Superados los rumores sobre la separaci�n de Alberto y Charlene de M�naco, en el Principado se celebra este martes un triste aniversario: la muerte de su antecesora,Grace Kelly.
Ocurri� el 14 de septiembre de 1982, un d�a despu�s de sufrir un accidente. La ex actriz viajaba al volante de un coche con su hija peque�a, la ind�mita Estefan�a que contaba 17 a�os. La tensi�n entre ellas era patente, ya que la v�spera, en su residencia de verano de Roc Agel, la adolescente la amenaz� con irse a vivir con su entonces novio, Paul Belmondo, hijo del actor recientemente fallecido. Su madre decidi� llevarla en persona a Montecarlo, donde deb�a coger el tren a Par�s para iniciar sus clases, seguramente para disuadirla en el viaje de su loca idea.
En una de las curvas de la abrupta subida al Principado entr� con excesiva velocidad, y el coche choc� contra un muro, cayendo por un precipicio de 40 metros. El 13 de septiembre fue trasladada con vida al Hospital Princesa Grace y, aunque ten�a fractura de f�mur y de algunas costillas, sus lesiones no parec�an tan graves. Eso le comunicaron a Rainiero, cuando le informaron mientras desayunaba con su hijo Alberto en el palacio Grimaldi. Sin embargo, esa noche la princesa sufri� una hemorragia cerebral que acab� con su vida un d�a despu�s, con 52 a�os.
Muchas versiones han circulado en torno a este accidente, hasta que pudo ser una vendetta de un mafioso. La m�s extendida es que en realidad era Estefan�a, que tambi�n sufri� serias lesiones cervicales, quien iba al volante, algo que ella desminti� ."Yo no conduc�a, sal� disparada por el lado del conductor. Mi madre se hab�a quejado de una fuerte jaqueca y no s� si perdi� el conocimiento o confundi� el acelerador con el freno", se�al�.
Grace fue amortajada con un velo blanco, su anillo de casada y un rosario regalo del Papa Juan XXIII. Cinco d�as despu�s de fallecer, se celebr� un multitudinario funeral en la catedral monegasca al que acudieron desde Nancy Reagan, primera dama estadounidense a Lady Di, y por parte espa�ola los condes de Barcelona, padres de Don Juan Carlos.
Fue el �ltimo acto que protagoniz� esta bella e irrepetible mujer, miembro de una acaudalada familia de Filadelfia, que cambi� su fulgurante y oscarizada carrera en Hollywood junto a mitos como Gary Cooper, Clark Gable o Gary Grant por reinar en un min�sculo principado que gracias a ella se convirti� en emporio del glamour. Decisi�n de la que parece se arrepentir�a, pues se asfixiaba en M�naco y quiso volver al cine pero Rainiero se lo impidi�. Tampoco su matrimonio fue un cuento de hadas, pues se habla de mutuas infidelidades. Pero nadie sospech� de sus frustraciones, pues gracias a sus dotes de actriz represent� siempre el papel de princesa perfecta.
Con su muerte se inici� el declive del Principado, que sin la medi�tica Grace, art�fice de eventos como El Baile de la Rosa o la Gala de la Cruz Roja, dej� de atraer famosos y miembros de la jet set internacional, derivando en una especie de balneario de lujo para millonarios an�nimos.
Tambi�n de su propia familia, pues Rainiero, su viudo, jam�s se recuper� de la p�rdida de su "musa" e, incapaz de controlar a sus d�scolos hijos, Carolina, Alberto y Estefan�a, se refugi� en sus tareas como soberano .
La m�s afectada fue la rebelde Estefan�a, a quien cost� mucho superar el trauma de no haber podido hacer nada por salvar a su madre. Se dio al desenfreno vital, como cantante y modelo de ba�adores, protagonizando continuos esc�ndalos por sus romances con guardaespaldas como Daniel Ducruet, padre de dos de sus hijos, macarras de discoteca como Mario Oliver o artistas de circo.
El destino de Carolina, la mayor, fue tr�gico, pues a la desaparici�n de su madre sum� en 1990 la de Stefano Casiraghi, su gran amor y padre de sus tes hijos, cuando compet�a con su motora en una prueba de off shore. Su posterior matrimonio con Ernesto de Hanover, padre de su cuarta hija, Alexandra, fue carne de pol�mica dada la afici�n del arist�crata germano por la bebida.
Alberto, actual soberano tras la muerte de Rainiero en 2006, tampoco se qued� atr�s: tras ser pasto de maledicencias por su persistente solter�a, sali� a la luz la existencia de dos hijos secretos suyos, Yasmina y Alexander, hoy reconocidos. Su boda con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock en julio de 2011, madre de los gemelos Jacques y Gabriella, lejos de acallar habladur�as, las ha fomentado. Adem�s del intento de fuga que supuestamente protagoniz� antes de la boda, sus frecuentes ausencias en actos oficiales y su estado de salud han vuelto a situar al Principado en la picota. Alta y rubia, su f�sico fue comparado inicialmente con el de Grace, aunque en realidad carece del brillo, el carisma y sobre todo las excelente dotes de actriz de su predecesora
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