El ataúd de la reina Isabel inició este domingo un viaje de seis horas desde su amada casa de verano en las Highlands escocesas hasta Edimburgo, mientras miles de personas se agolpaban a su paso para rendir tributo a la difunta monarca, muchos en un silencio sombrío, algunos aplaudiendo y otros llorando.
Poco después de las 10 de la mañana (hora local), un coche fúnebre que transportaba el féretro de roble de Isabel salió de las puertas del castillo de Balmoral, donde murió el jueves a los 96 años, para conducir lentamente hacia el palacio de Holyroodhouse, en la capital escocesa, donde llegó pasadas las cuatro de la tarde.
El ataúd de la monarca iba coronado con algunas de sus flores favoritas de la finca de Balmoral
El ataúd, cubierto con el estandarte real y una corona con algunas de sus flores favoritas de la finca, pasó junto a montones de flores y otros tributos mientras encabezaba un cortejo de siete coches, en el que también viajaba la hija de la reina, la princesa Ana. "Un momento triste y conmovedor cuando Su Majestad, la Reina deja a su amado Balmoral por última vez", tuiteó la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. “Hoy, mientras hace su viaje a Edimburgo, Escocia rendirá homenaje a una mujer extraordinaria", añadió.
La multitud acudió en algunos puntos de la ruta para rendir tributo mientras la nación llora a su monarca reinante más longeva, la única a quién la mayoría de los británicos ha conocido. En el pueblo escocés de Ballater, donde los residentes consideran a la familia real como vecinos, cientos de personas observaron en silencio y algunos arrojaron flores frente al coche fúnebre a su paso. “Significó mucho para la gente de esta área. Muchos hemos llorado, ha sido increíble verlo”, señaló Victoria Pacheco, gerente de una casa de huéspedes. . "Es como un miembro de la familia, abruma la tristeza de saber que ella ya no va a estar con nosotros", comentaba Elizabeth Alexander, de 69 años, quien nació el día en que la Reina fue coronada en 1953.
Los escoceses salen a la calle para despedir a la Reina
En cada pueblo y aldea por donde pasaban los coches, se daban escenas de respeto similares. La mayoría de la gente permaneció en silencio; algunos aplaudieron cortésmente, otros apuntaron con las cámaras de sus teléfonos a los vehículos. Antes de llegar a la capital escocesa, el cortejo viajó por lo que es efectivamente un viaje por la memoria real, pasando por lugares cargados de historia de la Casa de Windsor, incluido Dyce, donde en 1975 la reina abrió formalmente el primer oleoducto del Mar del Norte del Reino Unido y Fife cerca de la Universidad de Saint Andrews, donde su nieto William, ahora Príncipe de Gales, estudió y conoció a su futura esposa, Catherine.
La gente de Ballaster presenta sus respetos al paso del coche fúnebre
"Sé cuán profundamente ustedes, la nación entera, y creo que puedo decir el mundo entero, se solidarizan conmigo por la pérdida irreparable que todos hemos sufrido", dijo su hijo, el rey Carlos, en la ceremonia el sábado en la que fue proclamado oficialmente el nuevo monarca. "Es el mayor consuelo para mí saber de la simpatía expresada por tantos a mi hermana y hermanos y que un afecto y apoyo tan abrumador se extiende a toda nuestra familia en nuestra pérdida".
Si bien la muerte de Isabel no fue del todo inesperada dada su edad, el hecho de que su salud se había deteriorado y el fallecimiento de su esposo durante 73 años, el Príncipe Felipe, el año pasado, todavía había una sensación de conmoción por la noticia. "Todos pensábamos que era invencible", confesó su nieto, el príncipe Guillermo, heredero al trono a un simpatizante al que saludó en el castillo de Windsor.
Miembros de la realeza británica saludan al público frente al castillo de Balmoral
El funeral
El funeral de estado de Isabel se llevará a cabo en la Abadía de Westminster de Londres el lunes 19 de septiembre, que será un día festivo en Gran Bretaña, según anunciaron las autoridades. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que estaría allí, aunque aún no se han dado a conocer los detalles completos del evento y los asistentes.
Antes de eso, su ataúd será trasladado a Londres y se llevará en procesión desde el Palacio de Buckingham a Westminster Hall, donde será velado durante cuatro días. En 2002, más de 200.000 personas hicieron cola para presentar sus respetos a la madre de Isabel, por lo que las previsiones apuntan a que en este caso más de un millón de ciudadanos podrían querer visitarla.
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"No hace falta decir que podemos esperar un gran número de personas", dijo a los periodistas la portavoz de la primera ministra Liz Truss. Truss, cuyo nombramiento como primer ministro el martes fue el último acto público de la reina, acompañará al rey Carlos cuando el nuevo jefe de Estado y el primer ministro visiten las cuatro naciones del Reino Unido en los próximos días.
Carlos, de 73 años, sucedió inmediatamente a su madre, pero fue proclamado oficialmente rey el el sábado en una colorida ceremonia cargada de pompa y que data de siglos después de una reunión del Consejo de Adhesión en St James's, un palacio real construido para Enrique VIII en la década de 1530. Carlos es ahora el monarca número 41 en una línea que tiene sus orígenes en el rey normando Guillermo el Conquistador, quien capturó el trono inglés en 1066.
Unidos frente a la adversidad
La muerte de Isabel ha coronado un par de años difíciles para la familia real que ha vivido la pérdida del Príncipe Felipe, su patriarca, al Príncipe Andrés, su segundo hijo, acusado de abuso sexual, y al nieto, el Príncipe Enrique y su esposa Meghan, renunciando a ser parte de la familia real y mudándose a vivir en California.
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Harry y Meghan se han alejado del resto de la familia desde entonces, y se dice que Enrique y su hermano Guillermo apenas se hablan. Pero la muerte de su abuela logró reunirlos, ya que aparecieron junto con sus esposas frente al Castillo de Windsor para encontrarse con la multitud el sábado. Una fuente real lo describió como una importante muestra de unidad en un momento increíblemente difícil para la familia.