Josep Borrell, el hombre de España en Europa: la vida discreta con Cristina Narbona del político que iba para director de banca

Es vicepresidente de la Comisión Europea y Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Josep Borrell
Josep BorrellGtresonline

Josep Borrell (74) lleva más de cuatro décadas en el mundo de la política desde que en 1975 comenzara su periplo político en la Agrupación Socialista de Madrid-Norte junto a Luis Solana y Luis Carlos Croissier. Como Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell tiene la ardua tarea estos días de dar la cara ante la opinión pública junto a Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para informar de todas las medidas que la UE está tomando de cara a la guerra iniciada por Rusia contra Ucrania.

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“En algún momento habrá que parar esta locura”, explicaba este lunes en una entrevista en Onda Cero, en la que confesaba que “​​el viernes tenía una sensación de impotencia, de hacer todo lo que podemos, pero lo que podemos es poco. Teníamos que romper moldes. En muy poco tiempo hemos tomado decisiones importantes”. Josep Borrell sabe bien lo que es estar en la primera línea desde que comenzara en la vida pública a mediados de los años 70. 

Hijo de Juan Borrell y de Luisa Fontelles, creció en una familia de panaderos. Nació en Puebla de Segur, un pequeño municipio de apenas 3.000 habitantes en la provincia de Lérida (el mismo en el que nació el futbolista Carles Puyol), y su abuelo paterno había emigrado años atrás a Argentina donde fue dueño de una tienda de mermeladas en Mendoza y regresó a España cuando el padre de Josep tenía ocho años. Su madre quería para él un futuro como director de una sucursal bancaria y dio todo para que pudiera estudiar. Primero terminó el colegio a distancia, ella le compraba los libros y se sentaba a su lado para que estudiara. Su hermano también se formó, llegó a estudiar siete carreras y según contaba Borrell, se prejubiló a los 50 años.

La política no llegó de inmediato a su vida. Estudió Ingeniería Aeronáutica en la Politécnica de Madrid y luego llevó a cabo un máster en Investigación Operativa por la Universidad de Stanford en Palo Alto (California) y otro en Economía de la Energía por el Instituto Francés del Petróleo de París. Se doctoró en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y trabajó durante siete años para la compañía gasolinera Cepsa.

Los que le conocen bien, hablan de Borrell como un hombre con una vasta cultura y un idealista. Quizá por eso, cuando terminó sus estudios, en el verano de 1969, Borrell vio un anuncio en el periódico francés Le Monde y decidió marcharse a Israel para trabajar en el kibbutz (una comuna agrícola) de Gal On, ubicado en Sefelá, en el centro del país. Allí conoció a la que sería su primera mujer, Carolina Mayeur, una francesa de origen judío. Se casaron y tuvieron dos hijos. Se separaron en los 90.

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En 1979, cuando ya tenía 32 años, fue elegido diputado responsable de Hacienda en el Gobierno madrileño por el PSOE, partido en el que empezó a militar cuatro años antes. En 1982 se convirtió en secretario general del Presupuesto y el Gasto Público en el Ministerio de Hacienda tras la llegada de Felipe González a la presidencia del Gobierno de España. En ese puesto, vivió de cerca el proceso judicial por fraude fiscal contra Lola Flores, uno de los más mediáticos de la época. En el 91 fue nombrado ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente y siete años más tarde era elegido candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, aspiraciones que abandonó tras salir a la luz un supuesto caso de evasión de impuestos de dos de sus excolaboradores. En octubre de 1999 era elegido presidente de la Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea.

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Su carrera dentro de la Unión Europea dio comienzo en octubre de ese mismo año, cuando fue elegido presidente de la Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea. En febrero de 2002 ya era representante del Parlamento español en la Convención europea y en 2004 fue candidato por el PSOE a las Elecciones Europeas, que tuvo una de las participaciones más bajas de la democracia española. Ese mismo año, Josep Borrell se convirtió en Presidente del Parlamento Europeo cargo que ocupó hasta enero de 2007.

En 2010 decidió hacer un impás en la política y se instaló en Florencia, en Italia, para ocupar el cargo de presidente del Instituto Universitario Europeo. “Felipe González me decía que era demasiado racional”, comentaba entonces en una entrevista en Vanity Fair. Su vuelta a la primera línea política fue con la llegada de Pedro Sánchez al Partido Socialista. Borrell fue una de las voces más críticas con el proceso independentista de Cataluña y en octubre de 2007 llegó a intervenir en la manifestación de Barcelona por la defensa de España, una semana después del referéndum del 1 de octubre.

En junio de 2008 fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores, dos décadas después de haber sido ministro por primera vez en el gobierno de González. El 1 de diciembre de 2019 tomó posesión como Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y como vicepresidente de la Comisión Europea, puestos que aún hoy ostenta.

La vida de los dos hijos, Joan y Lionel, que tuvo con su primera esposa es un gran misterio. Tienen 42 y 37 años. Hace algunos años, cuando Borrell se mudó a Florencia, uno de ellos vivía en Túnez y el otro en España. “Mis hijos crecieron sin mí y me lo han reprochado alguna vez, aunque espero que me lo hayan perdonado. Me han salido magníficos, casi mejor que si me hubiera ocupado de ellos (risas). Siento como si me hubieran destilado y hubieran separado de mí dos de mis componentes, y una parte se hubiera concentrado en uno de ellos y la otra en el otro. Soy ingeniero, tengo mentalidad cartesiana. Mi hijo mayor estudió Ciencias Físicas y es piloto de avión, algo que a mí me hubiera gustado. Es un ciudadano ejemplar y cumple escrupulosamente las leyes, pero no tiene preocupación política. El menor hizo Ciencias Políticas y es diplomático. Trabaja en la embajada española en Túnez, habla árabe y le interesan los temas sociales”, decía el político en la citada charla con Vanity Fair en 2017. Poco después, su segundo hijo estuvo al frente de la sección consular de España en Panamá.

Cristina Narbona, presidenta del PSOE, junto a Pedro Sánchez.

Victor J Blanco

"Cristina me dice que soy un ermitaño de lujo”, decía entonces en una de las pocas ocasiones que ha hecho alusión a su pareja, Cristina Narbona, desde hace más de un cuarto de siglo. Ella vivió doce años en Italia siendo una niña, ya que su padre, Francisco Narbona, era corresponsal de RNE en Roma, y su madre, Francisca Ruiz, escribía allí para el diario Pueblo. Es doctora en Economía por la Universidad de Roma y ha sido profesora de Economía Internacional en la Universidad de Sevilla (1975-1982). Además de varios cargos de responsabilidad en la Junta de Andalucía y en Madrid, fue ministra de Medio Ambiente con José Luis Rodríguez Zapatero de 2004 a 2008. Luego dejó los cargos públicos hasta 2011, cuando consiguió un escaño como diputada. En diciembre de 2012 fue nombrada consejera del Consejo de Seguridad Nuclear, un puesto que ocupó hasta julio de 2017, cuando Sánchez la aupó a la presidencia del PSOE. Hoy es vicepresidenta primera del Senado. Narbona tiene un hijo de un matrimonio anterior.

La pareja ha vivido siempre en su casa de Valdemorillo, municipio de la Sierra Norte de Madrid, aunque les gusta pasar tiempo en la casita de campo que Borrell tiene en su lugar de nacimiento, donde siempre regresa para disfrutar de la vida tranquila. Estuvieron separados hace unos años mientras él residía en Florencia y ella en París, donde desempeñó funciones de embajadora jefa de la delegación española ante la OCDE. Él tiene otra residencia en Bruselas debido a su trabajo en la Unión Europea. Se casaron en una ceremonia civil y privada en julio de 2018 a la que únicamente asistieron sus padres y unos pocos amigos cercanos.

Los que conocen a Borrell dicen de él que es hiperactivo y que le encanta hacer de todo a lo largo de una jornada. Según se explicaba en Vanity Fair, muchos le definen como "un genio loco, muy culto, muy leído, muy despistado" y que, a pesar de cierta apariencia de soberbia intelectual, es "cero narcisista". Habla cuatro idiomas y trata de no perderse una de las tradiciones más populares de su tierra natal, el descenso de los 'raiers' en el río Noguera Pallaresa, una bajada por el río con una balsa de troncos. Entre sus ‘vicios’ está la Coca-cola y dicen que es divertido y con cierto tono socarrón en las distancias cortas.

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