Ava Gardner y Frank Sinatra: un amor que superó cualquier guion

“Con la mayoría de las mujeres con las que sale, Sinatra nunca sabe si lo quieren por lo que puede hacer por ellas ahora… o hará por ellas después. Con Ava Gardner fue distinto. No podía hacer nada por ella. Ella estaba por encima. Si algo aprendió Sinatra de su experiencia con ella, fue tal vez saber que cuando un hombre altivo ha caído, una mujer no lo puede ayudar. Especialmente una mujer que está por encima”, sentenciaba el periodista Gay Talese en el reportaje Frank Sinatra está resfriado que redactó para la revista Esquire.

Los dos guapos, elegantes y felices: eran los primeros tiempos de su matrimonio

La relación sentimental que mantuvieron Ava Gardner y Frank Sinatra cuenta con todos los elementos literarios de un dramático romance, a la par trágico y pasional. Sin embargo, a pesar de las “escenitas” y escándalos, para ellos su historia fue La Historia.

La tormentosa relación duró cuatro años, y no faltó ni un solo elemento de manual psiquiátrico sobre relaciones destructivas: dependencia, intensidad, odio, traiciones, celos, alcohol, desenfreno, abortos e intentos de suicidio, tal y como lo relata el periodista J. Randy Taraborrelli, quien en 1997 escribió la biografía Frank Sinatra, Behind the Legend -Frank Sinatra, Detrás de la Leyenda-. Completito, ¿eh? A pesar de todo, Sinatra siempre reconoció que Gardner fue el gran amor de su vida. Hoy en Gente Yold recordamos esta historia de amor-odio.

En el día de su boda

Los comienzos
Su voz, sus letras románticas y esos famosos ojos azules convirtieron a Frank Sinatra en el fenómeno del momento y el amor platónico de millones de mujeres a lo largo de todo el planeta. Su lista de conquistas incluía a auténticas estrellas, como Marilyn Monroe, Jackie Kennedy, Judy Garland y Mia Farrow -con quien estuvo casado.

A ambos les gustaba la noche y las salidas a espectáculos y cenas con amigos

Un día, a mediados de los 40, llegó a las manos de Frank Sinatra una revista en cuya portada Ava Gardner lucía esplendorosa. “¿Sabes qué? Me casaré con esa chica” fueron las palabras de Frank al verla. En ese momento, el cantante no solo estaba casado con Nancy Barbato, sino que ambos acababan de tener a su segundo hijo. A pesar de que hubo un primer encuentro entre ambos en 1945 en un club nocturno de Los Ángeles, tuvieron que pasar tres años hasta que Frank invitó por primera vez a salir a la actriz. Fueron a cenar, bebieron sin control y acabaron locos el uno por el otro: “¡Dios mío! Fue mágico. Nos convertimos en amantes para siempre. Eternamente”, recordó Gardner años después.

Cuando la prensa se hizo eco oficialmente del romance, Nancy, la esposa de Frank, esperaba su tercer hijo. Por desgracia, ella estaba acostumbrada a aguantar escarceos del cantante: sus permanentes viajes y la distancia eran la excusa perfecta para cada una de sus infidelidades, que ni siquiera se preocupaba en ocultar. Pero siempre volvía a su casa y Nancy creyó que esta vez sería igual. Se equivocó. El día de San Valentín de 1950, Sinatra le pidió el divorcio definitivamente.

En los buenos tiempos de su matrimonio

Expertos en numeritos
A toda la pasión y furia hay que añadirle los numeritos, los desplantes, las broncas que se montaban mutuamente. Esto podría ser confirmado por los comensales del Copacabana Club, en Nueva York, la noche que protagonizaron una de sus peleas más épicas. Tal y como se relata en la biografía de Taraborrelli, esa noche ella le recriminaba haber coqueteado con otra mujer y le espetó “no sé cómo tu esposa ha podido aguantarte”. Él reaccionó de forma desmedida y se abalanzó sobre ella: “Si la vuelves a mencionar te reviento la boca”. Ava se levantó de su asiento y desde allí mismo llamó a su ex, el músico Artie Shaw, anunciándole que pasaría por su departamento y ocupándose de que Frank se enterara.

Cuando la actriz regresó a la habitación de hotel que compartían, Sinatra ya no estaba. Había alquilado la habitación de al lado y, en mitad de la noche, la llamó y le advirtió: “No puedo soportarlo más. Me voy a matar. Ahora mismo”. Sonaron dos disparos y Ava corrió desesperada. Cuando entró en la habitación lo vio en el suelo y mientras buscaba las heridas de bala él abrió los ojos y ella se dio cuenta de que la dirección de los disparos no había sido otra que el colchón. “¡Maldito!”. Pero esa noche acabaron juntos.

En una de las numerosas cenas a las que acudían juntos

Esa vez fue puro show, pero Sinatra fue más allá. Enfrascados en los preparativos de boda, tras una fuerte discusión, la actriz decidió abandonarle y regresar a Los Ángeles. Allí recibió una llamada: Frank estaba en el hospital. El cantante había intentado quitarse la vida con pastillas y alcohol. A pesar de que Ava corrió en seguida para estar con él y continuaron con la relación, pocas semanas más tarde, Sinatra volvió a intentarlo. Estaba en Nueva York, en el apartamento de un amigo. Tomó un puñado de pastillas y abrió las llaves del gas de la cocina. Su amigo lo encontró cuando había perdido la conciencia. “He visto en su mirada que Ava ya no me quiere”, alegó el cantante.

La pareja en 1953

Boda y separación
A pesar de que pudiera parecer una situación insostenible, hubo boda. La ceremonia se celebró en noviembre de 1951. La obra de Taraborrelli relata como, mientras disfrutaban de una luna de miel en Cuba, un amigo de la actriz la llamó para felicitarla. “¿Eres feliz?”, le preguntó. “Digamos que no soy infeliz”, confesó ella. Parece que Ava Gardner siempre tuvo más claro que Frank que aquella era una relación imposible. Y tener hijos no parece lo más idóneo cuando uno sabe que está enfrascado en una historia sin futuro. Todo apunta a que esto era lo que pensaba la actriz y por ello se sometió a dos abortos de forma unilateral y sin informar a Frank. La primera vez, Sinatra ni siquiera llegó a saber que Ava estaba embarazada. Pero la segunda, el cantante estaba entusiasmado con la idea de formar una familia. El varapalo que sufrió cuando Ava le confesó que había abortado fue el fin definitivo de la relación.

Escena de la estupenda serie Arde Madrid

Se divorciaron en 1953 y Gardner se marchó a España, país que le había dejado totalmente prendada durante el rodaje de Pandora y el Holandés Errante. Concretamente, Ava comenzó una nueva vida en Madrid, no exenta de aventuras amorosas, salidas nocturnas y desenfreno. Una ‘Dolce Vita madrileña’, solo reservada para una élite, que está magistralmente relatada en la serie española, estrenada recientemente, Arde Madrid, disponible en la plataforma de Movistar.

Luis Miguel Dominguín en Madrid

Tras cuatro meses oficialmente separados, Sinatra no pudo tolerar la idea de una ausencia definitiva y tomó un avión a Madrid. Ava le dijo en su suite que había iniciado una relación con el torero Luis Miguel Dominguín. Él reaccionó como un loco, destrozando el mobiliario. No se volvieron a ver, pero los recuerdos los mantuvieron unidos siempre. Cuando Ava murió en un hospital de Londres (en 1990), en su mesilla reposaba una foto de ambos besándose. Al enterarse, Frank lloró desconsoladamente.

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