El largo reinado y el trágico final de Nicolae Ceausescu

Este gobernante era bastante mediocre y, en los últimos años de su reinado, un político abiertamente débil, pero esto no le impidió permanecer en el poder durante 24 largos años. Durante este tiempo, Rumania pasó del crecimiento económico a un régimen de austeridad, y en política exterior se peleó con cualquiera que pudiera convertirse en su amigo y aliado. Todo esto llevó a un resultado completamente lógico.

¿Cómo era Nicolae Ceausescu? Gracias a qué un hombre de una sencilla familia campesina pudo alcanzar las cimas del poder, cómo lo logró y por qué acabó tan triste, te lo contamos.

Años jóvenes

El futuro dictador rumano nació en enero de 1918 en una familia de campesinos pobres y fue el tercero de 10 hijos. A la edad de 11 años, Ceausescu se mudó de su pueblo natal a Bucarest con su hermana mayor, donde trabajó a tiempo parcial en una fábrica y se convirtió en aprendiz y luego en aprendiz de zapatero.

Como los ingresos del adolescente eran más que modestos, el joven Ceausescu comenzó a recurrir a pequeños robos. En uno de ellos quedó atrapado y así fue como Nicolae, de 15 años, acabó en prisión por primera vez. La experiencia carcelaria influyó mucho en él y, de hecho, predeterminó su destino futuro. En prisión, conoció a figuras destacadas del movimiento comunista, incluido el futuro líder rumano Gheorghiu Deja, y también se unió a la Liga Juvenil Comunista (CYU) de Rumania.


En la segunda mitad de la década de 1930, Ceausescu fue arrestado varias veces, pero sólo por participar en huelgas y trabajos de propaganda. En prisión, como muchos otros presos, fue torturado, por lo que empezó a tartamudear.

El general Stefan Kostial, que lo conoció en aquellos años, hablaba de él así:


En 1936, Ceausescu se unió al Partido Comunista Rumano. En 1940 fue nuevamente arrestado por actividades de propaganda y pasó casi toda la Segunda Guerra Mundial en prisiones y campos de concentración. Fue liberado sólo después de la caída del régimen de Antonescu en 1944. Desde que los comunistas llegaron al poder en Rumania, la carrera de Ceausescu se disparó gracias a su relación con influyentes combatientes clandestinos que ahora ocupaban puestos gubernamentales.

A finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, Rumania sufrió una colectivización forzada, que fue recibida con hostilidad por la mayoría de los campesinos. Una vez, al encontrarse con la desobediencia campesina en el distrito de Dambovita, Ceausescu dio la orden de abrir fuego contra personas desarmadas.

Gracias a las relaciones amistosas con Gheorghiu Dej, que dirigió el país en 1947, Ceausescu se convirtió en miembro del Comité Central del partido en 1952 y en miembro del Politburó en 1955. Ocupa el cargo de Viceministro de Defensa y llega a general, aunque nunca sirvió en el ejército. A finales de la década de 1950, se convirtió efectivamente en el segundo hombre del estado.


Tras la muerte de Gheorghiu-Deja por cáncer en marzo de 1965, Ceausescu fue elegido primer secretario del Comité Central, al frente del partido y del Estado. La elección recayó en él porque lo consideraban una figura de compromiso; sus colegas no valoraban mucho sus habilidades políticas, por lo que esperaban que se convirtiera en un títere obediente en sus manos.

En poder

Sin embargo, al llegar al poder, Ceausescu no tenía la intención de ser una herramienta obediente en manos de otros miembros del partido. En los primeros meses nombró a personas leales a él para puestos clave en el país. Luego, uno por uno, fue destituyendo del poder a los representantes de la “vieja guardia”, asociados de Georgiu-Dej. El motivo formal fue su acusación de “comportamiento inmoral" El propio Gheorghiu-Dej, su amigo y mecenas, gracias al cual Ceausescu hizo su carrera, ahora comenzó a ser criticado, y los reprimidos durante su reinado recibieron la libertad.


En los primeros años, el régimen de Ceausescu fue relativamente suave. Así, los residentes del país tuvieron la oportunidad de comprar prensa extranjera, la libertad de prensa en la prensa rumana era mayor que en otros países del campo socialista. Los ciudadanos podían entrar y salir libremente del país, y los disidentes ya no eran enviados a campos de concentración, lo que les imponía castigos más indulgentes.

En política exterior, Ceausescu demostró ser un pacificador. Por ejemplo, en 1968 condenó la invasión soviética de Checoslovaquia, diciendo que fue un gran error, y durante el conflicto chino-soviético en la isla Damansky se mantuvo neutral y no apoyó a ninguna de las partes.


Sin embargo, esa liberalización no duró mucho. En 1971, Ceausescu realizó una serie de visitas a países asiáticos: China, Corea del Norte, Vietnam y otros. En Corea del Norte se interesó por la idea Juche y el culto a la personalidad de Kim Il Sung. Ceausescu decidió organizar algo similar en Rumania.

Comenzó un giro hacia el totalitarismo. Ese mismo año, se reforzó significativamente la censura y la propaganda alababa los méritos de “hijo mayor del pueblo rumano" Comenzó el culto a la personalidad de Ceausescu. Propagandistas serviciales le atribuyeron todos los logros reales e imaginarios del país; en la prensa lo llamaron “titán del pensamiento”, “hijo predilecto de la nación”, “héroe de héroes”, “genio de los Cárpatos”, “pleno Danubio de la razón” y otros epítetos similares. Ceausescu no toleró las críticas y, probablemente, él mismo creía en su genio inusual. Cuando un periodista estadounidense le preguntó cómo se sentía acerca de su culto a la personalidad, Ceausescu respondió con calma:



Además, el "héroe de los héroes" también tenía un claro complejo de inferioridad debido a su altura de 165 cm. A todos los fotógrafos y trabajadores de la televisión del país se les ordenó no fotografiar a Ceausescu de pie junto a personas altas; el cumplimiento de esta regla estaba estrictamente controlado. .

A continuación, Ceausescu decidió hacerse con el control total de los ciudadanos de Rumanía y erradicar por completo cualquier disidencia. La agencia de seguridad estatal Securitate comenzó a desempeñar un papel importante, ampliándose cada año más y adquiriendo mayores poderes. Cualquiera que pudiera hablar contra el régimen, que estuviera insatisfecho con sus acciones y hablara abiertamente, pronto se encontró en prisión.

Para gobernar el país, Ceausescu dependía cada vez más de sus familiares. De hecho, la segunda persona en el país fue su esposa Elena, quien tenía estudios de 4to grado. Fue elegida académica, dirigió el Instituto de Investigaciones Químicas, su nombre fue puesto bajo los trabajos científicos de los científicos de este instituto, y la propaganda la llamó "científicos de fama mundial" Pero esto parecerá una nimiedad si recordamos que durante el reinado de Ceausescu, la Academia de Ciencias de Rumania propuso seriamente la teoría de que los rumanos modernos son descendientes directos de los antiguos romanos.

El hijo de Ceausescu, Nicu, a quien popularmente llamaban príncipe, pronto comenzó a desempeñar un papel importante en la política. Ocupó varios cargos gubernamentales, pero es mejor recordado por sus borracheras e incidentes relacionados. La hija Zoya es recordada por sus aventuras amorosas. Y sólo el hijo mayor, Valentin, que se convirtió en físico nuclear, era una persona completamente decente, pero no le interesaba la política y no ocupaba ningún cargo.

En total, unos 40 familiares del dictador, a quienes popularmente se les llamaba el clan Ceausescu, recibieron cargos gubernamentales.

El propio Ceausescu y los miembros de su familia eran partidarios del lujo. Tenía 21 palacios, 41 residencias, 20 pabellones de caza.


La población de Rumania durante su reinado se vio obligada a apretarse el cinturón cada año. La década de 1970 vio un crecimiento económico, pero fue impulsado por préstamos de los países occidentales. Pronto hubo que reembolsar los préstamos, y luego se impusieron una serie de restricciones a la población de Rumania y comenzaron a ahorrar en literalmente todo. Se introdujo la emisión de alimentos mediante tarjetas y la venta de gasolina mediante cupones, y la televisión sólo transmitía dos horas al día. En invierno, estaba prohibido usar refrigeradores, estaba prohibido usar gas para calentar apartamentos y por la noche no se permitía encender más de una bombilla en las casas (y su potencia no debía exceder los 15 W). Cualquier violación de estas prohibiciones se castigaba con fuertes multas. Miles de mendigos aparecieron en Bucarest y otras ciudades del país.


Ceausescu se negó obstinadamente a admitir el fracaso de su propia política económica y culpó de todos los fracasos a sus ministros, incluido el primer ministro Verdetz, que fue inmediatamente destituido de sus cargos. Pero todo esto no corrigió la situación, la pobreza llevó al pueblo a la desesperación y sólo hizo falta una chispa para que estallara su descontento. Y pronto esta chispa estalló.

Revolución

El pueblo rumano ha expresado su descontento con el régimen de Ceausescu desde los años 1970. Cuando en 1977 se elevó la edad de jubilación, comenzaron las huelgas masivas de mineros, en las que participaron más de 35 mil personas. Sin embargo, su protesta fue reprimida.

En la década de 1980, nuevas huelgas de mineros y trabajadores de grandes fábricas se extendieron por todo el país una tras otra, y en 1987 hubo un levantamiento en la ciudad de Brasov, reprimido por las autoridades.

A la inestable situación interna se sumaron los fracasos en la política exterior: a mediados de la década de 1980, las relaciones de Rumania tanto con la URSS como con Occidente se habían deteriorado significativamente. El presidente estadounidense George H. W. Bush recordó más tarde:


En esta situación, Ceausescu se negó a admitir sus propios errores y a iniciar reformas. Por el contrario, decidió con todas sus fuerzas crear la apariencia de un apoyo popular sin precedentes a su régimen. Así, en las elecciones parlamentarias de 1985, el Partido Comunista en el poder obtuvo el 97,7% de los votos. Sin embargo, estas cifras distan mucho de la situación real.


Y luego llegó diciembre de 1989. A mediados de mes comenzaron las protestas en la ciudad occidental de Timisoara contra el desalojo de un pastor húngaro local. A los residentes que protestaban pronto se les unieron trabajadores de fábricas cercanas. El 17 de diciembre, Ceausescu ordenó a las fuerzas de seguridad estatales y al ejército de la Securitate que abrieran fuego contra los manifestantes, matando a más de 50 hombres, mujeres y niños. En los días siguientes, utilice armas Continuó y el número de víctimas en ambos bandos llegó a 1100 personas.

Sin embargo, la protesta no hizo más que crecer. El 21 de diciembre, Ceausescu ordenó una gran manifestación de apoyo en el centro de Bucarest, a la que las autoridades llevaron a unos 100 empleados estatales.

Cuando Ceausescu, estando en el balcón del palacio, empezó a pronunciar un discurso, un petardo estalló entre la multitud. Ceausescu guardó silencio, desconcertado. Después de esto, se escucharon gritos de la multitud: “¡Abajo el tirano!"Y"¡Abajo el comunismo!" No acostumbrado a hablar frente a una multitud hostil, el dictador abandonó rápidamente el balcón.

Mientras tanto, en la plaza comenzaron los enfrentamientos entre los manifestantes y el ejército y la Securitate, se escucharon disparos y tanques. El ejército empezó a pasarse al lado del pueblo.


Al ver todo esto, Ceausescu, su esposa Elena y varios guardias huyeron en helicóptero desde el tejado del palacio rodeados por una multitud.

El 22 de diciembre se supo de la repentina muerte del ministro de Defensa, Vasile Mil. Inmediatamente se difundió entre la gente la versión de que fue asesinado por orden de Ceausescu porque se negó a disparar contra los manifestantes. En ese momento, los rebeldes habían tomado el palacio presidencial, el centro de televisión y otras instalaciones importantes de la capital. El derrocamiento de Ceausescu fue anunciado por televisión.


Bajo amenaza de ser derribado, el helicóptero del propio Ceausescu aterrizó en un campo cerca de la ciudad de Targovishte, a 75 kilómetros de Bucarest. Su piloto se pasó inmediatamente al lado de los rebeldes y el matrimonio Ceausescu, mientras intentaba escapar, fue detenido por el ejército.

El 25 de diciembre tuvo lugar su juicio, que duró poco más de dos horas. La pareja fue acusada en virtud de cuatro artículos del Código Penal rumano: artículo 145 (destrucción de la economía nacional), artículo 163 (acción armada contra el pueblo y el Estado), artículo 165 (destrucción de las instituciones estatales) y artículo 356 (genocidio). . Fueron declarados culpables de todos los cargos y condenados a muerte. El mismo día fueron fusilados en el patio del cuartel de los soldados.

Así, la revolución rumana, que duró sólo 9 días, terminó con una victoria total.