El árbol genealógico de Jack Brooksbank, marido de Eugenia de York: un barman alcurniado que no quiso ser banquero

Eugenia de York y Jack Brooksbank esperan su primer hijo. La reina Isabel II no hizo conde al marido de su nieta, pero desde luego él puede presumir de árbol genealógico.

Eugenia de York y Jack Brooksbank en la boda de Pippa Middleton

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A los tabloides les salivaba el colmillo cuando, en 2010, se enteraron de la profesión del nuevo novio de la princesa Eugenia: la nieta de Isabel II se había enamorado de un camarero. Había un detalle, sin embargo, que no cuadraba en esa enésima encarnación del cuento de la princesa y el sapo: Eugenia de York y Jack Brooksbank se habían conocido esquiando en la estación de Verbier, una de las más exclusivas de los alpes suizos. Sacudiendo el árbol genealógico del que en octubre de 2018 se incorporó a la familia real británica, los tabloides descubrieron enseguida que el interés de Eugenia de York no descendía al fin y al cabo hasta capas tan humildes de la sociedad: su prometido desciende de baronets e incluso está lejanamente aparentado con la princesa Eugenia -Sarah Ferguson, la duquesa de York, es tataranieta de lady Julia Coke, hija del tatarabuelo de Jack Brooksbank-.

Tal y como avisaron los rumores, Isabel II no le hizo duque, ni siquiera conde, y cuando salió de la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, siguió siendo plebeyo. Pero puede presumir de antepasados: Stamp Brooksbank, gobernador del Banco de Inglaterra en el siglo XVIII, o sir Jack Coke, Caballero Usher de Jorge VI el siglo pasado.

Jack servía cócteles en Devonshire Terrace, un restaurante de la zona de Liverpool Street, mientras la princesa Eugenia terminaba sus estudios de literatura y arte en la universidad de Newcastle. Sin embargo, su historia dista mucho de la de los miles de jóvenes que se ganan la vida poniendo copas en Londres: antes de dedicarse a la hostelería, Jack Brooksbank estudió en la Stowe School de Buckingham, un exclusivo colegio donde la matrícula se paga a 12.000 libras y que fue alma mater de otros alumnos como Raniero de Mónaco. Estaba destinado a seguir los pasos de su próspero padre y trabajar en alguna oficina de la City, pero rechazó ir a la universidad. Quería ser empresario hostelero y empezó a trabajar como camarero.

Su curriculum en este terreno, eso sí, es bastante impresionante: Jack ha trabajado en algunos de los bares y restaurantes más exclusivos de la capital británica como el The Markham Inn, en Chelsea -allí conoció al príncipe Harry- o el club Mahiki de Mayfair. En 2016, fundó una empresa mayorista de vinos, la Jack Brooksbank Limited. Además, trabaja como embajador de la marca de Tequila de George Clooney, Casamigos. La estrella, su mujer Amal y otros amigos famosos del novio que conoció en la noche londinense asistieron a la boda frustrando así a quienes en su día , después de leer aquel primer titular –Eugenia sale con un barman– imaginaron la bancada del novio llena de invitados de medio pelo.

La vida nocturna del prometido de la princesa Eugenia no ha alimentado tantos escándalos como podría esperarse del noviazgo de una Windsor y un experto en bebidas alcohólicas. Hasta ahora, el único manchón en la vida pública de Jack fue una fotografía en la que, con los ojos vendados y embadurnado de cera derretida, se le veía tocándole los pechos a una stripper durante uno de sus cumpleaños.

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