La historia de Alicia de Grecia y Dinamarca, nacida Alicia de Battenberg, bien podría servir como guion para realizar una película o una serie al estilo de The Crown; poco se ha sabido acerca de la vida de la madre del Príncipe Felipe de Edimburgo y suegra de la Reina Isabel II, un personaje emblemático y muy particular de la Familia Real británica.
Alicia de Battenberg, nació sorda en el castillo de Windsor, en el año 1885; este momento fue presenciado por su bisabuela, la reina Victoria, quien ha sido el segundo Monarca que durante más tiempo se ha desempeñado como Reina de Inglaterra, solo después de la propia Isabel II. Tras casarse con el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, Alicia, quien solo contaba con 18 años, cambió su nombre al de princesa Alicia de Grecia y Dinamarca.
A la sorprendente historia real de la madre del Duque de Edimburgo podría considerarse uno de esos casos en que la realidad supera la ficción. Además de sufrir una sordera congénita, fue diagnosticada esquizofrenia y encerrada en un sanatorio en Suiza, de donde escapó para fundar su propia orden religiosa. Su historia era casi desconocida hasta el momento en que los productores de la exitosa serie The Crown decidieron retratarla en alguno de los episodios de la cuarta temporada, en donde se profundiza en los traumas e inseguridades del Príncipe Felipe de Edimburgo.
Una historia aún no contada
En la popular serie de ficción se rescató la biografía de la casi desconocida madre del Príncipe Consorte de la Reina Isabel II, a partir del momento en que Alicia de Grecia y Dinamarca, y una mujer de edad avanzada, se encuentra viviendo en Atenas, en medio del Golpe Militar que sufrió Grecia en 1967. Enseguida, y tras informarle a su hijo del estado en el que se encontraba su mamá, la Princesa fue trasladada al palacio de Buckingham, en Londres.
Te podría interesar
De acuerdo con algunos historiadores, la Princesa dirigía su orden religiosa en Grecia al momento del Golpe Militar y se la pasaba buscando fondos y vendiendo la mayoría de sus posesiones para solventar los gastos con los que alimentaba a huérfanos y cualquier persona que necesitara de alimentos. Eran tiempos inciertos. Ya establecida en el Palacio de Buckingham, a donde llegó aquel mismo año, 1967, comenzó a relacionarse de nuevo con su familia y en particular con su nieta, la Princesa Ana, con quien mantenía largas conversaciones.
Sus dos exilios
Un historiador del diario The Times aseguró que la Princesa era muy reservada de su vida privada, a grado tal que destruyó todas sus cartas y, cuando murió, solo dejó tres vestidos”. Alicia de Grecia y Dinamarca tuvo cinco hijos con el príncipe Andrés de Grecia: cuatro mujeres y un varón, Felipe, quien siendo aún un niño, se exilió de Grecia y en poco tiempo le siguió la familia real, la cual se desvaneció. En el exilio Alicia fue diagnosticada con esquizofrenia paranoide y fue internada en un sanatorio en Suiza. Tiempo después escapó para volver a Grecia, en donde fundó una orden ortodoxa de monjas.
Durante la II Guerra Mundial Alicia de Grecia y Dinamarca trabajó para la Cruz Roja, momento en que enfocó sus esfuerzos en el trabajo social y acciones humanitarias, labor que comenzó a desarrollar con su congregación de monjas: la hermandad cristiana de Marta y María. La Princesa asistió a la boda real de su hijo y a la coronación de Isabel II en 1953, pero volvió a Grecia, hasta su segundo y último exilio, el cual ocurrió en 1967. Tan solo dos años después la madre del Duque de Edimburgo moriría en el Palacio de Buckingham a la edad de 84 años.
mypr