Crítica de la película Freelance, con John Cena y Alison Brie
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'Freelance', una comedia de acción de las de antes con John Cena

Freelance es una correcta comedia de acción que no despega pero tiene algunos puntos originales y un buen trío protagonista.

Freelance es una correcta comedia de acción que no despega pero tiene algunos puntos originales y un buen trío protagonista.
Freelance | Vertice 360

Tras el corazón verde, Dos pájaros a tiro, Tesoro del Amazonas... Las películas de acción selvática, en su variante más o menos romántica, han dejado unos cuantos títulos a recordar para el aficionado al cine de aventuras. Freelance, del francés Pierre Morel (director de la primera Venganza con Liam Neeson) se apunta a este formato en una película de acción cómica que, no obstante, se diferencia de aquellas en algunas cosas importantes.

Porque, sea mala, buena o regular -luego lo vemos- lo cierto es que la comedia de acción que protagonizan John Cena y Alison Brie tiene algunos elementos discordantes (en el tratamiento de la vida doméstica del protagonista, en el romance frustrado y, sobre todo, el comentario político) que uno solo puede atribuir a la "europeidad" de su director, un facturador de thrillers de la productora de Luc Besson que aquí no se corta con la violencia gráfica (hay algún momento sorprendentemente sangriento) y a la hora de caracterizad de manera divertidamente grotesca algunos rasgos de su trío protagonista.

Elementos todos que no la hacen buena, cierto, pero sí algo diferente y definitivamente más ambigua en su moralidad que la película que hubiera hecho algún americano. El protagonismo que adquiere el personaje del colombiano Juan Pablo Raba, un dictadorzuelo de confusas intenciones, aumenta según disminuye la tensión romántica entre John Cena y Alison Brie, para nada objeto de interés del director Pierre Morel -que, no obstante, sabe y quiere explotar el físico de ambos dos-. El resultado oscila entre el blanqueamiento de un dictador y la crítica a la explotación de recursos por parte de potencias internacionales, algo que le da cierta complejidad de fondo al relato: Morel, un poco a contracorriente de todo, no se preocupa en suavizar ni una cosa ni la otra, como si fueran dos fuerzas legítimas destinadas a mantener un equilibrio y evolucionar juntas.

Semejante falta de complacencia se agradece, y más por lo bien que están los tres actores. La tercera pata del conjunto (la cuarta no existe, y quizá por eso la película está coja) la aporta el excelente sentido de la acción, basada en tiroteos y explosiones "reales", que aporta Morel y que resultan la mar de satisfactorios, una muestra firme de cine de acción "de antes" hecho ahora. El francés da una lección o dos a otros compañeros de profesión norteamericanos en una película fallida que, de todas formas, regala algunas ideas visuales interesantes: ese comienzo en primera persona, entre relato inspirador americano y videojuego Call of Duty, es fenomenal, como también lo es el carisma de John Cena y el atractivo de la brillantísima Alison Brie. La química entre ellos no arranca, pero se trata de dos piezas que merecerían un mayor éxito.

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