¿Por qué ya no despertamos con el Himno Nacional? - Grupo Milenio
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¿Por qué ya no despertamos con el Himno Nacional?

Federico Vale habla en entrevista sobre su libro "Memoria sinfónica e histórica de himnos nacionales de la convocatoria de Antonio López de Santa Anna".

Ahora que la mayoría de los mexicanos está en casa en confinamiento como medida de prevención para evitar el contagio de covid-19, y su ritmos, horarios así como formas de trabajo se han modificado, ya pocos se despiertan con el Himno Nacional Mexicano.

Lo que sí, es que muchas personas, durante esta cuarentena por la crisis sanitaria,  se acompañan de la programación televisiva que ofrece múltiples alternativas, y se dan cuenta que el día terminó al escuchar la interpretación del Himno Nacional, del poeta potosino Franciso González Bocanegra y del compositor español, Jaime Nunó.

Porfirio Díaz gobernó México durante más de 30 años.
El presidente que más alarde hizo del Himno Nacional Mexicano (Especial).

Como dato curioso, esta composición musical que forma parte de la identidad del pueblo de México, lo deben difundir  los concesionarios de radio y televisión, dice a MILENIO, Federico Vale, autor del libro Memoria sinfónica e histórica de himnos nacionales de la convocatoria de Antonio López de Santa Anna.

Se convirtió en una constante, luego de que el presidente Miguel de la  Madrid Hurtado, decretara la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, el 8 de febrero de 1984, el cual, entre otras cosas, refiere que “del tiempo que por ley le corresponde al Estado en las frecuencias de la radio y en los canales de televisión, se incluirá en su programación diaria al inicio y cierre de las transmisiones la ejecución del Himno Nacional y, en el caso de la televisión, la imagen de la Bandera Nacional”.

Esa es la razón, agrega el experto, por la que tanto por las mañanas como por las noches se escucha en los medios electrónicos una versión de la composición que escribiera en 1953 Francisco González Bocanegra (San Luis Potosí, 1824-Ciudad de México,1861)  y musicalizara en 1854, Jaime Nunó (España, 1824- Nueva York, 1908).

La mano de Manuel Ávila Camacho

El investigador narra que a raíz de la convocatoria de noviembre de 1853, publicada por órdenes de Antonio López de Santa Anna en el Diario Oficial de la Federación, González Bocanegra, presionado y encerrado por su amada, compuso en cuatro horas su obra, que sería elegida como el Himno Nacional, de entre 24 participantes.

“González Bocanegra escribió 10 estrofas, más el estribillo o coro, aunque hoy en día solo utilizamos las estrofas I, IV, V y 10. Se borraron dos que aludían a Agustín de Iturbide y a Antonio López de Santa Anna.”

Explica que el Himno Nacional se estrenó y se escuchó por primera vez el 15 de septiembre de el 1854 en el Gran Teatro Nacional, pero en esa ocasión el director de orquesta, Giovanni Bottesini (1821-1889), quien también había concursado sin obtener el triunfo, lo interpretó pero con su propia partitura.

El también periodista Federico Vale, señala que hasta el 20 de octubre de 1943,  el presidente de México, Manuel Ávila Camacho oficializó por decretó la versión del Himno Nacional Mexicano.

“Fue Ávila Camacho quien elevó al Himno Nacional a rango constitucional ya que nadie lo había hecho. Incluso dicen que a Benito Juárez una vez le preguntaron si le quería cambiar algo, dado que era un himno concebido por el conservadurismo y él respondió: al Himno Nacional no le mueven ni una coma”.

Después de haber hurgado en diversos archivos del país, Federico Vale asegura que el presidente que más alarde hizo del Himno Nacional fue Porfirio Díaz, pues hasta invitó a Jaime Nunó en 1904 para celebrar el medio siglo de tal composición.

El entusiasmo de Jaime Nunó

Para el especialista, el tema de los derechos de este símbolo patrio está superado, porque a pesar de que los descendientes del compositor europeo registraron el Himno Nacional en la Unión Americana, este es parte del patrimonio del Estado y de los mexicanos.

“En algún momento lo registraron sus hijos en Estados Unidos e interpusieron una querella para el uso del Himno Nacional Mexicano, pero su proceder no tiene viabilidad jurídica porque todos saben que cuando alguien participa en una convocatoria del Estado, automáticamente los derechos le pertenecen al Estado. Entonces sus intenciones ni fructificarán ni tendrán ningún sentido."

Lo que se le debe reconocer a Jaime Nunó fue su gran acción de mandar hacer un centenar de copias a mano de la partitura musical del Himno Nacional, las pagó  de su bolsillo y las mandó por diligencias para que se interpretara en todo el país.

Hay cartas que escribió el compositor cobrándole al gobierno de México ese dinero, que no le pagaban y que él , por iniciativa propia, invirtió para la difusión de este símbolo patrio.

La versión de 1943

La versión oficial del Himno Nacional que todos los mexicanos conocen, se grabó por primera vez en 1943 durante el gobierno de Manuel Ávila  Camacho.

El ex presidente ordenó una investigación, se rescató la partitura de Jaime Nunó que era muy operística. Una vez con todo los documentos originales mandó grabar una nueva versión, con ciertas modificaciones con tonos y tesituras más bajas, para que resultara más armónica, práctica y accesible para que se pudiera enseñar en todas las escuelas de México.

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Leticia Sánchez Medel
  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.
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