Clint Eastwood en pantalla grande: siete de sus mejores películas se volverán a ver en los cines, de Harry el Sucio a Los puentes de Madison

Clint Eastwood vuelve a los cines de la Argentina a través de una retrospectiva que permitirá volver a ver en pantalla grande siete de sus películas más destacadas. El ciclo programado por Warner se desarrollará entre el 25 de noviembre y el 1° de diciembre en salas y complejos todavía no confirmados y en cada función, además de la proyección de un largometraje, podrán verse fragmentos del documental Clint Eastwood: A Cinematic Legacy, dirigido por Gary Leva, cuyos nueve episodios estarán luego disponibles en la plataforma HBO Max.

Las películas que se exhibirán en esta semana de tributo a Eastwood son los siguientes:

Harry el Sucio (Dirty Harry, 1971), de Don Siegel. Con Clint Eastwood, Harry Guardino, Reni Santoni, John Vernon. Primera película de las cinco que Eastwood hizo como Harry Callahan, un detective policial de métodos heterodoxos y poco afecto al seguimiento de reglas burocráticas, quien prefiere seguir sus instintos y aplicar estrategias de acción directa en la búsqueda de un asesino serial que mantiene en vilo a San Francisco. Es uno de los primeros ejemplos precisos del más clásico personaje de Eastwood, el héroe individualista que desconfía de la eficacia de las instituciones y prefiere actuar solo para imponer sus ideas y valores.

Los imperdonables (Unforgiven, 1992), de Clint Eastwood. Con Clint Eastwood, Gene Hackman, Morgan Freeman, Richard Harris. Para muchos, el retrato definitivo de toda la historia del western y última incursión genuina de Eastwood en el género que lo consagró al principio de su carrera, cuando protagonizó en Italia la llamada “Trilogía del Dólar” de la mano de Sergio Leone. Aquí Eastwood interpreta a William Munny, un hombre de pasado violento, ya retirado, que después de una dolorosa tragedia familiar acepta el encargo de matar a un hombre y evitar a la vez repetidos ultrajes contra un grupo de mujeres. Otro relato sobre algunos de los temas clásicos de Eastwood: la violencia (sus límites y sus alcances), la moral y la justicia. Ganó el Oscar a la mejor película.

Los puentes de Madison (The Bridges of Madison County, 1995), de Clint Eastwood. Con Clint Eastwood y Meryl Streep. Sobre la base de una novela edulcorada y pueril, Eastwood construye una obra maestra del cine romántico. Aquí juega deliberadamente a romper el estereotipo de hombre duro con el que siempre se lo identificó para personificar a un fotógrafo de National Geographic que vive un fugaz amorío con una mujer casada. En su paciente revisión de todos los géneros del cine clásico de Hollywood, Eastwood entrega una historia de amor tierna, profunda y conmovedora con una escena bajo la lluvia a la que es imposible resistirse en términos emotivos.

Gran Torino (2008), de Clint Eastwood. Con Clint Eastwood, Christopher Carley, Bee Wang, John Carroll Lynch. A través de un personaje extraordinario (Walt Kowalski, un veterano de la guerra de Corea), Eastwood revisa casi todas las etapas de su carrera y anticipa, con casi 80 años, una suerte de testamento sobre su obra y la mirada que tiene sobre el mundo. Sus temas favoritos (moral, violencia, justicia, épica) adquieren nuevas resonancias cuando vemos al viejo héroe tomar una posición que algunos de sus críticos jamás hubiesen imaginado. Cuando parece que los antiguos valores del personaje entran en crisis, en realidad Eastwood no hace otra cosa que fortalecerlos desde una nueva mirada.

Francotirador (American Sniper, 2014), de Clint Eastwood. Con Bradley Cooper, Sienna Miller. La historia real del tirador más certero del ejército estadounidense en toda su historia le sirve a Eastwood no solo para describir con una precisión admirable todo lo que puede vivirse en una guerra moderna como las que tuvieron a Irak y Afganistán como escenarios centrales. Dentro de ella se mueven, enfrentados a dilemas morales constantes, personas como Chris Kyle (personaje interpretado admirablemente por Cooper) que cumplen el deber de matar por órdenes superiores.

Sully, hazaña en el Hudson (Sully, 2016), de Clint Eastwood. Con Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney. Otra historia real, como las que Eastwood explora en sus últimos años. En este caso la de Charles “Sully” Sullenberger, un piloto que logró la hazaña de mantener ilesos a todos los pasajeros y la tripulación de un avión comercial al que logró controlar y depositar sobre el lecho del río Hudson, en Nueva York, tras un accidente ocurrido durante el despegue. Eastwood entrega aquí el retrato del héroe incomprendido que mantiene la conciencia de haber hecho las cosas bien pese a los cuestionamientos de las instituciones.

La mula (The Mule, 2018), de Clint Eastwood. Con Clint Eastwood, Bradley Cooper, Dianne Wiest, Laurence Fishburne, Michael Peña. De nuevo, casi nonagenario, Eastwood recupera a su héroe favorito: el hombre común, huraño y desconfiado que decide por las suyas resolver los problemas que mantiene con su familia (y con su propia economía) a través de una decisión inesperada: convertirse en el responsable del transporte a gran escala de paquetes de droga que un cartel mexicano envía a los Estados Unidos.

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