Así ha cambiado Carlota Casiraghi, un icono de estilo que cumple 37 años

Carlota Casiraghi cumple, este jueves 3 de agosto, 37 años. La princesa monegasca, que está en una de las mejores etapas de su vida, ha demostrado que es digna heredera de la elegancia y aclamado estilo de su madre, la princesa Carolina de Mónaco, y de su abuela, Grace Kelly.

La vida de la princesa y su familia cambió radicalmente cuando su padre, Stefano Casiraghi, falleció en un trágico accidente náutico. Carlota solo tenía cuatro años y fue entonces cuando su madre decidió trasladarse a vivir a Saint-Rémy, en el corazón de la Provenza.

Un retiro que duró hasta 1992, cuando Carlota, su madre y hermanos regresaron a Mónaco, donde volvieron a participar en los compromisos públicos. Tras estudiar en el instituto François-Couperin de Fontainebleau, Casiraghi se fue a vivir a París para cursar sus estudios de Filosofía en la Universidad de la Sorbona. Hizo las prácticas en la editorial de Robert Laffont en la capital francesa y posteriormente vivió en Londres para trabajar para el periódico The Independent.

La princesa monegasca, que habla francés, inglés, italiano y alemán, es una gran aficionada los caballos. De hecho, ha ganado varios premios y siempre que puede participa en las diferentes competiciones. También en 2009 lanzó su propia revista gratuita Ever Manifiesto, donde habla sobre moda y sostenibilidad.

Icono de estilo

Carlota es uno de los iconos de estilo más destacados de las familias reales europeas. De bien jovencita ya causaba sensación con sus estilismos que eran un reflejo del estilo de su madre y abuela. El efecto Carlota surgió cuando apareció en la portada de Vogue París en 2011, una imagen que confirmaba su éxito.

Por aquel entonces, Casiraghi solía vestir de Gucci, una de sus firmas favoritas que llevó durante varios años y que la ayudó a forjar su estilo. La casa italiana confió en ella para protagonizar una de sus campañas publicitarias más recordadas, donde aparecía con un pañuelo en la cabeza que era un guiño a una de las imágenes más recordadas de su abuela.

Tras esta primera etapa, Carlota apostó por incluir en sus looks piezas de Saint Laurent, unos años en los que mostró su lado más atrevido. Pero si hay una marca por la que Casiraghi siente devoción es por Chanel, una casa que conoce bien desde pequeña y que la ha vestido en las ocasiones más importantes.

Además, hace unos años se convertía en embajadora de la maison, un papel que comparte con Penélope Cruz. La princesa no se pierde ningún desfile de la firma liderada por Virginie Viard y luce prácticamente siempre conjuntos de tweed y espectaculares diseños que hacen exclusivamente para ella, como el vestido de encaje que llevó en la última edición de la gala Met.

Tres grandes amores y dos hijos

En cuanto a su vida personal, Carlota ha tenido tres grandes amores. En 2007 inició una relación con Alex Dellal, su primera relación seria que duró cinco años. Apenas unos meses después de romper, la princesa se dejó ver en público con el actor Gad Elmaleh, con quien tuvo a su primer hijo, Raphaël, que nació en diciembre de 2013.

A pesar de los rumores de compromiso, la pareja puso punto final a su relación en junio de 2015, cuando Carlota regresó a Mónaco tras dejar el piso parisino en el que vivía con su expareja.

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Tras salir con el director de cine Lamberto Sanfelice, Casiraghi empezó una relación a principios de 2017 con Dimitri Rassam, hijo de Carole Bouquet, íntima amiga de su madre. En octubre de 2018, Carlota daba a su segundo hijo, Balthazar, y en junio de 2019 la pareja se daba el esperado “sí, quiero” en una ceremonia civil y, posteriormente, en una boda religiosa celebrada en Saint-Rémy.