Enrique III «el Doliente»

(¤ Burgos, 1379 – † Toledo, 1406). Rey de Castilla (1390-1406). Sucedió a su padre, Juan I. Llamado «el Doliente» por su débil constitución, se hizo cargo del poder en 1393, tras una minoridad que vivió las alteraciones por la masacre de judíos (1391) y por los desórdenes instigados por el consejo de regencia múltiple. La nobleza, había aprovechado las circunstancias de crisis, para intentar tomar el poder por las armas. Pero en las Cortes las capas más sencillas del estamento nobiliar lograron proclamar la mayoría de edad de Enrique cuando sólo contaba catorce años. Con su apoyo consiguió dominar a la aristocracia, y mediante la implantación de corregidores neutralizó a las ciudades. Su enfrentamiento con los Trastámara, Alfonso y Fadrique se prolongó durante años pero finalmente consiguió someterlos. Rechazó a los portugueses y emprendió la conquista de las islas Canarias. El éxito que tuvo con sus campañas le permitió gobernar sin contar con las Cortes, a las que sólo convocaba para la obtención de subsidios. Se casó con Catalina de Láncaster, descendiente de Pedro I «el Cruel». Este matrimonio favoreció el final de las hostilidades entre Inglaterra y Castilla, con lo que que se facilitó el afianzamiento del comercio castellano en el Atlántico. Murió cuando preparaba una expedición contra Granada

Pedro López de Ayala nació en 1332 y murió en 1407.
Interviene en las guerras entre Pedro I y sus hermanos, estando al lado primero del propio Pedro y después de Enrique de Trastátamara.
Asiste a la batalla de Aljubarrota y es hecho prisionero en Oviedes por los portugueses, que lo encierran en una jaula de hierro durante un año.
Forma parte del Consejo de Regencia de Enrique III.
A la mayoría de edad de este, es nombrado Canciller Mayor de Castilla.