Biografia de Aldo Palazzeschi

Aldo Palazzeschi

(Aldo Giurlani; Florencia, 1885 - Roma, 1974) Escritor italiano. Su verdadero apellido era Giurlani; Palazzeschi era en realidad el apellido de su austera y religiosa abuela materna, Anna. Despu�s de estudiar Contabilidad, entre 1902 y 1903 asisti� en Florencia a la Escuela de Interpretaci�n dirigida por Luigi Rasi, donde conoci� a Eleonora Duse y a Marino Moretti, con los que mantuvo una estrecha relaci�n. Su inicial pasi�n por el teatro dej� huellas importantes en sus obras literarias.

Poco despu�s, en 1905, public� su primer libro de poemas, I cavalli bianchi, cuya edici�n fue financiada por su padre. En 1906 abandon� la interpretaci�n para dedicarse totalmente a la literatura; un a�o m�s tarde public� la antolog�a po�tica Lanterna y, en 1908, Riflessi, una obra en prosa de inspiraci�n simbolista. En 1909 public� Poes�as (Poemi), su tercer libro de poemas, del cual envi� un ejemplar a Filippo Tommaso Marinetti. Los primeros versos se caracterizan por un violento escarnio a la tradici�n po�tica y, sin soluci�n de continuidad, por un estilo al mismo tiempo "naif" y parad�jico.

En mayo de 1909 inici� la correspondencia con Marinetti, y en noviembre del mismo a�o, despu�s de adherirse al movimiento futurista, se traslad� a Mil�n para conocer directamente a Marinetti y a sus compa�eros. En 1910 se public� L'incendiario, con un prefacio del fundador del futurismo. Son poemas que celebran la dimensi�n grotesca de la existencia cotidiana, en los que domina el registro ir�nico.

Pero la primera obra que lo consagr� verdaderamente como escritor fue El c�digo de Perel� (Il Codice di Perel�, 1911), una novela aleg�rica en la que se narran las aventuras fantasiosas de un hombrecillo grotesco y poco convencional, embarcado en una ingenua misi�n redentora de la humanidad. El planteamiento narrativo de la obra y la originalidad de sus soluciones estil�sticas la convirtieron en un fracaso total, y s�lo posteriormente la obra fue revalorizada por la cr�tica.

En los a�os de su adhesi�n al futurismo, adhesi�n que sin embargo no fue nunca absoluta, colabor� en las revistas florentinas Lacerba y La Voce. Pero en 1914, despu�s de publicar en Lacerba el genial "manifiesto futurista" Il controdolore, abandon� el movimiento, incapaz de soportar la preceptiva literaria de Marinetti, y tambi�n por su actitud contraria a la guerra. Su ruptura con el futurismo se hizo p�blica mediante un telegrama que Prezzolini public� en La Voce con el t�tulo de Dichiarazione. El 14 de febrero de 1915, la revista Lacerba public� el art�culo Futurismo e Marinettismo, firmado por P. Papini y Soffici, en el que los autores se distanciaban de Marinetti, intentando separar las experiencias positivas y negativas del futurismo.

En julio de 1916 el escritor fue llamado a filas y enrolado en el Tercer Regimiento de Ingenieros de Tel�grafos, acuartelado en Florencia. Fue trasladado a Roma en 1917, y despu�s de ser licenciado en 1919, regres� a Florencia. Con las narraciones de Il Re bello (1921), que oscilan entre el grotesco y el absurdo, confirm� plenamente su originalidad narrativa; en 1926 public� la Piramide, escrita poco despu�s de El c�digo de Perel�. La obra era un mon�logo funambulesco de fondo autobiogr�fico, escrito en un registro pat�tico-grotesco.

Un relato b�lico de 1920, Due imperi... mancati, revelaba su aversi�n por el nacionalismo y por el inminente fascismo: la iron�a dominante aparece mezclada con una especie de humanismo cristiano. Durante la �poca del fascismo, llev� una vida retirada, alternando la vida familiar en su ciudad con largos per�odos en Par�s. En 1932 se publicaron las Estampas del ochocientos (Stampe dell'800), evocaciones autobiogr�ficas de su infancia en una Florencia burguesa, mientras que en 1934 escribi� Las hermanas Materassi (Le sorelle Materassi), la historia de dos viejas solteronas que son traicionadas y abandonadas por el nieto al que adoran.

Los relatos de La carrera de los bufones (Il palio dei buffi, 1937), que se reanudan de forma magistral en El buf�n integral (Il buffo integrale, 1966), pertenecen a una etapa de fascinaci�n y de recreaci�n de los aspectos ir�nicos y grotescos de la existencia, reflejados en el espejo deformador de una extraordinaria inventiva narrativa. Al fallecer sus padres en 1941 se traslad� a Roma, y siete a�os m�s tarde obtuvo el Premio Viareggio por la novela Los hermanos Cuccoli (I fratelli Cuccoli). Posteriormente, public� Bestie dell'900 (1951) y la novela Roma, con la que gan� el Premio Marzotto en 1953.

En 1957 recibi� tambi�n el Premio de Literatura de la Academia dei Lincei, y aquel mismo a�o inici�, a trav�s de la editorial Mondadori, la publicaci�n de la colecci�n "Tutte le opere di Aldo Palazzeschi". Sus obras de aquellos a�os, y especialmente Los hermanos Cuccoli y Roma, marcan seg�n la cr�tica un per�odo de suavizaci�n de la vena sarc�stica e iconoclasta del autor. En cambio, Bestie, y sobre todo los cuentos de El buf�n integral y la trilog�a El Dux (Il Doge, 1967), Stefanino (1969) y Storia di un'amicizia (1971), recuperan el registro surrealista y grotesco que le hab�a caracterizado en su juventud, acerc�ndose tambi�n a soluciones estil�sticas cercanas a la nueva vanguardia.

Contempor�neamente, hab�a vuelto a cultivar la poes�a, con Cuor mio (1968) y Via delle Cento Stelle (1972), proponiendo versos que alternaban la innovaci�n formal de estilo vanguardista con la valoraci�n moral. Este retorno a la poes�a, por otra parte, hab�a sido anunciado al final de su Viaggio sentimentale (1955): "Escrib� poes�as cuando era joven, muy joven, entre 1904 y 1914. Como una forma de presentarme, en cierto modo; y vuelvo a escribir poes�as ahora, como despedida antes de irme. Durante treinta a�os he permanecido en silencio. He conocido tambi�n la sabidur�a. Pero la juventud y la vejez son el tiempo de la locura. Me despido de mi tierra, y aunque no me es posible hacerlo para cada uno de sus rincones, no hay ni uno que no tenga su lugar en mi coraz�n, al partir. Y el nuevo libro se llamar� Cuor mio".

A prop�sito del extraordinario fervor creativo del autor, que antes de morir ten�a en preparaci�n un libro de poemas (Sinfonie) y uno en prosa, Luciano de Maria ha observado que su caracter�stica fundamental era ser "muy sensible a las tendencias culturales de la �poca y, al mismo tiempo, recrearlas en una forma propia, inconfundiblemente personal. Esto explica su particular simbolismo, su futurismo, su realismo y por �ltimo, su sorprendente nuevo vanguardismo".

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].