La esposa de Alberto de Mónaco, Charlene, hasta el pasado abril estuvo 15 meses alejada de la vida pública por un problema de salud. Una infección otorrinolaringológica le costó tres intervenciones quirúrgicas y tuvo que permanecer en Sudáfrica desde el 21 de noviembre de 2021.
El pasado sábado, Charlene apareció en público junto a la familia real, en el marco de los actos por el Día Nacional de Mónaco. Respecto a la aparición, Alberto de Mónaco prestó declaraciones al periódico francés "Nice-Matin" sobre el estado de salud de su esposa.
"Estoy muy feliz de que su salud haya mejorado y pueda estar presente en muchos eventos" expresó el monarca.
A pesar de estar muy feliz por el hecho de que Charlene de Mónaco esté involucrada en diferentes compromisos sociales y humanos como es la Cruz Roja, entre otros. Alberto es consciente de que la recuperación de la princesa es lenta y lamentablemente todavía no ha logrado estar del todo bien.
“Está aún cansada en algunos momentos”, ha dicho. “Hay que dejarle todavía tiempo para que se recomponga y para asumir otros compromisos, pero lo hará”, ha confesado.
Además, el monarca ha hablado sobre sus mellizos, Jacques y Gabrielle. Será el próximo mes de diciembre cuando cumplan 8 años. Ha asegurado que “progresan muy rápido en términos de madurez” y define que es “extraordinario” verlos crecer.
Alberto y Charlene no quieren que haya diferencias entre ellos, a pesar de que solo el príncipe vaya a ser el soberano.
Según el soberano, la princesa Gabrielle “también tendrá un papel destacado y tiene que estar lo más preparada posible para poder ayudar a su hermano”. Y asegura que ambos podrían llegar a compartir responsabilidades.
Esto no sería la primera vez que ocurriría, ya que Carolina y Estefanía de Mónaco siempre estuvieron dando su apoyo al Principado. Sobre esto, Alberto de Mónaco ha dicho: “Estoy muy contento de que se impliquen tanto. Sé que puedo contar con ellos y sé que mis hijos también podrán contar con ellos”.