parece que Mabel tiene mucho ojo para los negocios y está llevando su fortuna a lo más alto.

Luana y Zaira viven con su madre en la capital inglesa, cerca de su familia materna, y parece que han conseguido recuperar la felicidad. Aunque Mabel se ha dejado ver en algún acto oficial de la Familia Real holandesa, lo cierto es que la princesa parece estar feliz en Londres junto a sus hijas y es probable que todo lo relacionado con la realeza de su país, todavía le traiga los amargos recuerdos de la pérdida de su marido.