HAMBURGUESAS EN GIJÓN | La milla de oro de las hamburguesas está en Gijón (y si te gustan, el problema será elegir dónde comer)

La milla de oro de las hamburguesas está en Gijón: si te gustan, el problema será elegir dónde comerla

Gijón concentra en apenas un kilómetro diez locales dedicados a este plato: "Hay un cambio de cultura"

La milla de oro de las hamburguesas está en Gijón: si te gustan, el problema será elegir dónde comerla

VÍDEO: Pablo Palomo / FOTO: Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

"Es que ni siquiera empezamos en Luanco, empezamos en San Jorge de Heres, alquilando la cocina de un hotel que estaba cerrado". Guillermo Álvarez, uno de los propietarios de la hamburguesería California Street Food, recuerda así, al más puro estilo startup americana que nace en un garaje, los comienzos de su negocio. Un negocio que se ubica en la calle San Bernardo, el eje de lo que se ha convertido en toda una milla de oro de las burges con sello gijonudo. Desde la calle Marqués de Casa Valdés, donde se encuentra el Arde Lucus, hasta la calle Pedro Duro, donde la pasada semana abrió KO Burger, hay apenas un kilómetro de distancia. Pero en esos mil metros se cuentan diez negocios diferentes (al margen de las cadenas), cada cual con su estilo, que están destrozando a puro mordisco el tópico de que las hamburguesas solo son comida rápida. "Ha habido un cambio de cultura", explican los dueños de estos locales.

Los últimos en sumarse a este banquete han sido Liliana Sánchez y Borja Pérez. Regentan en Pedro Duro KO Burger. Las hamburguesas no son algo desconocido para ellos. Llevaban ocho años triunfando en Manuel Llaneza con Doce más Uno. Su local tenía mucho recorrido, pero estuvo en boca de todos por aquel anuncio en los buses urbanos que decía "Nos gustan maduras y lo sabes" para promocionar una de sus creaciones. "Aquello nos lanzó. Dimos un salto de ventas impresionante", recuerda Pérez. Tanto es así que su empresa se llama ahora "Madurita Burger S. L". Su idea en KO Burger es diferente a la de Doce más Uno. "Allí teníamos desayunos y meriendas, queríamos romper con esa mezcla y hacer algo específico", apostilla el dueño. "Tenemos una filosofía de traer cocinas más elaboradas a las hamburguesas, que se note la diferencia y que venir al local sea una experiencia", dice, también por la llamativa decoración del local, con un saco de boxeo incluido. "En Gijón había un concepto muy tradicional y ahora se valora mucho un buen producto", resalta sobre la proliferación de este tipo de restaurantes.

Fijaba el calendario maya el fin del mundo en diciembre de 2012 cuando un mes antes Pablo Breixas decidió liarse la manta a la cabeza y abrir Arde Lucus. El local se llama así en honor a la famosa fiesta de junio que hay en Lugo, de donde es dueño. "La gente con lo de los mayas me decía que estaba loco por abrir en ese momento", rememora ahora con gracia Breixas, que relata la metamorfosis de su restaurante. "Empezamos un poco una cervecería, pero éramos de las pocas de la zona que teníamos cocina y nos fuimos transformando", añade. El gallego lleva por bandera ser un local de barrio. "No nos centramos tanto en lo gourmet, sino en la materia prima. La salsa y el pan la hacemos nosotros y la carne tenemos nuestro centro de elaboración fresca", sostiene. "Tenemos nuestro toque, pero no queremos pasarnos de punto porque buscamos que nuestra clientela, que es muy fiel, pueda seguir viniendo una vez por semana", dice. "Es verdad que ahora hay más competencia y eso hace que ahora a lo mejor venga gente a probarte que antes no lo haría. Tenemos una buena cartera de clientes a domicilio y contamos con nuestros repartidores", zanja.

De Bilbao, pasando también por Mieres, se vino David Enríquez, el dueño de La Más Canalla, también en la calle San Bernardo. Va a cumplir dos años funcionando. "Ha habido un cambio de cultura. La gente ya no ve tanto que esto sea comida rápida, sino que viene a comer. Se es más selectivo, también porque se puede salir menos", razona. Su local tiene como emblema a Jessica Rabit, icono sexual del cine de animación y famosa por la película "¿Quién engañó a Rogger Rabbit"? Apuesta, además, por un toque a lo "speakeasy", aquellos locales que se saltaban la Ley Seca en Estados Unidos. "Soy de los que piensan que en cocina ya está todo inventado y tampoco soy un chef que te vaya a dejar con la boca abierta. Apostamos por un muy buen producto y lo complementamos con la imagen", relata.

Muy cerca de él está el California Street Food de Guillermo Álvarez. "Estamos viviendo una moda, como antaño lo fue el sushi o como puede pasar con el ramen. En unos años quedaremos los que mejor lo hagan", comenta, en referencia al auge de esta clase de negocios. Un auge del que es también partícipe Smash Gijón, un local en la plaza de Italia famoso por su contandor de burgers y por apostar por las smash, es decir, carne aplastada y caramelizada. "Al final si somos tantos es porque la gente lo pide y por eso es clave ofrecer algo diferente", puntualiza Tania Janeiro, una de las encargadas de este local. Un local que, junto al Bertys, Baka Vieja, Gilda, Vacvno o Chopper Burger, que, pese a la jubilación de su dueño, Francisco Álvarez, seguirá adelante con la vitola de ser la más veterana de esta milla de oro de la burger con sabor playu.