Booking.com

¿Cómo son los castillos por dentro?

Historia de @silviag

Publicada el 15 de febrero de 2024 a las 21:31

Este tema me fascina, desde siempre, y me encanta visitarlos, así que hoy quiero hablarles de castillos.

Propios de la Edad Media, son los edificios más representativos de la arquitectura militar y a lo largo de la historia han respondido siempre a la necesidad de disponer de defensas frente a las amenazas externas. En sus inicios, comenzaron teniendo un uso claramente práctico, sin florituras estéticas. Eran completamente funcionales. Con el tiempo, en algunos lugares abandonaron, al menos en parte, su carácter militar para pasar a ser residencia de reyes, nobles y/o señores feudales, por lo que se convirtieron en palacios, apareciendo ya entonces el gusto por la decoración y la estética.

Habitualmente, los castillos eran construidos con unas características similares. Solían estar ubicados en un alto, desde donde controlar el territorio y para evitar los ataques del enemigo. Disponían de un foso y una barrera fortificada exterior. Además, sus muros eran de gran anchura y altura, rematados por almenas y matacanes. Las puertas, su parte más débil, se protegían por diferentes sistemas y, para disponer de agua durante los asedios, se construían aljibes en los que recoger el agua de lluvia. Finalmente, dentro del castillo se levantaba la Torre del Homenaje, el edificio donde residía el señor.

El material usado para construirlos fue muy diverso: sillería, mampostería, calicanto, tapial, ladrillo…

Para que un edificio se considere un "castillo" normalmente debía tener:

Un recinto amurallado adaptado al terreno
Una torre habitable
Un patio de armas

Esto es aplicable a los castillos cristianos, ya que en los musulmanes se prescinde de la torre del homenaje y en el caso de los alcazabas se convierten en verdaderas ciudadelas, con multitud de torres y dependencias intercomunicadas.

Características que debían tener estas edificaciones:

UBICACIÓN EN ALTO

Los castillos medievales aunque podían ubicarse en diferentes lugares (roqueros, montanos, o en llano) preferían especialmente asentarse sobre un alto montículo o roca para evitar una de las formas de ataque del enemigo, el de construir túneles o minas bajo el muro para que su posterior hundimiento crease grietas en los muros. También encaramándose en altura se dificultaba el uso de bastidas o torres de madera móviles usadas por el invasor para saltar al adarve.

MURALLA

Es la primera línea de defensa del castillo, construcciones muy resistentes que lo rodean, de madera o piedra (dependiendo de la época del castillo. Además de anchos, los muros eran de gran altura para dificultar el asalto con escalas.

TORREONES

Son las torres ubicadas en lugares estratégicos alrededor de la muralla como puestos de vigilancia y en ocasiones se utilizaban también para almacenar alimentos.

FOSO

En caso de no asentarse en alto, solía disponerse de un foso para alejar lo máximo al enemigo. Se trata de una excavación ancha y profunda que rodea la muralla, puede ser seco o lleno de agua y tiene como finalidad ser la primera barrera contra los ataques a las murallas del castillo.

PUENTE LEVADIZO

El puente levadizo es lo más parecido a un puente móvil que se podía bajar y subir en cualquier momento con un sistema mecánico. Dicho mecanismo permitía aislar el Castillo de la parte principal de acceso a él y dejar el foso como única vía de acceso. El puente permitía sortear el problema del foso y se extendía sobre el él. Da acceso a un portón que permite el acceso al castillo sobrepasando las murallas.

RASTRILLO

El rastrillo (también denominado peine), como su nombre indica, es una puerta o reja metálica que cerraba el castillo y que tiene terminaciones en punta en su parte inferior. Por lo general se situaba después del portón como barrera de acceso y se caracterizaba por su peso y resistencia.

Mediante un sistema de poleas o contrapesos se puede elevar o bajar con rapidez. El rastrillo era de gran utilidad ya que permitía ver lo que se acercaba por el puente elevadizo sin tener que tener el portón cerrado.

PATIO DE ARMAS

El patio de armas hace referencia al espacio central interior del castillo. Alrededor de dicho espacio se situaban varias estancias como la capilla, salas de recepción, armería, casas, etc… El patio de armas es el primer espacio que hay justamente al cruzar el portón del castillo y desde él se accede al resto de dependencias, pasillos, etc.. El patio de armas solía ser el lugar dónde se realizaban instrucciones militares.

TORRE DEL HOMENAJE

La torre del homenaje hace referencia a la torre principal del castillo donde suelen estar las estancias de las principales autoridades. Suele ser la torre con mayor protección y una de las más altas del complejo. Se situaba en la parte central del castillo medieval y se podía aislar del resto de la fortaleza.

BARBACANA

La barbacana es una construcción que sobresale de la muralla para vigilar y defender la puerta de entrada o portón. Tiene un fin meramente defensivo y está provista por lo común de torreones. Dicha construcción se encuentra fuera de la primera linea defensiva del castillo pero conectada con los muros del castillo gracias a un camino fortificado.

ASPILLERA

Una aspillera (también llamada arquera, saetera, lancera, tronera o ballestera) es una abertura vertical, estrecha y profunda, practicada en algunos muros o murallas defensivas, así como en las torres de los castillos o incluso en algunas almenas, para permitir disparar flechas con arcos o bien con ballestas.

ADARVE

El adarve, camino o paseo de ronda, es un estrecho pasillo situado en lo alto de las murallas protegido por un parapeto almenado desde el cual se vigilaban los alrededores del castillo y a través de él los centinelas accedían a las garitas.

ALMENAS

Los muros de la mayoría de las dependencias estaban rematados por almenas. Las almenas son construcciones verticales militares que sobresalen del castillo y tiene una función defensiva. Dichas torres defensivas disponen de espacios abiertos en su parte más superior que se denominan cañoneras y que permitían a los soldados asomarse o arrojar todo tipo de materias para defender el castillo.

Se solían ubicar a los largo de las murallas del castillo y era el principal lugar para almacenar todo tipo de armamentos.

MATACANES

Otro elemento de defensa de los muros era el matacán o balcón amatacanado, espacio saliente del muro, parapeto adosado en voladizo a cierta altura de la muralla y sostenido por ménsulas o modillones.

Se utilizaba en el Medievo como avance defensivo sobre la puerta principal y otros accesos de la fortaleza, desde donde a través de su piso en vuelo y perforado, dejaban caer sustancias tóxicas o incandescentes, o lanzaban proyectiles verticalmente para repeler a los atacantes. A veces el matacán cubría largos tramos de muralla. En épocas más modernas, con el avance de la artillería fue perdiendo efectividad y terminó cayendo en desuso.

En el caso concreto de España, su singular circunstancia histórica durante la Edad Media determinó un panorama distinto al de otras parte de Europa. En España, desde comienzos del siglo VIII hasta finales del XV se produjo un larguísimo perÍodo de intermitencias bélicas, no sólo entre cristianos y musulmanes, sino entre los propios reinos y taifas de unos y otros.

Ello determinó la construcción de un innumerable conjunto de fortalezas de tipo militar, de carácter muy funcional y en comparación con los castillos europeos:

Destaca en España la cantidad de castillos milenarios conservados.

Mientras que en Inglaterra, el castillo solía ser una vivienda señorial rodeada de jardines y parques, en España eran fortalezas que albergaban guarniciones y la vida en ellos era dura. Este modelo de castillo español se alejaba mucho del castillo palaciego centroeuropeo, con multitud de ventanas, jardines, capilla, patio palaciego y foso con agua.

La mayor parte de los castillos españoles fueron abandonados a medida que sus originales usos defensivos fueron superados por la tecnología armamentística. Por este motivo todavía perduran en España una buena colección de castillos en aceptable estado que conservan casi por completo su estructura medieval pura.

Otra característica peculiar de los castillos de España frente a los del resto de Europa es la de su propiedad. En la Europa feudal el castillo es propiedad de un noble que lo presta a sus vasallos en caso de agresión a cambio de un impuesto (creando verdaderos miniestados autónomos sin control directo del monarca). En España empiezan siendo propiedad real ya que son botín de guerra y cedido su gobierno a alcaides o tenientes. Entre los siglos XIV y XV los reyes ceden castillos a familias nobiliarias como los Lara, Velasco, Pacheco, Mendoza, etc. que reformarán castillos o construirán otros nuevos como palacios residenciales.

2 Curiosidades interesantes:

La mayor concentración de fortificaciones de España se localiza en la provincia de Jaén, ya que está considerada, junto con Siria y Palestina, el lugar del mundo con mayor número de torres, atalayas, fortalezas y castillos por kilómetro cuadrado, debido a su ubicación estratégica en las diferentes batallas entre musulmanes y cristianos en su conquista de Al-Ándalus. En concreto, se cuentan 237 fortificaciones (entre castillos, 97; torres, atalayas y búnkers, 126, y otras murallas y castros). Sólo la zona de lo que hoy sería Siria y Palestina supera a la provincia de Jaén en número de castillos, fortalezas y atalayas, según los expertos.

En esta provincia española se halla el castillo de Burgalimar, el más antiguo de España y el segundo más antiguo de Europa. Es el castillo mejor conservado de toda la época del Califato de Córdoba y uno de los que mejor se conservan en todo el mundo. Construido en el Siglo X con tapial rojizo sobre un monte con forma elíptica, en 1969 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.