Carolina de Mónaco lleva toda la vida siendo un ejemplo de glamour, clase y estilo. La hija de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco no ha tenido una vida fácil que, además, ha sido contada por capítulos en la prensa internacional como parte de la realeza europea. Tras el fallecimiento de Stéphano Casiragui, su segundo marido y su gran amor, en 1990 la princesa rehizo su vida con un romance pasajero que no le trajo mayor problema pero su siguiente amor sí que lo hizo llevándola a picos de estrés tan altos que acabaron provocándole probablemente la alopecia areata que pudo ver todo el mundo.
Nos referimos a la aventura que Carolina de Mónaco tuvo en 1996 con Ernesto de Hannover, que entonces era el marido de una de sus mejores amigas, Chantal Hochuli. Entre el escándalo y la boda de ambos (celebrada en 1999), la princesa perdió gran parte de su melena y no ha sido la única famosa que no ha temido en contar o dejar visible este problema. La psicóloga Elena Dapra nos ofrece algunas de las claves psicológicas sobre la alopecia areata.
Cómo influye a nivel psicológico la alopecia areata
"La primera cosa que provoca tanto en hombres como en mujeres es una pérdida de confianza y de autoestima. A nivel psicológico la autoestima es un concepto nuclear en los seres humanos, es aquello que me hace autosuperarme, lo que me hace tener estima en tanto en cuanto me estimo a mí mismo, cómo me valoro e incide directamente en estos puntos", nos empieza contando la psicóloga.
"Es verdad que no vamos a poner todo el foco en lo físico, pero es una forma de identidad y el cabello también. La persona no se identifica cuando la alopecia es en zonas en las que es visible. Si ocurre en zonas que se ocultan o detrás de la cabeza entonces provoca esa pérdida de confianza y autoestima, pero no atacaría tanto a la identidad de la persona porque se sigue identificando al mirarse en el espejo", añade Elena Dapra en este análisis que ha hecho para Lecturas.com.
Por qué puede surgir la alopecia areata
"Cualquier sintomatología que tenga que ver con ansiedad o con estrés pueden provocar esa alopecia como efecto secundario. Niveles altos de estrés van a tener repercusión en lo físico y la alopecia podría estar al menos influenciada por niveles muy altos de estrés", apunta la psicóloga.
Uno de los síntomas del estrés, como nos explica, es la ansiedad y al llegar a niveles altos hablamos de una ansiedad crónica que puede desencadenar en un desequilibrio hormonal que "complica el ciclo de vida del cabello, hace que se ralentice y crezca de forma débil y frágil, puede desencadenar su caída...", añade Elena Dapra.
Helena Rodero (@helena.rodero), farmacéutica especialista en cuidado capilar y colaboradora de DS Laboratories, nos explica que "la causa principal es una acción de nuestro sistema inmune contra los folículos del cabello. Puede haber circunstancias que empeoran este tipo de alopecia como el estrés y los déficits nutricionales, pero no son el origen. Una vez tratado el problema, al ser una patología no cicatricial, el cabello vuelve a salir sin problemas. Hay que tener un poco de paciencia, pero vuelve a recuperarse", apunta la experta.
Aunque aseguran que no se sabe cuál es el desencadenante definitivo de la alopecia areata, puede ayudarnos a evitarla mantener un estilo de vida saludable, control del estrés, descanso adecuado y alimentación desequilibrada. También apuntan a controlar los niveles de vitamina D como un factor importante al estar muy relacionado con las patologías autoinmunes y que suele estar en déficit.
Ante cualquier signo de alopecia areata, el primer paso siempre debe ser acudir a un experto para que te asesore y recomiende el mejor tratamiento para tu caso concreto.
