Azucenas

Nombre científico: Liliumcandidum

Nombre común: Azucenas o lirios

Altura: Aproximadamente 1 metro

Características

Las azucenas son unas plantas pertenecientes a la familia de las Liliáceas. Estas hermosas plantas son originarias del mediterráneo y pueden encontrarse en varios territorios del continente europeo y asiático.

En cuanto a sus rasgos se puede decir que esta planta posee un bulbo de buenas proporciones. Así mismo posee hojas alargadas o lanceoladas, poseyendo hermosas flores que pueden presentarse en ramos de flores con unas 15 unidades en promedio.

En cuanto a la forma de estas flores son similares a la de una trompeta. Su floración se da en verano y su uso es sobre todo decorativo (el uso de estas flores está muy extendido en los ramos de novia), aunque también se usan para crear esencias para perfumes.

Para cultivar estas plantas hay que tener ciertos cuidados. Dentro de éstos encontramos la necesidad de recibir una buena cantidad de luz solar, que podrá ser directa o en semisombra. Así mismo es importante saber que es una planta de climas cálidos, aunque nunca sobrepasando los 27 grados.

Además de esto requiere un buen suelo rico en nutrientes y buenas cantidades de agua. Por eso requiere agua todos los días, aunque evitando saturarla.

En relación a sus enfermedades se puede decir que pueden ser atacadas por plagas de piojos, pulgones o chinches. Así mismo puede ser atacada por el hongo conocido como botritis.

Significado de las azucenas

El significado de la azucena se relaciona directamente con el corazón y con la inocencia del espíritu. Además de esto también es ideal para expresar un amor puro y delicado ya que el pudor y la elegancia acompañan el significado de esta flor.

En la mitología, se dice que la leche materna de la diosa Juno dio lugar a la propia Vía Láctea, y también al color blanco característico de estas hermosas flores. Más ampliamente, las azucenas guardan un simbolismo de pureza, inocencia y elegancia. Por tal razón, forman parte de la decoración de muchas festividades solemnes, y en las celebraciones nupciales, dan vida al significado de unión pura y eterna de los amantes.

Azucenas silvestres: Características

De nombre común Narcissus pseudonarcissus, las azucenas silvestres son flores aromáticas, propias de los prados y bosques húmedos septentrionales de Europa central (crecen hasta los 2000 metros de altitud), y son unas de las flores más bonitas que hay.

En España, se distribuyen cerca del Cantábrico y la cordillera montañosa de Los Pirineos. En esencia, se trata de una planta perenne, de hojas largas, radicales y de punta afilada, y con bulbos globulares de color blanco que dan lugar a una especie de corona o campana angosta en cuyo interior se ubican seis estambres. Estos estambres se expandirán luego para dar lugar a una formación de estrella. En cuanto a su inflorescencia, las azucenas silvestres se clasifican como unifloras, es decir, que brota una sola flor.

Dada su morfología, en algunas regiones bautizan a esta planta con otros nombres como narciso trompón, cebolla de los prados, campanilla tragona o flor de ángel, y debido a sus propiedades eméticas, las azucenas silvestres pueden provocar vómitos, aunque se reconoce su efectividad para el tratamiento de algunos escenarios epilépticos y de tipo espástico, además de tumores y leucemia. Por otra parte, las flores tan perfumadas de estas azucenas, la convierten en motivo ornamental de no pocos jardines y huertos, siendo la primavera el período escogido para su florecimiento. Generalmente, suelen recolectarse cuando el trombón se encuentra a medio abrir.

Cómo cuidar azucenas

En condiciones adecuadas, la azucena blanca o Lilium longiflorum, puede alcanzar un largo período de vida. Su etapa de floración ocurre generalmente en la época de primavera, tras lo cual podrá ser trasplantada al aire libre. Con estas claves que exponemos a continuación, es muy sencillo mantener una planta de azucena en condiciones óptimas de salud. Veamos.

Condiciones ambientales: La azucena debe ser ubicada en un ambiente levemente cálido, es decir, donde las temperaturas oscilen entre 18 y 24 grados Celsius (65 y 75 grados Fahrenheit). Del mismo modo, es importante ubicar la maceta con la planta en lugares donde no reciba directamente las corrientes frías de aire, así como evitar colocarla cerca de los electrodomésticos, los conductos de ventilación o aquellas zonas donde reciba una exposición intensa a la luz artificial.

El suelo: Las condiciones del suelo deben ser húmedas sin llegar al punto de saturación. Para ello, es conveniente inspeccionar de manera diaria la tierra de la maceta. Esta nunca debe mostrarse completamente seca, en cuyo caso procederemos a verter el agua, previendo además cualquier estancamiento que pueda producirse en las partes decorativas de la maceta.

Durante la floración: Si deseas que la flor de la azucena se mantenga viva por más tiempo, podrás remover las zonas centrales (conocidas como anteras), en cuyo interior se produce el polen. En aras de garantizar la formación de polen, la planta mantendrá la flor por más tiempo de lo normal.

Tras la floración: En este período deberemos plantar nuestra azucena al aire libre. Para ello, dispón el bulbo a unos 7.5 centímetros (3 pulgadas) por debajo de la línea del suelo, realizando además un pequeño montículo. A la hora de la riega, procura no saturar la zona donde se encuentra el bulbo, y de la misma manera, vela porque la luz solar que reciba no sea demasiado intensa.

Cómo sembrar bulbos de azucena

A pesar de su fragilidad con respecto a otras flores, los bubos de azucena pueden darse en una gran variedad de suelos (independientemente del pH), siempre y cuando se encuentren adecuadamente drenados. La iluminación y el riego son los dos factores principales que deberemos tener en cuenta para un cultivo acertado de esta planta, ya que sus bulbos carecen de una túnica protectora natural presente en otras flores.

Prepara la tierra: Para el suelo, emplearemos una capa de tierra para maceta, abarcando una superficie de no menos de 15 centímetros de grosor (6 pulgadas). De esta manera, la azucena podrá contar con un suelo de fácil drenaje y con una gran abundancia de nutrientes.

Los hoyos: En este paso puedes apoyarte en el uso de una pala pequeña de jardinería o hacerlo con tus propias manos. En cualquier caso, asegúrate de que los hoyos presenten una profundidad aproximada de 7.5 centímetros (3 pulgadas), y con una separación de 30 centímetros entre uno y otro.

La plantación: Antes de colocar los bulbos, es conveniente disponer de una capa leve de harina de hueso en cada hoyo, pues este fertilizante será capaz de garantizar el desarrollo óptimo de las azucenas. Posteriormente, cubre los bulbos con un montículo de tierra de 7.5 centímetros aproximadamente (3 pulgadas), luego aplica una porción de agua sin llegar a saturar la plantación.

Para finalizar: Para contar con un mayor aporte de nutrientes, se recomienda revestir los alrededores del montículo con mantillo de árbol, heno, recortes de poda, o bien, hojas caídas.

Nota: Los bulbos deben ser plantados al momento de su adquisición, siendo el final de la primavera y la etapa del verano, las mejores épocas para plantarlos.