Seguramente a la mayoría de gente, el nombre de Barret Oliver no le resulte de ninguna manera familiar, pero solamente necesitamos hacer un poco de memoria para darnos cuenta de que este actor fue el protagonista de "La historia interminable", pasando por desbancar a otros 200 chavales jóvenes. Y es que Barret Oliver se encargó de dar vida a Baltasar Bux, el protagonista de The Neverending Story, que le sirvió para tener un paso fugaz por la fama.

Si nos vamos a la historia de nuestro protagonista, descubriremos que Oliver aterrizó en el mundo de la actuación hace cuatro décadas, allá por el año 1980. En aquel tiempo, una serie protagonizada por un coche se catapultaba a la fama, con la llegada de "El coche fantástico". A pesar de su éxito y tras haber protagonizado las dos partes de Cocoon decidió concentrarse en los estudios y en 1989 se retiró de la actuación para dedicarse a la fotografía desde una perspectiva poco común. Interesado por cómo trabajaban los primeros profesionales durante la época victoriana, el ex actor estudió a conciencia las técnicas para aplicarlas a su trabajo.

A día de hoy, su vida ha cambiado, aunque eso sí, no se ha alejado mucho del mundo de la imagen, aunque en este caso, esa imagen es estática. Barret Oliver es experto en el uso primitivo e inicial del colodión húmedo, albúmina, sal, gelatina de plata, cianotipia, daguerrotipo y papel carbón. Estas técnicas puristas sirven para captar la esencia pura de cada imagen, tal y como hacían los fotógrafos del siglo XIX. Como romántico y bohemio, procura aplicar este arte a todas aquellas obras y personas que busquen mantenerse fuera de las influencias de las nuevas tecnologías.

La cuestión aquí es que de un día para otro sin mediar ningún tipo de explicación, ningún comunicado, ningún mensaje a sus seguidores ni absolutamente nada. En un primer momento, algunas personas comentaron que Barret Oliver había tenido algún tipo de problema relacionado con el consumo de drogas y que incluso había sido miembro de la Cienciología. Sin embargo, esas sospechas nunca llegaron a ser confirmadas; al igual que el rumor que decía que en el año 2003 se había quitado la vida, cuando quien lo hizo fue su compañero de la serie La historia interminable, Jonathan Brandis. A pesar de todo, a Barret le gusta que se siga alimentando la leyenda en torno a él.

En la actualidad, Barret Oliver da clases de fotografía en una universidad de California, se desconoce si está casado y tiene hijos y su imagen es radicalmente diferente a la de aquel niño angelical. Luce gafas redondas, rastas y una barba de unos 30 centímetros que dificulta reconocerlo. Ha expuesto en galerías y ha participado con otros artistas en talleres.