(PDF) Sobre George Kubler, Arquitectura mexicana del siglo XVI | Rodrigo Martinez Baracs - Academia.edu
De piedras y de hombres Rodrigo Martínez George Kubler: Arquitectura mexicana del siglo XVI. México, Fondo de Cultura Económica, 1983, 683 Pp. Arquitectura mexicana del siglo XVI de George Kubler originalmente publicado en 1948 y que hoy pode· rnos leer traducido al español! , sigue siendo el análisis de conjunto más rico y riguroso sobre las edificios religiosos y civiles construidos en México durante el siglo de la con· quista. "EI presente trabajo no es el primero de su especie -advierte Kubler en el prólogo...:.....; tiene como base las amplias investigaciones realizadas primero por Manuel Toussaint y más tarde por Robert Ricard" (p. 11). Desde 1927, en su ensayo sobre "La arquitectura religiosa en la Nueva España durante el siglo XVI'" Manuel Toussaint habla presentado una primera aproximación de con· junto sobre el tema. Aunque Toussajnt concedió mayor importancia al barroco en la afirmación de una estética propiamente mexicana, en obras posteriores amplió y precisó su concepción del arte y de la arqui· tectura del siglo XVI, que dividió en dos periodos: "la Edad Media en México" (1519·1550) y "el Renacimiento en México" (1550·1630). Eh estos primeros tiempos "alln muy españoles", "no sólo la mano de obra, sino el propio espíritu ind(gena ha podido sobrevivir" en la escultura (cruces de atrio, pilas bautismales, púlpitos)'. Robert Ricard, en su fundamen· tal obra de 1933 sobre La conquista espiritual de Mt!xico 4 , estudió "el . ...••.• セャGNᄎ。・ケ」ᄋAIァェᄃエウZ@ •réisi·tiejas'.ófd elles '.' mendicantes 'en la Nueva España de 1523·4 a 1572" y dedicó un caprtulo de su libro a "la influencia que pUdieron ejercer en la arquitectura religiosa las 」ッョセ@ diciones misioneras" 5 • Siguiendo en muchos aspectos las descripciones y los datos de Toussaint 6 , Ricard estudia la fundación de pueblos y la disposición y dimensiones de Iºs conjuntos conventuales como consecuencia de las circunstancias específicas de [a evangelización. Las construcciones religiosas del siglo XVI forman parte de esa iglesia visible necesaria para "poner a la disposición de los infieles los medios normales para ?u conversión" 7. Kubler precisa: su aportación: Arquitectura mexicana del, siglo XVI se distingue de los estudios precedentes por "el esfuerzo por relacionar la demografía, el urbanismo y la historia de las instituciones con un análisis de los monumentos. El estudio de éstos, por su parte, difere de otros intentos en su búsqueda de Una cronología exacta y en el esfuerzo por generalizar sobre los significados culturales de ・セ。ウ@ secuencias cronológicas" (p. 11). George Kubler era y es, en lo fundamental, un historiador del arte. Henri Focillon, "maestro maravilloso" de Kubler, definió que la historia del arte debe estudiar "las relaciones, diversas según los tiempos y los lugares, que se establecen entre Jos hechos, las ideas y las formas. Estas últimas no pueden considerarse como un simple adorno. p。イセ@ ticipan en la actividad hi,stórica cuya curva proporcionan y contribuyeron poderosamente a dibujar"B. Con Manuel Toussaint, Uno de sus amigos mexicanos, Kubler " ᄋセjZャヲH@ .. NアhセャァFᄎjᄀqエェーョ@ ... LᄋャッウN、セ£Bᄀーc・ゥ_イアヲA。fG@ ーセ￱←イウ・Mョ[@ ielá'ci6i{ ¿o"n ゥGャ。Mカ■イウセ@ dad del movimiento social al cual pertenecen precisamente estos ・ウエゥセ@ los" 9. Debe, pues, conjugarse el análisis estético con el análisis ィゥウセ@ tórico. El libro de Kubler ilumina tanto la estética como la historia, y el problema de su interrelación. Kubler delimita de manera ーイ・」ゥセ@ sa sU objeto de estudio, la arquitectura mexicana del siglo XV 1, Y estudia de manera sistemática tanto lo que fue como las condiciones históricas que lo hicieron ser lo que fue_ El concepto de "estilo", como muchos otros conceptos históricos 。「ウセ@ tractos, delimita de manera demasiado imprecisa la evolución de las obras de arte. Kubler opta por una aproximación "fenomenológica" a las obras, que dispone en secuencias cronológicas. La "historia de las cosas" 10 resultante, aunque ュ。ョエゥ・セ@ ne relaciones problemáticas con la historia "global", configura una "forma del tiempo" sin duda importante para aprehender losotrostiempos, más accidentados, de los hombres que fabricaron esas cosas. Se plantea, entonces, el problema de los tiempos en la historia, que ゥョエ・セ@ resaba en la misma época a Fernand Braudel l l , y se configura una especie de "historia serial" de las secuencias culturales. En la introducción (dedicada a' los frailes mendicantes) y los cuatro primeros capítulos (problemas 、・セ@ mográficos; urbanismo; diseño y supervisión; trabajo, materiales y técnicas), Kubler estudia "el proce-so social,los recursos humanos y las formas colectivas de producción arquiteetónica". En los últimos cuatro capítulos, examina la arquitecセオイL@ civIl, jセ@ セ・イョLヲャッ@ セL@ ..オセL[ョ_ケ⦅B@ イ・ャゥァ■セウ。@ 'y-o la セーゥイエオ。@ 'y'-, la' escultura 137 .... (relacionados con la arquitectura). La magistral conclusión retoma todo el proceso, y culmina con una caracterización del "estilo arquitec· tónico de l siglo XV I". resu ltado, no propuesto, de la invest igación histórica. Como Kubler en su li bro, centra· ré la reseña en la evolución de la arquitectura religiosa. Kubler destaca en primer lugar la magnitud de la empresa constructiva de los frai les que "rebasa con mucho el volumen de las construcciones de los aztecas a lo largo de su historia (1250-1520)" (P. 527). La época de mayor actividad constructiva se ubica ・セエイ@ las epidemias de 1545 y las de 1576. La sucesión de las formas arqu itectónicas está dominada pr imero por las estructuras de tres naves con techos de vigas (1526·15401, por las estructuras abiertas y las capillas abiertas 11535-1575), por (05 grandes templos de una nave (15451590 ), Yfinal mente por 105 templos de tres naves con arcadas y las catedrales (a partir de 1560). Por su mayor importancia cuantitativa y por セオ@ relevancia y originalidad estéticas, Kubler ce'ntra su atención sobre las capillas y I'!structu ras abiertas y los templos de una nave. El problema de la magnitud y de la evol ución cuantitativa de la empresa constructiva llevó a Kubler a uno de los primeros cá lculos globales del derrumbe de la población indigena durante el siglo XV1 12 • El primer cap(tulo de Arquitectura mexicana del siglo XVI sobre "problemas demográficos", relaciona la cantidad y tipo de la mano de obra, la disiancia de la capital, la orden religiosa y la I"!'lagnitud de la empre- 138 Sil productiva. Como Lesley Byrd Simpson, Sherburne Cook y Woodrow Borah, I l de la "escuela de Berkeley", Kubler enfatiza la grave, dad y las consecuencias de las epidemias, en particular la de 1576, despues de la cual disminuye el ritmo de las construcciones (algunas de las cua les son abandonadas) por falta de fieles y de trabajadores. A diferencia de Simpson, Cook y Borah, sin embargo, Kub ler calcula una recuperación de la poblacion indigena entre las grandes epidemias de 1545 y de 1576, que coincide con el periodo de actividad constructiva más intenso. Esta cuestión, como la de las proporciones de la catástrofe demográfica, sigue siendo objeto de discusiones entre los historiadores 1'1 • Pero el análisis de KubJer es más cualitativo que cuantitativo. Kubler describe un proceso fundamenta l: entre las décadas de 1540 y 1570 un gran número de indios habla asimilado las técnicás constructivas europeas, dando así esplendor a las capillas abiertas y a los templos de una nave. Se plantea entonces el problema del aprendizaje por el pueblo conquistado de las técnicas, creencias y formas de vida del pue· blo conquistador. Si se considera a la historia de la arquitectura como "(ndice fidedi gno del proceso de transculturaclón del siglo XVI", se puede tener idea de la enorme capacidad productiva que pudo ser aprovechada por 105 fra iles en el segundo tercio del siglo XVI, y. en condiciones dlfer.ent es, Por la minería y otras actividades españolas. Escribe Kubler sobre 105 indios mexicanos: "Que su capacidad pro- ductiva total aumentó durante el siglo XV I no puede ponerse en duda, a pesar de las pérdidas numéricas que ocasionaron las enfermedades epidémicas" (p. 528). Aumentó sin duda el "superávit cultural", au nque pueda ponerse en duda que, a pesar de la t remenda despobladon, haya podido aumentar la capacidad global de producción de la población ind i· gena. En su tratamiento de la presencia de los frailes mendicantes en la historia mexicana del siglo XVI, Kubler advierte el predominio de las ideas humanistas de la Prerrdorma en la primera mitad del siglo, y el predominio del ideario de la Con· trarreforma en la segunda mitad. Los templos de tres naves con arcadas y las catedrales, imitaciones de los modelos peninsu lares, responden a este nuevo ambiente espiritual. Hacia mediados de siglo, durante la crisis de las órdenes mendicantes, "éstas contaban con dos tipos de miembros: los viejos religiosos que habran tomado parte en las primeras campañas de evangelización, y los jovenes inexpertos que proven jan de diferentes partes de Europa donde las ideas de Erasmo, Moro y el humanismo de la Prerreforma es· taban ya desacreditados" (P. 533). Se presenta, sin embargo, un interesante desfase entre la afirmación de la act ividad evangelizadora y su materialización en la arquitectura: " El ctlmax de la evangelizaci6n mendicante (la década de 15401 -no fue un 'periodo de gran actividad constructiva; los grand es monumentos posteriores a 1550 corresponden del poder de los frai· Bla 、・」セョゥ。@ les" (p. 533). En pleno dominio del espíritu de la Contrarreforma, se afirmó en la simplicidad de los templos de una nave -creación, como la capilla abierta, específicamente mexicana-, el ideal humanista del cristianismo primitivo. Esta canalización de fuerza de trabajo especia/izada fue posible gracias a los primeros evangelizadores que supieron garantizar "la continuidad entre las necesidades indl'genas pre y postcartesianas de las formas ceremoniales del culto y la organización.ceremonial del trabajo" (p. 538). En este orden de ideas, resulta de gran importancia el análisis que hace Kubler, siguiendo a Ricard, del papel del clero regular en la organización comunitaria de los pueblos. El aparato teocrático militar prehispánico hab (a sido destruido. "EI macehual de los campos de Oaxaca o Veracruz dejó de recibir consejo en relaGión con los tiempos favorabies para la agricultura, la caza o la pesca. (..• ) El indio, acostumbrado a este tipo de· dirección material y espiritual, tal vez bajo condiciones más drásticas, identificó rápidamente al misionero con su sacerdote, empleando el mismo término para referirse a ambos, teopixqui" (p_ 530). Son fundamentales los comentarios que hace Kubler, en los capí· tulos sobre la población y la organización del trabajo, sobre el "deque embargó a semple'o セヲゥAウーイエオ。ャB@ los indios después de la conquista. las civilizaciones prehispánicas l5 y por las innovaciones introducidas por" los españoles. Los frailes supit!ron captar y potenciar este excedente, estableciéndose durante un periodo una peculiar relación entre indios y frailes, que Kubler concibe como la colonización idealmente buena 16, Y que define los rasgos fundamentales del "estilo arquitectónico del siglo XVI": "formas eminentemente europeas, sujeta a una organización que no es ni europea, ni indígena, sino colonial" (p. 537). Explica Kubler: "Esta es la evidencia de la continuidad en la configuración funcional de las prácticas del culto en México, antes y después de la conquista. La continuidad misma proporciona a estas construcciones gran parte de su asombroso atractivo, el cual invoca una explicación estética respecto a la propiedad o idoneidad de Una arquitectura con los patrones que gobiernan su cultura. Asf, el sistema de atrio y capilla abierta es testimonio de un amplio y generoso concepto del espacio. Es generoso y talerante con respecto a los conceptos ind (genas del espacio, y resonante Con los ecos de las antiguas cadencias del ritual cristiano como del indigena" (p. 538). No se haría plena justicia al valor de Arquitectura mexicana del siglo XVI si se dejara de mencionar el "Apéndice" en el que se proporcio- セGBMkエャ「・イᄋョゥ、Q。|ッ」ヲvj[￱syeュウオィ←@ Arquitectura mexicana del siglo XVI puede ser lel'do por el historiador (en orden o de manera utilitaria, ya que cada capl'tulo constituye un tratamiento completo de su tema) o por el amigo de 105 "paseos coloniales" que encontrará rápidamente 105 datos fundamentales sobre los momentos existentes, inexistentes o en vl'as de extinción. En el "Apéndice", Kubler, con cierto orgullo, marcó con un asterisco los sitios que visitó con su mujer durante un día, en compañ ía muchas veces del joven Charles Gibson 17, John McAndrew 18 y Manuel Toussaint, quien había recomendado "recorrer todo un dl'a el monumento ambicionado, husmeando sus menores detalles. Entonces hacemos el estudio de conjunto, la apreciación del estilo, la sl'ntesis. Va este deliciosamente fatigoso trabajo, sigue más tarde la investigación histórica" 19 • Las ilustraciones (fotos, planos, grabados y pinturas), aunque pobremente reproducidas, apoyan bien el texto, contribuyen a hacer de Arquitectura mexicana del siglo XVI una invitación a concebir la historia de México en sus dimensiones más materiales, espaciales y cqncretas. e . .) Mexican Architecture in the Sixteenth Cen- ¡, New Haven, Vale University f 1) Primera edición: turv, BGセ\ーイ・ウLョSQuRMvol。Z■」￳@ dida participación de los indios' en las empresas constructivas de los frailes como una "actividad sustitutiva", que adquirió especial relevancía por el alto grado de desarrollo de las actividades excedentarias de esenciales para fechar los edificios mendicantes". El apéndice, junto con el (ndice anal ítico hacen del libro de Kubler una obra de reterencía sobre las fundaciones y las circunstanciasde su primera historia. BGMセL⦅nイ mexicana fue fruto de Una colaentre la dゥイ・セ」Vョ@ 、セG@ Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artistico del Instituto Nacional de Bélías Artes, y el Fondo de Cul「ッイ。L」ZゥᄎョNャセAエオ@ 139 r; f セ@ % ¡ tura Económica, El (ndice de la edición originel incluye 105 títulos de los incisos de cada capi· tulo, En ningún lugar aparecen éstos en la edición mexicana, lo OJal dificulta su lectura y aprovechamiento. 2)Manuel Toussaint, "La arquitectura religiosa en fa Nueva España durante el5iglo XVI", en Iglesias de México, 1525.1925, vol. VI, México, Secretaria de Hacienda, 1927. 3) Manuel Toussaint, Arte colonial México, México, Imprenta Universitaria, 1948 (en realidad 1950). "El arte de la Nueva España", en MéxIco en la Cultura, México, Secretaria de Educación Pública, 1946. en 4) Robert Ricard, La "Conqu4te spirlruelle" du Mexique, París, de la edición en dos volúmenes de 1965. t.l.,p. 7. 9) Toussaint, Arte colonial en Mt1xico, cit.: La catedral de Mt!xico, en Iglesias de México, vol. 11, México, Secretaría de Hacienda, 1924. 10) Kubler, The Shape of nme. Re- marks un the History of Things, New Haven y Londres, Yale University Press, 1962. 11) Fernand 8raudel, El Mediternlneo V el mundo mediternlneo en la t1poca de Felipe 11, México, Fondo de Cultura Económica, segunda edición en español, 1976. La tesis fue presentada en 1947 y publicada en francés en 1949 (Paris, Armand Colin). 12) Kuble r, "Population Movements in México", HIspanic American Historical Review, XXII, 1942. Institut d'Ethnologie, 1933. Angel Marfa Garibay K. tradujo y anotó la edición mexicana: La 13) Sherburne F. Cook y Lesley 8. Simpson, The population of Cen- conquista espiritual de México, tral Mt!xico in the Sixteenth Century, 8erkeley, University of México, Jus-Po!is, 1947. PrÓxi· ma nueva edición en el Fondo de Cultura EconÓmiC8. 5) Ricard, La conquistaespirirual... , cit., pp. 307·327; ver también pp. 265·294. 6) Toussaint, "Le arquitectura religiosa... ", cit,: Oaxacs, México, Cultura, 1927; reedición: Daxa· es y Taxco. Gula de emociones, México, Fondo de Cultura Eco· nómica, 1979. 7lRicard, La conquistaespiriwó!'..., cit., pp. 28-29. ,;; " 8)Henri Focillon, Art d'Dccident, Paris, .Armand Colin, 19,38; cito .1 40 California, 1948. Woodrow 80ril", El siglo dtJ la depresión en Nueva Espafla, México, Era, 1982; la primera edición en inglés es de 1951. 14) Angel Rosenblat (La población de Amlirica en 1492. Viejos y nuevos cálculos, México, El Colegio de México, 1967, p. 70) coincide con Kubler y critica ' a Cook, y Borah. 15) Debe hacerse una apreciación de' conjunto de la importantfsima obra de Kubler sobre las セゥカャコ。N@ ciones americanas prehispilnicas, Ver sobre todo: "The Cycle of Life and Death in Metropolitan Aztec Sculpture", The Gazerte desBesux·Arts, New York, 1943; The Tovar Calendar, New Haven, 1951 (en colaboración con Charles Gibson); The Art and Archi· tecture of Andent Amariea. The Mexican Maya and Andean Peopies, Harmondsworth, Pengu!n 8ooks, 1962; segunda edición corregida en 1975; Srudles In the Iconography セヲcャ。ウゥ」mケ@ Art, New Haven, 1969. Kubler estu· dia la adaptacIón indfgena a la conquista en "The Quechua in toe Colonial World", HandbOok of South American Indlans, 11. Washington, D.C., 1946. 16) Kubler cita a Malinowski (The Dynamics of Culrure Changa. An '/nquiry into Race Relations in Africs New Haven, 1945): "¿Podemos asegurar que llegarán a ser sus propios amos y que sus convicciones religiosas les conferirán la plena dignidad de hombres crIstianos y civilizados que esta religión Implica? SI la respuesta es afIrmativa, entonces y 5610 entonces tendremos derecho a imponer nuestra civilización con sus postulados técnicos, polft.lros y religiosos" (p. 61). Al respecto, es interesante la discusión que el padre Garibay entab:la con Ricard (LaconquistaeSpiriwal..., cit, pp. 289·293). 1 17)Charles Gibson retomó la linea de -investigación definida por Kubler. Véase, por ejemplo, Tlsx- cala in the Sixteenth Century, New Haven, Yafe · Unlverslty Press, 1952: "este estudio exa- NセᄀァAjGLB_ゥウャイ・エーq@ L mina el impacto de las divergentes prácticas coloniales sobre un grupo particular de indios mexicanos. La イ・ウーセエ。@ ¡"d fgena era a veces positiva, a veces negativa, entusiasta y apática (... ) El análisis y periodización de estos acontecimientos, con especial atención en el detalle y la cronología precisa, son los propósitos del libra" (p. ix). Y: "El hecha central y dominante en la Tlaxcala del sigla XVI es la supervivencia física de sus habitantes nativos. Su presencia confiere un carácter casi etnológico al análisis histórica" (p. 190). 18) Debe destacarse en la producción de Jo;;n McAndrew: "Tecali, Zacatlán, and the Renacimiento purista in México", (en colaba- raClon con Manuel Toussaint), The Art Bu/letin, XXIV, 4, 1942; The Open-Air· Churches of Sixteenth-Century Mt!xico_ Atrios, Posas, Open Chape/s, and other Studies, Cambridge, Harvard University Press, 1965. 19) Manuel T oussaint, Paseos colonía/es, México, Imprenta Universitaria,.1939_ El ejército y la política Esteban Sánchez de Tagle Christon 1. Archer, El ejército en el México borbónico 1760-1810, México, Fondo de Cultura Económica, 1983,413 pp_ En 1762, con la Guerra de Jos Siete Años, Europa obliga al decadente imperio español a ampliar el escenario militar hasta las cada vez menos remotas posesiones americanas. Algunas _ciudades coloniales, como Manila y la Habana, habían sido tomadas por los ingleses. Con la Paz de París, España pierde ..B、セLNcッl。イᄀ「jZゥウ・ェ←」エ⦅ョュケ{ャアオ@ dominio en Italia. Al "abañdonar esta vieja y costosa lucha, se ve obligada ,a replegarse en sr misma. Debilitada, no puede cO!1tener,por más tiempo, la .avidez. cc.n que.sus enemIgas -.,veían ,el ,creciíniel1to, de sus posesiones ultramarinas. Más y más los europeos violan el cerco con que España habra rnantenido ocultos sus dominios americanos; su geograNa, sus riquezas, su historia, comienzan a salir del misterio. Nuevas colonias europeas en América, las expediciones cient(fjcas, el contrabando, las negociaciones diplomáticas, minaron la exclusividad española en América. Por otro lado, el desarrollo ,alcanzado por las colonias brillaban ya con luz propia. Había pues que prepararse para la guerra en América. te el análisis de la formación de un ejército más, se trata de la irrupción de una institución cuya jerarquía, jurisdicción y peculiar organización, vino a transformar el sistema poI(tico colonial. Es bien conocido el hecho de que el surgimiento de los estados nacionales europeos en el siglo XVI fue acompañado por una obsesiva sed de recursos, lo que les exigía ' una energía renovada y una vitalidad siempre ale(ta. Esta urgencia, despertó una ambición que rompió los confines de la tierra para volverla españoles ,a Nueva España y la セッョM signa de la formación de una fuerza militar colonial, hasta entonces inexistente, "da comienzo la historia que nas relata Christon L Archer_ Como ,veremos, lejos:de ser solamen- se ,escribió, entonces 'y por mucho tiempo más, dedicó sus cápítulos centrales al relato de esta épica y a la.exaltación de ,sus héroes. Por ello, participar en las batallas era lapuerta' de' acceso al- prestigio 'y 'a,la pro- 141 i' セNK⦅@ 1; ¡¡