Cómo es la relación de Carolina de Mónaco con cada uno de sus hijos

Si hay alguien en la vida de la realeza que supo vivir y enfrentar la tragedia, ha sido la princesa Carolina de Mónaco. Desde la partida de su madre, cuando era muy pequeña, ha continuado con sus ganas de vivir sin hundirse en la tristeza de la muerte. 

Esta es la relación que tiene con cada uno de sus hijos, siempre unidos más allá de las diferencias que enfrentan. 

Carolina de Mónaco: una mujer valiente

Por empezar, más allá de los romances que ha tenido, Carolina de Mónaco encontró el amor de la mano del multimillonario italiano Stefano Casiraghi. Se casaron por civil el 29 de diciembre de 1983 y tuvieron 3 hijos: Andrés Alberto Casiraghi (8 de junio de 1984), Carlota (3 de agosto de 1986) y Pierre (5 de septiembre de 1987).  

Así fue como la tragedia volvió a su vida con la muerte de su marido y padre de sus hijos el 3 de octubre de 1990. Se dio a conocer que el italiano Stefano luchaba en el mar para validar su título de campeón dentro del mundo de off-shore y una ola traicionera acabó con su vida.

El amor por sus hijos: así es su relación

La princesa sacó todas sus fuerzas una vez más y se hundió en el amor de sus hijos para contenerlos y protegerlos del dolor. Se dio a conocer que el mayor, Andrea, quedó impactado por la muerte de su padre y tuvo que ser tratado psicológicamente durante mucho tiempo.  

La princesa eligió retirarse de la vida social y vivir en la Provenza con sus hijos. Así ha sido su relación siempre, unidos frente a todo. Durante años se mantuvo alejada hasta que poco a poco el dolor se fue mitigando y Carolina volvió a resurgir como la princesa de Mónaco. 

Vale destacar que nadie olvidó que ese papel le correspondía a ella. Con el amor de su familia, mientras iban creciendo, en 1999 rehízo su vida junto a un amigo de toda la vida, el príncipe Ernesto Augusto de Hannover, duque de Brunswick y Luneburg, en el Palacio de Mónaco.  

Fruto de ese amor nació su hija Alejandra, y sin duda, fue una inyección de alegría en la ajetreada vida de la bella princesa. Durante los años posteriores perdió a su padre y tuvo que enfrentar la separación de su primogénita que le ponía fin a su matrimonio con Ernesto de Hannover.  

Aunque no se emitió ningún comunicado oficial, se rumoreaba que Carolina de Mónaco la apoyó como lo habría hecho cualquier madre. En una oportunidad, Carlota Casiraghi se sinceró y habló sobre la relación que tiene con su madre asegurando que se sintió mucho más cerca de su progenitora desde que tuvo hijos. 

Actualmente, aunque convivan con problemas y diferencias, se los ve a todos como una familia unida, con nietos de por medio a quienes cada tanto presume en alguna salida.