La boda de Lady Di y el príncipe Carlos: 10 anécdotas del enlace que marcó el siglo XX
Solo un año después de conocerse Diana Spencer y Carlos de Inglaterra se casaban en la catedral de San Pablo. Una boda de cuento de hadas que marcó el siglo XX.
El 29 de julio de 1981, la catedral de San Pablo de Londres se convirtió en el escenario de una boda que muchos recuerdan aún como un cuento de hadas y que fue seguida por una audiencia de más de 750 millones de personas (sigue siendo la boda más vista, incluso por encima de las de sus hijos). Las calles de la capital británica estaban tomadas por más de 600.000 personas que querían ver en directo todos los detalles de un enlace llamado a hacer historia. Se casaba el príncipe Carlos, heredero a la Corona Británica, que por aquel entonces tenía 33 años, con una joven Diana Spencer, tras un noviazgo relativamente breve. Ambos se habían conocido en 1977, cuando Diana solo tenía 16 años y él mantenía una relación con la hermana de ella, Lady Sarah.
Pero fue en el verano de 1980 cuando se reencontraron y Carlos de Inglaterra comenzó a ver en Diana a una firma candidata para ser su esposa. En apenas medio año, el heredero le propuso matrimonio y Lady Di aceptó. Tan recordada como su boda es la foto del anuncio de su compromiso, en la que Diana, con mirada tímida y esquiva y con un traje de chaqueta azul, muestra su anillo de compromiso: un zafiro azul rodeado por 14 diamantes engastados en oro blanco. Una imagen que décadas después repetirían Kate Middleton y el príncipe William en un claro homenaje a sus padres.
Años después, Diana recordó que apenas se había visto un puñado de veces con el que iba a ser su marido, incluido un fin de semana en Balmoral, donde tuvo que pasar el examen de la familia real y conseguir el visto bueno de la que iba a ser su familia. Antes de la boda, la futura princesa vivió en Clarence House junto a la Reina Madre y en el Palacio de Buckingham, donde empezó a conocer el significado de la palabra soledad formando parte de los Windsor.
Pero a pesar de ello el 29 de julio de 1981 tuvo su boda soñada, un enlace considerado como la boda del siglo en el que la novia lució un vestido espectacular y llegó a la catedral a bordo de una carroza, al más puro estilo Disney. Miembros de casi todas las casas reales y presidentes de gobiernos extranjeros asistieron a un enlace que se celebró también en las calles de los países pertenecientes a la Commonwealth. Lo que pasó después es parte de la historia: un matrimonio que duró algo más de una década, que colmó de felicidad a Diana con la llegada de sus hijos pero que también la hizo sufrir, viéndose sometida de manera constante al escrutinio público y con la sombra de Camila Parker-Bowles acechando. Aunque la pareja terminó divorciándose, su boda siempre será recordada. Repasamos las mejores anécdotas de un día que hizo historia.
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