Federico I Barbarroja

(Federico I de Hohenstaufen; Ravensburg, Alemania, 1122 - río Salef, Cilicia, actual Turqu�a, 1190) Emperador del Sacro Imperio Romano Germ�nico (1155-1190), rey de Alemania (1152-1190) y duque de Suabia con el nombre de Federico III de Suabia (1147-1190). Hijo del duque Federico II de Suabia y de Judit de Baviera, sucedi� a su padre en el gobierno del ducado suabo en 1147, a�o en que particip� en la Segunda Cruzada junto a su t�o, el emperador Conrado III, quien lo nombr� heredero.

El emperador Federico I Barbarroja

A la muerte de �ste, en 1152, Federico Barbarroja fue designado rey de Alemania por aclamaci�n de la Asamblea de pr�ncipes, que vieron en �l un monarca en�rgico y valeroso, capaz de acabar con los enfrentamientos que, desde 1125, manten�an en todo el reino los gibelinos, partidarios de los Hohenstaufen, procedentes de Suabia, y los g�elfos, seguidores de los Welf de Baviera. A fin de alcanzar la paz, Federico I, miembro de la familia Hohenstaufen, cedi� el ducado de Sajonia a su primo Enrique el Le�n (duque de Baviera y el m�s poderoso de los jefes g�elfos) y le confi� la direcci�n de la expansi�n alemana hacia el este.

La ambici�n de Federico I Barbarroja, sin embargo, iba mucho m�s all� de las fronteras de Alemania, pues, consider�ndose continuador de la obra de Carlomagno y Ot�n I, el monarca ten�a el firme prop�sito de crear un imperio universal que restaurase la grandeza del Imperio Romano, para lo cual era preciso someter al Papado y a las ciudades italianas.

Con este objetivo, durante la dieta de Constanza (1153) prometi� ayudar al papa Eugenio III a sofocar la rebeli�n de los romanos, que, con Arnaldo de Brescia al frente, se hab�an constituido en municipio libre tras expulsar al pont�fice. Federico I Barbarroja entr� con su ej�rcito en Italia en 1154, y al a�o siguiente fue coronado en Roma emperador del Sacro Imperio Romano Germ�nico por el papa Adriano IV, tras haber derrotado y apresado a Arnaldo de Brescia, quien muri� en la hoguera como hereje.

De nuevo en Alemania, extendi� sus dominios hasta los territorios de Polonia y Escandinavia y contrajo matrimonio con Beatriz, hija y heredera de Reinaldo III de Borgo�a. Otra vez en suelo italiano, tom� Mil�n en 1158, y ese mismo a�o, en la dieta de Roncaglia, asumi� todos los derechos de los antiguos emperadores romanos, entre ellos el de designar personalmente los c�nsules de las ciudades italianas, si bien muchos municipios declararon su oposici�n frontal a la pol�tica imperial y el Papado le priv� de ejercer estas prerrogativas en los Estados Pontificios.

Un a�o m�s tarde, la elecci�n como papa de Alejandro III, firme defensor de la teocracia pontificia y, por tanto, de la sumisi�n del emperador a la autoridad papal, agrav� el conflicto e impuls� a Federico I Barbarroja a apoyar el nombramiento, sucesivamente, de los antipapas V�ctor IV (1159) y Pascual III (1164). En 1167, las ciudades del norte de Italia constituyeron la poderosa Liga Lombarda, que tras a�os de lucha lograría una victoria decisiva sobre las tropas imperiales en Legnano (1176).

A ra�z de esta derrota, Federico Barbarroja se vio obligado a firmar en 1177 la paz de Venecia, por la que reconoci� al papa Alejandro III (a quien hubo de someterse), y, en 1183, la paz de Constanza, en la que acept� las libertades comunales, aunque conserv� sus dominios de Toscana, Spoleto y Ancona. En la dieta de Maguncia (1188), el emperador, decidido a liberar Jerusal�n, a la saz�n en poder del sult�n Saladino, se comprometi� a encabezar la Tercera Cruzada, y as�, en el a�o 1189 parti� con tal prop�sito hacia Cilicia, donde muri� el 10 de junio de 1190, mientras se ba�aba en el r�o Salef (Cydnos).

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].