Cazarrecompensas: el nuevo, arriesgado y rentable oficio en M�xico, como en el salvaje oeste

Pregunta al cazarrecompensas: �Qu� pasa por tu mente cuando sales de cacer�a?

-En chingarme a esos cabrones- responde.

Quien habla es R16, sobrenombre de un comerciante y due�o de una flotilla de taxis en Ciudad de M�xico que hace dos a�os dej� sus empleos por la serie de fraudes y robos de los que fue v�ctima. La decisi�n m�s dif�cil de su vida, confiesa. Una noche, harto como muchos otros mexicanos, se pregunt� llorando qu� hac�a falta para ponerle un alto al crimen en un pa�s �donde nadie te ayuda�. Y sali� a aplicar justicia por su propia mano.

-Hoy me dedico a lo que me dedico porque la delincuencia nos ha quitado todo en este pa�s, todo -enfatiza- incluso el miedo a morir.

El nuevo oficio de R16 se gesta en las calles de todo M�xico: los cazarrecompensas. En un pa�s donde 99% de los cr�menes quedan impunes, sumado a la publicaci�n de recompensas cada vez m�s frecuente por parte de la Procuradur�a General de la Rep�blica para detener a narcotraficantes, defraudadores o pol�ticos corruptos, se desarroll� este trabajo �nico y bien remunerado.

Se trata de comerciantes, polic�as retirados, detectives, ex agentes del Ministerio P�blico o simplemente forajidos que utilizan las redes sociales para ofrecer sus servicios como cazarrecompensas. Llegan a encontrar delincuentes, autos robados, documentos extraviados, defraudadores... en un tiempo r�cord: 30 d�as. Las ganancias rebasan los 100.000 euros en tan s�lo 120 d�as.

Cr�nica ha localizado en M�xico a la principal agencia de cazarrecompensas que se desarrolla en el pa�s, donde trabaja R16. En el verano de 2018 establecimos contacto con �Centinelas� a trav�s de un mensaje en Facebook, pero fue luego de seis meses, y tras pasar varias pruebas de confidencialidad, cuando los agentes encubiertos nos mandaron a llamar una de sus oficinas centrales en el coraz�n de la capital mexicana. Hablaremos con R16.

Mientras el taxista cruza la ciudad para llegar al lugar de la cita, repasamos la excusa que ha propiciado esta entrevista: los perfiles de los cazarrecompensas que se anuncian en redes sociales son un rompecabezas de acentos, ubicaciones y matices. Pero los Centinelas se distinguen por su logo, la cabeza de un lobo rabioso y las fotograf�as sobre sus misiones: nunca se les ve el rostro a los cazarrecompensas, s�lo se distinguen figuras de hombres corpulentos enfundados en armaduras negras, inspiradas en el RoboCop de los a�os 80 [tambi�n evoca al cazarrecompensas futurista Boba Fett, de Star Wars] entregando a supuestos defraudadores a la polic�a de la Ciudad de M�xico.

Adicional a ello hay fotograf�as de los autos recuperados de fraudes o robo. De media comparten dos im�genes a la semana.

Lo que tambi�n hay son mensajes p�blicos de clientes que solicitan su ayuda: hombres y mujeres v�ctimas de la delincuencia que no conf�an en las acciones para combatir al crimen y pacificar al pa�s anunciadas en diciembre de 2018 por el presidente en turno Andr�s Manuel L�pez Obrador:

-Me robaron una camioneta de 3.5 toneladas hace cinco meses. No la recuper�. �Qu� se puede hacer?

-�Tambi�n buscan personas? Secuestraron a mi hermano hace un mes en Oaxaca. No hay respuesta de la polic�a.

-�Estoy hasta la madre! Me robaron mi auto otra vez. La polic�a de AMLO [por el presidente mexicano Andr�s Manuel L�pez Obrador] no ha hecho nada. �Ustedes pueden ayudarme a recuperarlo? Pago lo que sea.

El detonador

Un edificio de paredes blancas, sin alg�n anuncio que se�ale a la agencia, es el lugar. Ah� estaba el portero/jefe de seguridad, resguardando el lobby. Al caminar hacia el elevador, las cosas cambian. Se abren las puertas y aparece un hombre vestido de camisa y pantal�n negro que nos da la bienvenida. No brinda su nombre.

Intercambiamos un par de palabras: �Yo trabajo en el b�nker; hoy vine aqu� a vigilar la entrevista con R16�. Al llegar al sexto piso, la atm�sfera amena desaparece. Llega una nueva, fr�a, incierta, cuando nos vemos dentro de una sala de juntas, cara a cara, con uno de esos hombres RoboCop. �l es R16, en persona.

En M�xico, los anuncios de estos servicios aumentaron en las redes sociales despu�s de marzo de 2009, cuando el entonces procurador general de la Rep�blica, Eduardo Medina Mora, formaliz� un programa con recompensas de hasta con 30 millones de pesos a quien auxiliara a la dependencia en la captura de l�deres del crimen organizado.

Si bien es cierto que este acuerdo estaba vigente desde febrero 2006, hasta entonces operaba tras bambalinas y para la protecci�n de testigos. Pero con la guerra contra el narcotr�fico en auge, el gobierno de Felipe Calder�n se vio rebasado en la b�squeda y captura de 37 individuos de alta peligrosidad, entre ellos, El Chapo Guzm�n (recapturado en 2016) e Ismael Mario Zambada, alias El Mayo, dos de los l�deres del C�rtel de Sinaloa.

De las m�s de 200 recompensas que se ofrecen hasta hoy, s�lo se ha pagado gratificaci�n a ocho personas, el equivalente a 52 millones de pesos (2.760.000 euros).

Este tipo de est�mulos econ�micos crearon el clima propicio para el surgimiento en Internet de cazarrecompensas, sobre todo en p�ginas de Facebook, donde un sinn�mero de v�ctimas postean los objetos que les fueron robados y ofrecen recompensas.

Para comprender c�mo trabajan hemos hablado con el administrador de una de ellas llamada �Objetos perdidos y encontrados�. Di�genes Bravo, un ingeniero mec�nico de 35 a�os, respondi� a nuestras preguntas. Suma 2.261 miembros desde 2011. Hay 25 publicaciones diarias.

-Todo comenz� como un lugar para publicar objetos extraviados y pedir la ayuda de las personas para su b�squeda. Luego, algunos usuarios denunciaron robos. Y otros se ofrecieron para buscar los objetos extra�dos. El intercambio va, viene.

-�Cu�l es la tasa de �xito? �Hablas con los cazadores?

-Yo s�lo administro -titubea en su respuesta- los intercambios que suceden ah� son privados. Por los comentarios que leo a diario, dir�a que hay una tasa de �xito del 30%.

Otras agencias de detectives, que ahora se especializan en b�squeda de personas a base recompensas, como un grupo de mujeres en Aguascalientes llamadas Amazonas, tampoco son muy escrupulosas ni verifican la informaci�n de quien pide el servicio. De principio s�lo necesitan rellenar test con 30 reactivos, entre ellos, datos del sujeto a investigar, se�as particulares del extrav�o, pistas, familiares... Y el pago por adelantado.

As� trabaja un cazarrecompensas

De primera vista, R16 intimida sentado frente a nosotros, frente a la cabecera de una larga mesa. Este hombre mide 1,85 metros de altura y tiene una mirada desafiante. Los ojos es lo �nico que se ve de su cuerpo. El resto es una armadura color negro petr�leo: m�s de 200 aparatos construyen el traje; destacan las botas industriales y dos c�maras, una sobre su hombro y otro en el casco. En conjunto todo pesa cerca de 15 kilos.

-No cualquiera aguanta esto -dice- pero as� recorro las calles todos los d�as a bordo de una motocicleta. As� son las misiones.

Intranquilo, suelta una mochila sobre la mesa. A primera vista no hay armas. Su voz denota cansancio.

-Aqu� hay otros 10 kilos de accesorios para defendernos ante cualquier situaci�n, escenario o clima.

- �Incluidas armas?

Titubea antes de dar una respuesta.

-Est�n seguros que estamos preparados para todo. Lo que se tenga que hacer se tendr� que hacer.

En los Centinelas, si el cazador atrapa al fugitivo, la recompensa que recibe es generalmente el 10% del valor del objeto robado. Es decir, si localizan un auto con un valor superior a los 21.000 euros, el equipo de cazarrecompensas recibir� 2.100 euros. En contraste, los sueldos de los polic�as estatales o federales mexicanos rondan los 400 y 750 euros.

-Hemos recuperado 48 autos en el �ltimo trimestre y m�nimo entregamos un delincuente por mes, cuando una agencia del Ministerio P�blico tarda en una detenci�n hasta seis meses, pese a contar con m�s de 30 polic�as de investigaci�n, 15 patrullas, 40 armas largas, 30 armas cortas...

- �Qu� los hace diferentes?

- Mucho. Contamos con esquemas de colaboraci�n: tenemos una red de informantes en todo el pa�s, personal colaborando para nosotros al interior de la PGR, polic�as retirados que conocen el terreno y una plataforma de cruce de informaci�n que agiliza los hallazgos. En este negocio -afirma el entrevistado- sin fuentes, no eres nada.

Con frecuencia, este tipo de agentes se relacionan con contactos callejeros para obtener informaci�n. En sus cuentas sociales, les agradecen �su capacidad de ingresar a ciertas zonas y obtener informaci�n que la gente simplemente no puede obtener�.

Para contratar el servicio, s�lo se necesita pagar una cuota de inscripci�n a la plataforma que ronda los 90 euros. Nunca se le da una garant�a del 100% al cliente. S�lo s� la cacer�a tiene �xito, se paga la recompensa.

-Lo que s� no hacemos es detener al delincuente, para ello tendemos trampas y, una vez que lo tenemos acorralado, pedimos apoyo de la polic�a local -advierte R16, recordando al caso del Perro Chapman.

En junio del a�o 2003, un famoso cazarrecompensas estadounidense llamado Duane Dog Chapman (El Perro Chapman) viaj� a M�xico para atrapar a Andrew Luster, heredero de la marca de cosm�ticos Max Factor, quien hab�a sido declarado culpable de violaci�n en una corte de California, Estados Unidos.

El millonario, quien hab�a enfrentado el juicio en libertad, recibi� una condena de 124 a�os de prisi�n. Duane Chapman ubic� al millonario en un puesto de venta de tacos en Puerto Vallarta, Jalisco, y tras hacerle pl�tica le roci� gas pimienta para someterlo, subirlo a una camioneta y llevarlo al aeropuerto, donde tomar�an un vuelo a Estados Unidos.

Sin embargo, las leyes mexicanas prohiben las actividades de cazarrecompensas, incluida la privaci�n de la libertad con estos fines. Y el Perro no contaba con que los comensales del puesto de tacos alertaran a la polic�a sobre un intento de secuestro, por lo que Duane Chapman fue detenido cuando estaba por llegar en auto al aeropuerto.

Chapman fue arrestado. Luster bajo el resguardo de las autoridades mexicanas que lo entregaron poco despu�s a agentes del FBI.

Tras depositar una fianza, el Perro huy� a Estados Unidos. Tres a�os despu�s fue arrestado en Hawai por este mismo caso, pero un juez estadounidense neg� su extradici�n a M�xico.

Esta situaci�n podr�a cambiar si se llega a aprobar la iniciativa de Armando Tonatiuh Gonz�lez, diputado del ex partido oficialista PRI, quien desde 2009 intenta que se legalice el oficio de cazarrecompensas al menos en Ciudad de M�xico. Este trabajo ya se realiza, dice, s�lo que las autoridades prefieren ignorarlo.

�El apoyo de la sociedad ayudar�a mucho para resolver la saturaci�n de denuncias de las dependencias�, dice Gonz�lez en entrevista.

El legislador detall� que su iniciativa rechazada anteriormente propone la creaci�n de dos figuras: la de colaborador ciudadano, quien fungir� como informante, y la de un padr�n de agentes civiles para la recuperaci�n de fugitivos, quienes podr�n perseguir, capturar y poner a disposici�n de la autoridad al probable responsable de un delito.

Tonatiuh Gonz�lez volver� a presentar la iniciativa en el segundo semestre de 2019.

Sed de justicia

La siguiente historia enmudece a todos los presentes:

-En una detenci�n reciente casi perdi� la vida.

-�C�mo fue?

-Un polic�a no pudo someter a un defraudador tras tenerlo acorralado. Nosotros apoyamos, pero el criminal intentaba sacar algo de la mochila. Creemos un arma. Pero al final todo se soluciona: casi le rompemos el brazo y cedi�.

-�Dominan t�cnicas para romper brazos?

-Nos defendemos con judo- dice con una mirada de emoci�n evidente.

Le preguntamos si tiene familia, a lo que contesta asintiendo con la cabeza. No dice m�s. Se confiesa admirador de Batman y Emiliano Zapata. R�e a veces.

En un momento, R16 alza el cuello y deja ver un collar alrededor. Al preguntarle si se trata de un rosario, con sus manos muestra lo que esconde debajo del escudo que le protege el pecho: una navaja en forma de flechas.

-�Para qu� te sirve?

-Te salva la vida -y repite al final de la entrevista, refiri�ndose a los criminales: �Esos hijos de la chingada me quitaron todo. Y tengo sed de justicia�.