El discreto 60º cumpleaños del príncipe Eduardo: su hermano, Carlos III, le otorga la más alta condecoración escocesa

Este domingo 10 de marzo el príncipe Eduardo ha recibido la más alta condecoración escocesa: ser designado miembro de la Orden del Cardo. Se la concedió su hermano mayor, el rey Carlos III, con motivo de la celebración de su 60º cumpleaños, que cumplía ese mismo día. Para conmemorar las seis décadas de vida del duque de Edimburgo —título que heredó de su padre hace justo un año, al cumplir los 59—, se publicaron también cuatro fotografías tomadas por Chris Jelf el 4 de marzo en su residencia en Bagshot Park, cerca de Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres. En ellas, el duque, casado con Sophie Rhys-Jones y padre de dos hijos, aparece con sus perros Teal (labrador), Mole (cocker spaniel) y Teasel (cachorro de labrador). Sin embargo, poco han trascendido esas imágenes frente a la que se convirtió ayer en la imagen real del día: la de la princesa de Gales, Kate Middleton, acompañada de sus tres hijos, la primera que publicaba tras su cirugía abdominal que la tiene apartada de la vida pública. Una foto que tres agencias de comunicación retiraron horas después de sus servidores tras asegurar que ha sido editada y que no ha hecho más que avivar las teorías de la conspiración que giran en torno al verdadero paradero y estado de salud de la princesa.

El hermano menor del monarca británico siempre ha pasado desapercibido y no ha sido diferente tampoco en su cumpleaños. Sí que recibió un bonito homenaje por parte de su mujer. “Aquí va una visión más detallada del hombre con el que estoy tan orgullosa de estar casada”, anticipó en un discurso que dio el 8 de marzo en una celebración previa al cumpleaños. “Él ha sido mi guía y me ha mostrado el camino a lo largo de los años. Me ha brindado mucha ayuda y consejos, y sus conocimientos e instintos, perfeccionados durante décadas de servicio, son incalculables”, aseguró la duquesa de Edimburgo. Y remató con un cierre que hizo llorar al príncipe: “Al igual que mi suegro, mi marido nunca busca cumplidos. Por eso cuando recibe el reconocimiento siempre es una sorpresa total para él. Por ello agradezco esta oportunidad de, por una vez, poder celebrarlo y felicitarlo públicamente. Es el mejor padre, el marido más cariñoso y sigue siendo mi mejor amigo”. Por una vez, Eduardo se convertía en el centro de atención.

El verdadero foco está puesto en otros miembros de la familia real británica desde hace meses. Así que en el día del 60º cumpleaños del duque también acabaron por acaparar todo el protagonismo. El motivo: la celebración del Día de la Madre en el Reino Unido. Una efeméride por la que el palacio de Kensington decidió romper su silencio respecto a la recuperación de Kate Middleton desde que se operara de una cirugía abdominal el pasado 17 de enero compartiendo la primera imagen ―supuestamente de principios de semana― de la princesa de Gales después de meses de ausencia.

Pero ese intento de cortar de raíz las especulaciones respecto a su salud se volvieron en su contra cuando millones de personas comenzaron a señalar manipulaciones evidentes de Photoshop. Así que la foto, de por sí viral, se volvió todavía mucho más comentada y compartida. “Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer”, se ha excusado este lunes la princesa a través de las redes sociales del palacio, cuando todavía continúa todo el revuelo causado por la imagen.

Aun así, la misteriosa recuperación de la princesa de Gales (al menos de cara al público), sumada al tratamiento que está recibiendo Carlos III después de conocerse a principios de febrero que padece cáncer, hacen que la figura del duque de Edimburgo cobre más importancia que nunca. Ahora que tanto el monarca como su nuera han pospuesto sus deberes reales públicos hasta que estén recuperados, el príncipe Guillermo, la princesa Ana y el príncipe Eduardo son las cabezas visibles de la institución. La reina Camila, que también ha tomado el relevo de su esposo en varios actos desde su ausencia, anunció el pasado 3 de marzo que se iba a tomar unos días de descanso privado junto a su familia, aunque volverá al trabajo este lunes 11 de marzo para representar al rey en el servicio del Día de la Commonwealth en la abadía de Westminster.

Así que, a sus recién cumplidos 60 años, el príncipe Eduardo es más que nunca una figura clave para que la institución monárquica siga manteniendo el ritmo. La semana pasada, por ejemplo, tuvo ocho compromisos oficiales, incluyendo una visita a la sede de la Policía de Staffordshire para asistir al décimo aniversario del plan de cadetes de la fuerza o su asistencia a los Community Sports Awards en Headingley. Él encarna la figura discreta y poco mediática que tanto necesita ahora la familia real británica.