El próximo mes se cumplen sesenta años de una de las bodas reales más fastuosas de la monarquía británica. El 6 de mayo de 1960, la princesa Margaret y Antony Armstrong-Jones contrajeron nupcias en la abadía de Westminster, en Londres. Aquí te presentamos algunos detalles curiosos de la comentada unión.

Por Redacción COSAS

1. Un plebeyo en la realeza británica

Ni siquiera el matrimonio de Meghan Markle y el príncipe Harry levantó tanto polvo como el de Antony Armstrong-Jones y la princesa Margaret. Y no fue para menos. Si bien luego del enlace obtuvo el título de conde de Snowdon, el fotógrafo fue el primer plebeyo que se casaba con la hija de un rey en más de 400 años

Pero, ¿cómo inició este polémico romance? Tras el triste final de su relación con el capitán Peter Townsend, la hija menor de George VI era una de las mujeres más deseadas del Reino Unido. Según explica Anne de Courcy en la biografía de Lord Snowdon, la díscola joven era un “único y embriagador reto” para él. Cuando se vieron por primera vez, en una cena en 1958, congeniaron al instante. No obstante, no fue hasta pasados unos meses que Amstrong-Jones fue elegido para fotografiar a Margaret. Aquí fue donde empezó la historia de amor secreta de la hermana de la reina.

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“Nadie sabía sobre su relación, no había ni siquiera rumores”, reveló Courcy a “Town & Country”. “Ella lo veía en secreto en su estudio, y sí, coincidían en fiestas, pero nadie se imaginaba en qué hombre estaba ella interesada. La prensa la relacionaba con algunos posibles candidatos, pero nadie pensó jamás en Tony“. 

Es así que el 26 de febrero de 1960 anunciaron su matrimonio. Como era de esperarse, la noticia sorprendió a todos. Aunque la unión no fue vista con buenos ojos por algunos miembros de la realeza, que hubieran preferido que Margaret se casara con un aristócrata, la pareja contó con la aprobación de la reina. 

2. Primera boda real televisada

Desde entonces, la Familia Real se mostró encantada con los novios. “Todos querían mucho a Tony. Tenía un gran encanto, buenos modales y sabía perfectamente cómo comportarse”, afirma Courcy. “Él sentía devoción por los Windsor. Admiraba profundamente a la reina Elizabeth II y se llevaba muy bien con el príncipe Charles“, agrega. 

Después de la primera y desdichada historia de amor de Margaret, la monarca solo quería ver feliz a su hermana y el pueblo, satisfecho por ver a la princesa sentando la cabeza, también le brindó su apoyó. La pareja se convirtió de inmediato en la más popular y glamorosa de Inglaterra. 

Finalmente, el 6 de mayo de ese año, Margaret y Antony se casaron en la abadía de Westminster. Este fue el primer matrimonio real que se retransmitió por televisión. “The Daily Express” asegura que la ceremonia fue vista por 300 millones de espectadores en todo el mundo

3. Vestido imponente y una tiara con historia

La princesa Margaret, más extrovertida y con un estilo siempre más exuberante que el de su hermana, eligió para la ocasión un espectacular diseño de Norman Hartnell que realzaba su cintura. Además, se utilizaron treinta metros de tela para la falda y la cola.

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Con motivo del enlace, su madre le obsequió la impresionante tiara Poltimore. La pieza estaba compuesta por un tocado de diamantes sobre un soporte de oro y plata, y fue diseñada para Lady Poltimore, esposa del tesorero de la reina Victoria. Más tarde, el conde Snowdon la fotografiaría en una bañera con la famosa joya puesta. La escandalosa imagen quedaría grabada para siempre en la retina de varias generaciones.

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En 2006, cuatro años después de la muerte de la princesa, sus hijos, David y Sarah, vendieron la valiosa Poltimore en una subasta de Christie’s por más de 1,35 millones de euros.

4.  El primer divorcio en la monarquía moderna

Los Snowdon cobraron gran protagonismo en los sesenta y setenta. Después de volver de una luna de miel de seis semanas a bordo del yate real Britannia, los recién casados se mudaron al palacio Kensington. Armstrong-Jones recibió su título nobiliario y en 1961 la pareja dio la bienvenida a su primer niño, David. Su hija Sarah nació tres años más tarde. Esta fue una etapa muy feliz en su relación.

Sin embargo, las grietas llegaron demasiado pronto y no a causa del natural choque de sus personalidades. Tony empezó aventuras amorosas durante sus habituales sesiones de fotos. Margaret, por su parte, comenzó un breve romance con un amigo de Snowdon, Anthony Barton, y más tarde con Roddy Llewellyn, un jardinero de 18 años. En 1969, Antony emprendió una relación extramatrimonial con la señora Jacqueline Rufus-Isaacs, que a pesar de su propia infidelidad, afectó muchísimo a la princesa.

En 1976 la pareja real se separó. Dos años más tarde, el palacio de Kensington anunció oficialmente su divorcio. Era el primer divorcio en la realeza desde el rey Henry VIII en 1540. “Su Alteza Real la princesa Margaret, condesa de Snowdon, y el conde de Snowdon, están de acuerdo en que su matrimonio debe ser formalmente terminado. En consecuencia, Su Alteza Real comenzará con el debido procedimiento legal”, rezaba el comunicado.

5. Luego de su separación, continuaron siendo amigos

A pesar de sus problemas, la pareja permaneció en contacto hasta la muerte de la royal en 2002. “Siempre mantuvieron una amistad sólida, una vez la amargura del divorcio terminó”, asegura Courcy. No obstante, la vida amorosa de Lord Snowdon siguió siendo complicada.

Poco tiempo después de concluir su divorcio, él se casó con Lucy Lindsay-Hogg, la ex esposa de un director de cine, en 1978. Su única hija, Frances Armstrong-Jones, nació al año siguiente. Antony se divorció nuevamente en 2000 tras tener otro hijo, Jasper, con la periodista Melanie Cable-Alexander. Más tarde se supo que había tenido una hija, Polly Fry, justo antes de casarse con la princesa Margaret. Una prueba de ADN en 2004 demostró su paternidad aunque él siempre negó cualquier vínculo.