¿Qué fue la batalla de Pichincha?
La batalla de Pichincha fue un enfrentamiento bélico enmarcado dentro de las guerras de independencia latinoamericanas. Tuvo lugar el 24 de mayo de 1822 y tomó su nombre del volcán junto al que se desarrolló, situado en las cercanías de la ciudad de Quito.
Años antes, en 1809, se había iniciado la lucha por la independencia en el actual Ecuador. Después de casi una década, la situación favorecía a los independentistas frente a España, aunque aún existían muchos territorios en manos realistas.
Los antecedentes de la batalla de Pichincha se encuentran en la campaña militar desarrollada en Guayaquil. Allí, se formó un Consejo de Gobierno para extender el movimiento independentista a otras provincias. Uno de los líderes de la independencia, Antonio José de Sucre, planificó su siguiente movimiento desde esa ciudad.
Finalmente, en las faldas del volcán Pichincha se enfrentaron los rebeldes, liderados por Sucre, y el ejército realista, al mando del general Melchor Aymerich. La victoria de los primeros permitió la liberación de Quito y aseguró la posición autónoma de las provincias de la Real Audiencia de Quito.
Causas de la batalla de Pichincha
Los historiadores suelen marcar el comienzo de la lucha independentista en Ecuador en 1809, cuando se creó la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito, aunque el Estado de Quito no fue proclamado, junto con la Sierra Norte y Central, hasta 1812.
Los españoles, que dominaban esas tierras, reaccionaron reprimiendo con dureza a los integrantes de la Junta.
Quito
Tras ese primer intento, el comienzo de la campaña militar se retrasó hasta 1820. El 9 de octubre de ese año, Guayaquil proclamó su independencia de España, tras una rebelión que apenas encontró resistencia.
Los líderes de esa revuelta formaron un consejo de gobierno y organizaron un ejército para defender la ciudad. Aparte, su otro propósito fue extender el movimiento independentista por las regiones cercanas.
Para ese momento, casi toda América del Sur se encontraba buscando su independencia. Simón Bolívar había conseguido una importante victoria en la batalla de Boyacá, sellando la independencia del virreinato de Nueva Granada. Por otra parte, José de San Martín preparaba la lucha para hacer lo propio en el virreinato del Perú.
Guayaquil
Guayaquil había recibido armas y refuerzos de parte de Bolívar, ya convertido en presidente de la República de Colombia. En mayo de 1821, Sucre llegó a la ciudad para asumir el mando del ejército patriota y comenzar a planificar la toma de Quito y del territorio de su Real Audiencia.
La intención de Bolívar era unificar todas las provincias de la Real Audiencia, incluida Guayaquil. En julio de 1821, Sucre comenzó su avance a través de los Andes. Sus primeros enfrentamientos con los españoles acabaron en victoria, pero fue derrotado el 12 de septiembre. Tras esa derrota, ambos bandos firmaron un armisticio.
Simón Bolívar y Antonio José de Sucre
Entre las causas que llevaron a la batalla de Pichincha estuvo el apoyo de dos de las figuras claves de la lucha independentista contra España: Bolívar y Sucre.
El primero, ya ejercía las funciones de presidente de la República de Colombia, mientras el segundo encabezó a las tropas que, aunque sufrieron algunas derrotas, se convirtieron en la base del ejército que acabaría logrando la independencia.
Antes de la batalla de Pichincha, Sucre se había dedicado a organizar un ejército de unos 3.000 hombres. Muchos de ellos eran soldados con experiencia, que ya habían luchado otras veces junto a su líder. A ellos se unieron algunos irlandeses, británicos, venezolanos, franceses, neogranadinos e, incluso, españoles.
Afán de independencia
A partir de la primera década del siglo XIX, toda Latinoamérica había iniciado un proceso para independizarse de las autoridades coloniales españolas. Así, en pocos años, lo lograron Venezuela, Argentina, Ecuador, Perú y México, entre otros.
Este afán de independencia había surgido por muchos factores, desde el empuje de los criollos para ocupar cargos de responsabilidad a la mala gestión económica y política de los gobiernos coloniales.
Decadencia de España
Junto a la fuerza que adquirieron los movimientos independentistas en Latinoamérica, otro factor fue fundamental para explicar los acontecimientos que llevaron a la batalla de Pichincha: la decadencia del Imperio español.
Después de varios siglos dominando grandes extensiones del planeta, España estaba en una muy mala situación económica. Las distintas guerras en las que se vio envuelta, más una mala administración, provocó que las deudas fueran inasumibles.
Uno de los modos que idearon para solucionarlo fue exprimir aún más a sus colonias, provocando muchos levantamientos armados en su contra.
Por otra parte, la invasión napoleónica de España y la posterior disputa entre liberales y absolutistas, generó una inestabilidad que llegó al nuevo continente.
Desarrollo de la batalla de Pichincha
A principios de enero de 1822, Sucre tenía a sus tropas preparadas para enfrentarse de nuevo a los españoles. El ejército estaba compuesto por veteranos de otras confrontaciones, junto con soldados recién alistados.
A ese ejército, llamado batallón Yaguachi, se sumaron tropas neogranadinas y venezolanas, enviadas por Simón Bolívar. Contaban con algunos desertores del bando realista, con un escuadrón de voluntarios británicos (llamado Albión) y varios franceses e irlandeses.
Inicio de la campaña
El 9 de febrero, Sucre y los suyos habían cruzado los Andes, llegando a la localidad de Saraguro. Allí esperaban otros 1.200 soldados enviados por San Martín, la mayoría provenientes del Perú. En total, el ejército contaba con unos 3.000 hombres.
Tras reunificar las tropas, Sucre ordenó dirigirse a Cuenca. Allí había un destacamento realista compuesto por 900 soldados, que, ante la superioridad de su rival, prefirieron abandonar la ciudad. Cuenca fue tomada el 21 de febrero, sin que los patriotas tuvieran que disparar un solo tiro.
Durante los dos mese siguientes, las tropas coloniales trataron de evitar el enfrentamiento con el ejército de Sucre. Para ello, comenzaron a retirarse hacia el norte, aunque eran seguidos por los rebeldes muy de cerca.
El 21 de abril Sucre tomó Riobamba, después de un violento enfrentamiento en Tapi. Una semana después, reanudó su marcha hacia el destino final: Quito.
Acercamiento a Quito
El grueso de las tropas independentistas llegó a Latacunga, a 90 km de Quito, el 2 de mayo de 1822. Sucre sumó muchos voluntarios procedentes de los pueblos cercanos y permaneció en esa localidad esperando refuerzos. Los más importantes llegaron desde Colombia, el llamado batallón Alto Magdalena.
Mientras, los españoles organizaban la defensa de Quito, reforzando los principales pasos montañosos que daban a la ciudad. Por ese motivo, Sucre prefirió avanzar paralelamente a los flancos de las posiciones realistas y tratar de alcanzar la retaguardia española.
Sin embargo, los realistas adivinaron las intenciones de Sucre y comenzaron a retroceder hasta la propia Quito.
Maniobras finales
El 23 de mayo, de madrugada, las tropas de Sucre empezaron a ascender por las laderas del Pichincha. El batallón Alto Magdalena, compuesto por unos 200 hombres, quedó emplazado en la vanguardia, mientras que la retaguardia quedó a cargo de los británicos de Albión. A pesar del esfuerzo desplegado, el ascenso fue duro y lento.
Al amanecer, Sucre descubrió que sus hombres no habían avanzado lo suficiente. Tan solo habían cubierto la mitad del camino, quedándose a unos 3.500 metros a nivel del mar y a la vista de los centinelas españoles. Ante esto, ordenó que se detuvieran para descansar.
Envió a varios soldados para reconocer el terreno. Estos fueron descubiertos y tiroteados. Esta acción inició la batalla.
La batalla
Melchor Aymerich, quien ejercía el mando colonial en Quito, sabía que Sucre pretendía ganar ventaja ascendiendo el volcán. Para evitarlo, envió a sus tropas a la montaña para detener su movimiento.
De esta forma, ambos ejércitos se encontraron en una zona muy incómoda, en las faldas del volcán, lo que impedía maniobrar de forma ágil. El espacio disponible era escaso, con profundos barrancos y matorrales muy densos.
El batallón del Paya, formado por peruanos, empezó a reposicionarse. Sucre, por su parte, envió el batallón Yaguachi, esperando que los españoles estuvieran más cansados tras la rápida subida. El Alto Magdalena intentó rodear a los españoles, pero las condiciones del terreno lo hicieron imposible.
Pronto, las tropas de Sucre empezaron a sufrir muchas bajas y las municiones comenzaron a escasear. Ante eso, iniciaron el repliegue.
Victoria patriota
En esos momentos, la suerte de la batalla para los patriotas dependía totalmente de los británicos del Albión, que transportaban las municiones que el resto del ejército necesitaba. Los realistas parecían estar ganando, obligando a sus rivales a retroceder.
La carga efectuada por el batallón Paya estabilizó la situación, aún a costa de sufrir considerables pérdidas. Aymerich, por su parte, ordenó avanzar hacía la cumbre del volcán a su mejor destacamento, el Aragón, con la intención de superar las líneas patriotas y atacarlos desde la retaguardia.
Justo cuando el Aragón iba a efectuar su ataque con la ventaja de la altura, el Albión entró en la batalla. Sin que los españoles se hubieran dado cuenta, los británicos habían logrado ganar una posición aún más alta, otorgándole una importante ventaja. Así, junto con el Magdalena, rompieron las líneas enemigas.
Capitulación de Pichincha
La victoria de las tropas de Sucre se completó a las 12 del mediodía. Los españoles derrotados se refugiaron en un fortín cercano, El Panecillo. Sucre, que quería evitar un asalto que hubiera resultado sangriento, envió a un representante para negociar con Aymerich su rendición, algo que el jefe español aceptó.
La capitulación se firmó el 25 de mayo, día en el que los españoles entregaron sus armas durante una ceremonia. Esta se convirtió en el acto final del Imperio español en el territorio del actual Ecuador.
Consecuencias de la batalla de Pichincha
La batalla de Pichincha ocasionó unos 200 muertos entre los patriotas y 400 entre los españoles. Y entre ambos bandos sumaron casi 1.300 heridos.
Entrada en Quito
Los historiadores consideran que la batalla de Pichincha fue un enfrentamiento menor dentro de las guerras de independencia. Sin embargo, más allá de su significado bélico, sus consecuencias fueron muy importantes.
Tras la batalla, el 24 de mayo de 1822, el ejército encabezado por Sucre entró en Quito. Los españoles que aún se encontraban en ella se rindieron, haciendo extensiva la capitulación a todas las tropas establecidas en el llamado Departamento de Quito. Este era considerado por los líderes independentistas como parte de la República de Colombia.
Fin de la resistencia realista
El resultado de la batalla de Pichincha conllevó a la desaparición de las fuerzas coloniales en los territorios que habían pertenecido a la Real Audiencia de Quito. Igualmente, el mismo Quito, Guayaquil y Pasto pasaron a formar parte de la Gran Colombia.
Esta organización territorial se mantuvo hasta 1830, fecha en la que nació la República de Ecuador como país independiente, conformado por Cuenca, Guayaquil y Quito.
Personajes principales de la batalla de Pichincha
En la batalla de Pichincha participaron soldados de varias nacionalidades, desde colombianos a británicos, pasando por peruanos e irlandeses, entre otros. Los nombres propios más importantes fueron Sucre y Aymerich, cada uno en un bando diferente.
Antonio José de Sucre (Venezuela, 1795-1830)
Sucre nació en el seno de una familia acomodada. Con el tiempo, se convirtió en presidente de Bolivia, después de haber sido una de las figuras más importantes dentro de las guerras de independencia de Latinoamérica. Luchó junto a Simón Bolívar y sus méritos le hicieron merecedor de los títulos de Gran Mariscal de Ayacucho y Comandante del Ejército del Sur.
Melchor Aymerich (España, 1754-1836)
Melchor Aymerich trató de evitar la toma de Quito por los independentistas, aunque no pudo resistir el empuje de sus tropas.
Aymerich fue el jefe del Estado provisorio de Quito durante un año, entre 1816 y 1817, convirtiéndose en el último regidor español de esa población.
Abdón Calderón (Ecuador, 1804-1822)
Abdón Calderón, quien vivía en Guayaquil y se había alistado en las tropas de origen ecuatoriano, se convirtió en uno de los héroes de la batalla. A pesar de haber recibido cuatro heridas de bala, Calderón no abandonó la línea de fuego. Según los cronistas, animó a todo su batallón para resistir, levantando sin descanso la bandera de Guayaquil.
Cuando la batalla finalizó, fue llevado a Quito, donde falleció catorce días después. Sucre, en el parte sobre la batalla de Pichincha, destacó el papel de Calderón con las siguientes palabras:
” […] hago una particular memoria de la conducta del Teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico”.
Otros personajes importantes
Otras figuras importantes en la batalla fueron Daniel Florencio O’Leary, teniente coronel del ejército de liberación, John MacKintosh, británico al servicio de los patriotas, y Félix Olazábal, oficial argentino.
Referencias
- Batalla de Pichincha, proceso de independencia de Ecuador. Recuperado de notimerica.com.
- Batalla De Pichincha. Recuperado de historiadelnuevomundo.com.
- Batalla del Pichincha. Recuperado de enciclopediadelecuador.com.
- Battle of Pichincha. Recuperado de britannica.com.
- The Battle of Pichincha. Recuperado de thoughtco.com.