el Emperador del Brasil, igualmente animados del deseo de facilitar el comercio y navegación fluvial por la frontera y ríos de uno y otro Estado, han resuelto fijar, por una Convención especial, los principios .y el modo de hacer un ensayo que dé a conocer mejor sobre qué bases y condiciones deberá estipularse después definitivamente ese comercio y navegación, y con tal fin han nombrado sus respectivas Plenipotenciarios, a saber S.E.
Artículo 7.- Se reserva experiencia a Su Majestad el Emperador del Brasil y a los gobiernos de Bolivia, del Paraguay y del Estado Oriental del Uruguay, el Poder de hacerse partes al presente Tratado, en el caso de que fueren dispuestos a aplicar sus principios a las partes de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, en las cuales pueden poseer respectivamente derechos fluviales.
el Emperador del Brasil, al Señor Duarte da Ponte Ribeiro, de su Consejo, Comendador de la Orden de Cristo y Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario cerca de las Repúblicas del Pacífico: los cuales, después de haber canjeado sus plenos poderes, que hallaron en buena y debida forma, han convenido en los artículos siguientes: La República del Perú y S.M.
Al caballo del
Emperador le pusieron herraduras de oro, una en cada pata. ¿Por qué le pusieron herraduras de oro? Era un animal hermosísimo, tenía esbeltas patas, ojos inteligentes y una crin que le colgaba como un velo de seda a uno y otro lado del cuello.
Hans Christian Andersen
el Emperador del Brasil, deseando promover respectivamente la navegación del río Amazonas y. sus confluentes por barcos de vapor, que, asegurando la exportación de los inmensos, productos de esas vastas regiones, contribuyan á aumentar el número de sus habitantes y á civilizar las tribus salvajes, convienen, en, que las mercaderías, productos y embarcaciones que pasaren del Perú al Brasil ó del Brasil al Perú por la frontera y ríos de uno y otro Estado, estén exentos de todo y cualquier derecho, impuesto ó alcabala, á que no estuvieren sujetos los mismos productos del territorio propio, con los cuales quedan del todo igualados.
Con su
Emperador a cuestas, había pasado de un salto por encima del caballo de su adversario caído, había salvado la corona de oro de su soberano y también su vida, más valiosa aún que la corona.
Hans Christian Andersen
En defecto de nuestra descendencia masculina natural y legítima, la Corona de España y de las Indias volverá a nuestro muy caro y muy amado hermano Napoleón, Emperador de los franceses y Rey de Italia, y a sus herederos y descendientes varones, naturales y legítimos o adoptivos.
El Monárquico, que es el govierno de un solo hombre de la misma estraccion y origen que los demas, de la misma forma, de la misma figura, esencia y substancia, sujeto a las mismas miserias y debilidades, el qual se llama Rei, Emperador o Cesar: este govierno se llama moderado, y el que lo obtiene deve proceder y obrar con arreglo a las leyes y a la constitucion del estado; pero no siempre es este el caso.
IMITE ENTRE LA REPÚBLICA DEL PERÚ Y EL IMPERIO DEL BRASIL; Y PUNTO MAS MERIDIONAL DEL ENUNCIADO RÍO QUE ES HASTA DONDE HA SIDO POSIBLE LLEGARA LA COMISIÓN MIXTA DE LIMITES; PUES LOS OBSTÁCULOS QUE SE ENCONTRABAN IMPEDÍAN SEGUIR MAS ARRIBA EL CURSO DEL RÍO Y PROBABAN AL MISMO TIEMPO QUE SE HABÍA LLEGADO A SUS CABECERAS CON DIFERENCIA DE ALGUNAS MILLAS QUE SE SUPONE SEAN OCHO MAS 0 MENOS.( ) A los catorce días del mes de marzo del año del nacimiento dé nuestro Señor Jesús - Crísto, de mil ochocientos setenta, y cuatro quincuagésimo tercero de la independencia del Brasil y quincuagésimo tercero de la del Perú: gobernando e1 Imperio del Brasil Su Majestad el S. D. Pedro II, Emperador Constitucional y defensor perpetuo...
- Se reserva expresamente a Su Majestad el Emperador del Brasil, y a los gobiernos de Bolivia, del Paraguay y del Estado Oriental del Uruguay el poder de hacerse partes al presente Tratado, en el caso de que fueren dispuestos a aplicar sus principios a la parte de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, en los cuales pueden poseer, respectivamente derechos fluviales.
Mejor supo gobernar Agripina su maldad, cuando, riéndose de la conciencia de Jenofonte, médico, que al veneno clemente dio por antídoto otro veneno mortal a Claudio, emperador, no consintió se leyese su testamento, con que aseguró la majestad en Nerón.
Hoy por vosotros se verán salvados, dos príncipes, si el cerco se levanta: el uno vuestro rey, al que obligados estáis a defender en pena tanta; el otro emperador, cuyos estados ronca tienen de honrarlo la garganta; más otros reyes, duques, caballeros condes y nobles propios y extranjeros.