En enero de 1972, cuando ten�a 31 a�os, la princesa Margarita de Dinamarca (82) se convirti� en reina tras el deceso de su padre, Federico IX. De acuerdo con diversas publicaciones, para cuando la royal asumi� el trono, solo el 45% de los daneses se encontraba a favor de la monarqu�a y su reinado. No obstante, este 2022, Margarita II cuenta con un impresionante 80% de apoyo. M�s aun, en Copenhague. Una ciudad que, este fin de semana, se volc� en las calles para celebrar el aniversario n�mero 50 de Su Majestad como soberana.
Las celebraciones estaban planeadas para los d�as 10 y 11 de septiembre pero, a ra�z de la muerte de Isabel II de Inglaterra, la soberana danesa decidi� suspender y posponer algunas actividades -por ejemplo, una multitudinaria procesi�n y un recibimiento en el ayuntamiento- y conservar solo algunos eventos con la prensa, sus adeptos y numerosas figuras p�blicas. Como una recepci�n, celebrada este s�bado, en el Teatro Real.
Para la ocasi�n, la reina Margarita decidi� decantarse por un vestido rojo, un bolso color plata y unos zapatos de tac�n a juego. Sin embargo, fue su tiara la que acapar� todas las miradas. Seg�n las indicaciones de la casa real, todas las invitadas pod�an utilizar una tiara y se valoraba altamente que esta tuviera "un origen familiar o hist�rico". Y, por supuesto, Su Majestad practic� con el ejemplo al llevar la tiara Aigrette. Una creaci�n llena de diamantes, compuesta por tres piezas independientes que, seg�n cuenta la leyenda, alguna vez perteneci� a la duquesa Anastasia Mikhailovna de Rusia.
Pese a ello, los mejores titulares de la noche los suscit� una princesa sin tiara ni mayores adornos: Isabella, de 15 a�os, la hija del pr�ncipe heredero Federico y la australiana Mary Donaldson, que destac� por su gran simpat�a en su debut. Es m�s, Isabella y Christian -su hermano- se tomaron m�s de tres minutos en la alfombra roja, donde saludaron con entusiasmo al p�blico, agolpado en Kongens Nytorv. Un gesto, en apariencia simple, pero que no todos los nobles estaban dispuestos a hacer. Sobre todo, Marie-Chantal de Grecia, quien solo accedi� a posar escasos 10 segundos...
Solo una royal se atrevi� a hablar frente a las c�maras: Alexandra Manley, la ex esposa del pr�ncipe Joaqu�n de Dinamarca, quien, a pesar de haberse divorciado en 2005, sigue manteniendo el t�tulo de condesa de Frederikborg. En la alfombra roja, la "princesa" coment� ante los medios que se sent�a "incre�blemente contenta de ser parte del jubileo de oro de la reina" y que "Su Majestad siempre la ha tratado con calidez". "Tener una reina as� es un orgullo", explic�.
Asimismo, otros importantes personajes acudieron a la celebraci�n: Ana Mar�a y Benedicta, las hermanas de la soberana, la familia del pr�ncipe Joaqu�n (hijo de Margarita), junto a su esposa Mar�a y sus hijos Nicol�s y F�lix, los pr�ncipes griegos Philippos, Alexia y Teodora, acompa�ados por sus respectivos c�nyuges, Nina Flohr -quien destac� por reutilizar la tiara del Corsario, que llev� el d�a que se convirti� en princesa-, Carlos Morales, el marido de Alexia de Gracia, y el estadounidense Matthew Kumar, el prometido de Teodora.
Tambi�n asistieron los reyes suecos Silvia y Carlos Gustavo y los noruegos Harald y Sonia. Harald tiene 85 a�os y estuvo ingresado en el hospital universitario de Oslo, en agosto pasado, debido a una fuerte fiebre. No obstante, este septiembre, el royal demostr� aun sigue gozando de salud y que, aunque debe usar muletas, se puede mover sin mayores problemas. Algo que sorprendi� a gran parte de los asistentes a los festejos, quienes volvieron a verlo en otras recepciones. Como la misa que, este domingo, se celebr� en la Catedral de Nuestra Se�ora.
A la ceremonia, asisti� toda la familia real danesa y la totalidad de los jefes de Estado de los pa�ses n�rdicos, como el presidente de Finaldia, Sauli Niinist�, y el de Islandia Gu�ni Th. J�hannesson, quienes tambi�n acompa�aron a la reina en un exclusivo almuerzo en su propio yate, bautizado como Dannebrog. Para la recepci�n, la reina volvi� a escoger el rojo, con un abrigo y una pamela de ese tono. Aunque tambi�n luci� un vestido con estampado de flores, que fue altamente alabado por la prensa.
Como broche de oro, la corona danesa ofreci� una cena de gala en el palacio Christianborg, donde la reina recibi� a cerca de 400 invitados, entre ellos sus familiares, los reyes suecos y noruegos y variopintos personajes de relevancia nacional. Como la primera ministra Mette Frederiksen -quien dio un discurso de agradecimiento a la reina-, la ex primera ministra Helle Thorning-Schmidt, que recibi� infinitos piropos por el look m�s atrevido de la velada, y el pol�tico conservador S�ren Pape Poulsen, que pos� junto a su esposo Josue Medina Vasquez. Sin duda, todo un evento digno de portadas
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