Biografia de Franz Joseph Haydn

Franz Joseph Haydn

(Rohrau, Austria, 1732 - Viena, 1809) Compositor austriaco. Con Mozart y Beethoven, Haydn es el tercer gran representante del clasicismo vien�s. Aunque no fue apreciado por la generaci�n rom�ntica, que lo consideraba excesivamente ligado a la tradici�n anterior, lo cierto es que sin su aportaci�n la obra de los dos primeros, y tras ellos la de Schubert o Mendelssohn, nunca habr�a sido lo que fue. Y es que a Haydn, m�s que a ning�n otro, se debe el definitivo establecimiento de formas como la sonata y de g�neros como la sinfon�a y el cuarteto de cuerda, que se mantuvieron vigentes sin apenas modificaciones hasta bien entrado el siglo XX.


Joseph Haydn

Nacido en el seno de una humilde familia, el peque�o Joseph Haydn recibi� sus primeras lecciones de su padre, quien, despu�s de la jornada laboral, cantaba acompa��ndose al arpa. Dotado de una hermosa voz, en 1738 Haydn fue enviado a Hainburg, y dos a�os m�s tarde a Viena, donde ingres� en el coro de la catedral de San Esteban y tuvo oportunidad de perfeccionar sus conocimientos musicales.

All� permaneci� Haydn hasta el cambio de voz, momento en que, tras un breve per�odo como asistente del compositor Nicola Porpora, pas� a servir como maestro de capilla en la residencia del conde Morzin, para quien compuso sus primeras sinfon�as y divertimentos.

El a�o 1761 se producir�a un giro decisivo en la carrera del joven m�sico: fue entonces cuando los pr�ncipes de Esterh�zy -primero Paul Anton y poco despu�s, a la muerte de �ste, su hermano Nikolaus- lo tomaron a su servicio. Haydn ten�a a su disposici�n una de las mejores orquestas de Europa, para la que escribi� la mayor parte de sus obras orquestales, oper�sticas y religiosas.

El fallecimiento en 1790 del pr�ncipe Nikolaus y la decisi�n de su sucesor, Anton, de disolver la orquesta de la corte motiv� que Joseph Haydn, aun sin abandonar su cargo de maestro de capilla, instalara su residencia en Viena. Ese a�o, y por mediaci�n del empresario Johann Peter Salomon, el m�sico realiz� su primer viaje a Londres, al que sigui� en 1794 un segundo. En la capital brit�nica, adem�s de dar a conocer sus doce �ltimas sinfon�as, tuvo ocasi�n de escuchar los oratorios de Händel, cuya impronta es perceptible en su propia aproximaci�n al g�nero con La Creaci�n y Las estaciones.

Fallecido Paul Anton ese mismo a�o de 1794, el nuevo pr�ncipe de Esterh�zy, Nikolaus, lo reclam� de nuevo a su servicio, y para �l escribi� sus seis �ltimas misas, entre las cuales destacan las conocidas como Misa Nelson y Misa Mar�a Teresa. Los �ltimos a�os de su existencia vivi� en Viena, entre el reconocimiento y el respeto de todo el mundo musical.

La aportaci�n de Haydn fue trascendental en un momento en que se asist�a a la aparici�n y consolidaci�n de las grandes formas instrumentales. Precisamente gracias a �l, dos de esas formas m�s importantes, la sinfon�a y el cuarteto de cuerda, adoptaron el esquema en cuatro movimientos que hasta el siglo XX las ha caracterizado y definido, con uno primero estructurado seg�n una forma sonata basada en la exposici�n y el desarrollo de dos temas mel�dicos, al que segu�an otro lento en forma de aria, un minueto y un rond� conclusivo.

No es, pues, de extra�ar que Haydn haya sido considerado el padre de la sinfon�a y del cuarteto de cuerda: aunque ambas formas exist�an como tales con anterioridad, por ejemplo entre los m�sicos de la llamada Escuela de Mannheim, fue �l quien les dio una coherencia y un sentido que superaban el puro divertimento galante del per�odo anterior. Si trascendental fue su papel en este sentido, no menor fue el que tuvo en el campo de la instrumentaci�n, donde sus numerosos hallazgos contribuyeron decisivamente a ampliar las posibilidades t�cnicas de la orquesta sinf�nica moderna.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].