El Rey habl� por primera vez del suceso en el documental franc�s de hace unos meses: "Echo de menos no tenerlo al lado"
�lbum: La vida del Rey Juan Carlos en 78 im�genes
"Estando el infante don Alfonso de Borb�n limpiando una pistola de sal�n con su hermano, la pistola se dispar�, alcanz�ndole en la regi�n frontal, falleciendo a los pocos minutos. El accidente sucedi� a las 20.30 horas, al regresar de los oficios de Jueves Santo, donde hab�a recibido la sagrada comuni�n". A trav�s de este escueto comunicado se daba a conocer la muerte del infante Alfonso, el 29 de marzo de 1956. Un fallecimiento que ha estado siempre rodeado de misterio, dado que el �nico testigo del mismo, su hermano Juan Carlos, nunca ha hablado p�blicamente de lo que realmente sucedi� aquella tarde en Estoril.
Ahora, con los a�os, el Rey em�rito reconoce que echa "mucho de menos" a su hermano. Se lo dijo a la periodista Laurence Debray en el documental recientemente emitido por la televisi�n francesa. Con la voz entrecortada y la mirada h�meda, don Juan Carlos evoc� por primera vez de forma p�blica a su hermano muerto a los 14 a�os: "Era muy simp�tico", acert� a decir, "le quer�a mucho, le quer�a mucho". "Echo de menos no tenerlo al lado, el no poder hablar con �l, el no poder discutir con �l".
Seg�n el desaparecido periodista Juan Balans�, "Alfonsito era un ni�o travieso y despierto, simpatiqu�simo, que alegraba la vida a quienes le conoc�an". Otros historiadores han publicado que al ni�o le apodaban 'el senequita', porque a pesar de ser el m�s peque�o de los cuatro hijos de don Juan y Mar�a de las Mercedes, despuntaba por su cabeza privilegiada.
Sea como fuere, el suceso marc� profundamente a la familia. En sus memorias, do�a Mar�a reconoci� que el d�a que muri� Alfonso, se le "par� la vida". Don Juan y su hijo mayor tambi�n acentuaron su distancia. Las cr�nicas, nunca desmentidas por el Rey em�rito, cuentan que tras el disparo accidental y el fallecimiento de Alfonso, el padre cogi� al entonces joven Juan Carlos del cuello y le grit� enfurecido: "�J�rame que no lo has hecho a prop�sito!".
El estruendo acababa de sobresaltar Villa Giralda. Do�a Mar�a estaba con unas amigas charlando de frivolidades, y Don Juan leyendo en su despacho, cuando de repente en la planta de arriba de la casa de Estoril se oy� un disparo. Seguidamente, los gritos de Juan Carlos llamando a su padre. La versi�n m�s extendida es la de que el Rey em�rito estaba jugando con una peque�a pistola que les hab�an regalado cuando se dispar� accidentalmente en la cara de su hermano. El d�a anterior ya hab�an estado disparando a las farolas con el arma, aburridos durante sus vacaciones de Semana Santa. A pesar de que su padre les hab�a prohibido volver a jugar con ella, los chicos (Juan Carlos ten�a 18 a�os, su hermano 14), consiguieron hacerse de nuevo con el arma sin saber que marcaban para siempre sus vidas.
Le enterraron en Estoril. Algunos mon�rquicos, impresionados por la noticia, viajaron a Portugal para llevarle bolsas de tierra espa�ola que depositaron sobre la tumba del infante, de manera que no se encontrara tan lejos de casa. En 1992, estando a�n vivos sus padres, sus restos fueron trasladados al pante�n de El Escorial.
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