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80 a�os de la cesi�n de sus derechos

Alfonso XIII, el rey que muri� olvidado en el exilio y pronunciando "Dios m�o, Espa�a"

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Alfonso XIII en Francia
Alfonso XIII en Francia EFE

El 15 de enero de 1941, mes y medio antes de morir con solo 55 a�os en el exilio de Roma, el Rey Alfonso XIII, perdida la esperanza de recuperar el trono, cedi� sus derechos din�sticos a su hijo Don Juan, tercero de sus varones. Su primog�nito, Alfonso, hab�a perdido su opci�n como heredero al casarse con una plebeya cubana, Edelmira Sampedro, y el siguiente, Jaime, fue obligado tambi�n a renunciar por ser sordomudo de nacimiento. El monarca abdic� a trav�s de un comunicado, del que hoy se cumplen 80 a�os, donde dec�a "Ofrezco a mi patria la renuncia de mis derechos para que (...) quede autom�ticamente designado mi hijo el pr�ncipe Don Juan, que ser� el d�a de ma�ana, cuando Espa�a lo juzgue oportuno, el Rey de todos los espa�oles".

El bisabuelo de Don Felipe, tras una d�cada de destierro, era un hombre abatido. Seg�n Alfonso Areilza " ten�a un aire de fatiga y melancol�a que se traduc�a en su mirada". La proclamaci�n de la II Rep�blica en 1931, tras unas elecciones municipales que se interpretaron interesadamente como un plebiscito entre monarqu�a y rep�blica, le decidieron a marcharse "para no lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil ". Sacrificio que, por cierto, fue in�til. Seg�n el mandatario brit�nico Winston Churchill, para el Rey fue dif�cil de asimilar "sentirse violentamente rechazado por la naci�n de la que estaba tan orgulloso". Alfonso XIII hab�a cometido errores, el m�s grande apoyar la dictadura del general Primo de Rivera que le vali� el rechazo de los liberales.

Tambi�n se equivoc� al creer que el exilio ser�a ef�mero y pronto se le reclamar�a, algo que no lleg� nunca, porque Franco se la jug�, como se la jugar�a posteriormente a su heredero, Don Juan. "Eleg� a Franco cuando no era nadie. �l me ha traicionado y enga�ado a cada paso" reconocer�a posteriormente. En efecto, tras sus �xitos en la guerra con Marruecos, Franco se convirti� en el militar favorito de Alfonso XIII, que en 1923 le concedi� la medalla militar y el cargo de gentilhombre de c�mara, ejerciendo asimismo de padrino de su boda con Carmen Polo, representado por el alcalde de Oviedo. Incluso en 1928 le nombr� director de la flamante academia militar de Zaragoza. Aunque el Rey no tuvo ning�n protagonismo en el golpe militar, al comenzar la guerra civil apoy� "espiritualmente" al bando sublevado, creyendo en su lealtad mon�rquica, e incluso donando un mill�n de pesetas de la �poca a la causa, pero sus esperanzas se fueron desvaneciendo ante el escaso entusiasmo que percib�a en Franco. Como reconoci� Serrano Su�er, ministro de exteriores franquista ante el embajador italiano, el regreso de Alfonso XIII era "una imposibilidad f�sica y metaf�sica". Se lo confirm� el propio Franco finalizada la guerra civil en una dura carta fechada el 4 de diciembre de 1939, donde le dec�a que no contemplaba su vuelta al Trono.

Alfonso XIII
Alfonso XIII

Alfonso XIII, que fue destronado con solo 45 a�os, integraba en su car�cter una curiosa mezcla de hedonismo frivol�n con un amor sincero y desmedido por Espa�a, que le hizo m�s duro el exilio. A eso se un�a su situaci�n sentimental, pues en 1933, dos a�os despu�s de su marcha, se separ� de la Reina Victoria Eugenia, cuyo matrimonio hac�a tiempo era inexistente, y ella se fue a Londres con su familia. Una de las obsesiones del monarca era acabar en la ruina, aunque pose�a una considerable fortuna fuera de Espa�a que dilapidaba en los m�s lujosos hoteles y restaurantes europeos, pese a lo cual sol�a bromear "soy un rey en paro". Inicialmente se instal� en Par�s, donde lleg� desde Cartagena v�a Marsella y vivi� en el lujos�simo hotel Meurice y luego el m�s asequible Savoy. Pero no acab� de adaptarse y se dedic� a viajar recorriendo Europa, Oriente Medio y La India, para acabar afinc�ndose definitivamente en Roma, donde resid�an sus hijas, las infantas Beatriz y Cristina, unidas a arist�cratas italianos. Tambi�n su hijo Juan, el heredero, con su esposa, Mar�a de las Mercedes de Orleans con la que se cas� en 1933, naciendo el 5 de enero de 1938 en la Ciudad Eterna su nieto Juan Carlos, que restaurar�a por fin la monarqu�a en Espa�a.

Perdidas las esperanzas de que Alfonso XIII recuperase la Corona, muchos mon�rquicos insist�an para que abdicara en su hijo Juan, a quien consideraban id�neo para integrar las distintas facciones mon�rquicas existentes, alfonsinos, tradicionalista y juanistas. Alfonso XIII al principio no quer�a ni o�r hablar de ceder el trono, "al que me lo diga le tendr� por traidor", pero la cruda realidad se fue imponiendo y en diciembre de 1940 anunci� que ceder�a sus derechos a Juan, lo que llev� a cabo en enero. Sin trono y sin ilusiones de recuperarlo, la vida carec�a de sentido para un monarca que naci� Rey, pues fue hijo p�stumo de Alfonso XII "A la larga, los reyes exiliados aburrimos, estamos pasados de moda" comentaba sarc�sticamente. Mes y medio despu�s de abdicar, el 28 de febrero de 1941, una angina de pecho acab� con su vida en un lugar tan impersonal como un hotel, eso s� el lujos�simo Le Grand de Roma, en cuya suite real resid�a, y donde falleci� pronunciando un "Dios m�o, Espa�a", que fueron sus �ltimas palabras.

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