Uno de los mayores alicientes para viajar es el de descubrir las maravillas arquitectónicas que son testigo de la vasta historia y la evolución de la humanidad a lo largo de los siglos.
China es un país en el que podemos encontrar una amplia diversidad en este sentido, una cultura milenaria de la que se conservan templos increíbles y construcciones como la gran Muralla China, que conviven con metrópolis futuristas en las que la tecnología es la protagonista.
Este amalgama de culturas hace que sea un destino perfecto para descubrir la creatividad humana y hacer un recorrido diverso por las distintas épocas y culturas.
En este artículo, te contamos cuáles son algunos de sus lugares más emblemáticos para que sepas qué visitar en China, tanto si viajas por libre como si te apuntas a un viaje organizado.
La Muralla China: el testimonio de la grandeza imperial
La Muralla China es una de las maravillas arquitectónicas más impresionantes del mundo por sus colosales dimensiones.
Construida hace más de dos mil años durante la dinastía Qin, esta imponente fortificación se extiende a lo largo de más de 21.000 kilómetros, a través de montañas, desiertos y llanuras.
Esta construcción se ha convertido en uno de esos destinos turísticos que visitar al menos una vez en la vida, para sumergirse en la grandeza imperial y su increíble historia.
La Ciudad Prohibida: una residencia imperial en el corazón de Pekín
La Ciudad Prohibida, ubicada en el corazón de Pekín, es el testimonio de la grandeza y el esplendor de la antigua China imperial.
Construida durante la dinastía Ming en el siglo XV, esta vasta ciudadela amurallada fue el hogar de los emperadores chinos durante más de 500 años.
Hoy en día, la Ciudad Prohibida, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la la UNESCO, es uno de los lugares de visita obligada en el gigante asiático, que permite sumergirse en la vida en la corte imperial.
Los Guerreros de Terracota de Xi’an: los intrigantes guardias del mausoleo
Hay lugares que dejan sin palabras a todos y cada uno de sus visitantes, y este es uno de ellos.
Descubiertos por casualidad en 1974 cerca de la ciudad de Xi’an, los Guerreros de Terracota son una de las maravillas arqueológicas más impresionantes del mundo.
Estas figuras, que datan del siglo III a.C., son una increíble muestra de arte funerario, ya que fueron enterradas junto al emperador Qin Shi Huang para protegerlo en la vida después de la muerte.
Además de la calidad de las figuras, destaca su número: más de 8.000 soldados, figuras de animales y carros.
Hoy en día, el Ejército de Terracota de Xi’an es una atracción turística, reconocida también como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que no deja a nadie indiferente.
Las Grutas de Longmen: el increíble arte budista
Las Grutas de Longmen son un complejo de cuevas y esculturas talladas en las montañas Longmen, próximas a la ciudad de Luoyang.
Estas grutas se extienden a lo largo de un kilómetro junto al río Yi y se consideran uno de los más destacados ejemplos de arte rupestre budista en el país.
El complejo fue creado durante la dinastía Wei del Norte (386-534) y alcanzó su apogeo durante la dinastía Tang (618-907), considerada como la Edad de Oro del Budismo en China.
Durante este período, miles de estatuas de Buda y figuras religiosas fueron talladas en las paredes de las grutas y en los acantilados circundantes, creando un magnífico testimonio del arte y la cultura budista de la época.
Las Grutas de Longmen fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y atraen a visitantes de todo el mundo con su belleza y su significado espiritual. Un paseo por este impresionante complejo arquitectónico es como hacer un viaje en el tiempo a la época dorada del budismo en China.
Shanghai: la metrópolis futurista
Shanghai es un símbolo del progreso y la modernidad en China. Esta ciudad bulliciosa y vibrante es conocida por su impresionante horizonte de rascacielos, su arquitectura futurista y su atmósfera cosmopolita.
Con una población de más de 24 millones de habitantes, es la ciudad más grande de China y una de las más grandes del mundo.
Desde sus modestos orígenes como un pequeño pueblo pesquero en el delta del río Yangtsé, ha experimentado un rápido desarrollo económico y urbano en las últimas décadas, convirtiéndose en un centro financiero, comercial y cultural de primer nivel a nivel mundial.
La Torre de Shanghai, con sus 632 metros de altura, es el edificio más alto de la ciudad y uno de los rascacielos más altos del mundo. Otros lugares emblemáticos incluyen el Centro Financiero Mundial de Shanghai, la Torre Jin Mao y el Shanghai Tower, todos ellos símbolos del poder económico y la ambición arquitectónica de la ciudad.
Por todo esto, un viaje organizado a China es una opción ideal para descubrir los diversos rincones en los que recorrer la historia de la humanidad y maravillarnos con la evolución de su arquitectura.
