Como una de las cunas de la civilizaci�n, Grecia ha parido a egregios nombres que cambiaron el curso de la historia y, por ende, de la cultura. El reciente fallecimiento de Irene Papas a los 93 a�os a causa del alzh�imer es un fiel ejemplo de ese Olimpo en el convivieron dioses, fil�sofos, actores y milmillonarios armadores.
Irene Papas pasa a la historia como "una de las mejores int�rpretes de la historia del cine", as� la describi� su amiga Katharine Hepburn con quien rod� Las Troyanas (1971) y la �nica f�mina que protagoniz� siete pel�culas con Anthony Quinn y que no cay� rendida a sus encantos amatorios. Ah� quedan Los ca�ones de Navarone (1961) o Zorba, el griego (1968). Ya por aquel entonces hab�a finiquitado su romance secreto de cinco a�os con Marlon Brando, que la int�rprete hizo p�blico en 2004, tras el fallecimiento de la estrella.
No le doli� prendas confesar que "desde entonces nunca he amado a un hombre como am� a Marlon. Sin duda fue la gran pasi�n de mi vida, absolutamente el hombre que m�s me import� y tambi�n al que m�s quer�a. Dos cosas que generalmente son dif�ciles de conciliar". Su primer matrimonio con el actor y escritor Alkis Papas (1947-1951) de quien tom� su apellido acab� en divorcio y el segundo con el productor Jos� Kohn fue anulado. Con ninguno tuvo hijos.
Descubierta por Elia Kazan, Hollywood se rindi� a sus pies, pero jam�s le coron� con una estatuilla dorada. Divertida, sol�a afirmar que "nunca gan� un Oscar, pero los Oscar nunca ganaron a Irene Papas". Adem�s, siempre fue muy cr�tica contra el imperialismo norteamericano. "No somos m�s que una colonia americana. Importamos chicles, coches, libros, discos y cultura. No es extra�o que los estadounidenses no hayan hecho nada contra la Junta. Dirigen el pa�s. �Qu� es Onassis? Nada", aleg� p�blicamente a prop�sito del Golpe de los coroneles, que motiv� el exilio del rey Constantino II de Grecia.A ella tambi�n le obligaron a marcharse.
La int�rprete, que hablaba perfectamente ingl�s, franc�s e italiano y pose�a casas en Italia y Espa�a, adem�s de en su pa�s natal, fue una persona muy querida en la familia real griega y viceversa. De hecho, invit� al rodaje de Los ca�ones de Navarone al rey Pablo I de Grecia y la reina Federica, entre otras figuras relevantes. Independientemente de sus ideas pol�ticas, Irene Papas era consciente de que la monarqu�a prove�a estabilidad en su pa�s. Su amistad con el depuesto Constantino II perdur� toda la vida. Su relaci�n con la Reina Sof�a tambi�n fue cercana, y siempre se ve�an cuando la actriz ven�a a Espa�a.
Cuando se hizo p�blico que la actriz padec�a alzh�imer desde 2013, el monarca quiso visitarla en su casa. Insisti� varias veces. Sin embargo, los familiares le denegaron amablemente el permiso porque la protagonista de La mandolina del capit�n Corelli (2001), tambi�n protagonizada por Pen�lope Cruz y Nicholas Cage, se pon�a muy nerviosa al no reconocer las caras. En Espa�a fue tremendamente querida y admirada. Se le condecor� con la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
En privado sol�a aliviar sus penas escribiendo poes�a. A quien le preguntaba le dec�a que cada verso era como una l�grima. Tambi�n le encantaba comer con las manos. Por eso le apasionaba Marruecos.
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