(Esta crítica se publicó originalmente en febrero de 2023 durante la cobertura de la Berlinale de ese año)

Estrenada pocas semanas antes de su presentación en Berlín con notable repercusión en el Festival de Sundance, coproducida por la poderosa compañía coreana CJ Entertainment y Killer Films de Christine Vachon (habitual sello detrás de los films de Todd Haynes) y adquirida para su estreno en salas de los Estados Unidos por la influyente distribuidora A24, la ópera prima de Celine Song es un crowdpleaser concebido con sensibilidad y eficacia que apunta a convertirse en una de las sensaciones cinéfilas de este 2023 (N. de la R.: ¡y vaya que se convirtió en un fenómeno de crítica y público!).

Si en 2020 el furor del cine indie fue Minari, de Lee Isaac Chung, muy probablemente el de 2023 sea otra película sobre coreanos en los Estados Unidos. Narrada en tres tiempos distintos, Vidas pasadas se remonta 24 años atrás, cuando Nora y Hae Sung son chicos de 12 que, más allá de competir por ser los alumnos con mejores calificaciones del colegio de Seúl, también son amigos inseparables. Inseparables hasta que los padres de ella deciden radicarse en Nueva York, mientras que la familia de él permanece en Corea. Hay un primer reencuentro cuando ambos tienen 24, pero el que narra la película en profundidad transcurre en la actualidad, cuando ambos ya tienen 36 años.



Nora (una magnética Greta Lee) se ha casado con un estadounidense llamado Arthur (John Magaro) y ambos se dedican a la escritura (sobre todo a la dramaturgia). Pero cuando Hae Sung (Teo Yoo) decide visitarla por unos días en la Gran Manzana todo empieza a resquebrajarse, surgen las dudas, las contradicciones, el afecto y algo más, porque la tensión romántica entre ambos es indudable. ¿Cómo lidiar con ese pasado y este presente? ¿Cómo sobrellevar con tantas dificultades de adultos algo que de niños fue pura inocencia y una amistad compartida con tanta naturalidad? ¿Ella está dispuesta a engañar a su comprensivo esposo? ¿El está dispuesto a invadir la aparente felicidad de esa pareja? Son dilemas que Celine Song y sus notables intérpretes trabajarán en este film hablado más en coreano que en inglés -rodado en 35mm con cierta impronta del cine de Richard Linklater- que tiene algunos lugares comunes estilísticos y narrativos propios del cine independiente norteamericano made for Sundance, pero que en definitiva convence y hasta emociona.

Sí, la bella y delicada Vidas pasadas tiene suficientes méritos artísticos como para sobrevivir al hype de esos genios del marketing y del lobby que son los ejecutivos de A24. En Celine Song se percibe a una gran cineasta en potencia. Materialists, una comedia romántica con varias estrellas en su elenco, será una perfecta medida para comprobarlo (o decepcionarse).