Conoce la increíble mansión donde vivieron los duques de Windsor y que pasó con ella

La antigua mansión de los duques de Windsor en París se convertirá en museo de la realeza, según anunció el ayuntamiento de la capital francesa. El magnífico edificio situado en el Bois de Boulogne, conocido como "Villa Windsor", fue el hogar del antiguo duque Eduardo VIII y su esposa, Wallis Simpson durante 30 años, hasta la muerte de la duquesa en el año 1986.

Eduardo VIII y Wallis Simpson: una historia de amor en contra de la Corona Británica

Eduardo VIII abandonó el Reino Unido tras la decisión de abdicar a favor de su hermano, Jorge VI, para poder casarse con una mujer divorciada (Wallis Simpson). La pareja alquiló la magnífica residencia parisina al ayuntamiento entre los años 1956 y 1986. Bajo la atenta supervisión de la recién nombrada duquesa de Windsor, la mansión fue redecorada con la ayuda de Stéphane Boudin, un diseñador que más tarde participó en el embellecimiento de las habitaciones de Jackie Kennedy en la Casa Blanca. 

De orígenes humildes, casarse con Ernest Simpson (su segundo marido entre 1928 y 1937), además de una pequeña herencia, le dio algo de dinero a Wallis Simpson para mudarse a París y comprar algunos vestidos de alta costura que no se hubiese podido permitir de otra manera.

Cuando se hizo oficial su relación con Eduardo, príncipe de Gales y futuro rey del Reino Unido en ese entonces, ella estaba bien preparada. En 1937, la duquesa fue fotografiada por Cecil Beaton para Vogue, con un vestido blanco decorado con ramas florecidas del jardín del castillo de Candé, en Francia. Allí mismo celebraría su boda con Eduardo, quien renunciaría a la Corona por su gran amor.

La mansión de los duques de Windsor

Situada en un terreno de dos hectáreas a las afueras del distrito XVI de París, esta casa de piedra caliza tiene 14 dormitorios, una puerta de entrada con pilares, balcones de hierro forjado y ventanas en forma de arco. La grandeza y elegancia típicamente aristocráticas pueden admirarse en la tercera temporada de The Crown, donde hay una pequeña muestra de aquella época del Duque de Windsor.

“Cuesta creer que haya existido jamás un interior más absolutamente pulcro”, afirmaba el fotógrafo de Vogue Horst V Horst sobre la mansión, "donde el cristal fuera más genuinamente brillante y la porcelana más luminosa, o donde pudiera decirse con mayor exactitud que la madera y el cuero, pulidos hasta alcanzar la consistencia de una piedra preciosa, brillan".

Los duques de Windsor murieron en la mansión, él en 1972 y ella en 1986.

En la actualidad, el ayuntamiento de París ha cedido la villa, que ha perdido parte de su antiguo esplendor, a la fundación Monsart para convertirla en un lugar abierto al público con el fin de fomentar el patrimonio, la cultura, la naturaleza y la agricultura urbana.