Jack Nicholson y Diane Keaton: Algo más que compañeros - 11 de Enero de 2004 - Norte - Monterrey - Noticias - VLEX 78546217

Jack Nicholson y Diane Keaton: Algo más que compañeros

AutorSusan Wloszczyna

El actor más nominado al Óscar en la historia (12 nominaciones y contando, más tres estatuillas obtenidas) ha tenido muchas actuaciones incomparables en su carrera, desde su borrachín abogado en la cinta de 1969 Busco mi Destino (Easy Rider) hasta su inquieto jubilado en la película del año pasado Las Confesiones del Sr. Schmidt (About Schmidt).

Pero en honor a su reunión en la pantalla grande con Diane Keaton, la primera desde que en 1981 actuaron juntos la cinta épica-política de Warren Beatty, Reds, Nicholson está a punto de superarse a sí mismo como un ingenioso escritor satírico de 66 años de edad de proporciones shakespearianas.

Tan pronto como la actriz de 57 años de edad entra para dar la única entrevista que ofrecieron juntos por la película Alguien Tiene que Ceder (Something's Gotta Give), un vistazo a una comedia romántica para la generación consumidora de Viagra que se estrenó en Estados Unidos el 12 de diciembre, las cejas arqueadas empiezan a moverse a toda marcha y una desagradable sonrisa se extiende en el rostro de su coestrella.

Nicholson: "Todos me están preguntando, '¿Estás saliendo con Diane?'".

Keaton: "Lo sé. Pobre de ti".

Nicholson: "¿Sabes lo que les respondo?"

(Después de un comentario y ademán explícitamente sexuales): "Se convierte en un espíritu gritón cada noche. No puedo callarla".

Keaton: (gritando): "¡El es horrible!".

Nicholson: "En realidad, les digo que su preparación justo antes de realizar una escena de amor es verme a los ojos y decir (su voz baja hasta convertirse en un susurro), 'Eres odioso'. Eso me prende tanto".

Keaton: "¡Eres un mentiroso. Se me olvidó cómo era".

Nicholson: (Sonríe presuntuosamente): "¿Se te olvidó? Permíteme recordarte".

Ésta no es una charla ordinaria entre coestrellas que se adulan cortésmente. En vez de ello, es como si fuera el Guasón contra Annie Hall. "Haría cualquier cosa para hacerla reír", dice Nicholson.

Como resultado de la persistente monopolización de Nicholson de la conversación, Keaton obtiene casi tantas líneas como en su primera película, Lovers and Other Strangers, de 1970. Después de todo, es una dama muy propia que no interrumpe a sus mayores. Ella comenta con exasperación: "No puedes tener una conversación con él. No se calla".

Ni se comporta. Durante una sesión fotográfica, Nicholson soba el cuerpo de Keaton como si estuviera audicionando para ser algún día el gobernador de California. No obstante, sus espontáneos besos mientras asumían cautivadoras poses...

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