La princesa Amalia de los Países Bajos, que en diciembre cumplirá 19 años, va a romper una tradición familiar que inició su bisabuela la reina Juliana hace casi un siglo cuando fue a la universidad. La primogénita de Guillermo y Máxima empezará en septiembre los estudios de Política, Economía, Derecho y Psicología en la Universidad de Ámsterdam, pero no se apuntará a la hermandad de dicho centro (ASC/AVSV), como si hicieron su bisabuela, su abuela, la reina Beatriz, y su padre, el rey Guillermo.
Según ha confirmado el servicio de información de la casa real de los Países Bajos (RVD) a la televisión pública del país ha sido la propia heredera al trono la que ha tomado dicha decisión después de la polémica generada por unos discursos sexistas realizados durante una fiesta celebrada a finales de julio.
La asociación de estudiantes realizó comentarios vejatorios contra las mujeres en una fiesta en julio
En un vídeo de la fiesta, se escucha a tres miembros varones de la hermandad llamar “putas” a las mujeres y decir que “son cubos de semen”. También proponían “romperles el cuello para penetrarlas”. La filtración del vídeo provocó la repulsa de otros miembros de la hermandad, viéndose entonces obligados a dimitir tanto la presidenta de la junta de la asociación, Heleen Vos, como los tres autores de los comentarios.
Esta hermandad ya generó otra polémica el año pasado tras conocerse las violentas y vejatorias novatadas que realizaron a los nuevos alumnos. En este curso que está a punto de comenzar ya se han anunciado que se han suspendido las novatadas, pero no ha sido suficiente para que la hermandad haya sido castigada con la pérdida de las subvenciones que recibía del rectorado.
La princesa Amalia junto a su madre Máxima y sus hermanas Alexia y Ariane.
En junio del año pasado, cuando la princesa Amalia acabó el colegio se tomó un año sabático pero expresó su deseo de formar parte de una hermandad universitaria en el futuro, algo de lo que ahora se ha retractado tras conocer la gravedad de los hechos. Asímismo decidió renunciar a la asignación que le correspondería como heredera al trono, 23.500 euros al mes, hasta que acabe la universidad y desempeñe su labor como princesa heredera.
Amalia también ha roto otra tradición familiar al matricularse en la universidad de Amsterdam, en vez de hacerlo en la de Leiden, donde los Orange se han graduado desde su fundación en 1575. Además vivirá en un piso propiedad de Marc Dreesmann y Janneke Beerkens, uno de los matrimonios más ricos de Holanda.
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La decisión de la princesa Amalia de no formar parte de la hermandad se ha conocido solo días después que Federico y Mary de Dinamarca anunciaran los nuevos colegios de sus hijos mayores. El pasado junio, tras la emisión de un documental sobre los abusos en el internado Herlufsholm donde estudiaba el príncipe Christian, sus padres decidieron que no continuaría en este centro y que su hermana no iniciaría allí el nuevo curso.