Este jueves 8 de septiembre de 2022 pasará a los libros como el día que murió la Reina Isabel II, el punto final a una larga vida en la que la monarca se involucró en varios hechos importantes de la historia moderna de la humanidad, como por ejemplo, el papel que desempeñó en la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, las anécdotas que envuelven a la ahora difunta reina no solamente tiene que ver con la realeza o con sus intervenciones a nivel político, o a aquellos discursos que hicieron que esta mujer se ganara un gran lugar en la historia.
Cabe recordar que la Reina Isabel II no era precisamente quien heredaría el trono en primer lugar, sin embargo, una serie de hechos, principalmente la abdicación de su tío Eduardo VIII al trono, puso a Elizabeth en la silla real.
La primera carta de la Reina Isabel II a su abuela
La Reina fue nombrada “Isabel” en honor a su madre, “Alexandra” por la madre de Jorge V (su bisabuela paterna), que había fallecido seis meses antes y “Mary” por su abuela paterna, sin embargo, en la intimidad, era llamada “Lilibet”.
Jorge V apreció mucho a su nieta y durante su grave enfermedad en 1929, sus visitas periódicas le elevaron el ánimo y le favorecieron en su recuperación, según acreditaron la prensa pública y sus biógrafos posteriores. Ella a su vez lo apreciaba a él y a su abuela la Reina María, con quien frecuentaba cartas.
La primera carta que la joven princesa Isabel le escribió a su abuela, la reina María, fue compartida en el festejo del célebre cumpleaños número 90 de la Reina y es justamente esta:
“Querida abuela”, escribió la joven realeza, con la letra insegura de un niño de cinco años. “Muchas gracias por la hermosa casa de muñecas. Me encanta y he desempacado el comedor y el pasillo. Amor de Lilibet xxx”.
La dulce carta, firmada con el sobrenombre de la infancia de la princesa, está escrita en letras mayúsculas y en papel oficial con la dirección ‘145 Piccadilly, WI’, la casa familiar de sus padres, el duque y la duquesa de York.
Es posible ver tenues líneas de guía en la nota, que también tiene marcas de borrones donde la joven real seguramente corrigió su trabajo.
En noviembre de 1938, también le escribió una carta afectuosa a su abuela viuda desde El Palacio de Buckingham. El rey Jorge V había muerto, Eduardo VIII había abdicado, el padre de la reina había sido coronado y ahora ella era la heredera del trono.
“Querida abuela”, escribió. “Muchas gracias por el hermoso broche. Qué lista debe ser esa señora para hacerlo con un centavo. Es muy parecido al abuelo”.
“Lilibet”, el cariñoso apodo hacia la Reina Isabel ll
Lilibet no es exactamente un diminutivo de Elizabeth, sino una especie de “broma” familiar de los Windsor de hace un siglo.
Esta “broma” la adoptaron sus padres, el rey Jorge VI la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, como sus abuelos, Jorge V y María de Teck, y tiene que ver con la propia Elizabeth.
Cuando era una niña pequeña, la futura reina tenía problemas para pronunciar su complicado nombre, que reducía de “Elizabeth” a “Lilibet”. La gracia de la niña se impuso, y pronto incluso Jorge VI se referiría a su hija por ese apodo
También lee:· Muere la reina Isabel II a los 96 años rodeada de sus seres queridos y tras 70 años en el trono
· A cuánto asciende la riqueza de la Reina Isabel II
· La Reina Isabel II falleció siendo la fan número uno de Cristiano Ronaldo
Suscríbete para recibir nuestro boletín de noticias gratuito en tu email.
