Si alguna vez ha oído hablar de la cocina bávara, el idioma bávaro o incluso la crema bávara, es posible que se haya preguntado en qué parte del mundo está Baviera. No es probable que mirar un mapa del mundo o de Europa resulte esclarecedor. Esto se debe a que no es un país, sino el más grande de los 16 estados de Alemania.
Ubicada en el sureste de Alemania, Bavaria limita con Suiza, Austria y la República Checa. La frontera sur, adyacente a Austria, está delimitada por los Alpes bávaros. La ciudad capital es Munich, donde se lleva a cabo el Oktoberfest todos los años. Otras ciudades importantes del estado incluyen Augsberg, Nuremberg y Regensburg. Los ríos Danubio y Main fluyen a través de la región, así como muchos otros ríos menores.
Baviera se considera uno de los tres «Estados libres» en Alemania, aunque este término es meramente histórico. En la Edad Media, fue un ducado y se convirtió en reino en 1808. Baviera siguió siendo una entidad independiente hasta 1871, cuando pasó a formar parte de la Alemania unida tras su derrota en la guerra austro-prusiana.
A diferencia de gran parte del resto de Alemania, Baviera es tradicionalmente católica romana. De hecho, el Papa Benedicto XVI es originario del estado. También tiene su propio partido político, la Unión Social Cristiana, que ha sido el partido mayoritario en el estado desde 1957. Además del Papa, muchas personas famosas han venido del estado, incluidos el artista Albrecht Durer, los compositores Richard Wagner y Richard Strauss, el autor Thomas Mann y el director de cine Werner Herzog.
Baviera tiene una rica cultura, en parte debido a su largo período de independencia. Muchas de sus tradiciones datan de la Edad Media, cuando la zona era un ducado. Los nativos se enorgullecen de su historia cultural y en las escuelas locales se enseñan a los niños canciones y poemas medievales en dialecto bávaro. Fuera de Alemania, la cultura bávara es a menudo más visible que otras tradiciones culturales alemanas, y muchas se consideran erróneamente representativas del país en su conjunto. Por ejemplo, el Oktoberfest, los jardines de cerveza y los trajes tradicionales bávaros se presentan típicamente como «alemanes» en muchos contextos.