PRESCRIPCI�N DE EJERCICIO: Gu�as ACSM 2014 - � 2013 Edgar Lopategui Corsino
 

Prof. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiolog�a del Ejercicio

 

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PRESCRIPCI�N DE EJERCICIO - DELINEAMIENTOS M�S RECIENTES:
AMERICAN COLLEGE OF SPORTS MEDICINE (ACSM) - 2014

Prof. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiolog�a del Ejercicio

Catedr�tico Asociado
Universidad Interamericana de Puerto Rico
Recinto Metropolitano
 Facultad de Educaci�n y Profesiones de la Conducta

Escuela de Educaci�n
Departamento de Educación Física

PO Box 191293, San Juan, PR 00919-1293
[email: elopategui@intermetro.edu, elopateg@gmail.com, Tel: 250-1912, X2286, 2245]

C�mo citar de esta referencia:
Lopategui Corsino, E. (2013). Prescripci�n de ejercicio - delineamientos m�s recientes: American College of Sports Medicine (ACSM) - 2014. Saludmed.com: Ciencias del Movimiento Humano y de la Salud. Recuperado de http://www.saludmed.com/rxejercicio/rxejercicio.html

Presentaci�n electr�nica de este art�culo:
Puede bajar la presentaci�n de este trabajo al realizar un clic en la siguiente direcci�n Web: http://www.saludmed.com/rxejercicio/rxejercicio.ppt


Rese�a | Introducci�n | Conceptos | Evaluaci�n Salud | Pruebas Ejercicio | Rx Ejercicio | Enfermedades | Efectos Ejercicio | Ejercicios Enfermedades | Conclusi�n | Referencias

Rese�a

El prop�sito principal de este trabajo fue discutir diversas estrategias tocante a la planificaci�n y dise�o de programas de ejercicio y actividades f�scas, tando para la poblaciones aparentemente saludables omo las que sufren diversas patolog�as discapacitantes. Tambi�n, se expone la prescripci�n de ejercicio para cada una de �stas afecciones.  La presente revisi�n se inicia con una introducci�n, seguido de conceptos fundamentales de importancia.  Luego, se presentan los sistemas cruciales que corresponden a la evaluaci�n del estado de salud para los potenciales participantes de un programa de ejercicios dirigido a individuos aparentemente saludables y para poblaciones diversas, como lo son aquellos grupos que poseen alg�n tipo de enfermedad, personas obesas, ni�os, envejecientes, embarazadas y mujeres.  En el pr�ximo t�pico, se dilucidan los protocolos evaluativos requeridos para establecer la capacidad funcional.  Basado en las gu�as actuales desarrolladas por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine o ACSM, siglas en ingles), se explican los procedimientos a seguir requeridos en el desarrollo de la prescripci�n de ejercicio para el colectivo que se entrena, o rehabilita, en acorde con el perfil m�dico y las necesidades particulares para cada integrante del programa de ejercicios o actividades f�sicas.  En el tema posterior, se describen las causas y tratamiento m�dico convencional para una variedad de afecciones.  Seg�n evidencia la literatura cient�fica, se revelan las respuestas fisiol�gicas del ejercicio agudo para una diversidad de problemas de salud, as� como las adaptaciones morfofuncionales que resultan de un programa de ejercicio y actividad f�sica de naturaleza cr�nica.  Subsiguientemente, se procede a generar las correspondientes variables requeridas para la planificaci�n y dise�o de un programa de ejercicio y actividad f�sica para estas poblaciones particulares.  Este programa de ejercicios terap�uticos se bas� en las gu�as m�s recientes establecidas por la ACSM.  Finalmente, el autor expone su conclusi�n general que ata�e a este trabajo de revisi�n.

  Palabras Claves: prescripci�n de ejercicio, entrenamiento f�sico, entrenamiento funcional, el ejercicio es medicina, rehabilitaci�n cardiaca, rehabilitaci�n cardiopulmonar, ejercicios terap�uticos, recreaci�n terap�utica, ejercicio cr�nico, ejercicio agudo, respuesta, adaptaci�n, actividad f�sica, actividad f�sica de ocio, vida activa, estilo de vida f�sicamente activo, equivalencia metab�lica, METs, termog�nesis de actividades no vinculadas al ejercicio voluntario, NEAT, expendio energ�tico, costo energ�tico, costo metab�lico, actividad f�sica de intensidad moderada, actividad f�sica de intensidad vigorosa, actividad f�sica de intensidad leve, actividad f�sica de intensidad moderada a vigorosa, evaluaci�n de la salud preparticipaci�n, cuestionario de salud, inventario de salud, PAR-Q & YOU, estratificaci�n de los factores de riesgo, pruebas de aptitud f�sica, �ndice de masa corporal, circunferencia de la cintura, prueba ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria m�xima, prueba ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria subm�xima, prueba electrocardiogr�fica de esfuerzo, aceler�metro, medici�n del aceler�metro, ejercicios funcionales, entrenamiento funcional, capacidad funcional, aptitud f�sica, aptitud f�sica funcional, componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, consumo de ox�geno m�ximo, tolerancia cardiorrespiratoria, frecuencia cardiaca m�xima, homeostasis, salud, bienestar, enfermedad, patolog�a, calidad de vida, ejercicio, comportamientos saludables, salud cardio-metab�lica, enfermedades cr�nico-degenerativas, enfermedades hipocin�ticas, aterosclerosis, aterosclerosis coronaria, arterosclerosis, enfermedades cardiovasculares, riesgo, riesgo relativo, factores de riesgo, riesgo metab�lico, factores de riesgo cardio-metab�licos, riesgo relativo, factores de riesgo para cardiopat�as coronarias, colesterol, HDL-C, glucemia, cardiopat�as coronarias, hipertensi�n arterial, enfermedades cerebrovasculares, apoplej�a, c�ncer, diabetes mellitus,  obesidad, s�ndrome metab�lico, enfermedad de Alzheimer, enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica, asma bronquial, artritis, osteoporosis, sarcopenia, problemas en la espalda baja, enfermedad de Parkinson.

INTRODUCCI�N

        Aunque el ejercicio f�sico regular no representa la panacea para todas las dolencias de la humanidad, es reconocido que un programa de entrenamiento f�sico dirigido a desarrollar los componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, principalmente la tolerancia cardiorrespiratoria o capacidad aer�bica, ayuda a mejorar la calidad de la vida del ser humano.  Esto se consigue mediante el aumento en la capacidad funcional para efectuar trabajo f�sico y la prevenci�n de enfermedades cr�nico-degenerativas que incapacitan a la persona, que entre las cuales se pueden nombrar: las cardiopat�as coronarias, hipertensi�n, diabetes sacarina (mellitus), la obesidad y sus complicaciones, enfermedades cerebrovasculares, problemas/dolores en la espalda baja, osteoporosis/osteoartritis y artritis prematura.

        Sin embargo, para que se puedan obtener en forma segura y r�pida los beneficios del ejercicio, el programa de entrenamiento debe seguir unos principios cient�ficos y basarse en el resultado de la evaluaci�n del estado de salud del potencial participante, sus metas y la disponibilidad de las correspondientes instalaciones f�sicas.  El inventario de salud con la autoevaluaci�n de sus h�bitos o comportamientos de riesgo que afectan a su salud, el examen m�dico y una bater�a de pruebas que eval�an los componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud son parte de las pruebas iniciales, requeridas antes de que el participante ingrese en el programa de acondicionamiento f�sico.  Se le debe dar particular �nfasis a la evaluaci�n de la tolerancia cardiorrespiratoria o aer�bica, puesto que representa una medida importante para determinar el nivel de aptitud f�sica asociado con la salud.  Esto significa que una pobre tolerancia cardiorrespiratoria puede aumentar el riesgo de muertes y enfermedades prematuras por enfermedades degenerativas y otras causas desconocidas, pero principalmente por enfermedades cardiovasculares que afectan las arterias coronarias (ACSM, 2014a, p. 163; ACSM, 2014b, pp. 467-468).

OBJETIVOS DE LA PRESCRIPCI�N DE EJERCICIO

        En este segmento se discutir� las razones por la cual se lleva a cabo un programa de ejercicio.  Adem�s, se habr�n de exponer algunas definiciones relacionadas con este t�pico.

        �Por qu� se prescribe ejercicio? �Cu�l es su prop�sito?  Se prescribe ejercicio por diversas razones, fundamentalmente para la prevenci�n de enfermedades cr�nica-degenerativas.  Adem�s, se emplea en la rehabilitaci�n de varias enfermedades, tales como las afecciones card�acas, pulmonares, metab�licas (Ej: diabetes sacarina), para el tratamiento de la obesidad, entre otras dolencias.  Es muy importante que al prescribir o dise�ar un programa de ejercicio se persiga mantener unas medidas de seguridad durante la participaci�n en el programa.          

        El fin fundamental para la mayor�a de las prescripciones del ejercicio es aumentar o mantener la capacidad funcional del individuo.   Esto permitir� que la persona pueda funcionar efectivamente en sus tareas f�sicas cotidianas y en su vida laboral.

Prop�sitos para la Prescripci�n de Ejercicio

        Los prop�sitos particulares de la prescripci�n de ejercicio son: 1) promover la salud y prevenir enfermedades cr�nicas de naturaleza hipocin�tica, 2) mejorar los componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, 3) asegurar la seguridad durante la participaci�n en el programa de ejercicio, y 4) rehabilitaci�n.

        Promover la salud para reducir el desarrollo futuro o recurrencia de enfermedades cr�nico-degenerativas:

        En primer orden, la prescripci�n de ejercicio tiene la finalidad de promover la salud para reducir el desarrollo futuro o recurrencia de enfermedades degenerativas.  La cantidad de ejercicio requerido para reducir significativamente el riesgo de una enfermedad puede ser considerablemente menor que aquella cantidad de ejercicio necesaria para desarrollar y mantener altos niveles de aptitud f�sica.  Esto implica que los niveles de actividad f�sica/ejercicio por debajo de aquellos que corresponden a la cantidad que se necesita para mejorar la aptitud f�sica puede ser considerado como una meta principal apropiada para algunos individuos/poblaciones.  Para personas sedentarias, la adopci�n de un estilo de vida moderadamente activo puede inducir beneficios de salud importantes y podr� ser una meta m�s alcanzable que el simple hecho de lograr altos niveles de actividad f�sica y aptitud f�sica.

        El objetivo fundamental de la prescripci�n de ejercicio es proveer aquella ayuda necesaria para que los participantes puedan incrementar su actividad f�sica habitual, es decir, modificar su comportamiento hacia un estilo de vida m�s activo.  Los principios de la prescripci�n de ejercicio son flexibles.  Esto depender� de las preferencias-metas individuales y de la magnitud y velocidad de las adaptaciones desarrolladas por el individuo.  Tales principios se encuentran alineados con aquellos que forman parte del entrenamiento f�sico (o deportivo), como los son: 1) especificidad (especializaci�n), 2) individualizaci�n (variabilidad biol�gica), 3) variedad, 4) adaptaci�n, 5) sobrecarga (sobreesfuerzo), 6) progresi�n (aumento progresivo de la carga en el entrenamiento f�sico), y 7) deterioro (reversibilidad) (ACSM, 2014, p. 467; Bompa, 1999, pp. 32-42; Gambetta, 2007, pp. 72-78).  
        
        Mejorar aquellos componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, los cuales son, a saber:

       Otro prop�sito de la prescripci�n de ejercicio es mejorar aquellos componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, tales como la tolerancia cardiorrespiratoria o potencia aer�bica m�xima (VO2m�x), fortaleza-tolerancia muscular, flexibilidad y composici�n corporal.  La composici�n corporal incluye el porcentaje de grasa corporal (PG), masa corporal grasa (MCG o peso graso), masa corporal activa (MCA o peso sin grasa) y masa corporal total (MC o peso).

       
La tolerancia cardiorrespiratoria o potencia aer�bica m�xima (VO2m�x).  El prop�sito fundamental para la mayor�a de las prescripciones del ejercicio es aumentar o mantener la capacidad funcional del individuo.

       
Fortaleza y tolerancia muscular.  Estos componentes forma para de la aptitud muscular.

       
Flexibilidad.  El grado de movilidad articular represente un constituyente vital para la aptitud f�sica asociada con la salud.

       
Composici�n corporal. La complexi�n f�sica, y adiposa, de una person se compone de varios compartimientos del organismo humano.  En primera instancia tenemos la masa corporal grasa (MCG o tejido graso), la cual se deriva de la estimaci�n del, porcentaje de grasa corporal (PG) y a masa corporal (MC o masa corporal total o peso).  Otro integrante de la composici�n corporal es la masa corporal activa (MCA o tejido magro).

        Mantener la seguridad durante la participaci�n en el programa de ejercicio:

        Esto representa un aspecto de suma importancia al planificar el programa de ejercicio.  Por ejemplo, se requiere previamente contar una planificaci�n en caso de un accidente o enfermedad s�bita, utilizar la vestimenta y calzado apropiado, seguir procedimientos de hidrataci�n adecuados, entre otras.

        Rehabilitaci�n

        El ejercicio como un medio terap�utico se utiliza para el tratamiento de una diversidad de enfermedades, tales como la en la rehabilitaci�n cardiopulmonar, poblaciones diab�ticas, obesidad, entre otras patolog�as.

ESTRUCTURACI�N DEL PROGRAMA DE EJERCICIO Y ACTIVIDAD F�SICA

Poblaci�n para la cual se Dise�a un Programa de Ejercicio

        La programaci�n individualizada para la prescripci�n de ejercicio se puede dirigir a una variedad de poblaciones.  Se prescribe ejercicio, pues, para una diversidad de grupos, tales como la poblaci�n general y las poblaciones especiales.  Los adultos sedentarios (sintom�ticos y asintom�ticos), pertenecen al grupo de poblaci�n general para la cual se puede dise�ar un programa de acondicionamiento f�sico.  Por otro lado, las poblaciones especiales incluyen aquellas aparentemente saludables (ni�os, envejecientes, mujeres, embarazadas), y las que poseen ciertas enfermedades particulares (Ej: enfermedades cr�nico-degenerativas, incluyendo de tipo infecto-contagiosas).  Ejemplos de este �ltimo colectivo, incluyen trastornos card�acos (Ej: cardiopat�as coronarias, infarto al miocardio, revascularizaci�n coronaria, y otros), metab�licos (Ej: diabetes sacarina, o mellitus, obesidad, s�ndrome metab�lico, y otros), pulmonares (Ej: asma, enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica, y otras), problemas renales, reumatol�gicos/ortop�dicos (Ej: artritis, osteoporosis), infecciosas (s�ndrome de inmunodeficiencia adquirida, SIDA), entre otros similares.  

Bases para la Prescripci�n de Ejercicio
       

        La prescripci�n de ejercicio es fundamenta en la aptitud f�sica (pruebas de ejercicio).  Algunas variables fisiol�gicas que pueden ser evaluadas son, a saber: la frecuencia cardiaca v�a electrocardiograf�a, capacidad funcional y presi�n arterial.

Planificaci�n del Programa de Ejercicio

        El programa de ejercicio se estructura de tal forma que se pueda desarrollar los componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, a saber: tolerancia cardiorrespiratoria, composici�n corporal, flexibilidad, fortaleza y tolerancia muscular.

Informaci�n Preliminar que se Requiere Conocer de los Candidatos al Programa de Ejercicio

        Preferencias y Metas Personales:

        Consiste en determinar lo que busca el cliente.  Entonces. antes de que los participantes se inicien el programa de ejercicio es muy importante primero establecer las necesidades e intereses del participante.  En una entrevista personal con el potencial participante, Se requiere contestar las siguientes interrogantes: 1) �por qu� quieres hacer ejercicio?, 2) �qu� formas de ejercicio tu prefieres?, 3) �cu�ndo fue la �ltima vez que tuviste participaci�n en un programa de ejercicio regular?, y 4) �cu�nto tiempo tienes durante el d�a para dedicarlo al ejercicio?

        Historial de Salud:        

         Consiste en identificar los posibles comportamientos de riesgo, o aquellos saludables, que posee el potencial participante.  Adem�s, permite estabecer los riesgos inherentes de �ste, requerido al determinar la estratificaci�n de los riesgos.

        Perfil de Factores de Riesgo:

         Este proceso forma parte de la evaluaci�n de la salud realizada previo a que se pueda incorporar el individuo al programa de ejercicio.

        Caracter�sticas de Comportamiento:

         Tambi�n, esta informaci�n se deriva del inventario de salud.

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CONCEPTOS FUNDAMENTALES

CONCEPTO DE PRESCRIPCI�N DE EJERCICIO

        El concepto de prescripci�n de ejercicio se refiere al proceso mediante el cual a una persona se le dise�a un programa de ejercicio en forma sistem�tica e individualizada (ACSM, 2014b, p. 466); incluye la cuantificaci�n de variables que determinan la dosis del ejercicios, tales como el tipo de ejercicio, frecuencia, duraci�n, volumen y progresi�n (ACSM, 2014b, pp.162, 179-180; ACSM 2014, pp. 466, 468,).  La prescripci�n de ejercicio forma mate del proceso global de la metodolog�a del entrenamiento f�sico.  Tal sistema estructurado, de programaci�n de ejercicios f�sicos, consiste en planificar, dise�ar e implementar un conjunto movimientos iterativos que generan el organismo humano, con el fin de conservar u optimizar parte, o todos, los constituyentes de la aptitud f�sica (ACSM, 2014b, p. 468).

T�RMINOS VINCULADOS CON EL MOVIMENTO HUMANO Y LA INACTIVIDAD F�SCA

Actividad F�sica y Ejercicio

       
Un nivel alto de buena salud o bienestar se adquiere principalmente mediante la pr�ctica de comportamientos saludables (estilos de vida apropiados) (Breslow, 1990, pp. 155-163).  Ciertamente, la pr�ctica diaria de estilos de vida activos juega un papel importante en la prevenci�n de enfermedades cr�nicas-degenerativas y en un menor grado de riesgo para muertes prematuras (Blair, & Connelly, 1996; Blair, Kampert, Col III, Barlow, Macera, Paffenbarger, Jr, & Gibbons, 1996; Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton, & McPherson, 1990, pp. 3-28; Lee & Paffenbarger, Jr, 1996; Paffenbarger, Jr., Hyde, & Wing, 1990; Pate et al, 1995; Shephard, 1995; Slattery, 1996).

        Se considera que una persona posee un estilo de vida activo (o se encuentra activo f�sicamente) cuando incorpore, de modo regular, actividades f�sicas de moderada intensidad que acumulen aproximadamente 21 minutos o m�s durante la mayor�a de los d�as de la semana.  Tambi�n, para personas que incursionen en actividades f�sicas de intensidad vigorosa que acumulen aproximadamente 11 minutos o m�s diariamente (USDDHHS, 2008).  Se considera, pues, a una persona f�sicamente activa cuando practique diariamente la recomendaciones de actividad f�sica (Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Claro, es crucial evitar permanecer sentado por periodos prolongados de tiempo, porque se habr�a de invalidar los posibles beneficios para la salud, a�n cuando se contin�e comprometido con estas gu�as de actividad f�sica (Hamilton, Healy, Dunstan, Zderic, & Owen, 2008).    

        El t�rmino movimiento indica un cambio en lugar, posici�n, o postura, del cuerpo como un todo, de sus segmentos o del centro de masa en relaci�n a un sistema de referencia en el ambiente (Hamill & Knutzen, 2009, p. 24; Kent, 1994, p. 286).  El movimiento corporal se produce por la acci�n de los m�sculos esquel�ticos, lo cual implica la utilizaci�n y liberaci�n de energ�a.

        Al discutir el concepto de expendio energ�tico (o costo energ�tico) nos referimos a la producci�n de energ�a calor�fica total por parte del organismo humano durante su intervenci�n en una actividad f�sica o ejercicio (Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton & McPherson, 1990; Kent, 1998, p. 169).  Tal gasto de energ�a se encuentra constituido por el expendio energ�tico en reposo y el expendio energ�tico de ejercicio o actividad f�sica (Garber, at al. 2011).  Las unidades de medida comunes empleadas para expresar el costo energ�tico son los METs, kilocalor�as (kcal) o kilojulios.  Por el otro lado, el MET representa un equivalente metab�lico que expresa unidades de energ�a.  Un MET es igual al consumo de ox�geno relativo en reposo (1 MET = 3.5 O2 ml � kg-1 � min-1) (Garber, Blissmer, Deschenes, Franklin, Lamonte, Lee, Nieman & Swain, 2011). 

        En la actualidad, a�n existe confusi�n sobre los conceptos de actividad f�sica y ejercicio.  Una gran cantidad de profesionales y educadores en salud intercambian estos t�rminos como sin�nimos.  Esta confusi�n estuvo presente por muchos a�os entre los investigadores epidemi�logos (Taylor, 1983).  No fue hasta la publicaci�n del art�culo de Caspersen, Powell y Christenson (1985) donde se propuso una definici�n est�ndar para los conceptos de actividad f�sica, ejercicio y aptitud f�sica (v�ase Tablas 1 y 2).

Tabla 1: Conceptos B�sicos Relacionados con el Nuevo Enfoque sobre el Impacto de la Actividad F�sica Regular en la Salud P�blica

Actividad F�sica

: Cualquier movimiento corporal producido por los m�sculos esqueletales que resulta en gasto energ�tico.

Actividad F�sica Moderada

: Aquella actividad que resulta en un gasto energ�tico fluctuando entre 3 a 6 METs o de 150 a 200 kilocalor�as (kcal) por d�a.

Ejercicio

: Aquella actividad f�sica planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin, es decir, para el mejoramiento o mantenimiento de uno m�s de los componentes de la aptitud f�sica.

Aptitud F�sica

: Conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan relacionado con la habilidad para llevar a cabo actividades f�sicas.
NOTA. Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research," por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 129. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf; "Physical Activity and Health", por U.S. Department of Health and Human Services, 1996, p. 2
 
Tabla 2: Comparaci�n entre Actividad F�sica y Ejercicio.
  CARACTER�STICA   ACTIVIDAD F�SICA   EJERCICIO  

 

Movimiento Corporal
mediante los
M�sculos Esquel�ticos

  SI   SI  

 

Gasto Energ�tico (kcal)

  SI   SI  

 

Fluctuaci�n:
Alto a Bajo

  SI   SI  

 

Relaci�n con la:
Aptitud F�sica

  Correlaci�n Positiva   Alta Correlaci�n Positiva  

 

Planificaci�n

  NO  

Dise�o estructurado:

  Plan de movimientos corporales repetitivos.

Objetivo:

  Mantener o mejorar los componentes de la aptitud f�sica.
 
NOTA. Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research," por C. J. Caspersen, K. E. Powell y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 129. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf

        Seg�n estos investigadores, actividad f�sica representa "cualquier movimiento corporal producido por los m�sculos esquel�ticos que resulta en gasto energ�tico" (Caspersen, Powell & Christenson, 1985) (v�ase Gr�fico 1).  Si un individuo, o un grupo de personas, deciden utilizar su tiempo libre para llevar a cabo actividades f�sicas, tal acci�n se conceptualiza como actividad f�sica de ocio (Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton & McPherson, 1990).  Actividad f�sica moderada es aquella que resulta en un costo energ�tico de 3 a 5.9 METs (USDHHS, 2008, pp. A-4, D-4).  Cuando se habla de inactividad f�sica, se hace referencia a patrones de estilos de vida sedentarios.  Seg�n Tremblay, Colley, Saunders, Healy y Owen (2010), tal t�rmino se refiere a la falta de actividad f�sica o el tiempo comprometido por el individuo que no incluya alg�n tipo de actividad f�sica, la cual posea una intensidad dada.

Gr�fico 1: El Concepto de Actividad F�sica. Descripci�n diagram�tica del significado de actividad f�sica. (Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research", por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 126. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf).

        Existe la tendencia que la prevalencia de la actividad f�sica para varias culturas disminuye conforme se observa una econom�a saludable del pa�s (Hardman & Stensel, 2009, p. 14).  Tambi�n, se ha demostrado que se reduce marcadamente los niveles de actividad f�sica seg�n aumenta la edad, donde la poblaci�n femenina evidencia un menor nivel de actividad f�sica en comparaci�n con los varones (Hardman & Stensel, 2009, p. 14).

        En otro orden, ejercicio es aquella actividad f�sica planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin, es decir., para el mejoramiento o mantenimiento de uno m�s de los componentes de la aptitud f�sica (Caspersen, Powell & Christenson, 1985) (v�ase Gr�fico 2).  Un ejercicio f�sico de baja intensidad se define como aquel que se encuentre entre 30-<40% del consumo de ox�geno m�ximo (VO2m�x) o frecuencia cardiaca de reserva (FCresv), es decir, ejercicios durante el cual la persona es capaz de hablar (ACSM, 2013, pp. 165, 167).  Estas intensidades son recomendadas para poblaciones con enfermedades cr�nicas-degenerativas (Ej: cardiopat�as coronarias) (Pollock, Wilmore & Fox, 1990), y envejecientes, particularmente porque reducen los eventos coronarios fatales y no fatales, y aumentan las lipoprote�nas de alta densidad (Pollock, et al., 1994).

Gr�fico 2: Definici�n de Ejercicio. Mapa conceptual para el t�rmino de ejercicio. (Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research", por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 128. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf).

APTITUD F�SICA Y SUS COMPONENTES

        La aptitud f�sica (physical fitness) integra, de manera funcional, el conjunto de todos los sistemas org�nicos del cuerpo humano, los cuales est�n sujeto por el nivel de actividad f�sica (Paffenbarger, Hyde & Wing, 1990).

El Concepto de Aptitud F�sica

       
El t�rmino de aptitud f�sica ha evolucionado a lo largo del tiempo.  Diversas organizaciones y  autores han propuesto su percepci�n conceptual.  En los pr�ximos p�rrafos se discutir� la definici�n de aptitud f�sica.

        La definici�n cl�sica de aptitud f�sica, una de las primeras en salir en la literatura, se describe como la capacidad de llevar a cabo las actividades cotidianas normales (trabajo y asueto) con vigor, eficiencia y sin fatigarse en exceso, teniendo a�n energ�a suficiente para disfrutar de pasatiempos y lidiar con emergencias imprevistas (President's Council on Physical Fitness and Sports,1971) (v�ase Gr�fico 3).

Gr�fico 3: El Concepto Tradicional de la Aptitud F�sica. Este enfoque de la aptitud f�sica enfatiza el empleo de reservas energ�ticas para poder encarar efectivamente situaciones de emergencia. (Adaptado de: President's Council on Physical Fitness and Sports, 1971, Physical Fitness Research Digest, Series 1(1)).

       Tambi�n, en el 1971, un colectivo de investigadores, pertenecientes a la OMS, expusieron su posici�n ante el t�rmino de aptitud f�sica.  Entonces para la OMS, tal concepto representaba "la habilidad para llevar a cabo muscular satisfactoriamente." (Anderson, Shephard, Denolin, Varnauskas & Masironi, 1971).   

        En el 1985 se revel� en la literatura cient�fica una de las publicaciones m�s citas, en la cual se plantearon los conceptos de actividad f�sica, ejercicio y aptitud f�sica (Casperson, Powel y Christenson, 1985).  Estos autores establecieron que aptitud f�sica representaba "un conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan que se relaciona con la habilidad para llevar a cabo actividad f�sica."  Un a�o mas tarde, Nieman (1986, p. 34) afirm� que la aptitud f�sica era  "un estado de energ�a din�mica y vitalidad que nos capacita/permite no solamente llevar a cabo nuestras tareas diarias, pr�ctica de actividades recreativas y encarar emergencias imprevistas, sino tambi�n nos ayuda a prevenir las enfermedades hipocin�ticas, mientras se funcione a niveles �ptimos de la capacidad intelectual y experimente el disfrute de la vida".  En esta misma d�cada, Pate (1988), postul� que tal concepto deber�a definirse como "un estado caracterizado por (a) una habilidad para realizar actividades diarias con vigor y (b) una demostraci�n de las caracter�sticas y capacidades que est�n asociadas con un bajo riesgo para el desarrollo de enfermedades hipocin�ticas (es decir, aquellas asociadas con inactividad f�sica)."  Desde un enfoque cardiorrespiratorio y muscular, Getchell y Anderson (1987, pp. 15-16) afirman que una persona que posea una apropiada aptitud f�sica implica que "el coraz�n, los vasos sangu�neos, los pulmones y los m�sculos funcionan al m�ximo rendimiento.

        Una de las organizaciones de mayor prestigio internacionalmente, vinculada con la medicina del deporte y ciencias del movimiento humano, es decir, la ACSM, plantearon en el 1990 que la aptitud f�sica significaba "...la habilidad de realizar niveles de moderada a vigorosa actividad f�sica sin  fatiga y la capacidad para mantener tal habilidad a lo largo de la vida." (ACSM, 1990).  En a�os recientes, esta organizaci�n revis� la definici�n de aptitud f�sica (Garber, at al. 2011).  Otros autores de renombre en el campo de las ciencias del movimiento humano han publicado su postura ante el t�rmino aptitud f�sica.  Por ejemplo, Miller, Grais, Winslow y Kaminsky (1991) expusieron que el concepto de aptitud f�sica significaba  un "un estado de habilidad para realizar un trabajo f�sico sostenido caracterizado por una integraci�n efectiva de la tolerancia cardiorrespiratoria, fortaleza muscular, flexibilidad, coordinaci�n y composici�n corporal".  Por su parte, Howley y Franks (2007, p. 517), fundamentado en el planteamiento de Casperson, Powel y Christenson, (1985) proponen que la aptitud f�sica es un agregado de particularidades �nicas, lo cual facilita al individuo ejecutar efectivamente actividades f�sicas. 

        En otro orden, Lopategui (2006, p. 44) intent� reconceptualizar la definici�n tradicional de aptitud f�sica, indicando que "...representa la habilidad que posee la persona para llevar a cabo todo tipo de trabajo f�sico efectivamente y sin fatiga excesiva, particularmente actividades que demandan capacidades cardiorrespiratorias, de las cuales el individuo se recupera con prontitud para ejecutar otras tareas f�sicas (cotidianas, deportes recreativos) o manejar situaciones de emergencias que pudieran requerir un esfuerzo f�sico."  Tal enfoque retoma elementos que constituyen parte de la primera definici�n de aptitud f�sica (President's Council on Physical Fitness and Sports,1971). A esta definici�n, se puede integrar la importancia de un �ptimo nivel de aptitud f�sica (elevado estado de energ�a y vitalidad) para la prevenci�n de enfermedades cr�nicas-degenerativas que emergen principalmente a ra�z de un comportamiento sedentario (Nieman,2007, p. 779) (v�ase Gr�fico 4).

Gr�fico 4: Aptitud F�sica. Concepci�n diagram�tico del t�rmino de aptitud f�sica (Adaptado de: President's Council on Physical Fitness and Sports, 1971, Physical Fitness Research Digest, Series 1(1); Exercise Testing and Prescription: A health-related approach. 6ta. ed.; p. 779, por D. C. Nieman, 2007, New York, NY: McGraw-Hill Higher Education. Copyright 2007 por: The McGraw-Hill Companies, Inc.).

Los Componentes de la Aptitud F�sica

       
Similar al concepto de salud, una aptitud f�sica �ptima se alcanza cuando todos sus componentes se hayan desarrollado en forma adecuada.  Estos componentes se pueden clasificar en dos categor�as principales.  La primera describe a los componentes de la aptitud f�sica relacionados con la salud, que implican aquellos constituyentes que poseen un v�nculo con la salud �ptima (The President's Council on Physical Fitness and Sports [PCPFS], 2008; Nieman, 2007, p. 33; USDHHS, 1996, pp. 20, 22).  Bajo esta categor�a, se encuentra la capacidad o tolerancia aer�bica o cardiorrespiratoria, la flexibilidad, tolerancia muscular, fortaleza muscular y composici�n corporal (Nieman, 2007, p. 33).  En otro lado, encontramos los componentes de la aptitud f�sica relacionados con las destrezas o de capacidad neuromuscular, tales como la agilidad, balance, coordinaci�n, rapidez, potencia y reacci�n al tiempo (The President's Council on Physical Fitness and Sports [PCPFS], 2008; Nieman, 2007, p. 33; USDHHS, 1996, pp. 20, 22) (v�ase Gr�fico 5).  A continuaci�n se describen los elementos vinculados con la salud.

Gr�fico 5: Los Componentes de la Aptitud F�sica. Descripci�n de las clasificaciones para los integrantes de la aptitud f�sica. (Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research", por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 128. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf).

        Componentes Relacionados con la Salud

        Capacidad Aer�bica
.  La capacidad aer�bica tambi�n se conoce como tolerancia cardiorrespiratoria, tolerancia circulo-respiratoria o cardiovascular, consumo de ox�geno m�ximo (VO2m�x), aptitud fisiol�gica, est�mina, aire, o simplemente estar en forma (aptitud f�sica).  Se define como la capacidad del coraz�n, los vasos sangu�neos y los pulmones para funcionar eficientemente y realizar actividades sostenidas con poco esfuerzo, menos fatiga y con una recuperaci�n r�pida. Fisiol�gicamente significa la habilidad del individuo para tomar (respiraci�n), transportar (cardiovascular) y utilizar (enzimas aer�bicas) ox�geno durante ejercicios vigorosos y prolongados (ejercicios aer�bicos).

        Flexibilidad
.  Podemos definir flexibilidad como la capacidad para usar la unidad m�sculo-tendinosa en toda la amplitud de su alongamiento (extensibilidad) y de activar las articulaciones de forma efectiva, es decir, doblarlas, enderezarlas y torcerlas f�cilmente.  Existen dos tipos de flexibilidad, las cuales son: la est�tica y din�mica.  La flexibilidad est�tica se refiere a la amplitud de un posible movimiento alrededor de una coyuntura o secuencia de coyunturas. La flexibilidad din�mica representa la oposici�n o la resistencia de una articulaci�n (o coyuntura) al movimiento.  La amplitud o arco de movimiento de una articulaci�n tiene unos l�mites anat�micos que impiden seguir su recorrido de movimiento.   Los l�mites estructurales para la flexibilidad son 1) alineamiento estructural de los huesos, 2) cantidad de tejido muscular y grasa, 3) ligamentos y otras estructuras asociadas con la c�psula de la coyuntura, 4) los tendones y otros tejidos conectivos, y 5) La piel.

        Tolerancia Muscular
.  Se define como la capacidad que posee un m�sculo para ejercer m�ltiples contracciones o mantener una contracci�n est�tica durante un periodo prolongado de tiempo, sin experimentar fatiga excesiva.  La tolerancia muscular se desarrolla mediante un programa de entrenamiento con resistencias (Ej: pesas o alg�n objeto que ofrezca resistencia) en el cual se utilice poca resistencia y muchas repeticiones.  Los ejercicios calist�nicos, como los abdominales, lagartijas, entre otros, tambi�n desarrollan la tolerancia muscular.  �stos utilizan como resistencia el propio peso del segmento corporal que se ejercita.

        Fortaleza Muscular
.  La fortaleza muscular representa la capacidad que tiene un m�sculo para ejecutar una tensi�n m�xima contra una resistencia.  Puede ser de tipo din�mica (combinaci�n de contracciones conc�ntricas y exc�ntricas), isom�trica (est�tica), isocin�tica o explosiva (potencia, es decir, fuerza por unidad de tiempo).

        Composici�n Corporal
.  La composici�n corporal se refiere al nivel relativo que tiene el cuerpo entre el peso sin grasa (liso, magro o masa corporal activa) y el peso graso (la grasa almacenada en el organismo).  Bajo este componente se describen las siguientes caracter�sticas: 1) talla (estatura), 2) masa corporal activa (MCA, peso magro o liso) masa corporal grasa (MCG o peso graso), 3) masa corporal total (MCT o peso total), 4) somatotipo o tipos f�sicos (endomorfia, ectomorfia y mesomorfia), y 5) l�quidos (agua) versus s�lidos.

DESCRIPCI�N DEL CONCEPTO DE ENFERMEDADES CR�NICO-DEGENERATIVAS

Evoluci�n Sem�ntica del T�rmino Enfermedades Cr�nicas

        Las enfermedades cr�nicas o discapacitantes son aquellas que com�nmente se adquieren por medio de estilos de vida inapropiados, aunque siempre hay que considerar que existen factores gen�ticos, es decir, de naturaleza hereditaria, que pueden originar tales trastornos.  La diferencia entre una enfermedad cr�nica y una infecto-contagiosa se fundamenta sobre el hecho de que los disturbios degenerativos y cr�nicos no son transmitidas mediante las v�as de contagio (Ej: contacto f�sico directo o personal, f�mites y otros).

        Desde el punto de vista m�dico, las enfermedades cr�nicas se consideran aquellas alteraciones de la salud (en todas sus dimensiones) que se desarrolla, y mantienen, durante un per�odo largo de tiempo (Roitman & Lafontaine, 2012, p. 1).  Se caracterizan por su naturaleza no infecciosa, recurrentes, degenerativas y poseer s�ntomas menos llamativos en comparaci�n con las enfermedades agudas (Caroll, 1998).  Estos tipos de afecciones pueden ocasionar incapacidades totales o parciales (Murrow & Oglesby, 1996).  El adjetivo de cr�nico aplica para aquel conjunto de enfermedades de naturaleza prolongada y reincidente, caracterizadas por la ausencia de pat�genos infecciosos no-t�xicos (Bhopal, 2002, p. xxi).  Para aquellas enfermedades cr�nicas que inducen un deterioro paulatino de los tejidos ubicados en el organismo humano, se la adjunta otro adjetivo que describa esta complicaci�n cl�nica.  A este respecto, se establece que tales males son de naturaleza degenerativos, por lo que se identifican como enfermedades cr�nico-degenerativas (Bhopal, 2002, p. xxii) (V�ase Gr�fico 6).  Com�nmente, estos tipos de patolog�as cr�nicas no se alivian mediante intervenciones quir�rgicas ni con el consumo de medicamentos a corto plazo (Murrow & Oglesby, 1996).

Gr�fico 6: El Concepto de Enfermedades Cr�nico-Degenerativas. Descripci�n diagram�tica para el concepto de enfermedades cr�nico-degenerativas (Informaci�n de: The exercise professional's guide to optimizing health: Strategies for preventing and reducing chronic disease. p. 1,  J. L. Roitman y T. Lafontaine, 2012, Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: Lippincott Williams & Wilkins, a Wolters Kluwer business; "Understanding chronic illness from the patient's perspective" por L. W. Caroll, 1998, Radiologic Technology, 70(1)).

        Las enfermedades cr�nicas poseen ciertas caracter�sticas particulares, que son: 1) com�nmente, tales afecciones requieren un per�odo de tiempo considerable para que se desarrollen, lo cual implica que su naturaleza cr�nica (a largo plazo); 2) estas dolencias promueven una destrucci�n progresiva de los tejidos, por tal raz�n, tambi�n se les designan como degenerativas; 3) interfieren con la capacidad del cuerpo para funcionar de forma �ptima, es decir, representan patolog�as discapacitantes y; 5) algunas enfermedades degenerativas pueden prevenirse, es decir, es posible minimizar sus efectos da�inos a la salud (V�ase Gr�fico 25).
 

Gr�fico 7: Caracter�sticas de las Enfermedades Cr�nico-Degenerativas. Descripci�n diagram�tica para el concepto de enfermedades cr�nico-degenerativas (Datos de: "Compendium of physical activities: An update of activity codes and MET intensities," por B. E. Ainsworth, W. L., Haskell, M. C. Whitt, M. L. Irwin, A. M. Swartz, S. J. Strath, W. L. O'Brien, D. R. Jr. Bassett, K. H. Schmitz, P. O. Emplaincourt, D. R. Jr. Jacobs y A. S. Leon, 2000, Medicine & Science in Sports & Exercise, 32(9 Suppl), pp. S500-S501, S506-S507. Recuperado de Recuperado de http://juststand.org/portals/3/literature/compendium-of-physical-activities.pdf ).

        Una gran parte de estos trastornos cr�nicos se encuentran representadas dentro de las primeras causas de muerte en Puerto Rico y en muchos otros pa�ses, particularmente aquellos desarrollados.  Algunas de dichas enfermedades son, a saber: enfermedades del coraz�n y circulatorias, tales como las cardiopat�as coronarias (enfermedades de las arterias coronarias del coraz�n o aterosclerosis coronaria); los padecimientos hipertensos, claudicaci�n intermitente; c�ncer; diabetes sacarina; accidentes cerebrovasculares (Ej: apoplej�a o derrame cerebral); enfermedades pulmonares; problemas en la espalda baja; enfermedades �seas (Ej: osteoporosis) y reum�ticas (Ej: artritis reumatoide, osteoartritis); afecciones renales (Ej: nefritis); enfermedades del h�gado (hep�ticas), entre otras (v�ase Tabla 3).

Tabla 3: Primeras Diecinueve Causas de Muerte para Ambos Sexos en Puerto Rico, A�o 2008
  ORDEN   CAUSAS DE MUERTE   TASA por
100,000
Habitantes
  Por ciento
de Todas
las Muertes
 

  1  

Enfermedades del Coraz�n

  126.4   18.4  

  2  

Tumores Malignos (C�ncer)

  117.7   17.2  

  3  

Diabetes Sacarina (Mellitus)

  67.0   9.8  

  4  

Enfermedad de Alzheimer

  38.0   5.5  

  5  

Enfermedades Cerebrovasculares

  36.4   5.3  
  6  

Enfermedad Cr�nica de las V�as Respiratorias Inferiores

  28.7   4.1  
  7  

Accidentes

  27.7   3.8  
  8  

Nefritis, Nefrosis y S�ndrome Nefr�tico

  25.0   3.6  
  9  

Influenza y neumonia

  22.6   3.3  
  10   Septicemia   20.7   3.0  
  11   Homicidio   20.4   2.8  
  12   Hipertensi�n Primaria y Enfermedad Renal Hipertensiva   12.3   1.8  
  13   Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)   10.9   1.4  
  14   Suicidio   7.5   1.0  
  15   Enfermedades del H�gado y Cirrosis   5.9   0.9  
  16   Neumonitis debido a S�lidos y L�quidos   5.4   0.8  
  17   Ciertas Condiciones Originadas en el Periodo Perinatal   6.6   0.7  
  18   Anemias   4.5   0.7  
  19   Neoplasma Benigno   4.3   0.6  
NOTA. De: Nuevas Estad�sticas de Mortalidad, 2000-08 (p. 12), por Instituto de Estad�sticas de Puerto Rico, 2010, San Juan, Puerto Rico: ELA. Copyright 2010 por: Instituto de Estad�sticas de Puerto Rico. Recuperado de http://www.salud.gov.pr/Datos/EstadisticasVitales/Informe Anual/Nuevas Estad�sticas de Mortalidad.pdf

Relaciones Etiol�gicas para las Enfermedades Cr�nicas

        Puesto que uno de los factores principales que inducen a las enfermedades cr�nicas es la falta de ejercicio o escasa actividad f�sica, desde la perspectiva de la aptitud f�sica, otros autores clasifican estas dolencias como enfermedades hipocin�ticas (Allsen, Harrison, & Vance, 1997, p. 4; Corbin & Lindsey, 1997, pp. 5, 25-26; Heyward, 1998, p. 2).

        Actualmente, el auge de las enfermedades cr�nico-degenerativas como las principales causas de incapacidad y muerte en Puerto Rico y Estados Unidos de Norteam�rica, reflejan principalmente el descuido en los patrones de estilos de vida y h�bitos particulares del ciudadano.  Los comportamientos de riesgo que prevalecen en la isla promueven la alta incidencia de enfermedades cr�nicas de naturaleza discapacitante y al aumento en la tasa de mortalidad originado por estas afecciones.

        El sedentarismo, o un pobre nivel de aptitud f�sica, representan uno de los factores de mayor preeminencia que promueven el desarrollo de estos trastornos degenerativos (particularmente las enfermedades en las arterias coronarias del coraz�n) y a la mortalidad prematura (Ekelund, Haskell, Jonson, Whaley, Criqui & Sheps, 1988; Sandvik, Erikssen, Thaulow, Erikssen, Mundal & Rodahl, 1993).

Medidas Preventivas y Terap�uticas

        Algunas de las enfermedades cr�nicas de origen hipocin�tico pueden prevenirse mediante un r�gimen regular de ejercicios o actividad f�sica.   M�s aun, un programa de ejercicio regular, o una mayor participaci�n en actividades f�sicas, puede emplearse como un tratamiento complementario para otras dolencias que no se consideran categorizadas como hipocin�ticas, entre las cuales se pueden nombrar: las enfermedades infecciosas, artritis, dolor cr�nico y el s�ndrome premenstrual (PMS, siglas en Ingl�s) (Corbin & Lindsey, 1997, p. 26-27).

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SISTEMAS DIRIGIDOS A EVALUAR EL ESTADO ACTUAL DE SALUD, Y DE LOS POTENCIALES RIESGOS,
EN LOS PARTICIPANTES PROSPECTOS

        La evaluaci�n de los potenciales participantes para un programa de ejercicio es de gran importancia, puesto que previenen posibles situaciones de emergencias m�dicas.  Se encuentra muy bien documentado, en la literatura cient�fica, los beneficios del ejercicio sobre el organismo humano.  No obstante, tambi�n, el ejercicio induce un aumento en las demandas metab�licas sobre el sistema cardiovascular, as� como un incremento en la actividad simp�tica. Tomando en consideraci�n este hecho, se puede inferir que ser�a de un alto riesgo para la salud, e incorrecto desde el punto de vista �tico, que se permita participar en el programa de ejercicio a un posible cliente que no se conozca el nivel de gravedad de su enfermedad (Ej: alg�n tipo patolog�a cardiaca).  Pasar por alto tal conocimiento puede, posiblemente, puede ocasionar un ataque cardiaco al individuo que se ejercita. Consecuentemente, para evitar estos eventos adversos al cliente, es de vital importancia que, antes de integrar al cliente al programa, y realizar una prueba de esfuerzo, se debe establecer el nivel de riesgo de �ste.  Este an�lisis permite tomar una mejor decisi�n en cuanto a si es factible, y seguro, continuar con el cliente.

        Previo a cualquier intervenci�n de un programa de ejercicio o actividad f�sica, de naturaleza preventiva o terap�utica, es de suma importancia llevar a cabo las evaluaciones de salud correspondientes.  Esto tambi�n aplica si al participante se le requiere someter a una prueba a ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria (subm�xima o m�xima) o a pruebas que miden las aptitudes f�sicas de �ste.  Este proceso evaluativo asiste en el mecanismo requerido para determinar si el potencial participante se encuentra apto, m�dicamente, para ingresar al programa de ejercicio o realizar la prueba de esfuerzo.  Consecuentemente, el fisi�logo del ejercicio cl�nico se asegura que la probabilidad que, por ejemplo, se produzca un ataque al coraz�n u otros males, se reduzca al m�nimo.  Entonces, tales accidentes se pueden evitar si se realiza un examen del estado de salud/condici�n f�sica antes de comenzar un ejercicio regular, o una prueba de ejercicio.  Consecuentemente, para poder prescribir un programa de ejercicio individualizado, o ejecutar alg�n tipo de evaluaci�n de esfuerzo, de forma segura y efectiva, se debe evaluar primero el estado de salud del participante potencial.  Esta evaluaci�n deber�a incluir un examen m�dico, un cuestionario de salud y luego efectuar una serie de pruebas de aptitud f�sica relacionadas con la salud.
 

INTRODUCCI�N

        Es de suma importancia que, como requisito, previo a que el potencial participante se someta a una prueba de capacidad funcional (o de aptitud f�sica), o de su ingreso a un programa de ejercicio/aptitud f�sica (bajo un escenario cl�nico o comunitario), tal persona sea evaluada su estado vigente de salud, incluyendo los factores de riesgo para una gran gama de enfermedades de naturaleza cardiovascular, pulmonar o metab�lica.  Para este prop�sito, se emplean una variedad de m�todos de evaluaci�n.  Los tipos de pruebas evaluativas de salud implementadas al candidato, depender� del enfoque del programa y del prop�sito de la instalaci�n f�sica que alberga el programa de ejercicio o de actividad f�sica.  Por ejemplo, las evaluaciones de la salud son m�s rigurosas en programas de ejercicio que requieren la supervisi�n m�dica (Ej: rehabilitaci�n cardiaca o pulmonar), en comparaci�n con instalaciones f�sicas dedicadas a proveer servicios de ejercicio y actividad f�sica a poblaciones aparentemente saludables (Ej: programas comunitarios de ejercicios grupales o recreativos).  Esta medida evaluativa dispone de un mayor control preventivo para circunstancias de emergencias cardiacas que puedan surgir durante la prueba ergom�trica de esfuerzo progresivo o sesiones de ejercicio (entrenamiento f�sico).

        Estas pruebas de salud se confeccionan con el fin de detectar aquellos individuos que evidencien contraindicaciones m�dicas a un programa de ejercicio, o prueba electrocardiogr�fica de esfuerzo.  En aquellos casos donde se identifique un problema de salud clasificado como contraindicativo, el potencial participante no podr� incorporarse al programa hasta tanto tal afecci�n cl�nica sea erradicada o se encuentre controlada.  Tambi�n, la evaluaci�n de la salud sirve para identificar las personas que posean patolog�as degenerativas de considerable magnitud, de manera que sea necesario que ingrese a un programa de ejercicio en el cual intervenga personal m�dico.  Esto implica, la necesidad de un referido m�dico para un programa de ejercicio supervisado m�dicamente.

       Otro objetivo de estas evaluaciones es determinar la posible necesidad que el candidato sea examinado por un m�dico (el examen cl�nico o m�dico), se le requiera realizar una prueba ergom�trica de esfuerzo, o ambas.  Esto puede ser debido a un mayor riesgo (de moderada hasta un nivel de riesgo alto) para alguna enfermedad cr�nico-degenerativa, por la presencia de s�ntomas particulares o ciertos factores de riesgo.  Tal examen m�dico de mayor envergadura, formar� parte de la evaluaci�n de la salud preparticipaci�n, que es compulsoria antes que pueda ingresar el participante prospecto al programa de ejercicio.  Tambi�n, estas evaluaciones sirven de fundamento para establecer las modificaciones de progresi�n requeridas en las variables que determinan la dosis del ejercicio (Ej: intensidad, frecuencia, y otros), ya para un participante aceptado en el programa.

        Aquellos participantes prospectos que se identifiquen de alto riesgo, posiblemente habr�n de requerir un examen m�dico riguroso y la realizaci�n de una prueba ergom�trica de esfuerzo previo poder incorporarse en un programa de ejercicio.

        Finalmente, la evaluaci�n de la salud y riesgos para enfermedades cardio-metab�licas y pulmonares asisten en reconocer aquellas personas que tienen otras necesidades particulares.  Algunos ejemplos de estos problemas, que requieren una atenci�n especial son, deficiencias (o limitaciones) ortop�dicas, estado gestacional (embarazo), y otras.  Tal proceso provee la posibilidad de una mejor adherencia del participante al programa de ejercicio.  Tambi�n, esta precauci�n instaura una mayor seguridad durante la prueba de esfuerzo progresiva o la pr�ctica de los ejercicios.  Entonces, la evaluaci�n de otros posibles des�rdenes cl�nicos asisten en la disminuci�n de riesgos para eventos de emergencias m�dicas s�bitas, principalmente situaciones cardiacas (Ej: infarto al miocardio, paro cardiaco, fibrilaci�n ventricular, y otras), y lesiones de tipo oseo-musculares, los cuales se encuentran asociados con la pr�ctica de los ejercicios o ejecuci�n de las evaluaciones ergom�tricas de esfuerzo.  M�s a�n, el desarrollo de una prescripci�n de ejercicio individualizada m�s efectiva se asegura al detectar tales necesidades especiales (ACSM, 2014a, p. 22; ACSM, 2014b, pp. 170-171).

        Se ha instituido que la inclusi�n de un sistema dirigido a la evaluaci�n de la salud antes que el individuo conlleve una prueba de esfuerzo, o se incorpore a un programa de ejercicio, disponen una raz�n beneficio-a-riesgo �ptima (ACSM, 2014b, p. 170).  Cuan extenso habr� de ser la evaluaci�n de la salud, as� como el tipo de esta valoraci�n, se encuentra determinado por la edad, sexo y la percepci�n, muy particular sobre la salud del propio potencial participante.  Tambi�n, esto se encuentra afectado por el tipo y cantidad del personal disponible, as� como de los equipos y materiales de ejercicio que posee la instalaci�n f�sica.

 OBJETIVOS DE LA EVALAUCI�N DE LA SALUD

     El fin primordial para realizar las evaluaciones de la salud en los posibles participantes, es asegurar que �stos puedan seguir la programaci�n prescrita del ejercicio,  o la intervenci�n de actividades f�sicas, en una manera segura.  Adem�s, tal proceso es importante previo a un prueba ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria u otras evaluaciones de la aptitud f�sica, particularmente aquellas vinculadas con la salud.  Se espera, entonces, que el riesgo de una lesi�n o evento m�dico peligroso se considere m�nimo.  La ACSM (2014a, pp. 22-23; 2014b, p. 171) ha establecido las razones para la evaluaci�n de la salud antes de la participaci�n al programa de actividad f�sica o prueba de aptitud f�sica.  Esta justificaci�n se expone en los p�rrafos discutidos m�s adelante (ACSM, 2014a, pp. 22-23; ACSM, 2014b, pp. 171, 177, 337; ACSM, 2010, p. 16).

Identificar Contraindicaciones M�dicas

        Uno de los prop�sitos principales de la evaluaci�n de la salud es poder establecer aquellas personas que poseen alg�n tipo de problema cl�nico considerado como una contraindicaci�n al programa o prueba de ejercicio (v�ase Tablas 17 y 18).  Estos individuos ser�n rechazados a tal programa de ejercicio.  En aquellos casos donde es posible corregir tal contraindicaci�n m�dica, entonces �ste podr� ser considerado como un posible participante.

Estabelcer aquellos Individuos que Requieren un Examen M�dico Completo o Prueba de Esfuerzo

        Un fin importante para la evaluaci�n de la salud consiste en reconocer las personas que necesitan un examen m�dico riguroso, o prueba ergom�trica de esfuerzo, previo a poder participar en el programa de ejercicio.  Esta indicaci�n puede surgir por la presencia de una cantidad alarmante de factores de riesgo para cardiopat�as coronarias, y debido a manifestaciones cl�nicas que sugieren alguna patolog�a cardiovascular, pulmonar o metab�lica.

Identificar Individuos de Elevado Riesgo para Patolog�as Peligrosas

        Otro objetivo para este proceso evaluativo es determinar aquellas personas que tienen un alto riesgo para poseer alguna enfermedad discapacitante, ya sea por su edad, factores de riesgos o manifestaciones cl�nicas actuales.  A este grupo de individuos, se le requiere llevar a cabo un examen m�dico riguroso, as� como alguna variante de las pruebas ergom�tricas de naturaleza cardiorrespiratoria.

Identificar Individuos con Patolog�as Cr�nicas de Cuidado

        La pr�xima justificaci�n de estas evaluaciones se fundamenta en establecer aquellos clientes que padecen de una enfermedad cr�nica-degenerativa peligrosa.  Esta poblaci�n solo podr� incorporarse en un programa de ejercicio que se encuentre supervisado por un m�dico.

Identificar Personas con Necesidades Particulares

        Finalmente, se requiere la evaluaci�n de la salud para establecer los posibles participantes que presenten necesidades especiales.  Estos problemas pueden ser deficiencias diabetes sacanina (mellitus), ortop�dicas, embarazo, u otros.  Para esta colectividad, ser� necesario llevar a cabo las correspondientes adaptaciones, como lo son: 1) el programa de ejercicio o actividad f�sica; 2) pruebas de capacidad funcional, tal como una prueba de esfuerzo progresiva; y 3) evaluaciones de los componentes de la aptitud f�sca.

ESTRATEGIAS DISPONIBLES PARA LA EVALUACI�N DE LA SALUD

     Tradicionalmente, el protocolo evaluativo de la salud ha sido desglosado en tres componentes principales, que son: 1) estratificaci�n de los riesgos, 2) historial de la salud y otras evaluaciones pertinentes, y 3) autorizaci�n o referido m�dico (Thompson, 2010).  Este algoritmo evaluativo ha evolucionado a trav�s de los a�os.  Particularmente, tal cambio se observa en las nuevas gu�as de pruebas de esfuerzo y prescripci�n de ejercicio publicadas por la ACSM (ACSM, 2014a; ACSM 2014b).  Esencialmente, existen tres formas para evaluar la salud de los participantes.  Una cuarta herramienta se utiliza, con frecuencia, para participantes que retornan a sesiones de ejercicios grupales (DeSimmone & Stenger, 2012).

Consideraciones Preliminares

        Como fue mencionado previamente, uno de los objetivos principales de las evaluaciones de salud pre-actividad es proveer ejercicios seguros y un est�mulo efectivo para el programa de entrenamiento f�sico.  A este respecto, tambi�n tal evaluaci�n identifica potenciales factores de riesgo, o s�ntomas, para varias enfermedades cr�nico-degenerativas, de modo que se proporcione un programa seguro y efectivo, en t�rminos de sus metas.

        Existe una gran variedad de m�todos disponibles confeccionados para la evaluaci�n de la salud del candidato a un programa de entrenamiento f�sico o prueba de ejercicio.  Recientemente, se han revisado los posibles medios para evaluar el estado de salud de los participantes potenciales (ACSM, 2014a, pp. 19-36, 40-57; ACSM, 2014b, pp. 170-177, 324-330; DeSimmone & Stenger, 2012).  Seg�n la ACSM (2014a, p. 22), la evaluaci�n de la salud preparticipaci�n consiste en evaluar al potencial participante por la presencia de varios factores de riesgo para patolog�as de naturaleza cardiovascular, pulmonar y metab�lica.  Se incluye, tambi�n, evaluar por la posible presencia ciertos problemas de salud que deben evaluarse con detenimiento, como los son el estado gestacional de la mujer, impedimentos de tipo ortop�dicos, y otros.   Estas pruebas siguen un protocolo, organizado en diversas etapas.    Tales mecanismos requeridos para la evaluaci�n de la salud son, a saber: 1) la evaluaci�n r�pida de la salud, o entrevista verbal, desarrollada por la ACSM en clases de grupales de ejercicios  (DeSimmone & Stenger, 2012);  2) formularios estandarizados de auto-administraci�n (inventarios/cuestionarios de salud y estilos de vida cumplimentados por los potenciales participantes); 3) evaluaci�n, an�lisis, y estratificaci�n, de factores de riesgo vinculados con patolog�as cardiovasculares, pulmonares y metab�licas;  y 4) evaluaciones m�dicas completas y rigurosos (examen m�dico [historial m�dico personal y familiar, examen f�sico, pruebas de laboratorio [Ej: evaluaciones cardiovasculares espec�ficas, tal como un cateterismo coronario], y pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo, de naturaleza funcional y diagn�stica).  Esta �ltima evaluaci�n puede efectuarse de manera convencional (electrocardigrama [EKG] con signos vitales [frecuencia cardiaca y presi�n arteria,]), o empleando imagen nuclear (Ej: Talio-201, o Tecnecio 99m-Sestamibi) (v�ase Tabla 9). 

Tabla 9: Evaluaci�n del Estado de Salud de los Participantes, antes que se sometan a una Prueba Ergom�trica de Tolerancia Cardiorrespiratoria, o ingresen al Programa de Ejercicio o Actividad F�sica
  Evaluaci�n r�pida de la salud de ACSM: Entrevista vebal al cliente  
  Formularios estandarizados de auto-administraci�n:  
    Cuestionarios/inventarios de salud, y de estilos de vida, completados personalmente por los participantes  
    The Physical Activity Readiness Questionnaire: PAR-Q & YOU  
    Health/Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire:  de la AHA/ACSM  
  An�lisis y estratificaci�n de los factores de riesgo relacionados con enfermedades cr�nico-degenerativas:  
    Se enfatiza en la evaluaci�n de los factores de riesgo para las cardiopat�as coronarias  
    Cardiovascular: Cardiaca, vascular perif�rica, o cerebrovascular  
    Pulmonar: Enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica, asma, enfermedad pulmonar intersticial, o fibrosis c�stica  
    Metab�lica: Renal; diabetes sacarina (o mellitus), tipo 1 y 2  
  Examen m�dico: Completo/riguroso  
    Historial m�dico: Personal y familiar  
    Evaluaci�n f�sica: Completa  
    Pruebas de laboratorio:  
      Pruebas ergom�tricas de ejercicio/esfuerzo progresivo (tolerancia cardiorrespiratoria): M�xima o subm�xima  
        Funcional o Diagn�stica: 1) EKG y signos vitales (FC, PA), o 2) imagen nuclear (T-201, o 99mTc-Sestamibi)  
      Radiograf�as  
      Imagen de resonancia magn�tica (MRI)  
      Angiograf�a coronaria, cateterizaci�n cardiaca  
      Otras  
NOTA. Adaptado de Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; pp. 19-36, 40-57, por American College of Sports Medicine, 2014a, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine; Resource Manual for Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; pp. 170-177, 324-330, por American College of Sports Medicine, 2014b, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine; "Profile of a group exercise participant: Heath screening tools," por G. DeSimone y L. Stenger, 2012, En  ACSM's Resources for the Group Exercise Instructor. pp. 11-13, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por American College of Sports Medicine.

        En los siguientes p�rrafos se discutir�n en detalle estos tipos de herramientas de evaluaci�n de la salud recomendadas por la ACSM (2014a, pp. 19-36; 2014b, pp. 170-173; DeSimone & Stenger, 2012).

Evaluaci�n R�pida de la Salud de la ACSM (Entrevista Verbal con el Cliente)      

        De no contar en el momento con un cuestionario de salud, es posible realizar una evaluaci�n verbal del cliente.  Tal procedimiento evaluativo de la salud se conoce con el nombre de "ACSM Quick Screen" (DeSimone & Stenger, 2012).  Este mecanismo dispone de varias ventajes, entre las cuales tenemos: 1) se establece si el potencial participante se encuentra en el programa de ejercicio correcto; 2) permite que los ejercicios, o actividades f�sicas, se realicen en un manera segura para el cliente y; 3) ser� posible determinar si el futuro participante cuenta con alg�n problema de salud, o f�sico, de manera que se lleven a cabo los ajustes necesarios en el programa de ejercicio.  El evaluador, entonces, entrevista al potencial cliente fundamentado en las preguntas que se describen m�s adelante.

        Introducci�n

        La evaluaci�n de la salud r�pida es muy com�n en aquellos participantes que con anterioridad han sido admitidos al programa de ejercicio y que han cumplimentado alg�n tipo de inventario de salud (DeSimone & Stenger, 2012, pp. 11-12).  Luego de un periodo de inactividad, estos clientes desean regresar a las actividades que provee el programa, particularmente en aquellos de instrucci�n grupal.  A este respecto, el instructor de ejercicios grupales podr� determinar si �ste se encuentra en la clase de ejercicio colectivo que se ajuste a sus necesidades personales y de salud.  Tambi�n, tal evaluaci�n ayuda en el proceso de facilitar un entorno de ejercicio seguro y libre  de patolog�as cardiacas s�bitas, as� como de lesiones musculoesqueletales y ortop�dicas, asociadas con el ejercicio.  Adem�s, mediante este tipo de evaluaci�n de la salud, ser� posible concretar posibles necesidades particulares basadas en problemas f�sicos, lo cual habr� de requerir la modificaci�n correspondiente durante las sesiones de ejercicio.

        Protocolo a seguir para la Entrevista Verbal de la Salud y Estilos de Vida

        Este proceso evaluativo de la salud se administra de forma verbal.  Luego de una bienvenida, se recomienda que el instructor se presente de forma amigable y proceda  a realizar la entrevista.  A continuaci�n se enumeran las preguntas que se habr�n de hacer al cliente durante el dialogo verbal, con el candidato, para la evaluaci�n de la salud (DeSimone & Stenger, 2012, pp. 12-13).  

1) �Al presente te encuentras matriculado en alguna otra sesi�n de ejercicio grupal?  De ser afirmativo tal pregunta, entonces se procede a indagar: �En cu�les?,   �Cu�ndo fue la �ltima ocasi�n que pudo asistir a esta clase?, o �Cu�les otros tipos de actividades est�s practicando en la actualidad?  La respuesta a esta pregunta suministra informaci�n valiosa sobre el historial de ejercicio y destrezas que posee el cliente.  Tambi�n, se puede establecer si es un individuo nuevo en las clases de ejercicios.

2) �Tienes alg�n problema de salud en la rodilla, hombro,  espalda o cualquier otro disturbio en las articulaciones o huesos?  Esto representa una pregunta importante, pues provee informaci�n tocante a posibles limitaciones oseo-articulares y si se requiere implementar adaptaciones a los ejercicios.  Tambi�n, es posible determinar posibles ejercicios contraindicativos para este cliente en particular.

3) �Tienes alguna enfermedad (Ej: problemas cardiovasculares, alta, o baja, presi�n arterial, diabetes)? La contestaci�n a esta pregunta indica posibles problemas m�dicos agudos.  Dependiendo de la informaci�n obtenida de esta pregunta, el instructor habr� de interrogar m�s profundo al potencial participante.  Esto puede requerir que se contesten  las siguientes preguntas:

     a) �Cu�ndo fue la �ltima ocasi�n que un m�dico lo evalu�?  Esto ayuda a establecer problemas de salud particulares y la posible necesidad de otras evaluaciones m�dicas o visitas a su m�dico de cabecera.

     b) �Te encuentras tomando alg�n medicamento, o estas bajo tratamiento m�dico para este problema de salud?  Esta pregunta identifica si el cliente se encuentra bajo tratamiento m�dico.

     c) �Alguna vez tu m�dico te dijo que no pod�as hacer ejercicios debido a este disturbio m�dico u otro desorden de salud? Tal interrogante representa la posible necesidad de un referido m�dico para poder autorizar su ingreso a los ejercicios grupales.  Tambi�n, esta respuesta habr� de disponer restricciones espec�ficas indicadas por el m�dico.

     d) �Sufres de alg�n tipo de alteraci�n f�sica que pueda afectar tu desempe�o del ejercicio en estos momentos?  �Este cambio f�sico puede ser afectado por el ejercicio?  La contestaci�n a esta pregunta provee datos importantes que indican la posible necesidad de modificar los ejercicios.  Disturbios de sue�o, fatiga constante, y otros, son algunos problemas de salud que debe ser considerado por el instructor de ejercicios grupales.  Tambi�n, existe la posibilidad que estas afecciones no permitan que el candidato ingrese al programa de ejercicio. 

        Es posible alterar la redacci�n de estas preguntas para adaptarse a programas de entrenamiento f�sico encaminados a desarrollar, principalmente, los componentes de aptitud f�sica relacionados con la salud, as� como en intervenciones de actividad f�sica.  Tal ajuste de la entrevista verbal se presenta abajo:

1) �Al presente se encuentra en alg�n otro programa de ejercicio o actividad f�sica? De ser afirmativo, �Qu� tipo de programa?, �Cu�ndo fue la �ltima vez que asisti� al mismo? o �Cu�l otros tipos de actividades al presente te encuentras practicando?

2) �Posee alg�n problema, o lesi�n, en alguna coyuntura del cuerpo, como la rodilla, tobillo, hombro, espalda u otro?, �Posees una enfermedad que afecte tus huesos?

3) �En estos momentos, padeces de alg�n tipo de enfermedad que debamos saber, como alta presi�n enfermedad del coraz�n, diabetes u otra?

4) �Cu�ndo fue la �ltima vez que se visit� al m�dico para un examen completo?

5) �Al presente, te encuentras bajo un r�gimen farmacol�gico o tratamiento cl�nico especializado?

6) �En alg�n momento de tu vida, un m�dico te mencion� que no pod�as hacer ejercicios debido a un tipo de problema de salud?

7) �En estos momentos, usted tiene cambios f�sicos que puedan afectar su ejecutoria del ejercicio?
 

Formularios Estandarizados de Auto-Administraci�n

        Existen varias herramientas para evaluar el estado inicial de la salud del potencial participante en la forma de cuestionarios de salud.  B�sicamente, se han implantado dos cuestionarios de salud y estilos de vida provistos gratuitamente por organizaciones reconocidas, como lo son la Sociedad Canadiense de Fisiolog�a del Ejercicio (Canadian Society for Exercise Physiology o CSEP, siglas en ingles), el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine o ACSM, siglas en ingles) y la Asociaci�n Americana del Coraz�n (American Heart Association o AHA, siglas en ingles).  Ambos cuestionarios de salud proveen la suficiente informaci�n para determinar si es necesario un referido m�dico.  Cabe se�alar, que el presente autor de este documento, ha tambi�n desarrollado, aunque no se encuentra validado, un cuestionario de salud para ser administrarlo al candidato antes de poder ingresar a un programa de ejercicio o previo a la administraci�n de una prueba de tolerancia cardiorrespiratoria (Lopategui, 2006b, pp. 139-141).  Es imperante recalcar que gran porci�n de la poblaci�n sedentaria posee la capacidad de ingresar, de manera segura, a un programa de actividad f�sica efectuada de una leve a moderada intensidad, sin la necesidad de pasar por un protocolo de evaluaci�n medica minuciosa (ACSM, 2014b, p. 171).

        El prop�sito principal de tales cuestionarios de salud es disponer de una medida evaluativa m�nima que provea informaci�n para determinar si el cliente se encuentra cualificado para ingresar a un programa de ejercicio o prueba de esfuerzo.  Tambi�n, los datos derivados ayudan a estratificar los riesgos del potencial participante.  Entonces, estos tipos de cuestionarios de salud poseen la encomienda de reconocer candidatos con factores de riesgo clasificados como moderados y altos.  Consecuentemente, de esto ser palpable, es preponderante que se refiera a un m�dico, y se cumplimente el formulario de autorizaci�n m�dica, previo a poder participar en un programa de acondicionamiento f�sico, o de actividad f�sica.  No obstante, existen algunas limitaciones.  Por ejemplo, estas formas estandarizadas no pueden fundamentarse en la intensidad de los programas de los entrenamientos f�sicos propuestos.

        Los cuestionarios de salud auto-administrados que se discutir�n en esta secci�n son: 1) Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q) (Public Health Agency of Canada, 2007), y 2) AHA/ACSM Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire (American Heart Association [AHA] & American College of Sports Medicine [ACSM],1998).  Estos tipos de inventarios, incluyendo el del profesor Lopategui, se encuentran disponibles gratuitamente en la Internet/Web (v�ase Tabla 10).

Tabla 10: Herramientas Gratuitas para Evaluar la Salud de los Potenciales Participantes
  CUESTIONARIO DE SALUD   ORGANIZACI�N O RECURSO   REFERENCIA O SITIO-WEB  

 

The Physical Activity
Readiness Questionnaire:
PAR-Q & YOU

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/par-q.pdf

http://www.medicodeldeporte.es/files/articulos/249_PAR-QWeb.pdf

https://docs.fajardo.inter.edu/Acad/lchaves/riesgosdesalud/Shared Documents/PAR-Q.pdf

 

 

Health/Fitness Facility Preparticipation
Screening Questionnaire

 

American Heart Association (AHA), and
American College of Sports Medcine (ACSM)

 

http://www.wm.edu/offices/recsports/documents/fitnessquestionnaire.pdf

http://curriculum.dpsk12.org/physical_education/fitness_centers/PRE-PARTICIPATION_SCREENING_QUESTIONNAIRE_spanish.pdf

REFERENCIAS:

American Heart Association [AHA], & American College of Sports Medicine [ACSM] (1998). AHA/ACSM Joint Position Statement: Recommendations for Cardiovascular Screening, Staffing, and Emergency Policies at Health/Fitness Facilities. Medicine & Science in Sports & Exercise, 30(6), 1009-1018. Recuperado de http://journals.lww.com/acsm-msse/Fulltext/1998/06000/AHA_ACSM_Joint_Position_Statement__Recommendations.34.aspx

http://www.ihpargentina.com/pdf/12.pdf

Balady, G. J., Chaitman, B., Driscoll, D., Foster, C., Froelicher, E., Gordon, N., Pate, R, Rippe, J., & Bazzarre, T. (1998). Recommendations for Cardiovascular Screening, Staffing,
and Emergency Policies at Health/Fitness Facilities. Circulation, 97, 2283-2293. doi: 10.1161/01.CIR.97.22.2283. Recuperado de http://circ.ahajournals.org/content/97/22/2283.full.pdf

 

 

The Physical Activity
Readiness Questionnaire-Plus: PAR-Q & YOU+

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/CMFiles/publications/parq/PARQPlusforCEPs_12Sept2011.pdf

 

 

The Physical Activity Readiness
Physical Examination:
PARmed-X

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/parmed-x.pdf

 

 

The Physical Activity Readiness Physical Examination
for Pregnancy:
PARmed-X for Pregnancy

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/parmed-xpreg.pdf

 

 

Cuestionario de Salud
Pre-Ejercicio y Pre-Prueba

 

Prof. Edgar Lopategui Corsno (saludmed.com)

 

Cuestionario_Salud_Pre-Ejercicio_Pre-Prueba.pdf

 

        Estos tipos de mecanismos evaluativos deber�n de ser capaces de establecer el historial de salud del potencial participante, enfermedades que posee en el presente, los factores de riesgo para otras patolog�as degenerativas, manifestaciones cl�nicas (signos y s�ntomas de alguna enfermedad), los h�bitos actuales concerniente a la pr�ctica de ejercicios regulares y actividad f�sica, y medicamentos que requiere consumir diariamente para las afecciones de salud que posee.  Otra herramienta evaluativa de la salud es la estratificaci�n de los factores de riesgo (ACSM, 2014a, pp. 34-35; ACSM, 2014b, pp. 172-173), lo cual ser� detallado bajo un tem�tica m�s adelante en este trabajo.

        Seg�n la ACSM, el primer paso al evaluar las personas que deseen ingresar en un programa de ejercicio es la administraci�n de un cuestionario que examine el nivel de actividad f�sica, ejercicio y la salud del potencial participante (v�ase Tabla 11).

Tabla 11: Siete Preguntas Extra�das del Cuestionario de Salud Pre-participaci�n PAR-Q & YOU
  Objetivo: Excluir al participante no elegible al programa.  
  Instrucciones: Si la persona contesta afirmativamente a cualquiera de las siguientes preguntas abajo mencionadas, se le debe posponer cualquier ejercicio vigoroso y requerir un certificado m�dico:  
    �Alguna vez su medico le ha indicado que usted tiene un problema en el coraz�n, y que solamente puede llevar a cabo actividades f�sicas bajo la autorizaci�n de un m�dico?  
    �Sufre de dolores frecuentes en el pecho cuando realiza alg�n tipo de actividad f�sica?  
    �En el �ltimo mes, le ha dolido el pecho cuando no estaba haciendo actividad f�sica?  
    �Con frecuencia usted pierde el equilibrio debido a mareos, o alguna vez ha perdido el conocimiento?  
    �Tiene alguna afecci�n en los huesos o articulaciones (por ejemplo, en la espalda, rodillas o cadera) que pudiera agravarse al aumentar la actividad f�sica?  
    �Al presente, le receta su medico medicamentos (por ejemplo, pastillas de agua) para la presi�n arterial o problemas con el coraz�n?  
    �Existe alguna buena raz�n, no mencionada aqu�, por la cual usted no deber�a participar en un programa de actividad f�sica, a�n cuando usted lo desee?  
NOTA. Adaptado de: "The Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q)", por Canadian Society for Exercise Physiology, 2013. Copyright 2013 por Canadian Society for Exercise Physiology. Recuperado de http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/par-q.pdf

        El prop�sito de un cuestionario de salud, cumplimentado por el potencial cliente, es conocer m�s a fondo su historial cl�nico, los s�ntomas que experimenta, o ha experimentado, y detectar los posibles riesgos.  Esto ayuda en el proceso de establecer una prescripci�n de ejercicio individualizada �ptima.  Adem�s, tal proceso asiste en determinar si es requerido que el potencial participante se someta a otras evaluaciones m�dicas m�s avanzadas.  Entonces, la informaci�n recogida del cuestionario de salud y estilos de vida cumplimentadas por el propio posible candidato, sirve de base para establecer si es requerido el seguimiento por parte de los especialistas del ejercicio o profesionales de la salud, previo  a que se incorpore en el programa de actividad f�sica o ejercicio.

        Como fue mencionado previamente, podemos emplear un cuestionario de salud de auto-administraci�n (realizado por el propio individuo), los cuales se encuentran de libre costo en la Internet/Web (v�ase Tabla 11), como lo es el Physical Activity Readiness Questionnaire o PAR-Q and YOU (Canadian Society for Exercise Physiology [CSEP], 2013), y el Health/Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire (American Heart Association [AHA], & American College of Sports Medicine [ACSM], 1998).  El primer cuestionario, de origen canadiense, enfatiza en identificar los posibles s�ntomas para cardiopat�as coronarias que pueda poseer el potencial participante.  Tambi�n, tal inventario de salud establece si se tiene afecciones a nivel de los m�sculos esquel�ticos.  De esto ser un hallazgo afirmativo, entonces se le requiere al cliente que este problema cl�nico sea evaluado antes de incorporarse al programa de ejercicio o de actividad f�sica.  Por el otro lado, el cuestionario confeccionado por el esfuerzo conjunto de la AHC y la ACSM, incorpora elementos evaluativos m�s extensos.  El mismo, cuenta con un historial de salud muy completo, la identificaci�n de s�ntomas, as� como factores de riesgo para enfermedades.  Como resultado, este tipo de cuestionario auto-administrado persigue determinar si el posible participante se encuentra preparado para ingresar al programa o deba de visitar a un proveedor profesional de la salud antes de que pueda comenzar su r�gimen de entrenamiento f�sico.  En las pr�ximas secciones de este trabajo, se abundaran sobre cada uno de estos dos tipo de cuestionarios estandarizados.

        Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q)

        El prop�sito de este tipo de cuestionario es determinar un criterio m�nimo para el ingreso del prospecto candidato a un programa de actividad f�sica, establecido dentro de unos par�metros de intensidad leve a moderada (DeSimone & Stenger, 2012).  Tal inventario de salud fue dise�ado por investigadores canadienses, espec�ficamente por la British Columbia Ministry of Health, que ata�e la evaluaci�n del nivel de preparaci�n para iniciar un programa de actividad f�sica (Public Health Agency of Canada, 1998) y validado estad�sticamente (Shephard, Thomas & Weller, 1991).  Este instrumento evaluativo se caracteriza por ser muy simple y f�cil administrar entre los posibles candidatos del programa.  Una limitaci�n de esta modalidad para evaluar la salud es que no distingue entre las estratas de riesgo bajo y moderada.  Solo es capaz de establecer los candidatos que se encuentran a un alto riesgo de alguna enfermedad cr�nica (ACSM, 2014b, p. 171) (v�ase Gr�fico 31 ).

Gr�fico 31: Cuestionario de Pre-participaci�n PAR-Q. Modelo en espa�ol del cuestionario PAR-Q and YOU. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 24), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

        AHA/ACSM Health/Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire

        Este formulario es m�s abarcador que el PAR-Q, pues incorpora un historial de disturbios cardiovasculares, s�ntomas de problemas cardiacos y factores de riesgo para afecciones cardiovasculares (incluyendo la variable edad) que establece si es requerido una evaluaci�n m�dica (contactar el proveedor de salud) previo a incursionar por primera vez a un programa de ejercicio. Tambi�n, tal inventario simplemente puede dirigir a clientes para participar en un programa de ejercicio.  La presente evaluaci�n de la salud posee varias virtudes, como lo son: 1) rapidez en su administraci�n; 2) el reconocimiento de posibles personas que exhiben factores de riesgos, categorizados desde moderado hasta el nivel alto; 3) permite generar y documentar los resultados de este tipo de evaluaci�n; 4) provee unas bases educativas, tanto para los participantes como al personal del programa; y 5) fomenta el empleo adecuado del sistema profesional dirigido al cuidado de la salud (v�ase Gr�fico 32).

Gr�fico 32: Cuestionaro de Pre-participaci�n de la AHA y ACSM. Formulario en espa�ol del cuestionario de salud y estilos de vida confeccionado por la AHA y ACSM. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 25), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

Evaluaci�n y Estratificaci�n de los Factores de Riesgo Vinculados con Patolog�as Cardiovasculares, Pulmonares y Metab�licas

        El proceso a seguir para estratificar los riesgos permite proponer recomendaciones adecuadas concerniente a la evaluaci�n y supervisi�n m�dica, pruebas ergom�tricas (subm�ximas o m�ximas) funcionales y diagn�sticas, y la estratificaci�n de un programa de actividad f�sica y ejercicio (ACSM, 2014, p. 34-36).

        La base para estratificar a los candidatos en categor�as de riesgos bajo, moderado y alto (v�ase Tabla 12 y 13), se extrae principalmente del examen m�dico y pruebas de esfuerzo previo que este potencial participante se incorpore en el programa de ejercicio.  No obstante, la fuente principal para determinar tales niveles, o estratos de riesgos, se fundamenta del estudio de los datos recolectados por parte de los cuestionarios de salud y de los estilos de vida que se requieren completar previo a una prueba de esfuerzo y programa de ejercicio.

        Este mecanismo se asocia con la intensidad del ejercicio que habr� de prescribirse, con el fin de evaluar la necesidad para el examen m�dico precedente a incorporarse al entrenamiento f�sico.  Para poder asegurar un mayor nivel de seguridad para los clientes que pertenecen al programa de ejercicio o actividad f�sica, el especialista del ejercicio debe poseer el adecuado peritaje para poder detectar las personas que poseen un nivel de alto riesgo para patolog�as cardiovasculares, y determinar los s�ntomas relacionados con disturbios cardio-circulatorios.  Por tal raz�n, es de crucial importancia que los versados en el ejercicio posean un adecuado conocimiento en la interpretaci�n del historial m�dico, los signos, y s�ntomas que requieran la evaluaci�n por un m�dico, antes que un participante sintom�tico, categorizado de riesgo moderado hasta un nivel alto, inicie un programa de actividad f�sica.

        El prop�sito para emplear el m�todo de estratificaci�n de los riesgos es determinar aquellos individuos que posean factores de riesgo para enfermedades de �ndole cardiovascular, pulmonar o metab�lica.  M�s espec�ficamente, el fin primordial de este protocolo evaluativo es identificar aquellos potenciales participantes que puedan requerir un referido de un examen m�dico para poder ser autorizados a ingresar al programa de ejercicios o de actividad f�sica.  Tal proceso consiste en evaluar los posibles factores de riesgo para diversas patolog�as (cardiovasculares, pulmonares y metab�licas).  Como fue mencionado con anterioridad, para este fin, se emplea la informaci�n dispuesta de los cuestionarios de salud administrados a los principales participantes del programa.

        Entonces, en el caso que se confirme un nivel de riesgo de considerable magnitud (Ej: de moderada hasta alta), ser� requerido que los candidatos se sometan a un examen m�dico completo y prueba ergom�trica de esfuerzo progresivo antes de poder ingresar a un programa de ejercicio cuantificado con intensidades que fluct�en de moderada a vigorosa (v�ase Gr�fico 32).  Seg�n se indic� en p�rrafos previos, si se identifica a un potencial participante de alto riesgo, o inclusive de un nivel moderado, el mismo deber� ser referido a un m�dico, el cual se encargar� de analizar este caso y posteriormente decidir si autoriza, o no, al candidato para comenzar el entrenamiento f�sico.

        El protocolo a seguir para la estratificaci�n de riesgos se fundamenta en tres elementos, que son: 1) los posibles factores de riesgo de la persona en relaci�n a patolog�as cardiovasculares, pulmonares y metab�licas; 2) signos y s�ntomas que podr�an indicar alguna enfermedad cr�nica; y 3) el diagn�stico del disturbio degenerativo.  Como resultado, se generan recomendaciones espec�ficas para dos vertientes, a saber: 1) la necesidad de un certificado m�dico que autorice al potencial participante iniciar su programa de ejercicio; y 2) el m�dico requiere que el candidato realice una prueba ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria (o aer�bica), de tipo subm�xima o m�xima (v�ase Gr�fico 32).

        Enfoque en Factores de Riesgo para Cardiopat�as Coronarias

        La estratificaci�n de los riesgo (v�ase Gr�fico 31) se fundamenta, parcialmente, en establecer si existe, o no existe, factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, particularmente de origen isqu�mico (v�ase la Tabla 10).  Los expertos en el campo de la salud (Ej: m�dicos, enfermeras cardiovasculares) y aptitud f�sica (Ej: entrenadores personales, instructores de ejercicios aer�bicos, instructores de ejercicios grupales, fisi�logos del ejercicio cl�nicos, y otros) deber�n de evaluar y analizar los cuestionarios de salud y estilos de vida discutidos en secciones previas de este trabajo.  A ra�z de tal estudio, estos habr�n de establecer cu�les de los posibles candidatos se ubican bajo alg�n criterio concerniente a los factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares (v�ase la Tabla 10).

        Bajo aquellas circunstancias donde la presencia, o ausencia de alg�n factor de riesgo para disturbios cardiovasculares no es evidente, o no se encuentra disponible, entonces tal factor de riesgo para afecciones cardiovasculares se habr� de considerar como un factor de riesgo, con la excepci�n para la diabetes latente (o pre-diabetes).  Por el otro lado, si no es posible identificar alg�n criterio para la diabetes, �sta deber� ser considerada como un factor de riesgo para aquellos individuos: 1) mayor o igual a 45 a�os de edad, particularmente si se evidencia un �ndice de masa corporal (IMC, body mass index o BMI, siglas en ingles) mayor o igual a 25 kilogramos por metros cuadrados; y 2) menor que 45 a�os de edad que posean en un BMI mayor o igual a 25 kilogramos por metros cuadrados, conjuntamente con los otros factores de riesgos cardiovasculares conducentes a una diabetes latente (Ej: la presencia de un historial familiar para diabetes sacarina (ACSM, 2014a, pp. 23, 26).  Luego, se procede a sumar los factores de riesgo identificados (factores de riesgo positivos).  Como sabemos, el colesterol de lipoprote�na de alta densidad (high-density lipoprotein cholesterol o HDL-C, siglas en ingles) disponen de un beneficio a nivel del coraz�n, entonces si se identifica un nivel elevado de tal lipoprote�na, se deber� establecer esto como un factor de riesgo negativo para enfermedades cardiovasculares.  Cuando se reconoce un valor de la HDL-C s�rica mayor o igual a 60 miligramos por decilitros (1.55 mili moles por litro), se requiere que el especialista del ejercicio le reste un factor de riesgo positivo (afirmativo) para enfermedades cardiovasculares de la suma equivalente a todos los factores de riesgo positivos para disturbios cardiovasculares (ACSM, 2014a, p. 27).

        El an�lisis resultante de la estratificaci�n de riesgos proporciona informaci�n de gran valor para los especialistas en el campo de la salud, aptitud f�sica y fisiolog�a del ejercicio cl�nico.  Tales datos asisten en el establecimiento de la dosis apropiada (duraci�n, frecuencia, intensidad y tipo de ejercicio) requerida para la prescripci�n de ejercicio individualizada del candidato para el programa de ejercicio.  El proceso que conlleva evaluar los factores de riesgo para patolog�as cardiovasculares, en conjunto con el estudio dirigido a identificar posibles des�rdenes de tipos cardiovascular, pulmonar, renal y metab�lico, suministra informaci�n vital para la toma de decisiones tocante a 1) el nivel de autorizaci�n m�dica para la participaci�n del programa de ejercicio; 2) la posible indicaci�n para una prueba ergom�trica de esfuerzo progresivo; y 3) el grado necesario de supervisi�n para las pruebas ergom�tricas de tolerancia cardiorrespiratoria y las sesiones de ejercicio (v�ase Gr�fico 33 y Gr�fico 34).

Gr�fico 33: Algoritmo para Estratificar los Riesgos. Diagrama de flujo que describe la metodolog�a para clasificar los factores de riesgos para enferemadades cardiovasculares, pulmonares y metab�licas, en riesgo alto, moderado y bajo. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 26), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

 

Gr�fico 34: Utilidades de la Estratificaci�n para los Riesgos. Usos de la clasificaci�n de los factores de riesgo para determinar variables para la prescripci�n de ejercicio.  Esto se fundamenta en la posible necesidad de un examen m�dico, prueba ergom�trica de esfuerzo progresiva de tolerancia cardiorrespiratoria, y nivel de supervisi�n para tal evaluaci�n. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 28, por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

        Descripci�n del Procedimiento para Estratificar los Riesgos: Categorizaci�n de �stos y la Determinaci�n para una Posible Necesidad de un Examen M�dico y Prueba de Esfuerzo

        La informaci�n obtenida de la clasificaci�n de los riesgo instaura si es requerido una examen m�dico, prueba ergom�trica de esfuerzo subm�xima o m�xima (que requiera la supervisi�n m�dica, o no sea necesario tal presencia).  Este procedimiento se describir� en los pr�ximos p�rrafos (v�ase Gr�fico 32).

        RIESGO BAJO: Individuos aparentemente saludables (asintom�ticos con un solo factor de riesgo para cardiopat�as coronarias):

       
Programas de EJERCICIOS MODERADOS (intensidades que oscilen de 40 a 60% del consumo de ox�geno m�ximo de reserva [VO2R], o de 3 a 5.9 METs); su intensidad ocasiona un aumento perceptible en la frecuencia cardiaca y respiratoria
Bajo este estrato de riesgo, la presencia de estos tipos de ejercicios NO REQUIERE UN EXAMEN M�DICO O PRUEBA ERGOM�TRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBM�XIMA O M�XIMA).

       
Programas de EJERCICIOS VIGOROROSOS (intensidades que igualen, o sobrepasen, el 60% del VO2R [ mayor o igual a 6 METs]); la intensidad que generan estos tipos de ejercicio inducen un aumento considerable en la frecuencia cardiaca y respiratoria En estos casos, NO SE REQUIERE UN EXAMEN M�DICO O PRUEBA ERGOM�TRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBM�XIMA O M�XIMA).

        RIESGO MODERADO: Individuos aparentemente saludables (asintom�ticos con dos o m�s factores de riesgo para cardiopat�as coronarias):

       
Programas de EJERCICIOS MODERADOS (intensidades de 40 a 60% del consumo de ox�geno m�ximo de reserva [VO2R] o de 3 a 5.9 METs); su intensidad ocasiona un aumento perceptible en la frecuencia cardiaca y respiratoria
La presencia de estas intensidades NO REQUIERE UN EXAMEN M�DICO O PRUEBA ERGOM�TRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBM�XIMA O M�XIMA).

       
Programas de  EJERCICIOS VIGOROROSOS (intensidades que igualen, o sobrepasen, el 60% del VO2R [ mayor o igual a 6 METs]); la intensidad que gereran estos tipos de ejercicio inducen un aumento considerable en la frecuencia cardiaca y respiratoria En estos casos, solo REQUIERE UN EXAMEN M�DICO reciente.  De manera que NO REQUIERE UNA PRUEBA ERGOM�TRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBM�XIMA O M�XIMA).

        Individuos con ALTO RIESGO (sintom�ticos, los cuales sus factores de riesgo positivos para cardiopat�as coronarias, o s�ntomas,  sugieran una patolog�a cardiopulmonar, renal o metab�lica).  Consulte la Tabla 14:

        Programas de EJERCICIOS MODERADOS (intensidades de 40 a 60% del consumo de ox�geno m�ximo de reserva [VO2R] o de 3 a 5.9 METs); su intensidad ocasiona un aumento perceptible en la frecuencia cardiaca y respiratoria La presencia de estas intensidades REQUIERE UN EXAMEN M�DICO Y PRUEBA ERGOM�TRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (SUPERVISADA, YA SEA SUBM�XIMA O M�XIMA).  Para este grupo, es imperativo un examen m�dico minucioso reciente y una prueba ergom�trica diagn�stica m�xima, con la presencia de un m�dico, antes de iniciar el programa de ejercicio.

        Programas de EJERCICIOS VIGOROROSOS (intensidades que igualen, o sobrepasen, el 60% del VO2R [ mayor o igual a 6 METs]); la intensidad que gereran estos tipos de ejercicio inducen un aumento considerable en la frecuencia cardiaca y respiratoria En estos casos, SE REQUIERE UN EXAMEN M�DICO Y PRUEBA ERGOM�TRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (SUPERVISADA, YA SEA SUBM�XIMA O M�XIMA). En este estrato, es necesario un chequeo m�dico reciente completo y prueba ergom�trica diagn�stica antes de incorporarse al programa.  Las pruebas m�ximas ergom�tricas de tolerancia deben efectuarse bajo la supervisi�n m�dica.  Las pruebas ergom�tricas subm�ximas, tambi�n, es necesario la presencia de un m�dico en individuas asintom�ticos.

        Definici�n de las Estratas de Riesgo, seg�n las Gu�as de ACSM del 2010

        La octava edici�n de las gu�as para pruebas de esfuerzo y prescripci�n de la ACSM (2010, p. 23) provee un delineamiento sencillo para establecer los estratos de riesgo (v�ase Tabla 12).  Por el otra lado, la edici�n m�s reciente de tal publicaci�n (2014b, p. 34) presenta una metodolog�a m�s detallada de c�mo estratificar, o clasificar a los participantes, enfatizando en patolog�as cardiovasculares (v�ase Tabla 13).  Tal metodolog�a fue concebida originalmente por la Asociaci�n Americana de Rehabilitaci�n Cardiovascular y Pulmonar (American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation o AACVPR, siglas en ingles) (American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation [AACVPR], 2004).  M�s adelante se abundar� sobre este enfoque m�s reciente para clasificar a los candidatos en los estratos de riesgo correspondientes.

Tabla 12: Categor�as para Estratificar los Riesgos

Riesgo Bajo

: Individuos as�ntom�ticos que no posean m�s de un factor de riesgo para las cardiopat�as coronarias

Riesgo Moderado

: Individuos asintom�ticos con dos o m�s cardiopat�as coronarias

Riesgo Alto

: Individuos con uno o m�s s�ntomas de enfermedad cardiovascular, pulmonar o metab�lica
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 8va. ed.; (p. 23), por American College of Sports Medicine, 2010, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2010 por: American College of Sports Medicine.

        Seg�n se puede observar en la Tabla 12, este procedimiento, principalmente, se basa en establecer si el potencial participante posee, o no posee, tres tipos de enfermedades (ACSM, 2010, p. 25), que son:
 

  Cardiovasculares:  Esto incluye cualquier patolog�a del coraz�n, enfermedad vascular perif�rica o problema cerebrovascular.  
  Pulmonares:  Las enfermedades pulmonares pueden ser de tipo obstructivo-cr�nica, el asma, patolog�a pulmonar intersticial, o fibrosis c�stica.  
  Metab�licas:  En este grupo se encuentran la diabetes sacarina, o mellitus (de Tipo I o Tipo II), disturbios tiroidales y enfermedad hep�tica (del h�gado).  

        Adem�s, las categor�as de estratificaci�n consideran si existen, y su cantidad, factores de riesgo para cardiopat�as coronarias.  N�tese en la Tabla 12 que, tambi�n, es importante conocer las manifestaciones cl�nicas (en la forma de signos y s�ntomas) que sugieren alguna enfermedad cardiovascular, pulmonar y metab�lica.

        Interpretaci�n de las Categor�as Estratificadas
 

        Como podemos observar en la Tabla 12, existen tres categor�as de riesgo, que son: bajo, moderado y alto.  Las implicaciones para cada una habr�n de ser discutidas en los pr�ximos p�rrafos.

        Riesgo Bajo
.  Las personas de bajo riesgo no tienen manifestaciones (signos y s�ntomas) de patolog�as cardiovasculares, pulmonares o metab�licas.  Adem�s, poseen m�s de un factor de riesgo para las cardiopat�as coronarias.  Para esta poblaci�n no ser� necesario que los posibles participantes obtengan un relevo m�dico (ACSM, 2010, pp. 22-23).  Estos clientes pueden ser sometidos a pruebas ergom�tricas, subm�ximas o m�ximas, sin la presencia de un m�dico.  As�mismo, los individuos que se encuentren en �sta categoria no requieren un referido m�dico para participar en un programa de ejercicio de intensidades moderadas a vigorosas (Swain & Leutholtz, 2007, p.6).

        Riesgo Moderado
.  En el riesgo moderado, los clientes no tienen manifestaciones (signos y s�ntomas) de patolog�as cardiovasculares, pulmonares o metab�licas.  No obstante, tienen dos o m�s factores de riesgo para las cardiopat�as coronarias.  En este grupo de participantes, se pueden realizar pruebas ergom�tricas subm�ximas, tal como la prueba subm�xima en el cicloerg�metroNo es requerido un prueba de esfuerzo funcional m�xima, aunque de ser recomendada, es de suma importancia que se lleve acabo bajo un escenario m�dico controlado. Los clientes en esta categor�a no pueden incorporarse en un programa que incluya ejercicios de alta intensidad.  Sin embargo, los individuo de riesgo moderado pueden, y deben, ejecutar ejercicios de intensidad moderada, tal como caminar, trotar, correr bicileta a moderada intensidad, y otros (ACSM, 2010, p. 23).  Si los participantes en este grupo desean integrarse en actividades viogorosos (mayor que 60% de la frecuencia cardiaca de reserva), entonces se le requieren que un cardi�logo, o centro de medicina del deporte cl�nico, realice una prueba EKG de esfuerzo m�ximo (ACSM, 2010, p. 23; Swain & Leutholtz, 2007, p.6).

        Riesgo Alto
.  Los individuos que cualifican en esta categor�a poseen uno o m�s de manifestaciones cl�nicas (signos y s�ntomas) para una enfermedad de tipo cardiovascular, pulmonar o metab�lica. Bajo este otro extremo del espectro de la estratificaci�n, todos los participantes deben de obtener un relevo m�dico antes de poder ser integrados en el programa de ejercicio o en pruebas ergom�tricas subm�ximas o m�ximas (ACSM, 2010, p. 23).  Esto significa que la presencia de un m�dico es necesario durante las puebas de esfuerzo (Swain & Leutholtz, 2007, p.6).

        Protocolo para la Estratificaci�n de Riesgos

        Fundamentado en gu�as m�s recientes, para poder determinar el grado de riesgo que pueda poseer el paciente que desee incorporarse a un esquema de ejercicio y actividad f�sicas, es necesario ubicarlo en una de las tres categor�as propuesta por ACSM (2014, pp. 34-35).  La Tabla 13 describe la estratificaci�n de riesgo seg�n espec�fica el Colegio Americano de Medicina del  Deporte.

Tabla 13: Criterios para Estratificar los Factores de Riesgos en Pacientes con Patolog�as Cardiovasculares, seg�n la "American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation (AACVPR)"

NIVEL

 

DESCRIPCI�N

RIESGO M�S BAJO
 

:
Caracter�sticas: Se requiere que todos est�n presentes
  Resultados o hallazgos:
    Pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo:
      Ausencia de arritmias ventriculares complejas durante la prueba ergom�trica y su recuperaci�n
      Ausencia de angina pectoral u otros s�ntomas significativos (Ej: disnea poco com�n, percepci�n de la cabeza liviana, o mareo, durante la prueba ergom�trica y su recuperaci�n)
      Presencia de hemodin�micas normales durante las pruebas de esfuerzo y recuperaci�n (es decir: elevaciones y disminuciones adecuadas de la frecuencia cardiaca y presi�n arterial sist�lica conforme incremente la cargas de la potencia ergom�trica y recuperaci�n).
      Capacidad funcional ≥7 equivalentes metab�licos (METs)
    No asociados con pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo:
      Fracci�n de eyecci�n en reposo ≥50%
      Infarto al miocardio, o procedimiento de revascularizaci�n, sin complicaciones
      Ausencia de arritmias ventriculares peligrosas en reposo.
      Ausencia de fallo cardiaco congestivo
      Ausencia de signos y s�ntomas de circunstancias isqu�micas, posterior al incidente o procedimiento
      Ausencia de depresi�n cl�nica

RIESGO MODERADO

:
Caracter�sticas: Una o cualquier combinaci�n de las manifestaciones descritas abajo
  Resultados o hallazgos:
    Pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo:
      Presencia de angina u otros s�ntomas significativos (Ej: acortamiento de la respiraci�n poco usual, percepci�n liviana de la cabeza, o mareo, evidente solamente a niveles elevados de esfuerzo [≥7 METs])
      Nivel leve a moderado de isquemia silente durante la prueba de esfuerzo o de su recuperaci�n (depresi�n del segmento ST < 2 mm de la l�nea basal)
      Capacidad funcional <5 METs
    No asociados con pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo:
      Fracci�n de eyecci�n en reposo de 40% a 49%

RIESGO M�S ALTO

:
Caracter�sticas: Una o cualquier combinaci�n de las manifestaciones descritas abajo
  Resultados o hallazgos:
    Pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo:
      Presencia de arritmias ventriculares complejas durante la prueba ergom�trica y o su recuperaci�n
      Presencia de angina pectoral u otros s�ntomas significativos (Ej: disnea poco com�n, percepci�n de la cabeza liviana, o mareo a niveles bajos de ejecuci�n [<5 METs] o durante su recuperaci�n)
      Alto nivel de isquemia silente durante la prueba de esfuerzo o de su recuperaci�n (depresi�n del segmento ST ≥ 2 mm de la l�nea basal)
      Presencia de hemodin�micas anormales durante las pruebas de esfuerzo y recuperaci�n (es decir, incompetencia cronotr�pica o presi�n arterial sist�lica si cambios, o disminuyendo, conforme incremente las cargas de la potencia ergom�trica) o recuperaci�n (es decir, hipotensi�n posejercicio severa).
    No asociados con pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo:
      Fracci�n de eyecci�n en reposo < 40%
      Historial de paro cardiaco o muerte s�bita
      Arritmias cardiacas peligrosas en reposo
      Infarto al miocardio, o procedimiento de revacularizaci�n, con complicaciones
      Presencia de fallo cardiaco congestivo
      Presencia de signos y s�ntomas de circunstancias isqu�micas, posterior al incidente o procedimiento
      Presencia de depresi�n cl�nica

NOTA. De: "Exercise testing in cardiac rehabilitation. Exercise prescription and beyond," por M. A. Williams, 2001, Cardiology Clinics, 19(3), 415-431.  

        Para aquellos programas que enfatizan la actividad f�sica, es necesario que los candidatos cumplimenten, como m�nimo, uno de los formularios estandarizados para la evaluaci�n de la salud y estilos de vida, los cuales fueron previamente descritos.  Como sabemos, esta informaci�n se utiliza para identificar posibles factores de riesgo para patolog�as cardiovasculares, pulmonares, renales y metab�licas, as� como otros problemas cl�nicos (Ej: limitaciones ortop�dicas, embarazo y otras) que requieren un an�lisis particular durante el dise�o de la prescripci�n de ejercicio (Gordon & Mitchell, 1993; Maron, Ara�jo, Thompson, Fletcher, de Luna, Fleg, Pelliccia, Balady, Furlanello, Van Camp, Elosua, Chaitman & Bazzarre, 2001; Maron, Thompson, Puffer, McGrew, Strong, Douglas, Clark, Mitten, Crawford, Atkins, Driscoll & Epstein, 1996).

        Pasos a Seguir para la Estratificaci�n de Riesgos

        DeSimmone y Stenger (2012, pp. 17-19) han delineado una gu�a sencilla para establecer las estratificaci�n de los riesgos.  Tal estrategia se desglosa en ocho pasos, los cuales se describen a continuaci�n:

       
Administraci�n del inventario de salud.  El primer paso para la estratificaci�n de riesgos consiste en proveer los respectivos cuestionarios de salud a los participantes prospectos.

        Establecer los tipos de factores de riesgo. Una vez los posibles clientes hayan terminado de completar los cuestionarios de salud, lo pr�ximo en agenda ser� determinar la cantidad de factores de riesgo del potencial participante.  Para este prop�sito ser� de utilidad emplear la Tabla 14.

Tabla 14: Zonas Lim�trofes concerniente a los Factores de Riesgo para las Cardiopat�as Coronarias

FACTORES DE RIESGO

 

CRITERIO

POSITIVOS:

Edad

:

Varones

: ≥ 45 a�os

Mujeres

: ≥ 55 a�os

Historial Familiar

:

Infarto al miocardio, revascularizaci�n coronaria o muerte s�bita:

  Antes de los 55 a�os:
    En el padre u otro var�n considerado como un pariente de primer grado

  Antes de los 65 a�os:
    En el madre u otra f�mina considerada como un pariente de primer grado

Fumar Cigarrillos

:
Actual fumador de cigarrillos
Dejo de fumar hace 6 meses
Expuesto regularmente a humo de cigarrillo

Estilo de Vida Sedentario

:
No participa en actividades f�sicas:
  Como m�nimo:
    30 minutos de moderada intensidad (40%-60% VO2R)
    3 veces a la semana
    Durante un periodo de 3 meses

Obesidad

:
�ndice de Masa Corporal (Body Mass Index o BMI): > 30 kg � m3, o

Circunferencia de la cintura:

  Varones : > 102 cm (40 pulg.)
  Mujeres : > 88 cm (35 pulg.)

Hipertensi�n

:
Confirmado mediante mediciones de la presi�n arterial como m�nimo en dos ocasiones separadas:
  Presi�n arterial sist�lica : ≥ 140 mm. Hg., o
  Presi�n arterial diast�lica : ≥ 90 mm. Hg.

Tratamiento Farmacol�gico: Medicamentos antihipertensivos

Hiperlipidemia

:
Lipoprote�nas:
  Colesterol-Lipoprote�na de Alta Densidad (LAD, C-LAD), o
High-Density Lipoprotein Colesterol (HDL, HDL-C):
   

< 40 mg � dL-1 (1.04 mmol  � L-1)

 

Colesterol-Lipoprote�na de Baja Densidad (LBD, C-LBD), o
Low-Density Lipoprotein Colesterol (LDL, LDL-C):

   

≥ 130 mg � dL-1 (3.4 mmol  � L-1)

Colesterol s�rico total:

 

≥ 200 mg � dL-1 (5.2 mmol  � L-1)

Tratamiento Farmacol�gico: Medicamentos para bajar los l�pidos

Diabetes Latente

:
Prueba de tolerancia oral a la glucosa:
  Tolerancia alterada a la glucosa:
    Glucemia (glucosa plasm�tica) venosa en ayunas, a las 2 horas:
      ≥ 140 mg � dL-1 (7.70 mmol  � L-1), pero < 200 mg � dL-1 (11.00 mmol  � L-1)
      (despu�s de una noche en ayuna en dos ocasiones)

Glucosa alterada en ayuna:

 

Glucemia en ayunas:

   

≥ 100 mg � dL-1 (5.50 mmol  � L-1)

   

(confirmado como m�nimo en dos ocasiones)

NEGATIVOS:

HDL-C S�rico Alto

: ≥ 60 mg � dL-1 (1.6 mmol  � L-1)
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 27), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.

         Tambi�n, se requiere establecer las manifestaciones cl�nicas presentes en estos posibles participantes.  En este caso, se requiere consultar la informaci�n provista en Tabla 15, la cual incorpora los principales signos o s�ntomas que se ajustan a un posible perfil cl�nico de un trastorno de salud de naturaleza cardiovascular, de tipo respiratoria o metab�lica.

Tabla 15: Manifestaciones Cl�nicas Principales Indicativas de una Posible Patolog�a de tipo Cardiovascular, Pulmonar o Metab�lica

EVENTOS CL�NICOS
(Signos y S�ntomas)

 

IMPLICACI�N
(Explicaci�n y Significado)

Dolor, molestia (u otro equivalente anginoso) en el pecho, cuello, mand�bula, brazos, u otras regiones del cuerpo propensas a una cardiopat�a isqu�mica potencial : Una de las manifestaciones cardinales para patolog�as cardiacas, en particular las cardiopat�as coronarias.

INDICACIONES de isquemia mioc�rdica (caracter�sticas principales que favorecen a una etiolog�a isqu�mica):


     Tipo y car�cter del dolor: Opresi�n o compresi�n dentro del pecho, quemaz�n, percepci�n de un objeto pesado sobre la regi�n pectoral.
     Localizaci�n del dolor: Subesternal, a trav�s del medio-t�rax, anteriormente; ambos brazos y hombros; cuello, mejillas y dientes; regi�n inter-escapular.
     Presentaci�n del dolor (factores detonantes): Esfuerzo f�sico, estresantes biopsicosociales (descargas emocionales s�bitas), baja temperatura (fr�o), circunstancias posterior al consuma de comida.


CONTRAINDICACIONES para una etiolog�a isqu�mica (evidencias que NO INDICAN una isquemia mioc�rdica):


     Naturaleza (t�po y car�cter del dolor): Dolor apagado o atenuado; sensaci�n de apu�alamiento o dolor punzante; percepci�n de golpes directos en el pecho, exacerbados mediante la respiraci�n
     Localizaci�n del dolor: �rea submamaria izquierda; hemitorax izquierdo
     Presentaci�n del dolor (factores detonantes): Luego de terminar una sesi�n de entrenamiento f�sico, iniciado por un movimiento espec�fico del cuerpo
Respiraci�n acortada en reposo o con leve ejercicio
: Disnea (definido como proceso respiratorio incomodo, o dificultad para respirar durante una actividad de leve intensidad) representa uno de los principales s�ntomas para una enfermedad cardiaca o pulmonar. Por lo regular, se observa durante ejercicios agotadores (individuos saludables y entrenados), y durante ejercicios de intensidad moderada (individuos saludables y no entrenados). Si embargo, debe ser considerada anormal cuando ocurre a un nivel de esfuerzo que no se espera incitar este s�ntoma en un individuo. La disnea de esfuerzo anormal sugiere la presencia de una enfermedad cardiaca, en particular una disfunci�n ventricular izquierda o enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica.
Mareo o s�ncope : S�ncope (definido como la p�rdida del conocimiento) representa la manifestaci�n cl�nica m�s com�n que sugiere una disminuci�n en la perfusi�n a nivel del enc�falo. El s�ntoma de mareo y, en particular, el s�ncope durante el ejercicio, puede resultar de afecciones cardiacas, las cuales previenen el aumento normal (o disminuci�n) en el gasto cardiaco. Tales patolog�as cardiacas son potencialmente de vida o muerte, e incluyen una cardiopat�a coronaria severa, cardiomiopat�a hipertr�fica, estenosis a�rtica, y arritmias ventriculares graves. Aunque no debe ser ignorado si se evidencia mareo o s�ncope poco despu�s de finalizar el ejercicio, tales s�ntomas pueden observarse a�n en individuos saludables, como resultado de una disminuci�n en el retorno venoso al coraz�n.

Ortopnea o disnea parox�stica nocturna : La ortopnea se refiere a una disnea (insuficiencia respiratoria) evidente durante el descanso, en el estado dec�bito (recostado; por ejemplo, durmiendo en la cama), la cual se aplaca al ubicar el cuerpo en posici�n sentada o de pie. La ortopnea parox�stica nocturna representa una disnea que se manifiesta despu�s de 2 a 5 horas de sue�o en dec�bito. Esta manifestaci�n puede ser subsanada si la persona se cambia a un costado de la cama, o se levanta de la misma. Ambos son s�ntomas de una disfunci�n ventricular. Aunque la disnea nocturna puede ocurrir en individuos con una enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica, se diferencia de �sta en que, com�nmente, se calma posterior a que la persona se alivie de las secreciones, en vez de espec�ficamente colocarse de pie.

Edema en el tobillo

: La edema bilateral del tobillo es un signo muy com�n en la noche, el cual puede ser indicativo de un fallo cardiaco o insuficiencia venosa bilateral cr�nica. Por el otro lado, Usualmente, la edema unilateral de una extremidad se deriva de una trombosis venosa u obstrucci�n linf�tica en la extremidad. La edema generalizada (conocida con el nombre de anasarca), se observa en aquellos individuos con el s�ndrome nefr�tico, fallo cardiaco severo, o cirrosis hep�tica.

Palpitaciones o taquicardia

: La palpitaciones (definido como una sensaci�n fuerte o r�pida de los latidos del coraz�n), puede ser originado mediante diversas afecciones del ritmo cardiaco. Estos tipos de arritmias son, a saber: taquicardia, bradicardia de inicio s�bito, latidos ect�picos, pausas compensatorias, y un volumen de eyecci�n sist�lica marcado que resulta de a regurgitaci�n (reflujo de un l�quido en direcci�n contraria) valvular. Tambi�n, las palpitaciones son frecuentes a ra�z de contextos cl�nicos adversos que inducen un estado de ansiedad, tal como anemia, fiebre, tirotoxicosis, f�stula arteriovenosa, y el conocido s�ndrome cardiaco hipercin�tico (de origen idiop�tica [etiolog�a desconocida]).

Claudicaci�n intermitente

: La claudicaci�n intermitente (o isqu�mica) se refiere al dolor percibido a nivel de los m�sculos esquel�ticos, com�nmente en las extremidades inferiores, que resulta de una insuficiencia en el riesgo sangu�neo, el cual es evidente durante el ejercicio (Ej: caminar). Tal s�ntoma desparece con el reposo. Por lo regular, esta manifestaci�n se debe a la disminuci�n en el calibre de la luz de las arterias, lo cual es com�n en la aterosclerosis. El dolor posee ciertas caracter�sticas, como los son: 1) no se observa en las posiciones de pie o sentado; 2) se reproduce diariamente; 3) es m�s severo cuando se suben escaleras o una cuesta; y 4) frecuentemente se describe como un calambre, el cual se alivia posterior a 1-2 minutos de cesar el ejercicio. Las cardiopat�as coronarias es m�s prevalente en individuos con claudicaci�n intermitente. La incidencia de tal manifestaci�n cl�nica aumenta en personas con diabetes sacarina (mellitas).
Soplo cardiaco conocido   Aunque algunos de los soplos cardiacos pueden ser benignos, �stos pueden indicar patolog�as valvulares u otras afecciones cardiovasculares. Con el fin de establecer un alto nivel se seguridad durante las sesiones de ejercicio, es imperativo excluir la cardiomiopat�a hipertr�fica y la estenosis a�rtica como una etiolog�a subyacente. Esta precauci�n vital se debe a que, tales problemas cl�nicos cr�ticos representan las causas m�s comunes para las incidencias mortales vinculadas las muertes cardiacas s�bitas, observadas mientras el participante incurre en un esfuerzo f�sico.

Fatiga poco usual, o dificultad respiratoria, durante la pr�ctica regular de actividades f�sicas

:
Aunque estos s�ntomas pueden ser ben�volos, si se acompa�an con actividades f�sicas cotidianas, pueden sugerir el inicio, o cambio de estado, para una variedad de patolog�as de tipo cardiovascular, pulmonar, o metab�licas.
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (pp. 21-22), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.

        Constituir el estrato de riesgo para candidato.  Para este tercer paso, se requiere concretar en cu�l categor�a, o nivel, de riesgo est� ubicado el participante prospecto.  Esto significa que, luego del an�lisis realizado en los pasos previos, se habr� de tomar la decisi�n si el cliente se encuentra en un riesgo bajo, moderado o alto.  Bajo esta circunstancia, ser� necesario estudiar la informaci�n descrita en el Gr�fico 33.

         Examen m�dico y prueba ergom�trica de esfuerzo diagn�stica.  En esta etapa, el especialista del ejercicio asumir� si es requerido que el cliente se someta a un examen m�dico o prueba de esfuerzo (supervisada o no supervisada).  Se sugiere consultar el Gr�fico 34 para poder completar este paso.

        Como observaci�n, tales gu�as no son estrictas para aquellos clientes clasificados como riesgo bajo.  No obstante, los datos obtenidos de una prueba ergom�trica de esfuerzo ayudan a dise�ar una prescripci�n de ejercicio segura  y efectiva (DeSimone & Stenger, 2012).  A ra�z de la informaci�n derivada del Gr�fico 34, se establece que el riesgo para acaecimientos de emergencias de naturaleza cardiovascular incrementa seg�n, tambi�n, aumenta el nivel de intensidad del ejercicio o la actividad f�sica.  Esto es un asunto de importancia para ser considerado, pues afecta la seguridad de los participantes.

        Autorizaci�n m�dica.  De ser necesario, el especialista del ejercicio le debe solicitar al candidato que lo eval�e un m�dico con el fin de establecer si �ste puede, o no, puede ingresar al programa de ejercicio o actividad f�sica.  Un ejemplo de la autorizaci�n m�dica para la participaci�n en el programa se encuentra en el Gr�fico 35.  Este es un referido a un profesional para el cuidado de la salud, de manera que el m�dico decida si el candidato se encuentra �pto para practicar ejercicios.  Por el otro lado, el Gr�fico 36 describe un formulario de divulgaci�n, necesario que el m�dico autorice disponer de la informaci�n medica del cliente.

 
Gr�fico 35: Modelo de un Formulario de Autorizaci�n M�dica. Se ilustra un ejemplo para la forma que requiere completar el m�dico, de manera que pueda el potencial participante pueda ingresar al programa de actividad f�sica o ejercicio. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 21). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).
 
 
Gr�fico 36: Modelo de un Formulario de Liberaci�n M�dica. Este es un ejemplo para la forma empleada para autorizar el levantamiento de los documentos m�dicos del participante. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 22). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).

        Referido m�dico.  Cabe la posibilidad que sea necesario indicar al candidato que debe evaluarse con un m�dico previo a su participaci�n en el programa (v�ase Gr�fico 37).

 
Gr�fico 37a: Formulario de Referido M�dico. P�gina 1 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el m�dico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 501, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

 

 
Gr�fico 37b: Formulario de Referido M�dico. P�gina 2 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el m�dico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 502, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

        

 
Gr�fico 37c: Formulario de Referido M�dico. P�gina 3 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el m�dico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 503, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

        

 
Gr�fico 37d: Formulario de Referido M�dico. P�gina 4 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el m�dico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 501, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

         Consentimiento informado y relevo de responsabilidad.  Es saludable, principalmente desde el punto de vista legal, que el candidato prospecto cumplimente una hoja de consentimiento (v�ase Gr�ficos 38, 39, 40 41).  En la misma, se requiere exponer los beneficios del programa de ejercicio, as� como sus posibles complicaciones m�dicas.  Una hoja similar puede ser administrada al cliente previo que incursione a una prueba de esfuerzo, o inclusive, para las evaluaciones de la aptitud f�sica.  Adem�s, se recomienda que este posible participante llene una forma de asunci�n de riesgos por parte del viable candidato.  Se sugiere que, antes de administrar esta hoja el cliente, la misma sea revisada por un profesional legal, tal como un abogado notario (v�ase Gr�ficos 42 y 43).

 
Gr�fico 38: Forma de Consentimiento Informado. Se presenta un ejemplo de un formulario de consentamiento informado pre-participaci�n. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 23). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).
 
 
Gr�fico 39: Forma de Consentimiento para un Programa de Aptitud F�sica. Arriba se presenta un ejemplo de una consentimiento informado empleado para un programa de ejercicios.

        

 
Gr�fico 40: Forma de Consentimiento para una Prueba de Aptitud F�sica. Este modelo es para ser completado por el participante antes de someterse a un prueba subm�xima en el cicloerg�meetro. (Tomado de: Experiencias de Laboratorio: Bienestar y Calidad de Vida. p. 142, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).
 
 
Gr�fico 41a: Hoja de Consentimiento Informado para una Prueba de Ejercicio. P�gina 1 de otro ejemplo de una forma de consentimiento informado, previo a una evaluaci�n funcional de esfuerzo, de tipo cardiovascular. (Tomado de: Experiencias de Laboratorio: Bienestar y Calidad de Vida. p. 143, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

 

 
Gr�fico 41b: Hoja de Consentimiento Informado para una Prueba de Ejercicio. P�gina 2 de otro ejemplo de una forma de consentimiento informado, previo a una evaluaci�n funcional de esfuerzo, de tipo cardiovascular. (Tomado de: Experiencias de Laboratorio: Bienestar y Calidad de Vida. p. 143, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).
 
 
Gr�fico 42: Forma de Asunci�n de Respomsabilidad. En este gr�fico se describe un modelo para la hoja de relevo de resposnsabilidad y de riesgos, la cual se recomienda que la lea y firpe el candidato. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 24). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).

 

 
Gr�fico 43: Forma de Relevo de Riesgos. Otro ejemplo para una forma de asunci�n de responsabilidad.

        Realizar las pruebas de aptitud f�sica.  Por lo regular, una vez se haya procedido con la estratificaci�n de los riesgos, y administrar los formularios legales oportunos, se formalizar�n las evaluaciones dirigidas a medir los componentes de la aptitud f�sica, enfatizando en aquellos relacionados con la salud.

        El protocolo sugerido para establecer la estratificaci�n de riesgos, discutido arriba, el cual culmina con la identificaci�n de los clientes que deben pasar por un examen m�dico riguroso o prueba de esfuerzo, se  resume en la Tabla 16 (DeSimone & Stenger, 2010, pp. 17-19).

Tabla 16: Pasos a Seguir para Estratificar los Factores de Riesgos

PASO

 

DESCRIPCI�N

PASO 1
 

: Administar a los clientes prospectos los cuestionarios de salud.  Seg�n fue descrito en p�rrafos anteriores, estos pueden ser el PAR-Q o el confeccionado por la AHA y ACSM.

PASO 2

: Establecer el nivel de riesgo para enfermedades cardiovasculares, pulmonares y metab�licas.  Para tal encomienda, se utilizar� las Tablas 15 y 16.  De la Tabla 15 se obtiene informaci�n tocante a los factores de riesgo para cardiopat�as coronarias.  Se tiene, pues, que determinar la cantidad de factores de riesgos positivos (afirmativos o identificados).  Como se mencion� previamente, existe un factor de riesgo negativo (de beneficio para la salud cardiovascular), que es el nivel elevado de HDL-C.  En otro orden, la Tabla 16 presenta los signos y s�ntomas indicativos para una patolog�a cardio-metab�lica y pulmonar.  En este caso, se trata de reconocer el n�mero de signos y s�ntomas del cliente que pueden indicar tales patolog�as.

PASO 3

: Decidir el nivel (categor�a o estrato) de riesgo que se encuentra el potencial participante.  Como sabemos, son tres posibles clasificaciones, que son: riesgo bajo, riesgo moderado, o riesgo alto.  El Gr�fico 33 provee un modelo sistem�tico, mediante el cual se podr� determinar la ubicaci�n espec�fica para la estrata de riesgo. Tambi�n es de utilidad la Tabla 13.

PASO 4

: Tomar la decisi�n si es necesario un examen m�dico, prueba ergom�trica de esfuerzo diagn�stica y una prueba de ejercicio supervisada por un m�dico.  Para este prop�sito, se emplea el Gr�fico 34, el cual describe un algoritmo que orienta al especialista del ejercicio en determinar si es necesario uno o m�s de estos requisitos.  

PASO 5

: Solicitar al candidato la autorizaci�n m�dica, seg�n sea necesario en los pasos 3 o 4 (v�ase Gr�ficos 35 y 36).

PASO 6

: De estar justificado, referir al participante prospecto a un profesional de la salud, que puede ser su m�dico de cabecera u otro proveedor para el cuidado de la salud (v�ase Gr�fico 37).

PASO 7

: Cumplimentar un consentimiento informado.  Algunos ejemplos de esta forma se hallan en los Gr�ficos 38 al 41.  Tambi�n, en los Gr�ficos 42 y 43, se presenta dos modelos para una hoja de liberaci�n de responsabilidad.

PASO 8

: De estar indicado, lleve a cabo las pruebas correspondientes para evaluar los componentes de la aptitud f�sica.
NOTA. Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (pp. 17-19). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine.

        Curso de Acci�n Posterior a la Estratificaci�n de los Riesgos
 

        Fundamentado en la Tabla 13, donde se describen los tres niveles de riesgo, seg�n la ACSM (2014a, p. 34), se requiere estudiar el caso particular de cada participante.  Luego, a ra�z de tal an�lisis, el evaluador proceder� a determinar en qu� categor�a se encuentra el paciente.  Este procedimiento se conoce como estratificaci�n de los riesgos.
Una vez se haya identificado este nivel de riesgo, entonces, el pr�ximo paso ser�a establecer la dosis para cada componente de la prescripci�n de ejercicio.
 

        Seg�n fue discutido en secciones previas, en orden de poder establecer la categor�a de riesgo en que se encuentra el potencial participante, se requiere primero administrar un cuestionario de salud y aptitud f�sica.  Tal evaluaci�n, auto-administrada, de naturaleza pre-participaci�n, puede prepararse desde cero o emplear los cuestionarios disponibles de uso libre.  Por ejemplo, la ACSM recomienda el uso del "PAR-Q & YOU" (Canadian Society for Exercise Physiology [CSEP], 2013) o el cuestionario producido por la Asociaci�n Americana del Coraz�n (AHA, siglas en ingles) en conjunto con la ACSM (American Heart Association [AHA], & American College of Sports Medicine [ACSM], 1998).  Otro cuestionario que se puede emplear es el disponible en el sitio Web de Saludmed, titulado: Cuestionario de Salud Pre-Ejercicio y Pre-Prueba (Lopategui, 2013).

        Si el candidato al programa solo desea incorporarse en un r�gimen de actividad f�sica, con el uso de este cuestionario es suficiente para continuar en el programa.  Posiblemente, lo que se requiera es cumplimentar una Forma de Consentimiento y una Hoja de Referido M�dico, donde se autoriza al evaluado realizar las actividades f�sicas del programa.

La Evaluaci�n M�dica: Examen M�dico y Prueba de Esfuerzo Progresivo

        El examen m�dico consiste de una evaluaci�n completa por parte de un profesional de la salud, com�nmente un m�dico.  Mediante este examen, se habr� determinar si el factible participante se encuentre preparado para ingresar al programa de ejercicio o actividad f�sica.   Seg�n fue discutido en p�rrafos anteriores, este requisito cl�nico lo determinar�, principalmente, el an�lisis de los cuestionarios de salud y actividad f�sica que fueron administrados al principio del protocolo para la evaluaci�n de la salud y actividad f�sica pre-actividad.

        Cuan cabal habr� de ser tal formalidad m�dica, depender� de varios factores, como lo son: 1) la edad del viable candidato; 2) nivel inicial de aptitud f�sica de la persona; 3) el historial m�dico que presente el mismo; 4) los factores de riesgo que posea para disturbios cr�nico-degenerativos, particularmente aquellos de tipo cardio-metab�licos y pulmonares; y 5) s�ntomas y signos indicativos de alguna patolog�a degenerativa.  No obstante, los requisitos fundamentales para un examen m�dico abarca una evaluaci�n f�sica y el historial m�dico (ACSM, 2014a, p. 31, 2014b, p. 172). 

        �Quienes Requieren un Examen M�dico?
 

        Como sabemos, esta necesidad se extrae del estudio de los factores de riesgos, los cuales fueron estratificados en bajo, moderado y alto.  Como se puede observar en el Gr�fico 34, los individuos categorizados como riesgo moderado, solo requieren un examen m�dico si el participante prospecto incurrir� en un programa de ejercicio cuantificado a intensidades vigorosas.  En el caso de los candidatos estratificados como riesgo alto, el examen m�dico es imperante, tanto para las sesiones de ejercicios a intensidades moderadas, como aquellas prescritas como vigorosas.

        Indicaciones para un examen m�dico
 

        Para poder determinar si el candidato puede comenzar un programa de ejercicio o actividad f�sica, es necesario primero estudiar los resultados de las evaluaciones de la salud y estratificaci�n de los riesgos.  Por ejemplo, para aquellos potenciales participantes categorizados como de riesgo moderado, que presenten dos o m�s factores de riesgo para cardiopat�as coronarias, se sugieren que sean referidos a un m�dico.  No obstante, este grupo de candidatos puede comenzar un programa de ejercicios, o de actividad f�sica, que se prescriba a intensidades de leve a moderada, como los son la marcha (caminar), sin la necesidad de someterse a un examen m�dico.  En otro orden, aquellos clientes potenciales que fueron estratificados como de alto riesgo, los cuales manifiestan s�ntomas o patolog�as previamente diagnosticadas, deber�n de cumplimentar un examen m�dico (ACSM, 2014a, pp. 31, 36).

        Objetivos del Examen M�dico

        La evaluaci�n m�dica es de vital importancia para poder determinar si existe cualquier contraindicaci�n, absolutas y relativas, para el programa de ejercicio o las pruebas de esfuerzo (v�ase Tablas
17 y 18).  El examen m�dico tambi�n sirve para diagnosticar aquellas enfermedades f�sicas que puedan limitar al individuo hacer ejercicio en forma segura y eficiente.  Y lo m�s importante, la evaluaci�n m�dica nos sirve de base y gu�a al prescribir el ejercicio.

Tabla 17: Contraindicaciones ABSOLUTAS para una Prueba Ergom�trica de Esfuerzo Progresiva, Pruebas de Aptitud F�sica (Espec�ficas) Relacionadas con la Salud, y la Pr�ctica de Ejercicios F�sicos.
  Un cambio reciente significativo en el electrocardiograma (EKG) de reposo, lo cual es indicativo de isquemia, un infarto al miocardio reciente (dentro de 2 d�as) u otros incidentes card�acos agudos  
  Angina de pecho inestable  
  Arritmias card�acas descontroladas provocando s�ntomas o que comprometen la funci�n hemodin�mica  
  Estenosis a�rtica severa sintom�tica  
  Fallo card�aco descontrolado sintom�tico  
  �mbolo pulmonar agudo o infarto pulmonar  
  Miocarditis o pericarditis agudo  
  Aneurisma disecante: Sospechado o diagnosticado  
  Infecciones agudas sist�micas: Conjuntamente con fiebre, dolores en el cuerpo o gl�ndulas linf�ticas inflamadas  
NOTA. De: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 53), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine.

 

Tabla 18: Contraindicaciones RELATIVAS para una Prueba Ergom�trica de Esfuerzo Progresiva, Pruebas de Aptitud F�sica (Espec�ficas) Relacionadas con la Salud, y la Pr�ctica de Ejercicios F�sicos.
  Estenosis de la arteria coronaria principal izquierda  
  Estenosis valvular moderada  
  Anormalidades electrol�ticas conocidas (hipokalemia, hipomagnesemia)  
  Hipertensi�n arterial severa (es decir, presi�n sangu�nea diast�lica en reposo mayor de 110 mm Hg, o presi�n sangu�nea sist�lica mayor de 200 mm Hg)  
  Taquiarritmias o bradiarritmias  
  Cardiomiopat�a, incluyendo cardiomiopat�a hipertr�fica y otras formas de obstrucci�n en el flujo externo del conducto  
  Disturbios neuromusculares, musculoesqueletales o reumatoides que son empeoradas con el ejercicio  
  Alto grado de bloqueo atrioventricular (Ej: Bloque o A-V de tercer grado)  
  Aneurisma ventricular  
  Enfermedades metab�licas descontroladas (Ej: diabetes sacarina, tirotoxicosis, o mixedema)  
  Enfermedades infecto-contagiosas cr�nicas (Ej: S�ndrome de Inmunodeficiencia Adquirida [SIDA])  
  Des�rdenes psicol�gicos o f�sico, ocasionando la ejecuci�n impropia de los ejercicios  
NOTA. De: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 53), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine.

        Posterior al an�lisis y reflexi�n efectuada de la informaci�n recolectada del historial m�dico y la evaluaci�n f�sica efectuada por el m�dico, y conjuntamente con los las metas delineadas por el potencial candidato, se tomar� la decisi�n si es indicativo otros tipos de pruebas diagn�sticas.  Las posibles evaluaciones cl�nicas adicionales que pueden efectuarse incluyen: 1) pruebas ergom�tricas de esfuerzo progresivo, con, o sin, el uso de modalidades de imagen nuclear (Ej: Tecnecio o Talio); 2) imagen de resonancia magn�tica (MRI); 3) radiograf�as convencionales; 4) cateterizaci�n cardiaca; y otras (ACSM, 2014b, p. 172)

        Componentes del Examen M�dico (V�ase Hoja de Referido M�dico)

        La evaluaci�n m�dica se encuentra constituida de tres secciones importantes, a saber, el historial m�dico, el examen f�sico y las pruebas de laboratorio.

       
Un historial m�dico. Este debe incluir un historial familiar y personal y h�bitos actuales que afectan la salud.  Ejemplos: fumar, tipo de dieta, nivel de actividad f�sica, y otros.

       
Evaluaci�n f�sica. Se debe evaluar el sistema cardiorrespiratorio (el coraz�n y pulmones), as� como cualquier anormalidad en los huesos o m�sculos.

       
Pruebas de laboratorio. Se incluye un electrocardiograma (EKG) en reposo de doce derivaciones y la medici�n de la presi�n arterial.  Algunas pruebas opcionales pueden ser: 1) an�lisis del perfil completo de los l�pidos s�ricos (Ej: colesterol y triglic�ridos total, HDL-C, LDL-C, raz�n de LDL a HDL); 2) conteo completo de sangre, o hemograma; 3) prueba de tolerancia a la glucosa (oral); 4) urian�lisis; y otras.
 

        �Quienes Requieren una Prueba de Esfuerzo?
 

        Fundamentado en los niveles de riesgo estratificados, se establace la posible necesidad de una prueba ergom�trica de esfuerzo.  N�tese en el Gr�fico 34, las personas con riesgo alto deben de realizar una prueba de ejercicio, tanto para programas cuantificados a intensidades moderadas, como vigorosas.  Tambi�n, es imperante la presencia de supervis�n m�dica durante tales evaluaciones de capacidad funcional, de tipo subm�xima o m�xima.

        Indicaciones para un Prueba Ergom�trica de Esfuerzo Progresivo
 

        Previo que el viable cliente pueda incorporarse a un programa de actividad f�sica, es importante que se determine si es necesario recomendar una prueba ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria (subm�xima o m�xima) (v�ase Tabla 19)

Tabla 19: Indicaciones para una Prueba Ergom�trica de Esfuerzo Previo a Comenzar un Programa de Actividad F�sica
  Cardiopat�a coronaria: Inestable u otros viables s�ntomas diagn�sticos (consultar la Tabla 14).  
  Diabetes sacarina: Incluye como m�nimo uno de los siguientes problemas cl�nicos:  
    Edad: > 35 a�os, o  
    Diabetes Sacarina Tipo 2: > 10 a�os de duraci�n, o  
    Diabetes Sacarina Tipo 1: > 15 a�os de duraci�n, o  
    Hipercolesterolemia - Colesterol S�rico Total: 240 mg � dL-1 (6.62 mmol  � L-1), o  
    Hipertensi�n - Presi�n Arterial Sist�lica: ≥ 140 mm Hg., o Presi�n Arterial Diast�lica: ≥ 190 mm Hg., o  
    Tabaquismo: Fumar cigarrillos, o  
    Historial Familiar para Cardiopat�as Coronarias - Parientes de Primer Grado: < 60 a�os, o  
    Patolog�a Microvascular: Positiva (diagnosticada), o  
    Patolog�a de las Arterias Pulmonares: Positiva (diagnosticada), o  
    Neuropat�a auton�mica: Positiva (diagnosticada)  
  Enfermedad renal: Etapa terminal  
  Patolog�as Pulmonares - Sintom�ticas o Diagnosticadas:  
    Enfermeda pulmonar obstructiva cr�nica  
    Asma  
    Enfermedad pulmonar intersticial  
    Fibrosis c�stica  
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 32), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine.

        Indicaciones para un Prueba Ergom�trica de Esfuerzo Progresivo Supervisada      

      Cuando se efect�en pruebas de ergom�tricas de esfuerzo progresivo en individuos clasificados como de alto riesgo, donde se encuentre en la vecindad de la instalaci�n f�sica un m�dico, tal evaluaci�n de esfuerzo puede ser supervisada por cualquier profesional de salud que no sea un m�dico.  Sin embargo, para que esta condici�n se pueda cumplir, es requisito que el profesional se encuentre debidamente certificado (o en entrenado) en pruebas de ejercicios cl�nicos.  Por el otro lado, este nivel de supervisi�n m�dica var�a para clientes estratificados como riesgo moderado.  Bajo estos entornos cl�nicos, la supervisi�n de esta prueba de ejercicio puede llevarse a cabo con un personal adiestrado en pruebas de esfuerzo cl�nico.  Ahora bien, la necesidad de estar disponible en los alrededores del edificio un m�dico, se encuentra influenciado por varios factores, que son: 1) pol�ticas y circunstancias muy particulares del programa e instalaci�n f�sica; 2) el nivel de salud que se encuentra el prospecto participante; y 3) el grado de entrenamiento y experiencia que poseen los miembros que forman parte del laboratorio encargado de realizar estas pruebas (ACSM, 2014a, p. 33).

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PROTOCOLOS NECESARIOS PARA ESTABLECER LA
CAPACIDAD FUNCIONAL DE LOS INTEGRANTES DEL PROGRAMA

        Bajo este t�pico se discutiran los procedimientos, e interpretaci�n, a seguir para llevar a cabo las pruebas de aptitud f�sica relacionadas con la salud.  Se incluyen las pruebas ergom�tricas de tolerancia cardiorrespiratoria, es decir, las pruebas de esfuerzo progresivo, ya sea a intesidades subm�ximas o m�ximas.

EVALUACI�N DE LOS COMPONENTES DE LA APTITUD F�SICA

Objetivos

        �Para qu� evaluamos la aptitud f�sica? Como un m�dico, primero se examina al paciente y luego se prescribe.  De la misma manera, debe hacer toda persona que quiera mejorar su nivel de aptitud f�sica mediante un programa de ejercicio especializados.  La meta principal de todo individuo es mejorar su bienestar total.  En resumen, los objetivos de las pruebas de aptitud f�sica son:

Proveer informaci�n sobre el estado actual de la aptitud f�sica relativo a normas de clasificaci�n seg�n su edad y g�nero.
Planificar un programa de ejercicios individualizado seguro y efectivo dirigidos a mejorar los diferentes componentes de aptitud f�sica.
Evaluaci�n grado de logro de las metas. Representa el nivel alcanzado de alguna capacidad designada temporalmente. Com�nmente, se relaciona con un est�ndar o criterio. Por ejemplo, despu�s de seis meses, en un programa de aptitud f�sica corporativo, se puede medir el porcentaje de grasa corporal para determinar si se lograron las expectativas iniciales del programa.
Evaluar el progreso. A ra�z de evaluaciones peri�dicas durante el programa de ejercicio, se podr� cambiar la dosis de la prescripci�n de ejercicio, seg�n lo establece el principio de progresi�n.
Motivar a los participantes de un programa de entrenamiento, de modo que puedan alcanzar unas metas reales con respecto a su capacidad f�sica.
Evaluar el nivel de �xito del programa de aptitud f�sica.
Clasificar las personas en categor�as, de forma tal que se determinen sus niveles de riesgo actual para un trastorno cr�nico de naturaleza hipocin�tica.
En una corporaci�n, establecer si el empleado posee la capacidad f�sica necesaria para llevar a cabo ciertas tareas espec�ficas con un m�nimo riesgo de lesiones.
Desarrollar normas y escalas de clasificaci�n a base de puntuaciones o porcentil. Las normas permiten al evaluador comparar la ejecutoria de sus participantes sobre la base de diferentes pruebas y contra diferentes poblaciones (Ej: local, regional o nacional). Estas escalas de clasificaci�n proveen una gran motivaci�n e inter�s entre los evaluados.

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LA PRESCRIPCI�N DE EJERCICIO Y DESARROLLO DE PROGRAMAS DE ACTIVIDAD F�SICA

Los Componentes de la Prescripci�n de Ejercicio (La Dosis del Ejercicio)

        La planificaci�n y dise�o del programa de ejercicio individualizado debe incluir todos los componentes que se describen en esta secci�n.  Estos ingredientes de la prescripci�n deben ser capaces de sobrecargar a una dosis apropiada los sistemas org�nicos del participante durante cada sesi�n de ejercicio (ejercicio agudo).  A ra�z de varias sesiones de ejercicio (ejercicio cr�nico), los tejidos podr�n adaptarse a la carga bajo la cual se sometieron.  Consecuentemente, se incurre en una adaptaci�n morfofuncional, como lo podr�a ser un aumento en la capacidad funcional (Howley & Franks, 2007, pp. 151).  Esto asegura un alto nivel de seguridad y efectividad para el programa a ser estructurado e implementado.  Seg�n el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM, 2014a, pp. 162-180; ACSM, 2014b, pp. 466-479), los componentes que debe incluir una prescripci�n de ejercicio dirigido a desarrollar la tolerancia cardiorrespiratoria (v�ase Gr�fico
25Tabla 12Tabla 13, y Tabla 14) son, a saber: 1) la intensidad del ejercicio, 2) el tipo (modo o modalidad) del ejercicio a ser incorporado en el programa, 3) la duraci�n de las sesiones de ejercicio, 4) la frecuencia o veces por semana en que se llevar� a cabo cada sesi�n de ejercicio, 4) el volumen del ejercicio, y 4) la progresi�n del programa de ejercicio.

 
Gr�fico 25: La Dosis de Ejerccico. Ilustraci�n de los componentes para la prescripci�n de ejercicio (Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (pp. 162, 166-180), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.)

Tabla 12: La Dosis del Ejercicio para el Desarrollo de la Aptitud Cardiorrespiratoria en Abltos aparentemente Saludables

COMPONENTE

 

GU�A O DOSIS

Modo
(Tipo de Ejercicio)

: btr>
Descripci�n:
  Para la mayor�a de los adultos:
    Como m�nimo - Intensidad Moderada: Ejercicios Aer�bicos R�tmicos
      Ejercicios utilizando grandes grupos musculares que se mantengan continuamente (por un periodo prolongado) y r�tmicamente, y que sean de naturaleza aer�bica.
      Grupos musculares grandes
      Que requiera poca o ninguna destreza motriz
  Individuos que posean adecuadas destrezas motrices y de aptitud f�sica:
    Recomendaci�n: Pr�ctica de otros tipos de ejercicios y deportes que requieran:
      Altos niveles de capacidades motoras
      �ptimos niveles de aptitud f�sica
Ejemplos:
  Grupo A:
    Descripci�n: Actividades de Tolerancia Aer�bicas/Cardiorrespiratorias
       Solo requieren m�nimas capacidades motoras/aptitud f�sica
    Poblaci�n indicada: Adultos en general
    Ejemplos:
      Caminar, ciclismo recreativo, ejercicios aer�bicos acu�ticos, baile de baja intensidad
  Grupo B:
    Descripci�n: Actividades de Tolerancia Aer�bicas/Cardiorrespiratorias
      Intensidad vigorosa
      Solo requieren m�nimas capacidades motoras/aptitud f�sica
    Poblaci�n indicada - Adultos:
      F�sicamente activos
      Capacidad promedio de la aptitud f�sica
    Ejemplos:
      Trotar, correr, remo, ejercicios aer�bicos de spinning, ejecicios con m�quinas el�pticas, ejercicos aer�bicos de escal�n, baile r�pido
  Grupo C:
    Descripci�n: Actividades de Tolerancia Aer�bicas/Cardiorrespiratorias
      Requisito: Destrezas motrices adecuadas
      Requisito: Aptitud f�sica promedio
    Poblaci�n indicada - Adultos:
      Habilidades motoras apropiadas
    Ejemplos:
      Nataci�n, esqu� de campo traviesa, patinaje
  Grupo D:
    Descripci�n: Deportes recreativos
    Poblaci�n indicada - Adultos:
      Participan en un programa de ejercicio regular
      Poseen un aptitud f�sica promedio
    Ejemplos:
      Deportes de raqueta, baloncesto, balompie (f�tbol), esqu� de cuesta abajo, excursionismo a pie (caminata)

Intensidad
(%, absoluto)

:
Descripci�n:
  Para la mayor�a de los adultos - Moderada a Vigorosa:
    Moderada:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva (%FCm�x-resv): 40 - 59%
      Por ciento del consumo de ox�geno de reserva (%VO2R): 40 - 59%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima (%FCm�x): 64 - 76%
      Por ciento del consumo de ox�geno m�ximo (%VO2m�x): 46 - 63%
      Escala de la percepci�n del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: 12 - 13
      Equivalencia metab�lica (MET): 3 - 5.9
    Vigorosa:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva (%FCm�x-resv): 60 - 89%
      Por ciento del consumo de ox�geno de reserva (%VO2R): 60 - 89%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima (%FCm�x): 77 - 95%
      Por ciento del consumo de ox�geno m�ximo (%VO2m�x): 64 - 90%
      Escala de la percepci�n del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: 14 - 17
      Equivalencia metab�lica (MET): 6 - 8.7
  Para los aquellos adultos con una pobre aptitud f�sica - Liviana a Moderada:
    Liviana:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva (%FCm�x-resv): 30 - 40%
      Por ciento del consumo de ox�geno de reserva (%VO2R): 30 - 40%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima (%FCm�x): 57 - 64%
      Por ciento del consumo de ox�geno m�ximo (%VO2m�x): 37 - 45%
      Escala de la percepci�n del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: 9 - 11
      Equivalencia metab�lica (MET): 2 - 2.9
  Individuos con patolog�as y envejecientes de edad avanzada - Muy Liviana a Liviana:
    Muy Liviana:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva (%FCm�x-resv): ≤ 30%
      Por ciento del consumo de ox�geno de reserva (%VO2R): ≤ 30%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca m�xima (%FCm�x): ≤ 57%
      Por ciento del consumo de ox�geno m�ximo (%VO2m�x): ≤ 37%
      Escala de la percepci�n del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: ≤ 9
      Equivalencia metab�lica (MET): ≤ 2
Recomendaciones:
  Entrenamiento en int�rvalos:
    Prop�sitos - Durante las sesiones de ejercicio, aumentar:
      Volumen total
      Intensidad promedio del ejercicio

Duraci�n
(minutos)

:
Descripci�n:
  Para la mayor�a de los adultos:
    Ejercicios aer�bicos continuos o discontinuos - INTENSIDAD MODERADA:
      Acumulaci�n diaria: 30 - 60 minutos por d�a
      Acumulaci�n semanal: ≥ 150 minutos por semana
    Ejercicios aer�bicos continuos o discontinuos - INTENSIDAD VIGOROSA:
      Acumulaci�n diaria: 20 - 60 minutos por d�a
      Acumulaci�n semanal: ≥ 75 minutos por semana
    Combinaci�n - INTENSIDAD MODERADA A VIGOROSA:
      Acumulaci�n diaria - META:
        Alcanzar los vol�menes prescritos para el ejercicio f�sico
Recomendaciones:
  Estrategias para acumular el tiempo del ejercicio:
    Una sola sesi�n de ejercicio continuo
    Entrenamiento en int�rvalo: C�mulo de sesiones cortas de ejercicios
      PERIODOS o SESIONES de tiempo que definen a cada INT�RVALO:
        ≥ 10 minutos a lo largo del d�a
  Duraci�n del ejercicio - Menor a lo recomendado:
    Indicaciones - Ciertas poblaciones:
      Ejemplo:
        Participantes con claudicaci�n intermitente

Frecuencia
(veces por semana)

:
Descripci�n:
  Para la mayor�a de los adultos:
    Intensidad MODERADA: 5 d�as por semana
    Intensidad VIGOROSA: 3 d�as por semana
    Intensidad MODERADA y VIGOROSA:
      Combinaci�n semanal: 3 - 5 d�as por semana
Excepciones:
  Para el caso de muy pocos individuos: "Guerreros de fin de Semana"
    1 - 2 veces por semana:
      Esto no es recomendado para la mayor�a de la poblaci�n general adulta

Volumen
(Trabajo Total Semanal)

:
Descripci�n:
  Para la mayor�a de los adultos
    Producto de la Frecuencia, Intensidad y Duraci�n:
      META: ≥ 500 - 1,000 METs por minuto por semna (METs-min � sem-1)
      ACTIVIDAD F�SICA de intensidad Moderada: 1,000 kcal por semana (kcal � sem-1)
      EJERCICIO de intensidad Moderada: ~150 minutos por semana (min � sem-1
      Conteo de ped�metros: ≥ 5,400-7,900 pasos por d�a  (pasos � d-1)
        Combinar con recomendaciones actuales concerniente a la duraci�n del ejercicio
  Para los aquellos adultos con una pobre aptitud f�sica:
    Recomendaci�n: MENOR volumen que el regular
  Poblaci�n obesa - Control de peso:
    Recomendaci�n: MAYOR volumen que el regular

Progresi�n
(Ajuste de Variables)

:
Descripci�n - Como resultado del efecto de acondicionamiento f�sico (primeras 6-8 semanas):
  Ajuste gradual para el volumen del ejercicio (trabajo total) por sesi�n:
    Aumentar en intensidad, duraci�n, frecuencia o combinaci�n de las tres:
      HASTA: donde sea tolerable por el individuo
      HASTA: que se cumpla con la meta - Mantenimiento
Ventajas:
  Promueve la adherencia, o apego, al programa de ejercicio
  Disminuye los riesgos para:
    Lesiones musculoesqueletales
    Emergencias m�dicas de tipo cardiaco
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (pp. 162, 165-180), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine; Resource Manual for Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (pp. 466-479), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.

        Intensidad

        La intensidad se refiere al porcentaje de la capacidad m�xima del ejercicio a practicarse.  Representa la presi�n fisiol�gica bajo el cual se somete el individuo.

        La intensidad y el trabajo pueden clasificarse utilizando un sistema basado en el gasto energ�tico de tareas industriales (v�ase Tabla
13) (Pollock & Wilmore, 1990).  La clasificaci�n de la intensidad (v�ase Tabla 13) esta dise�ada a base del porcentaje de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva (FCm�x-resv) del ejercicio, durante un per�odo de 30 a 60 minutos (Pollock & Wilmore, 1990).  Es posible aplicar este sistema en la mayor parte de las poblaciones.  Al determinar la intensidad, se sugiere seguir las siguientes recomendaciones:

Debe ser calculada individualmente
Requiere ser monitoreada adecuadamente
Es menor en sedentarios
Para el individuo promedio, el nivel de intensidad �ptima puede fluctuar entre 60 a 80% del VO2m�x (Howley & Franks, 2007, p. 161)

 

Tabla 13: La Prescripci�n de Ejercicio para Adultos Saludables
  Calentamiento: 5 - 10 minutos  
    DPoblaci�ne  
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         

           


       
Al escoger el nivel de intensidad para el participante, se debe primero considerar los siguientes factores (v�ase Tabla 2-24):

        Nivel actual de la aptitud aer�bica (v�ase Tabla 2-17).  Esta informaci�n se obtiene de los resultados obtenidos en las pruebas que miden la tolerancia cardiorrespiratoria.  Por ejemplo, aquellas personas donde los resultados de la evaluaci�n para determinar la tolerancia aer�bica evidenciaron una reducida capacidad cardiorrespiratoria, deber�n comenzar a una baja intensidad.  Com�nmente, los atletas entrenan a un porcentaje mayor de 90% del VO2R.

        El tipo de poblaci�n incorporada en el programa (enfermedades presentes) (v�ase Tabla 2-23).  Esto se determina del examen m�dico y cuestionario de salud.  Algunos ejemplos de afecciones que requieren ser consideradas al establecer la dosis de intensidad para el ejercicio son: problemas respiratorios (Ej: asm�ticos), hipertensi�n, limitaciones ortop�dicas y m�sculo-tendinosas, obesidad, edad avanzada y otras.

        Estilos de vida que afectan a la salud.  En orden de poder establecer un nivel dado de intensidad es vital considerar el estado de actividad f�sica o ejercicio que actualmente practica la persona, sus h�bitos alimenticios y los comportamientos de riesgo que afectan la salud del potencial participante.

        Condiciones psicol�gicas.  Los problemas de �ndole psicosocial afectan negativamente el bienestar de los individuos, de manera que se debe tomar en cuenta al prescribir la intensidad.  Estos disturbios incluyen el nivel de salud mental, emocional y social del individuo.  Se sugiere realizar diversas pruebas psicol�gicas, con el fin de evaluar su nivel de estr�s actual y el tipo de personalidad que posee (Ej: tipo A o tipo B).

        Condiciones ambientales e instalaciones f�sicas bajo las cuales se llevar� a cabo el programa de ejercicio.  Se sabe que los factores clim�ticos pueden alterar el ritmo cardiaco y otras variables fisiol�gicas. Estos entornos meteorol�gicas son la temperatura, humedad relativa, altitud, nivel de contaminaci�n y otros.  Adem�s, es necesario ajustar la intensidad del ejercicio seg�n sea el lugar donde se habr� de entrenar. Por ejemplo, se debe considerar el tipo de o terreno suelo (madera suspendida, tart�n, cemento, brea donde se llevar� a cabo el ejercicio.

        Recursos/equipos necesarios.  Determinar la necesidad de ciertos equipos que requiere el ejercicio, tales como bicicleta, kayak, mancuerdas (dumbells) y otros.

        La dosis de la duraci�n.  La intensidad y duraci�n del ejercicio son elementos inversamente relacionados, es decir, entre mayor sea la intensidad del ejercicio, m�s corta ser� la duraci�n de la sesi�n de ejercicio y viceversa.  Esto quiere decir que la selecci�n de una baja intensidad deber�a ser acompa�ada de mayor duraci�n en la sesi�n de ejercicio.  Individuos con una buena aptitud aer�bica podr�an ejercitarse a mayores intensidades y reducir la duraci�n del ejercicio.  Este tipo de dosis puede ser empleada en forma intermitente durante la sesi�n de ejercicio (entrenamiento discontinuo o en intervalos).

 

Tabla 5: Determinantes para el Nivel de Intensidad Utilizado
         
    DPoblaci�ne  
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         

           
        El nivel de intensidad prescrita puede ser determinado utilizando valores absolutos (Ej: vatios) o relativos (porcentaje de la capacidad funcional).  Cuando empleamos el porcentaje de la capacidad funcional, se puede tomar en consideraci�n uno o m�s de los siguientes �ndices (v�ase Tabla 2-25):

1) Frecuencia cardiaca
2) Consumo de ox�geno (VO2)
3) METs
4) Percepci�n del esfuerzo (RPE) o escala de Borg

        Por ejemplo, para adultos saludables, es posible prescribir una intensidad relativa que fluct�e entre 60 y 80% de la FCresv (77-90% de la FCm�x).  Para asegurar que sea efectiva esta intensidad, se necesario prescribir la adecuada dosis para la frecuencia y duraci�n del programa de ejercicio.  Se sugiere que aquellos individuos que practican ejercicios regulares entrenen a intensidades que fluct�en en el extremo superior del porcentaje (ASCM, 2006, p. 141), tal como de 70 a 85 % de la FCresv.  En cambio, para personas con baja capacidad funcional (Ej: con padecimientos card�acos), la intensidad recomendada es entre 40 y 60% de su capacidad funcional.


        A continuaci�n se describen las intensidades sugeridas para las poblaciones adultas que se encuentran saludables (ACSM, 2006, pp.141-146) debe fluctuar (v�ase Tabla
8):


1) De 40 a 85% de la frecuencia cardiaca de reserva (FCresv) o consumo de ox�geno de reserva (VO2R).  El VO2R representa la diferencia entre el consumo de ox�geno m�ximo (VO2Rm�x) y el consumo de ox�geno en reposo (VO2)


2) De 64 a 94% de la frecuencia cardiaca m�xima (FCm�x)


3) 50-85% del Consumo de Ox�geno M�ximo (VO2m�x)
 

Tabla 8: Sistema de Clasificaci�n para Trabajo Industrial
     

VARONES

 

MUJERES

     
 

Categor�a de Trabajo

 

kcal/min/65 kg

 

METs

 

kcal/min/65 kg

 

METs

 

Actividades

 
 

Liviano

 

2.0 - 4.9

 

1.6 - 3.9

 

1.5 - 3.4

 

1.2  - 2.7

 

Caminar, leer un libro, guiar el autom�vil, ir de compra, boliche, pescar, golf, navegaci�n recreativa

 
 

Moderado

 

5.0 - 7.4

 

4.0 - 5.9

 

3.5 - 5.4

 

2.8 - 4.3

 

Ciclismo de placer, baile, voleibol, b�dminton, calistenia

 
 

Fuerte

 

7.5 - 9.9

 

6.0 - 7.9

 

5.5 - 7.4

 

4.4 - 5.9

 

Patinaje sobre hielo, esqu� en agua, tenis competitivo, alpinismo para novatos, trotar

 
 

Muy Pesado

 

10.0 - 12.4

 

8.0 - 9.9

 

7.5 - 9.4

 

6.0 - 7.5

 

Esgrima, "football de tocar", buceo SCUBA, baloncesto, nataci�n (la mayor�a de los estilos)

 
 

Excesivamente Fuerte

 

> 12.5

 

> 10.0

 

> 9.5

 

> 7.6

 

"Handball", "squash", esqu� de campo traviesa, "paddleball", correr (paso r�pido)

 
NOTA. De: Exercise in Health and Disease: Evaluation and Prescription for Prevention and Rehabilitation. 2da. ed.; (p. 104), por M. L. Pollock y J. H. Wilmore, 1990, Philadelphia: W. B. Saunders Company. Copyright 1990 por: W. B. Saunders Company.

           
        Para poblaciones especiales (obesos, individuos de edad avanzada) la intensidad recomendada debe fluctuar de 40 a 60% de la FCm�x-resv. Seg�n la ACSM (2006, p. 141), aquellas poblaciones que sus pruebas cardiorrespiratorias reflejan un baja capacidad aer�bica (Ej. < 40 mL � kg-1 � min-1) se benefician de una baja intensidad (Ej., 30% VO2R).  Para participantes novatos de estas poblaciones (intensidad al comienzo del programa), se debe emplear el porcentaje m�s bajo, es decir, donde es posible hablar durante el ejercicio.  Como mencionamos anteriormente, es de suma importancia establecer una baja intensidad para aquellos clientes que posean ciertas limitaciones f�sicas (Ej: obesos, problemas ortop�dicos), enfermedades degenerativas (Ej: diabetes sacarina) o son personas de edad avanzada (mayores de 65 a�os de edad).  En estos casos, la meta del programa de ejercicio deber� ser lograr una mejor�a en el estado de salud del participante y un estilo de vida m�s activo.  Este enfoque evita posibles lesiones musculoesqueletales, la aparici�n de eventos cardiovasculares y mejora la adherencia al programa por parte de los participantes (Pollock et al, 1994).
 

 

 

 

Tabla 6: Clasificaci�n de la Intensidad del Ejercicio Basado en 30 a 60 Minutos de Entrenamiento de Tolerancia
  INTENSIDAD RELATIVA          
  FCm�x   VO2m�x o
FCm�x-Resv
  Escala de la
Percepci�n del
Esfuerzo
  Clasificaci�n
de la
Intensidad
 

  < 35%   < 30%   < 10   Muy Liviano  

  35-59%   30-69%   10-11   Liviano  

  60-70%   50-74%   12-13   Moderado  

  80-89%   75-84%   14-16   Fuerte  

  ≥ 90%   ≥ 85%   ≥ 16   Muy Fuerte  
NOTA. De: Exercise in Health and Disease: Evaluation and Prescription for Prevention and Rehabilitation. 2da. ed.; (p. 105), por M. L. Pollock y J. H. Wilmore, 1990, Philadelphia: W. B. Saunders Company. Copyright 1990 por: W. B. Saunders Company.

           

 

 


        Determinaci�n de la Intensidad mediante la Frecuencia Cardiaca (FC)

        Existen varias maneras para determinar la intensidad del ejercicio (v�ase Tablas 7 y 8).  Una de las m�s comunes y f�ciles es utilizando la frecuencia cardiaca o pulso.  Una t�cnica sencilla, conocido como el M�todo de Cero a Pico (% FCm�x), consiste en calcular un porcentaje dado para la frecuencia cardiaca m�xima (FCm�x) ajustada a la edad (ACSM, 2006, p. 144).  El primer paso a seguir es determinar la frecuencia cardiaca m�xima.  En t�rminos generales, la FCm�x a la que corresponde la intensidad m�s alta registrada durante una prueba ergom�trica m�xima de esfuerzo representa la frecuencia cardiaca m�xima.  Este valor se puede determinar directamente por medio de una prueba ergom�trica de tolerancia cardiorrespiratoria a niveles m�ximos, donde se monitorea la frecuencia cardiaca.  De no ser posible llevar a cabo esta prueba, la FCm�x se puede estimar rest�ndole la edad del participante de 220 (220 - Edad).  Luego se multiplica el porcentaje de entrenamiento deseado (el cual puede fluctuar de 30 a 85% de la frecuencia cardiaca m�xima ajustada a la edad) por la frecuencia cardiaca m�xima.  La frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE) se puede verificar tomando el pulso en la arteria radial o la car�tida.  Es muy importante enfatizar que cuando se verifique el pulso, mantenerse movi�ndose para evitar un posible mareo o desmayo.

 

        La intensidad recomendada, seg�n el nivel de ejercicio practicado y la clasificaci�n de la aptitud aer�bica, se describe en la Tabla 7 (ACSM, 2010, p 166-167):
.
 

Tabla 7: Intensidad del Ejercicio Cardiorrespiratorio, seg�n el Nivel de Ejercicio y la Clasificaci�n Aer�bica
  Categor�a   VO2R
(%)
  FCresv
(%)
  FCm�x
(%)
  Percepci�n del
Esfuerzo
 

  Sedentario
(Pobre)
  30 - 45%   30 - 45%   57 - 67%   Liviano a Moderado  

  Ejercicio M�nimo
(Pobre a Aceptable)
  40 - 55%   40 - 55%   64 - 74%   Liviano a Moderado  

  Ejercicio Espor�dico
(Aceptable a Promedio)
  55 - 70%   55 - 70%   74 - 84%   Moderado
a 15, 16: Fuerte
 

  Ejercicio Regular
(Promedio a Bueno)
  65 - 80%   65 - 80%   80 - 91%   Moderado
a 15, 16: Fuerte
 

  Ejercicio Vigoroso
(Bueno a Excelente)
  70 - 85%   70 - 85%   84 - 94%   13, 14: Algo Fuerte
a 15, 16: Fuerte
 
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 8va. ed.; (pp. 166-167), por American College of Sports Medicine, 2010, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2010 por: American College of Sports Medicine.

 

        La siguiente tabla resume los diferentes m�todos que se pueden emplear para establecer la intensidad del participante:

 

Tabla 8: M�todos para Determinar la Intensidad del Ejercicio
  �NDICE   POSIBLES ZONAS DE ENTRENAR   F�RMULA  

  %FCm�x-resv   30 - 85%   [(FCm�x - FCrep) (% Entrenar)] + FCrep  

  %FCm�x   64 - 94%   (FCm�x) (% Entrenar)  

  %VO2R   30 - 85%   [(VO2m�x-VO2rep) (% Entrenar)] + VO2Crep  

  METS   30 - 85%   (METm�x) (% Entrenar)  

  Escala de Percepci�n
del Esfuerzo (RPE) o
Borg Scale
  10 (Muy Liviano)
a
17 (Muy Fuerte)
  Ver Escala  
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 8va. ed.; (pp. 166-167), por American College of Sports Medicine, 2010, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2010 por: American College of Sports Medicine.

           

 

Tabla 9: Intensidades del Ejercicio Equivalentes para los M�todos %FCresv, %VO2R, %FC m�x, y RPE
  %FCresv   %VO2R   %FCm�x   RPE  

  30%   30%   57%   11  

  40%   40%   64%   12  

  50%   50%   70%   13  

  60%   60%   77%   14  

  70%   70%   84%   15  

  80%   80%   91%   16  

  85%   85%   94%   17  
NOTA. Adaptado de: Exercise Prescription: A Case Study Approach to the ACSM Guidelines. (p. 18), por D. P. Swain y B. C. Leutholltz, 2007, Champaign, IL: Human Kinetics Publishers, Inc.. Copyright 2007 por David P. Swain y Briean C. Leutholtz.

           

 

 

 


A continuaci�n ilustramos un ejemplo:

Problema:

Determinar la frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE).  Utiliza el m�todo donde se multiplica el porcentaje de entrenamiento deseado directamente por la frecuencia cardiaca m�xima.

Dado:

Edad = 20 a�os

Porcentaje de Entrenamiento Deseado = 60%

Conocido:

Frecuencia Cardiaca M�xima (FCm�x) = 220 � Edad

Frecuencia Cardiaca de Entrenamiento (FCE) = FCm�x X % Entrenamiento

Soluci�n:

FCm�x = 220 � 20

             = 200 latidos � min-1

Intensidad Prescrita para el Ejercicio o Frecuencia Cardiaca de Entrenamiento (FCE)

             = 60 X 200

             = 120 latidos � min-1

        Existe otro m�todo m�s preciso, conocido como el m�todo de Karvonen (ACSM, 2006, pp. 144-146), que toma en consideraci�n la frecuencia cardiaca en reposo (FCrep). Para su c�lculo se utilizar� la siguiente f�rmula:

FCE = [(FCm�x - FCrep) (40 a 85%)] + FCrep

        Empleando los mismos datos del ejemplo anterior, la frecuencia cardiaca de entrenamiento se puede estimar de la siguiente manera:

Problema:

Determinar la frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE).  Utiliza el m�todo de Karvonen.

Dado:

Edad = 20 a�os

FCrep = 70 latidos � min-1

Porcentaje de Entrenamiento Deseado : 60%

Conocido:

Frecuencia Cardiaca M�xima (FCm�x) = 220 � Edad

F�rmula de Karvonen = FCE = [(FCm�x - FCrep) (40 a 85%)] + FCrep

Soluci�n:

FCm�x = 220 � 20

             = 200 latidos � min-1

     FCE = [(200 - 70) (.60)] + 70

             =  [(130) (.60)] + 70

             = 78 + 70

             = 148 latidos � min-1

        Por lo tanto, el individuo tiene que estar entrenando a 148 latidos por minuto como m�nimo.  Ahora bien, le podemos calcular una frecuencia cardiaca de entrenamiento m�xima (zona superior), si en vez de 60% tomamos 65%, lo cual nos dar�a 155 latidos � min-1.  Para poder averiguar si se est� entrenando dentro de la zona prescrita, se requiere tomar el pulso inmediatamente despu�s de haber terminado la sesi�n de entrenamiento.  Para �ste prop�sito, se recomienda emplear un reloj con segundero o cron�metro.  El procedimiento verificar la FCE consiste en primero colocar el antebrazo con la palma hacia arriba; luego, buscar con los dedos �ndice, coraz�n y anular de la mano contraria el pulso radial.  �ste se encuentra localizado en la mu�eca, bajo la base del dedo pulgar.  Tambi�n puedes buscar el pulso en el cuello (pulso car�t�do): sit�a los mismos dedos a un lado de la nuez; cuenta el n�mero de latidos que palpes durante 6 segundos, y luego le a�ades un cero ("0") para poder adquirir el pulso por minuto.  Es importante que para comprobar el pulso, el participante no se detenga abruptamente luego del ejercicio; �ste deber� seguir moviendo los pies y simult�neamente tomar el pulso durante 6 segundos, con fin de no dejar que el pulso descienda demasiado.  Finalmente, multiplica el valor obtenido por 10, o a�ade un cero, de modo que se convierta en latidos por minuto.  Tambi�n, la palpaci�n del pulso se puede realizar durante 10 � 15 segundos.  En estos casos, multiplique por seis (6) y cuatro (4), respectivamente.
Para determinar la intensidad de un ejercicio utilizando la frecuencia cardiaca siga los pasos delineados en la Tabla
10.
 

Tabla 10: Determinaci�n de la Intensidad del Ejercicio Mediante la Frecuencia Cardiaca (Pulso)
 

PROCEDIMIENTO - Lleve a cabo los siguientes pasos:

 
  Paso # 1: Calcula la frecuencia cardiaca m�xima (FCm�x)  
    FCm�x = 220 - Edad  
  Paso # 2: Determina tu frecuencia cardiaca en reposo (FCrep):  
    Palpa tu pulso durante un minuto (latidos por minuto)  
  Paso # 3: Calcula tu frecuencia cardiaca de reserva (FCresv):  
    FCresv = FCm�x - FCrep  
  Paso # 4: Determina tu por ciento de entrenamiento deseado:  
    40%, 50%, 55%, 60%, 56%, 70%, 75%, 80%, 85%, 90%  
  Paso # 5: Multiplica el resultado del paso # 3 por el por ciento de entrenamiento seleccionado en el paso # 4:  
    Ejemplo: (.40) (FCm�x - FCrep)  
  Paso # 6: Sume el valor resultante obtenido en el paso # 5 a la frecuencia cardiaca de reposo (FCrep):  
  RESUMEN: FCE = [(.40) (FCm�x - FCrep) + FCrep]  
  RESULTADOS - Llene los blancos seg�n el procedimiento descrito arriba:  
  FCrep ___________ latidos � min-1  
  FCm�x (220 - Edad) __________ latidos � min-1  
  FCresv (FCm�x - FCrep) ___________ latidos � min-1  
  % Deseado en Entrenamiento (Circula dos - L�mite Inferior y L�mite Superior):  
  (% x FCresv)  .40  .45  .50  .55  .60  .65  .70  .75  .80  .85  .90  X  ___  =  ___ latidos � min-1 + FCrep  
  (% x FCresv)  .45  .50  .55  .60  .65  .70  .75  .80  .85  .90  .95  X  ___  =  ___ latidos � min-1 + FCrep  
  FCE: ______ = latidos � min-1 (l�mite o zona inferior)  
  FCE: ______ = latidos � min-1 (l�mite o zona superior)  
NOTA. Adaptado de: El Ser Humano y la Salud. 7ma. ed.; (p. 276), por E. Lopategui, 1997, Puerto Rico: Publicaciones Puertorrique�as, Inc. Copyright 1997 por: Publicaciones Puertorrique�as, Inc.

           
        Determinaci�n de la intensidad mediante el MET


        El MET representa los m�ltiplos de la tasa metab�lica en reposo (3.5 ml � kg-1 � min-1).  Para poder prescribir la intensidad utilizando los METs, se debe primero determinar la capacidad funcional del cliente mediante una prueba ergom�trica progresiva de ejercicio.  Utilizando los resultados de la prueba (el VO2m�x) se determinar�n los valores de las intensidades m�nima, promedio y m�ximas (v�ase Tabla
11).


 

Tabla 11: Criterios para Determinar las Zonas para el Porcentaje de la Intensidad* Prescrita para Diversos Niveles de Aptitud Cardiorrespiratoria
  Zonas Prescritas   Baja (%)   Promedio (%)   Alto (%)  

  FC M�nima   40   60   70  

  FCE   60   75   80  

  FC M�xima   75   85   90  
*Porcentaje de la FCm�x-resv
NOTA. Adaptado de: Physiology of Exercise for Physical Education, Athletics and Execise Science. 5ta. ed.; (p. 303), por H. A. deVries y T. J. Housh, 1994, Dubuque, IA: WCB Brown & Benchmark Publishers. Copyright 1994 por Wm. C. Brown Communications.

           

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

METs

 
 

Liviano

 

2.0 - 4.9

 

1.6 - 3.9

 

1.5 - 3.4

 

1.2  - 2.7

 
 

Moderado

 

5.0 - 7.4

 

4.0 - 5.9

 

3.5 - 5.4

 

2.8 - 4.3

 
 

Fuerte

 

7.5 - 9.9

 

6.0 - 7.9

 

5.5 - 7.4

 

4.4 - 5.9

 
 
NOTA. De: Exercise in Health and Disease: Evaluation and Prescription for Prevention and Rehabilitation. 2da. ed.; (p. 104), por M. L. Pollock y J. H. Wilmore, 1990, Philadelphia: W. B. Saunders Company. Copyright 1990 por: W. B. Saunders Company.

           
       

        Un modelo de lo arriba se describe a continuaci�n.  Si el individuo obtuvo un VOVO2m�x de 35 ml � kg-1 � min-1, la capacidad funcional de �ste ser�a 10 METs (35 ml � kg-1 � min-1 � 3.5 ml � kg-1 � min-1 = 10).  Podremos ahora calcular las zonas de entrenamiento (intensidades de entrenamiento m�nimas, promedio y m�ximas) utilizando el resultado de esta prueba expresado en METs (10 METs); En otras palabras, se determinar� el MET de entrenamiento (METE) m�nimo (METEmin), promedio (METEprom) y m�ximo (METEm�x).  La intensidad m�nima de entrenamiento ser�a el 40% de 10 METs, lo cual resulta ser 4 METs (METEmin = 10 METs X 0.40 = 4 METs); la intensidad promedio fluct�a entre 60% a 70% de 10 METS, o sea 6 � 7 METs (METEprom =10 METs X 0.70 = 7 METs; METEprom = 10 METs X 0.80 = 8 METs); la intensidad m�xima es el 85% de 10 METs, esto, es, 8.5 METs (METEm�x = 10 METs X 0.85 = 8.5 METs).  Por consiguiente, puesto que la intensidad promedio prescrita para este individuo es de 6 a 7 METs, se deben incorporar actividades f�sicas/ejercicio que fluct�en dentro de estos valores (Hanson, Giese & Corliss, 1980; Heyward, 1991).  Diversas actividades se han clasificado a base de su costo energ�tico relativo (METs).  Dependiendo de la intensidad prescrita (com�nmente entre 40 a 85% del MET m�ximo [METm�x]), se escogen las actividades f�sicas que prefiere el participante.
Por ejemplo, la Tabla 2-30 presenta una gama de ejercicios/deportes que pueden ser utilizadas como los tipos de ejercicios seleccionados, que correspondan a su nivel de intensidad relativa prescrita (% del METm�x). La intensidad del ejercicio expresado en METs para caminar, trotar, correr, ciclismo y subir un escal�n se encuentra directamente relacionado con la velocidad del movimiento, la resistencia o carga levantada. Para estas actividades, la ACSM (2006, pp 286-299) ha dise�ado unas ecuaciones para calcular la velocidad o cargas de trabajo que corresponden a una intensidad espec�fica expresada en METs. Por ejemplo, para estimar cuan r�pido una mujer debe trotar sobre un terreno horizontal a una intensidad de 8 METS, sigue los siguientes pasos:

Problema:

A una intensidad de 8 METS, �Cu�l es la velocidad que debe trotar la persona, en un suelo horizontal?

Dado:

Intensidad del Ejercicio = 8 METs


Conocido:

1 MET = 3.5 O2 ml�kg-1�min-1

ml�kg-1�min-1 = Velocidad (m�min-1) X 0.2 ml�kg-1�min-1 + 3.5 ml�kg-1�min-1
m�min-1

1 mph = 2.8 m�min-1

Paso = 60 min�hr-1
x mph


Soluci�n:

1) Convierta el valor de METs en ml�kg-1�min-1:

VO2 = 8 METs X 3.5 ml�kg-1�min-1
1 MET

VO2 = 8 X 3.5 ml�kg-1�min-1

VO2 = 28 ml�kg-1�min-1

2) Substituya los valores conocidos dentro de la ecuaci�n de correr (de la ACSM) y resuelve por velocidad:

28 ml�kg-1�min-1 - 3.5 ml�kg-1�min-1 = Velocidad X 0.2 ml�kg-1�min-1

24.5 ml�kg-1�min-1 = Velocidad (m�min-1) X 0.2

122.5 m�min-1 = Velocidad
3) Convierta velocidad en metros por minuto a millas por hora:

mph = 122.5 m�min-1 X 1 mph
1 26.8 m�min-1

mph = 122.5 mph
26.8

mph = 4.57 mph

4) Convierta millas por hora en minutos por milla del paso:

Del problema anterior, velocidad = 4.57 mph (milla�hr-1)

Paso = 60 min�hr-1
4.57 milla�hr-1

Paso = 13.1 min�milla-1

Tabla 2A-30: Algunas Actividades F�sicas Recreativas (Deportes, Ejercicios, Clases, Juegos y Bailes) con su Respectivo Valor/Costo Energ�tico Expresado en METs
ACTIVIDAD RECREATIVA Promedio Alcance

Arquer�a 3.9 3-4
Montar una Mochila en la Espalda - 5-11
�Badminton� 5.8 4-9+
Baloncesto:
Juego Competitivo 8.3 7-12+
Sin Juego - 3-9
Billar 2.5
Boliche - 2-4

Tabla 2B-30: Algunas Actividades F�sicas Recreativas (Deportes, Ejercicios, Clases, Juegos y Bailes) con su Respectivo Valor/Costo Energ�tico Expresado en METs
ACTIVIDAD RECREATIVA Promedio Alcance

Boxeo:
En el Cuadril�tero 13.3 -
Sin estar Confinado a un Lugar 8.3 -
Canoaje, Remo, Kayak - 3-8
Ejercicios de Acondicionamiento - 3-8+
Escalando Montes 7.2 5-10+
"Cricket" 5.2 4.6-7.4
"Croquet" 3.5 -
Ciclismo:
de Placer o para Trabajar - 3-8+
10 mph 7.0 -
Baile (Social, "Square", "Tap") - 3.7-7.4
Baile (Aer�bico) - 6-9
Esgrima - 6-10+
"Hockey" sobre C�sped 8.0 -
Pescar:
desde un Banco 3.7 2-4
Movi�ndose en una Corriente - 5-6
"Football" (Tocar) 7.9 6-10
Golf:
Utilizando el Carrito de Transporte - 2-3
Caminando (Cargando la Bolsa o Halando un Carro) 5.1 4-7
"Handball" - 8-12+
Caminata ("Hiking") (Campo Traviesa) - 3-7
Montando Caballo:
Galopando 8.2 -
Trotando 6.6 -
Caminando 6.4 -
Tirando en el Juego de Herradura - 2-3
Cazando (Arco o Rifle):
Juego Peque�o (Caminando, Cargando una Resistencia
Liviana) - 3-7
Juego Grande (Arrastrando una Presa/Armaz�n,
Caminando) - 3-14
Judo 13.5 -
Alpinismo (Escalando Monta�as) - 5-10+
Tocando M�sica - 2-3
"Paddleball�, "Racquetball� 9 8-12

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 6ta. ed.; (pp. 152-153), por American College of Sports Medicine, 2000, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2000 por la American College of Sports Medicine.

Tabla 2C-30: Algunas Actividades F�sicas Recreativas (Deportes, Ejercicios, Clases, Juegos y Bailes) Con su Respectivo Valor/Costo Energ�tico Expresado en METs
ACTIVIDAD RECREATIVA Promedio Alcance

Brincar Cuica (la Cuerda): 11 -
60-80 Brincos/min 9 -
120-140 brincos/min - 11-12
Correr:
12 min por milla 8.7 -
11 min por milla 9.4 -
10 min por milla 10.2 -
9 min por milla 11.2 -
8 min por milla 12.5 -
7 min por milla 14.1 -
6 min por milla 16.3 -
Navegar - 2-5
Buceo SCUBA - 5-10
"Shuffleboard" - 2-3
Patinar, Hielo o Ruedas - 5-8
Esquiar, Nieve:
Cuesta Abajo - 5-8
Campo Traviesa - 6-12+
Esquiar, Agua - 5-7
Trineo "Tobogganing" - 4-8
Caminando sobre la Nieve con Zapato de Raqueta 9.9 7-14
"Squash" - 8-12+
Balompie - 5-12+
Subir Escaleras - 4-8
Nataci�n - 4-8+
Tenis de Mesa 4.1 3-5
Tenis 6.5 4-9+
Voleibol - 3-6

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 6ta ed.; (pp. 152-153), por American College of Sports Medicine, 2000, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2000 por la American College of Sports Medicine.

Relaci�n entre los porcentajes del VO2m�x, FCm�x-resv y FCm�x (v�ase Tabla 2-31)

El m�todo de Cero a Pico para estimar la FCE es poco confiable cuando se emplean prescripciones con bajas intensidades (ACSM, 2006, p. 144). Dado un mismo nivel de trabajo/ejercicio, el c�lculo de la frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE) utilizando el porcentaje de la FCm�x-resv (Karvonen) es aproximadamente de 10% a 15% m�s bajo al compararse cuando se estima utilizando el porcentaje de la FCm�x (Howley & Franks, 1997).
Determinaci�n de la intensidad utilizando la percepci�n del esfuerzo (RPE) o escala de Borg)

La percepci�n del esfuerzo es una descripci�n o escala de clasificaci�n del esfuerzo producido durante el ejercicio. Esta escala involucra se�ales integradoras de los m�sculos y articulaciones perif�ricas activas durante el ejercicio (Birk & Birk, 1987). La escala de la percepci�n del esfuerzo (RPE) que dise�o originalmente Borg enfocaba la asociaci�n de la respuesta a la percepci�n del esfuerzo y la frecuencia cardiaca como un �ndice del nivel de esfuerzo/intensidad del ejercicio (Borg, 1970, citado en Birk & Birk, 1987).
La RPE com�nmente utilizada es aquella con una escala num�rica que fluct�a de 6 a 20, con una descripci�n verbal (v�ase Tabla 2-20). La literatura indica que la RPE es un indicador confiable del nivel de esfuerzo f�sico durante un ejercicio subm�ximo en estado estable (ACSM, 2006, pp. 77). La literatura cient�fica evidencia que la RPE, independientemente o en una combinaci�n con la frecuencia del pulso, puede ser efectivamente utilizada para prescribir la intensidad del ejercicio (Birk & Birk, 1987). Una percepci�n del esfuerzo de 12 a 15 puede ser m�s efectiva que la frecuencia cardiaca en cuanto a la estimaci�n del porcentaje del VO2m�x necesaria para producir un efecto en el entrenamiento (Birk & Birk, 1987). M�s aun, existe evidencia indicando que la RPE de 12 a 15 puede ser prescrita para ejercicios que requieran la activaci�n de grupos musculares peque�os (Birk & Birk, 1987). Adem�s, la informaci�n recogida del RPE durante una prueba ergom�trica de esfuerzo progresiva puede ser utilizada para cuantificar la intensidad del ejercicio prescrito a base de esta escala de percepci�n.
Un RPE de 12 a 13 corresponde cerca del 60% de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva. Aproximadamente, 85% de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva equivale a un 16 en la escala de Borg. Otros autores (Burke & Humphreys, 1982, citado en Birk & Birk, 1987 p. 7), han determinado equivalencias adicionales con el porcentaje de la FCm�x. Por ejemplo, el valor de 11 en la escala de Borg corresponde a 70% de la FCm�x; 12 a 14 equivale de 70 a 85% de la FCm�x y el valor de 15 corresponde a 85-90% de la FCm�x.
Las respuestas de la RPE registradas durante una prueba ergom�trica progresiva de esfuerzo puede ser empeada para especificar un nivel dado de RPE para la fase inicial del acondicionamiento (ACSM, 2006, p. 146).
En la etapa de mantenimiento (obesos, edad avanzada) se recomienda un RPE equivalente al 60% de la frecuencia cardiaca m�xima de reserva, es decir, de 12 a 13 (Algo Fuerte) (Pollock et al, 1994). Este nivel es apropiado para el mantenimiento de la aptitud aer�bica, composici�n corporal y tolerancia muscular.









Tabla 2-31: Relaci�n entre %FCm�x, %FCm�x-resv y %VO2m�x
VO2m�x %FCm�x-resv %FCm�x

50 50 66

55 55 70

60 60 74

65 65 77

70 70 81

80 80 88

85 85 92

90 90 96

NOTA. De: Health Fitness Instructor's Handbook. 3ra. ed.; (p. 276), por E. T. Howley y B. D. Franks, 1997, Champaign, Illinois: Human Kinetics. Copyright 1997 por E. T. Howley y B. D. Franks.

Tabla 2-32: Escala de la Percepci�n del Esfuerzo (RPE) o Escala de Borg
PERCEPCI�N
DEL
ESFUERZO FRECUENCIA CARDIACA APROXIMADA
(latidos�min-1)

6 60

7 MUY, MUY LIVIANO 70

8 80

9 MUY LIVIANO 90

10 100

11 BASTANTE LIVIANO 110

12 120

13 ALGO FUERTE 130

14 140

15 FUERTE 150

16 160

17 MUY FUERTE 170

18 189

19 MUY, MUY FUERTE 190

20 200

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (p. 77), por American College of Sports Medicine, 2006, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2006 por la American College of Sports Medicine.

Tabla 2-33: Calor�as Gastadas Durante el Ejercicio
CANTIDAD DE
CALOR�AS GASTADAS TIPO DE EJERCICIO

100 Caminar 1 Milla

150-200 40 Minutos de Baile Aer�bico

180-250 Nadar por � Hora

210 Correr Bicicleta a 10 mph por � Hora

NOTA. Adaptado de: "Exercise: An Alternative to Fad Diets for Adolescent Girls", por S. L. Hoer, 1984, The Physician and Sportsmedicine, 12(2), pp. 76-83.

Duraci�n

La duraci�n del ejercicio depende de la intensidad en que se efect�e el ejercicio. Por lo tanto, entre menor sea la intensidad de la actividad f�sica, mayor deber� ser su duraci�n. La duraci�n de un ejercicio de naturaleza aer�bica, continua o intermitente, debe fluctuar entre 20 a 60 minutos (ACSM, 2006, pp. 146-147), con un gasto energ�tico m�nimo de 300 kilocalor�as (kcal) por sesi�n de ejercicio. Por lo regular, se recomienda que el ejercicio sea uno de mayor duraci�n pero de poca o moderada intensidad; esto se conoce como un ejercicio de tipo aer�bico.

Primeras semanas de acondicionamiento (para individuos sedentarios asintom�ticos y sintom�ticos)

Seg�n la ACSM (2006, p.149), se recomienda una duraci�n moderada, es decir, de 15 a 30 minutos en combinaci�n con una moderada intensidad (40 a 60% de la FCresv). Tambi�n, existe la opci�n de incluir intervalos de ejercicio distribuidos a trav�s de todo el d�a, que posean aproximadamente 10 minutos de duraci�n.

Para individuos con una aptitud f�sica adecuada

Para estos grupos, la duraci�n recomendada es de 20 a 60 minutos. Entre tanto, la intensidad sugerida es de 70-85% de la FCresv. Esta dosis no es recomendada para la mayor�a de los participantes que ingresan a un programa de ejercicio. Es preferido intensidades m�s bajas con duraciones prolongadas.

Determinantes para modificar la duraci�n e intensidad del ejercicio

La duraci�n e intensidad fijada en la prescripci�n depender� del estado de salud, las metas (Ej: bajar de peso) y la respuesta hacia ejercicios o actividades espec�ficas.



Progresi�n de la duraci�n

En la etapa inicial del programa de acondicionamiento, se recomienda aumentar de 15 a 30 minutos, siempre y cuando no hayan presentes complicaciones m�dicas y las respuestas al ejercicio sean normales.

Tabla 2-34: Duraci�n de la Sesi�n del Est�mulo Aer�bico para Adultos Saludables

� General/Total:

20 - 60 minutos:

� Tipo de Ejercicio:

20 - 30 minutos


Frecuencia

La frecuencia o las veces por semana en que se va a realizar el ejercicio, puede fluctuar de 3 a 5 veces por semana. Esto depender� del nivel inicial de la aptitud f�sica del individuo. Se recomienda que el gasto energ�tico por semana sea alrededor de 1000 kcal. Para poblaciones que posean capacidades funcionales superiores a los 5 METs, se sugiere que el programa de ejercicio se realice como m�nimo 3 veces por semana, en d�as alternos. No obstante, las adaptaciones �ptimas al ejercicio se observan cuando estos participantes se ejercitan a intensidades moderadas, 7 veces por semana (ACSM, 2006, p. 147).
Para aquellos programas empleando ejercicios que transporta/soportan el peso corporal, se recomienda que sus primeras semanas alternen un d�a de ejercicio con un d�a de reposo. Otra posible combinaci�n ser�a entrenar 5 � m�s d�as a la semana, alternando los d�as de actividades f�sicas que soportan el cuerpo con aquellas que no soportan el peso del cuerpo.
Seg�n la Aerobics and Fitness Association of America (AFAA), se sugieren 3 clases por d�a o 12 clases por semana. Es vital tener mucho cuidado cuando se incrementa la frecuencia sobre los 3 d�as a la semana. Investigaciones cient�ficas han encontrado que el riesgo de lesiones incrementa cuando se aumenta de 3 a m�s de 4 sesiones de baile aer�bico por semana (Lorna, Francis & Welshons-Smith, 1985). Los participantes de los programas de baile aer�bico entrenando de 3 a 4 veces por semana, no deben de ejercitarse en otras actividades de impacto.

Tipo de Ejercicio

El tipo de ejercicio que se ejecutar� depender� del inter�s o componente de la aptitud f�sica que desee desarrollar el individuo, el tiempo que tenga disponible y el equipo e instalaciones f�sicas que se disponen. Al planificar el modo de ejercitarse, se recomiendan aquellas actividades que ayuden a desarrollar la capacidad o tolerancia cardiorrespiratoria (aer�bica), ya que un nivel bajo de aptitud aer�bica aumenta los riesgos de sufrir de una enfermedad coronaria.
Al seccionar el tipo de ejercicio para los participantes, es importante primero indagar los intereses de �stos. Por ejemplo, es necesario conocer los tipos de actividades de predilecci�n, la disposici�n de usar traje de ba�o, de participar en una sesi�n/clase y la preferencia para los lugares que se habr�n de ejercitar (Ej: hogar, gimnasio). Si los participantes optan por trabajar su rutina de ejercicio en un gimnasio, se debe determinar los recursos y caracter�sticas de las instalaciones f�sicas de �ste.

Ejercicios aer�bicos o de tolerancia cardiorrespiratoria

El tipo de ejercicio aer�bico seleccionado debe poseer ciertos atributos particulares, de manera que se pueda asegurar el �xito concerniente a la implementaci�n del programa de ejercicio prescrito (v�ase Tabla 2-35). El Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM, 2006, p. 139) recomienda que el programa de ejercicio dirigido a desarrollar la tolerancia cardiorrespiratoria requiere incorporar actividades f�sicas que utilicen grupos musculares grandes, de forma r�tmica, durante per�odos continuos y prolongados, y que sean de naturaleza aer�bica. Por consiguiente, es imperante que los ejercicios cardiorrespiratorios activen grupos musculares mayores y que se ejecuten de modo din�mico y constante. Se debe, pues, minimizar la utilizaci�n de grupos musculares peque�os y la contracci�n muscular isom�trica. Ejemplos de algunos de ellos son, a saber: caminar, trotar (jogging), correr, nadar, correr bicicleta, patinar (sobre ruedas o sobre hielo), remar, brincar cuica (la cuerda), baile (aer�bico, disco y ballet), esqu� n�rdico o de campo traviesa y deportes que involucren correr. Algunos de estos tipos estos ejercicios se pueden realizar en interiores (bajo techo). Por ejemplo, el equipo comercial "Nordic Track" es un equivalente del esqu� n�rdico. Subir y bajar escaleras o un banco puede ser considerado como una actividad aer�bica. Sin embargo, �ste puede ser algo extenuante, dependiendo de la altura del banco/escal�n y condici�n f�sica de la persona. Algunos ejemplo de aquellos deportes que integran la destreza de correr son: baloncesto, tenis, balompi�, y otros. Se pueden clasificar las actividades de tolerancia cardiorrespiratoria en tres grupos diferentes (ACSM, 2006, p. 140):

Grupo #1:

� Caracter�stica: Mantienen una intensidad constante
� Ejemplos: Caminar, trotar y ciclismo

Grupo #2:

� Caracter�sticas: 1) mantienen una intensidad constante 2) dependen de la t�cnica/destreza
� Ejemplos: Nataci�n, esqu� de campo traviesa

Grupo #3:

� Caracter�stica: Var�an mucho en intensidades
� Ejemplos: Baile, baloncesto, "raquetball"
Ejercicios que transportan la masa corporal:

� Ventaja: Estos proveen un mayor gasto energ�tico
� Ejemplos:
o Caminar. Representa la mejor manera para comenzar efectivamente un programa de ejercicio, particularmente para ciertas poblaciones (Ej: obesos, personas de edad avanzada). El ejercicio de caminar o marcha evita problemas m�sculo esquel�tales asociados con el correr, as� como los peligros con el tr�fico.
o Baile, con o sin compa�eros: El baile puede ser aer�bico o pasos sencillos de m�sica.

Actividades que soportan la masa corporal:

� Ventaja: Se previenen problemas de naturaleza musculoesqueletal, particularmente en individuos con pobre tonicidad muscular.
� Ejemplos:
o Correr bicicleta (en la calle o estacionaria): Bicicleta estacionaria en posici�n supina (boca arriba). Esta posici�n de correr bicicleta estacionaria es m�s c�moda para la poblaci�n obesa.
o Ejercicios en el agua: Sus ventaja incluyen: 1) reducen las lesiones en las articulaciones 2) involucran los principales grupos musculares 3) permite progresar r�pidamente y de forma segura. Algunos ejemplos de ejercicios en el agua son la nataci�n y otros ejercicios adaptados en el agua (Ej: aer�bico, calistenia, caminando en agua a nivel de la cintura, ciclismo en agua). En la nataci�n, el peso corporal es sostenido por la fuerza boyante del agua.

Tabla 2-35: Caracter�sticas que debe Poseer el Tipo de Ejercicio Dirigido a Desarrollar la Tolerancia Cardiorrespiratoria

� Involucra una gran Proporci�n de la Masa Musculoesqueletal Total.
� Activa al M�ximo Grupos Musculares Grandes.
� Utiliza muy poco los M�sculos Esqueletales Peque�os.
� Utiliza al M�ximo las Contracciones Musculoesqueletales Din�micas/Isot�nicas.
� Utiliza muy poco las Contracciones M�sculoesquelales Est�ticas/Isom�tricas.
� Son de Naturaleza R�tmica, Permitiendo Fases alternadas de Relajaci�n y Contracci�n.
� Utilizan muy poco el Trabajo del Coraz�n por unidad del Efecto del Entrenamiento.
� Pueden ser Cuantificables a Base de su Intensidad.
NOTA. Adaptado de: Physiology of Exercise for Physical Education, Athletics and Exercise Science. 5ta. ed.; (p. 294), por H. A. deVries y T. J. Housh, 1994, Dubuque, IA: WCB Brown & Benchmark Publishers. Copyright 1994 por Wm. C. Brown Communications.


Tabla 2-36: Algunos Ejercicios Aer�bicos Continuos

� Ejercicios que Transportan el Peso Corporal::

o Correr, Trotar
o Caminar
o Subir /bajar un Escal�n o Escaleras
o Esqu� de Campo Traviesa

� Ejercicios que Apoyan el Peso Corporal:

o Ciclismo:

 En la Carretera o Vel�dromo
 Bicicleta Estacionaria

o Ejercicios en Agua:

 Nataci�n

 Ejercicios Adaptados en Agua:

- Pateo con Flotadores
- Juegos Sencillos
- Bicicleta en Agua
- Trotar o Caminar en el Agua
- Trotar en Agua Profunda con un Salvavidas
- Calistenia
- Baile Aer�bico Acu�tico (Acuaer�bicos)

 Banda sinf�n acu�tica


Tabla 2-37: Ventajas de Caminar

� Evita Problemas M�sculoesqueletales Comunes con el Correr.


� Previene los Peligros con el Tr�fico de Autom�viles en el Ciclismo.

� Evade las Inconveniencias de Tratar de Conseguir una Piscina.

� No Requiere una Destreza de Alto Nivel.

� Puede Llevarse a Cabo en casi cualquier Lugar y en Cualquier Momento.

� Puede Producir un Adaptaci�n al Entrenamiento.

NOTA. De: "Obesity", por E. R. Burskirk, En J. Skinner (Ed.), (p. 164),1987, Exercise Testing and Exercise Prescription Special Cases: Theoretical and Clinical Applications. Philadelphia: Lea & Febiger.





Tabla 2-38: Actividades Comunes de Alto y Bajo Impacto para el Entrenamiento de la Tolerancia Aer�bica
ALTO IMPACTO BAJO IMPACTO

Trotar/Correr Caminar

Baloncesto/Voleibol Ciclismo / Correr Bicicleta

Saltar / trotar Nataci�n/Actividades Acu�ticas

Brincar Cuica (la Cuerda) Remar

Baile Aer�bico (Alto Impacto) Subir Escal�n/Banco o Escaleras (sin Brincar)

Baile Aer�bico (Bajo Impacto)

Aer�bicos de Banco

Esqu� Campo Traviesa

NOTA. De: "Exercise Training and Prescription for the Eldery" por Pollock, et al, 1994, Southern Medical Journal, 87(5), pp. 588-595.

Ejercicios de flexibilidad, de relajamiento y calist�nicos

Los ejercicios de flexibilidad ayudan a mejorar la extensi�n del movimiento en las coyunturas. �stos, se deben realizar de forma lenta, gradual, sintiendo tensi�n pero no dolor y sostener la posici�n final de estiramiento por varios segundos (10 - 20 seg.). Es importante respirar r�tmicamente (nunca aguantar la respiraci�n) y mantener una relajaci�n mental. Com�nmente, los ejercicios calist�nicos se emplean durante la fase de calentamiento de una sesi�n de ejercicio.

Ejercicios para desarrollar fortaleza y tolerancia muscular (v�ase Tabla 2-40)

Los ejercicios con resistencias o pesas son parte esencial de una prescripci�n de ejercicio, particularmente para aquella poblaci�n con pobre tonificaci�n muscular o con niveles considerable de sarcopenia (p�rdida del tejido muscular). Por lo tanto, los ejercicios con resistencias preparan los m�sculos para que los participantes puedan comenzar, sin fatiga excesiva, sus actividades de tipo aer�bicas. Los programas con pesas ofrecen las siguientes ventajas:

� Pueden proveer ganancias en peso magro y p�rdida de grasa.
� Preparan f�sicamente al participante para poder tolerar los ejercicios aer�bicos que transportan (soportan) la masa corporal.
� Se previene el estado de sarcopenia que resulta de la edad y su reducci�n concomitante en la tasa metab�lica basal. Como consecuencia, tambi�n se evita que esta p�rdida de tejido contr�ctil y baja tasa metab�lica resulte en un aumento del tejido adiposo.
En todo programa que involucre el uso de resistencias, hay que seguir medidas de precauci�n/seguridad particulares. Es imperativo tener un cuidado extremo al realizar estos ejercicios, ya que pueden subir peligrosamente la presi�n arterial si se ejecutan incorrectamente. Para evitar esto, se recomienda que se exhale cuando se efect�e la fuerza y se inhale en la fase de relajaci�n. Por regla general, para desarrollar fortaleza muscular se requiere utilizar mucho peso con poca resistencia. En cambio, para promover la tolerancia muscular, se necesita utilizar poco peso con altas repeticiones.

Tabla 2-39: Recomendaciones a seguir cuando se Prescriba el Tipo de Ejercicio Para Adolescentes Obesos

� Los Ejercicios Aer�bicos deben ser Divertidos y de Intensidad Apropiada.

� Se Deben Enfocar en Aquellas Actividades que Puedan ser F�cilmente Practicadas a trav�s de toda la vida.

� Requieren ser F�cilmente Incorporadas en el Diario Vivir.

� Deben ser Variadas para evitar el Aburrimiento.

NOTA. De: "Exercise: An Alternative to Fad Diets for Adolescent Girls", por S. L. Hoer, 1984, The Physician and Sportsmedicine, 12(2), pp. 76-83.

Tabla 2-40: La Prescripci�n de Ejercicio: Entrenamiento con Pesas
COMPONENTE DOSIS

Tipo/Modo de
Ejercicio Ejercicios que Acondicionan los Grupos Musculares Principales

Intensidad MODERADA: El Nivel de Intensidad Necesario para poder Desarrollar y Mantener la Masa del Tejido Magro

Duraci�n El Tiempo Requerido para Poder Hacer 1 Serie de 8 a 12 Repeticiones Compuestas de 8-10 Ejercicios cada una

Frecuencia Como M�nimo 2 D�as a la Semana

NOTA. De: "The Recommended Quantity and Quality of Exercise for Developping and Maintaining Cardiorespiratory and Muscular Fitness in Healthy Adults", por ACSM, 1990, Medicine and Science in Sports and Exercise, 22(2), pp. 265-274.

Progresi�nError! Bookmark not defined.

La progresi�n significa el ajustar el trabajo total por sesi�n (aumentar en intensidad, duraci�n o una combinaci�n de ambas) como resultado del efecto del acondicionamiento. La progresi�n del programa de entrenamiento depender� del nivel inicial de la aptitud f�sica de la persona, su estado de salud, edad, necesidades y metas. Durante el entrenamiento, en donde el cuerpo se adapta al ejercicio, la frecuencia
cardiaca durante el ejercicio a una intensidad dada habr� de disminuir. Por lo tanto, se requiere aumentar gradualmente la duraci�n, intensidad y frecuencia del ejercicio. Este componente de la prescripci�n de ejercicio se subdivide en tres etapas (v�ase Tabla 2-41), a saber: acondicionamiento inicial, mejoramiento del acondicionamiento y mantenimiento del acondicionamiento.

Tabla 2-41: Etapas que sigue la Progresi�n en un Programa de Ejercicios Para Adultos Aparentemente Saludables

� Acondicionamiento Inicial (4 - 6 Semanas):

Estiramiento, Calistenia Leve y Actividades Aer�bicas de Baja Intensidad

� Mejoramiento del Acondicionamiento (4 - 5 meses):

o Intensidad Aumenta hacia los Niveles Prescritos
o Duraci�n Aumenta cada 2 a 3 Semanas
o Frecuencia depende de la Magnitud en las Adaptaciones Fisiol�gicas

� Mantenimiento del Acondicionamiento:

o Alcanzado los Primeros 6 meses
o Incluir Actividades Nuevas/Variadas y Divertidas

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (p. 149-151), por American College of Sports Medicine, 2006, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2006 por la American College of Sports Medicine.

Las Fases de una Sesi�n de Ejercicio (V�ase Tabla 2-42 y Figuras 2-14 y 2-15)

Una sesi�n de ejercicio regular se encuentra constituida por tres fases fundamentales, que son: el calentamiento, est�mulo aer�bico (fase de acondicionamiento) y el enfriamiento (v�ase Tabla 2-42). Cada fase incluye una variedad de ejercicios espec�ficos, algunos de los cuales fueron descritos en la secci�n anterior. Adem�s, recientemente se han incluido las actividades recreativas (Ej: tenis, baloncesto, entre otras) como parte de la fase para el est�mulo de tolerancia aer�bica (ACSM, 2006, p. 138). Estas actividades deben ser modificadas, de manera que produzca beneficios para la salud (Ej: cardiovasculares, de relajamiento).


Figura 2-14: Las Fases para una Sesi�n de Ejercicio. Esta gr�fica sectorial muestra las diferentes fases y su duraci�n correspondiente para cada sesi�n de ejercicio.

Calentamiento

Antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio, especialmente de naturaleza aer�bica, el participante deber� llevar a cabo un calentamiento. El objetivo de �ste es aumentar progresivamente la tasa metab�lica en reposo de 1 MET (3.5 ml de O2�kg-1�min-1) hasta el nivel del MET prescrito.
Al calentar antes de un ejercicio, se disminuyen los riesgos de lesiones musculoesqueletales y de anormalidades electrocardiogr�ficas. El fin es preparar al cuerpo para la fase aer�bica. Esto es un hecho, porque durante el calentamiento aumenta la circulaci�n, temperatura corporal y la flexibilidad de las articulaciones. El incremento en la circulaci�n sist�mica durante el calentamiento reduce las posibilidades de un mareo y/o desmayo. Una mejor flexibilidad alcanzada durante el calentamiento (a trav�s de ejercicios de estiramiento) disminuyen el riesgo de un desgarre en el ligamento, tend�n o m�sculo.







Tabla 2-42: Fases de una Sesi�n de Ejercicio para Adultos Saludables Dirigido a Desarrollar la Tolerancia Cardiorrespiratoria
FASES EJERCICIO DURACI�N INTENSIDAD

Calentamiento Estiramiento, Calistenia,
Caminar o Trotar Lento,
Correr Bicicleta a Baja Intensidad 5 - 10 Minutos 10-30% FCresv

Est�mulo Aer�bico
(Acondicionamiento) Caminar R�pido, Trotar, Correr, Correr Bicicleta, Nadar, Baile Aer�bico, Patinar, Brincar Cuica, Remar GENERAL:
20 - 60 Minutos

TIPICO:
20 - 30 Minutos 40-85% FCresv

Enfriamiento Reducir Progresivamente la Intensidad del Ejercicio Aer�bico, (Ej: Trotar Lento, Caminar), Estiramiento,
Actividades de Relajamiento 5 - 10 Minutos Baja hasta un % cerca de la FCrep

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (pp. 136-139), por American College of Sports Medicine, 2006, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2006 por la American College of Sports Medicine.

El tiempo requerido para el calentamiento var�a seg�n la persona y la temperatura ambiental. Lo recomendado es que esta sesi�n de ejercicio fluct�e de 5 � 10 minutos (ACSM, 2006, p.137). Los ejercicios a ser inorporados en la fase de calentamiento son los siguientes:

� Realizar las actividades implementas durante la fase del est�mulo aer�bico a una intensidad moderada (por debajo de la prescrita). Algunos ejemplos sugeridos son: caminar o trotar a paso lento, correr bicicleta estacionaria a una leve cadencia (baja resistencia) y caminar en el extremo llano de una piscina (si se habr� de nadar).
� Ejercicios de flexibilidad/estiramiento.
� Ejercicios calist�nicos u otro tipo de actividades que acondicionan los m�sculos. Se pueden incluir una variedad de tipos de ejercicios calist�nicos y pesas livianas (ACSM, 2006, p. 138).

La duraci�n e intensidad de estas actividades f�sica efectuadas durante el calentamiento depender�n de los siguientes factores:

� La capacidad funcional de los participantes.
� Las condiciones ambientales (temperatura, humedad, altitud).
� S�ntomas de enfermedades (particularmente cardiovasculares) que presenten los clientes.
� Preferencias del ejercicio.
Periodo del Est�mulo Aer�bico

Luego de un calentamiento adecuado, se est� listo para la parte principal de la sesi�n de ejercicio. Esta fase puede llevarse a cabo de forma continua o intermitente (Ej: en intervalos). La intensidad y los tipos de actividades, que desarrollen la tolerancia cardiorrespiratoria o aer�bicos, ya fueron explicadas en secciones previas de este manuscrito (v�ase Tabla 2-36). En esta fase, se pueden incorporar juegos y deportes recreativos. La duraci�n var�a de 20 a 60 minutos de actividad aer�bica que involucre grandes grupos musculares.

Tabla 2-43: Estilos de Vida m�s Activos

� Usar las Escaleras en vez del Elevador.

� No Utilizar el Control Remoto de la Televisi�n.

� Estacionar el Autom�vil Lejos de la Entrada del Centro Comercial y Disfrutar la Caminata.

� Caminar en los Alrededores del Trabajo u Hogar.

� Caminar una Distancia Dada para un Almuerzo Moderado.

� Entregar Mensajes Personalmente dentro del Edificio en que se Trabaja, en vez de usar el Tel�fono.

� Trabajar m�s en los Alrededores de la Casa y Patio.


� Sustituir la Televisi�n por Actividades Recreativas y Pasatiempos Activos/F�sicos:

o Ejemplos:

 Proyectos de Mantenimientos en el Hogar
 Baile Social
 Boliche, Tenis

� Tratar de ser m�s Activos en Trabajos de Escritorio:

o Ejemplos:

 Intermitentemente Efectuar Ejercicios de Flexibilidad e Isom�tricos que Involucren las Extremidades Superiores, Inferiores y el Abdomen.
 Levantarse del Escritorio como M�nimo una vez cada Hora para Caminar en los Alrededores del Trabajo.
 Ser m�s Activo durante el Tiempo del "Coffe Break" y el Almuerzo.







Enfriamiento

Una vez completada el per�odo del estimulo aer�bico, el individuo no debe detenerse por completo, sino continuar con la misma actividad a una intensidad menor o mantenerse en movimiento a trav�s de cualquier otro tipo de ejercicio moderado. El enfriamiento provee los siguientes beneficios:

� Previene complicaciones cardiovasculares despu�s del ejercicio.
� Reduce las posibilidades de una hipotensi�n (Reducci�n s�bita de la presi�n arterial), mareo, desmayo y/o arritmias card�acas, ya que la acci�n de bombeo que ejerce los m�sculos sobre las venas evita que se acumule/estanque la sangre en las piernas; esto ayuda a que se mantenga un flujo de sangre (y oxigeno) adecuado hacia el coraz�n y enc�falo.
� Promueve una r�pida eliminaci�n del �cido l�ctico (desecho metab�lico que indirectamente produce fatiga), en comparaci�n con una recuperaci�n sin movimiento.
� Permite que se disipe el calor producido por el cuerpo, y reduce la incidencia de calambres y resentimientos musculares.

La duraci�n del per�odo de enfriamiento puede fluctuar entre 5 y 10 minutos; por lo regular, se debe seguir enfriando hasta que la frecuencia cardiaca (o pulso) se encuentre de 5-7 latidos sobre el pulso en descanso (siempre debe ser menos de 100 latidos/min.). Seg�n mejore la condici�n f�sica, el tiempo de recuperaci�n ser� menor.
Los ejercicios recomendados para esta �ltima fase de la sesi�n de ejercicios son, a saber:

� Bajar progresivamente la intensidad del ejercicio que proviene de la fase del est�mulo aer�bico. Por ejemplo, caminar o trotar m�s lento.
� Ejercicios de flexibilidad/estiramientos (est�ticos). Incluir ejercicios para la espalda baja.
� Ejercicios de relajamiento.


Figura 2-15: Progresi�n de una Sesi�n de Ejercicio. Esta gr�fica ilustra cada fase involucrada durante una sesi�n de ejercicio.

Precauciones, Recomendaciones y Motivaci�n

Para poder llevar a cabo un programa de ejercicio seguro, motivador y divertido es necesario seguir ciertas normas de seguridad y sugerencias fundamentales. Un resumen de estas recomendaciones se enumera a continuaci�n:

Medidas de Precauci�n

Todos los participantes de un programa de ejercicio deber�n de seguir los siguientes delineamientos. Esto asegura una participaci�n fuera de posibles peligros y mantiene motivado a los integrantes del programa.

� Suprimir los ejercicios si experimenta fiebre, cansancio excesivo o problemas ortop�dicos (espalda baja, pies y otros).
� No consumir grandes cantidades de comida ni ingiera caf� o bebidas que contengan cafe�na (Ej: gaseosas de cola) por lo menos dos horas y media (2�) antes del ejercicio y dentro de una hora despu�s del ejercicio.
� Abst�ngase de fumar o no lo haga por lo menos dos horas y media (2�) antes del ejercicio.
� No tome bebidas alcoh�licas durante las 24 horas que preceden al ejercicio y despu�s de �ste.
� Nunca mastique goma de mascar durante el ejercicio.
� Evite el usar ropa pesada. Use una vestimenta apropiada y zapatos c�modos. Se sugiere zapatillas especiales para caminar o correr (tenis). Los varones deben usar pantalones cortos deportivos y una camisa que permita ventilaci�n. Las mujeres no deben usar ropa interior de una sola pieza o pantimedias (pantyhose). Se recomienda que las damas usen un brasier que ofrezca apoyo adecuado durante el ejercicio.
� Evite las duchas calientes, saunas, y ba�os de vapor antes e inmediatamente despu�s del ejercicio. La temperatura de la ducha, luego del ejercicio, debe ser a temperatura ambiente.
� Reduzca la intensidad del ejercicio y tome las debidas precauciones cuando la temperatura ambiental exceda los 88 �F o la humedad relativa est� sobre 65%. No debe hacer ejercicio si la temperatura sobrepasa los 97 �F � la humedad el 85%.
� Disminuya la intensidad del ejercicio o det�ngase por completo si experimentas los siguientes s�ntomas y signos:
o Dolor en el pecho, brazo, quijada, o�do o dientes. Mareo o sensaci�n de presi�n o falta de peso en la cabeza.
o Dolor de cabeza
o Aumento del pulso (palpitaciones)
o El pulso se siente irregular
o Corto de respiraci�n
o N�usea o v�mito
o Letargo (adormecimiento), desorientaci�n, confusi�n
o Ataxia, es decir p�rdida de coordinaci�n al ejercitarse
o Molestias en los huesos, m�sculos, articulaciones o ligamentos
o Debilidad o cansancio excesivo
o Piloerecci�n en el pecho (carne de gallina)

Sugerencias para Mantenerse Motivados en el Programa de Ejercicio

Para mantener motivados a los participantes y la adherencia al programa, siga las recomendaciones que se enumeran a continuaci�n:

� Estar plenamente convencido que la actividad f�sica debe ser parte integral de los estilos de vida del participante.
� Comenzar el programa gradualmente.
� Realizar los ejercicios en un ambiente agradable.
� Incorporar variedad al programa de ejercicio.
� Variar los lugares donde se efect�an los ejercicios. Cada d�a, comenzar el ejercicio siempre a la misma hora.
� Delinear metas y objetivos para el programa de ejercicio.
� Llevar un registro del progreso diario.
� Seleccionar los ejercicios preferidos, puesto que las actividades deben disfrutarse.






Ejemplos de Estudio de Casos

Para poder entender mejor el proceso de dise�ar, planificar e implementar un programa de ejercicio, ofreceremos varios ejemplos para la prescripci�n de ejercicio en individuos con diversas capacidades funcionales y estado de bienestar.

Caso I

Datos Personales:

Nombre: Juan del Pueblo Ocupaci�n: Cartero

Edad: 25 a�os Altura: 5�-5��

Sexo: M Peso: 130 lb (59 kg)

Historial:

� No presenta factores de riesgo significantes.

� Estilo de vida activo.

Examen f�sico:

� Normal.

� Frecuencia cardiaca en reposo: 75 latidos�min-1

Pruebas de Laboratorio:

� Normal.

� Porcentaje de Grasa Corporal: 16%

Pruebas de Capacidad Aer�bica:

� VO2m�x estimado: 38.7 ml de O2�kg-1�min-1

� METm�x estimado: 10.2

� Clasificaci�n: Promedio

Determinaci�n de la intensidad:

Frecuencia Cardiaca M�xima (FCm�x) : 220 - 25 = 195 latidos�min-1

Zona de Entrenamiento (FCE) : % de Entrenamiento : 85 - 90%

FCEmin : 0.85 X 195 = 166 latidos�min-1

FCEm�x : 0.90 X 195 = 175 latidos�min-1

Resumen : % de Entrenamiento : 85 - 90%

FCE : 166 - 175 latidos�min-1






Caso II

Datos Personales:

Nombre: Juana del Pueblo Ocupaci�n: Ejecutivo

Edad: 45 a�os Altura: 5�-3��

Sexo: F Peso: 190 lb (90.4 kg)

Historial:

� Fumador cr�nico.

� Personalidad Tipo A.

� Estilo de Vida Sedentaria

Examen f�sico:

� Normal.

� Frecuencia cardiaca en reposo: 88 latidos�min-1

Pruebas de Laboratorio:

� Hiperilipidemia (altos niveles de colesterol y triglic�ridos en la sangre).

� Porcentaje de Grasa: 34%

� Prueba EKG de Esfuerzo: EKG negativo para isquemia

Pruebas de Capacidad Aer�bica:

� VO2m�x estimado: 29.1 ml de O2�kg-1�min-1

� METm�x estimado: 8.3

� Clasificaci�n: Muy Pobre

Determinaci�n de la intensidad:

Frecuencia Cardiaca M�xima (FCm�x) : 220 - 45 = 175 latidos�min-1

Zona de Entrenamiento (FCE) : % de Entrenamiento : 60 - 65%

FCEmin : 0.60 X 175 = 105 latidos�min-1

FCEm�x : 0.65 X 175 = 114 latidos�min-1

Resumen : % de Entrenamiento : 60 - 65%

FCE : 105 - 114 latidos�min-1
 

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DESCRIPCI�N, ETIOLOG�A Y TRATAMIENTO CONVENCIONAL DE
ENFERMEDADES CR�NICO-DEGENERATIVAS

Los.

 

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 

        En

Regresar al Principio: Enfermedades Cr�nicas
Regresar: Arriba - MEN� Principal del Art�culo       


EFECTOS MORFOFUNCIONES Y PSICOL�GICOS QUE RESULTAN DE LOS EJERCICOS AGUDOS Y CR�NICOS
PARA UNA DIVERSIDAD DE PATOLOG�AS Y POBLACIONES PARTICULARESES

Los.

 

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 

        En

 

Regresar al Principio: Efectos del Ejercicio Agudo y Cr�nico
Regresar: Arriba - MEN� Principal del Art�culo          


PLANIFICACI�N Y DISE�O DE PROGRAMAS DE EJERCICIOS Y ACTIVIDAD F�SICA PARA
 ENFERMEDADES CR�NICO-DEGENERATIVAS Y OTROS COLECTIVOS

        El objetivo de esta secci�n es proveer una experiencia de aplicaci�n pr�ctica concerniente al dise�o de programas de ejercicios dirigido a poblaciones con enfermedades cr�nicas e incapacitantes, as� como para aquellas que ameritan una atenci�n especial (Ej: envejecientes, ni�os, mujeres embarazadas e individuos obesos).

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

        En el caso de las enfermedades cr�nicas, para cada una de �stas, primero se habr�n de exponer los siguientes t�picos: 1) concepto/definici�n y categor�as (tipos/clasificaci�n); 2) epidemiolog�a (frecuencia o incidencia); 3) etiolog�a (causas) y patogenia, 4) patofisiolog�a de la enfermedad (mecanismo fisiol�gico del problema de salud); 5) manifestaciones cl�nicas (signos y s�ntomas); 6) diagn�stico (pruebas de laboratorio, ex�menes f�sicos, historial m�dico personal y familiar, cuadro cl�nico o caracter�sticas cl�nicas, y ex�menes biol�gicos); 7) progn�stico (evoluci�n de la enfermedad); 8) tratamiento (convencional [farmacol�gico, quir�rgico y modalidades terap�uticas, como terapia f�sca, psicol�gica y modificaci�n del comportaiento, y alterno [acumpuntura, acupresi�n y otras); 9) historia natural de la enfermedad; 10) consideraciones especiales (complicaciones potenciales, monitoreo requerido, y educaci�n que necesitan los pacientes).

        La segunda parte se encargar� de discutir el componente que ata�e al ejercicio y actividad f�sica.  Esto incluye la planificaci�n y dise�o del programa de ejercicio y actividad f�sica   A tales efecto, se proceder� a describir los siguientes t�picos: 1) efectos del ejercicos f�sico, y actividad f�sica, sobre la enfermedad (respuestas fisiologicas del ejercicio agudo, adaptaciones morfofuncionales ante el ejercico cr�nico o entrenamiento f�sico); 2) metas del programa; 3) pruebas de esfuerzo; 4)respuestas/interacci�n fisiol�gicas de los medicamentos durante el ejercicio agudo; 4) prescripci�n de ejercicio (tipo de ejercicio, intensidad, duraci�n, frecuencia, progresi�n); 5) duraci�n total del programa de rehabilitaci�n (entrenamiento f�sico); 6) desglose de las sesiones de ejercicio (calentamiento, periodo de est�mulo y enfriamiento); 7) seguimiento del participante luego de terminar el programa; 8) medidas de precausi�n y consideraciones especiales; 9) comentarios; y 10) programa para la modificaci�n de comportamientos de riesgo que posea el participante).

        Para la prescripci�n de ejercicio de poblaciones que requieren atenci�n especial, se habr�, en primera instancia, describir el perfil del grupo, lo cual incluye sus caracter�sticas morfofuncionales. Esto incluye el perfil antropom�tric, de composoci�n corporal y el funcionamiento t�pico de sus sistemas org�nicos (Ej: cardiovascular, pulmonar, neuromuscular, endocrinolog�a/hormonal, reproductorio, �seo y otros).

PLANIFICACI�N OBJETIVA DEL PROGRAMA DE EJERCICIO

Manejo del Ejercicio Orientado al Problema: Notas SOAP

        Introducci�n       

        Se ha sugerido que el enfoque m�s efectivo para resolver los problemas de salud es mediante el uso de la t�cnica de "SOAP" (Moore, Robers, & Durstine, 2009, pp. 7-8). Las siglas del formato "SOAP" significan Subjetividad de la informaci�n, Objetividad al analizar la informaci�n, Aval�o y Plan de acci�n.  Tal estrategia provee una log�stica, validada en el c�mpo clinico, que permite manejar efectivamente la estructructuraci�n de la prescripci�n de ejercicio en personas con enfermedades cr�nicas e incapacitantes. El modelo, el cual se concentra en el problema patol�gico, ayuda al especialista del ejercicio a dise�ar, de una manera segura y exitosa, el programa de ejercicio y actividad f�sca.  Adem�s, este m�todo permite que se puedan identificar a tiempo los problemas y necesidades particulares de cada caso, de manera que se efect�en las evaluaciones e intervenciones correspondientes durante un periodo de tiempo �ptimo.

        Descripci�n y Ventajas       

        El enfoque orientado al problema dispone de un algoritmo espec�fico, el cual permite analizar, de una manera l�gica y organizada, las variables complejas que se presentan al evaluar, y estudiar, las enfermedades cr�nicas y los mecanismos que intervienen para la planificaci�n del programa de ejercicio. Este sistema provee un procedimiento efectivo para el seguimiento necesario de los participantes (Moore, Marsh, & Durstine, 2009, pp. 9-20).

        Componentes de: SOAP       

        En los pr�ximos p�rrafos se habr�n de discutir los integrantes del formato empleado para tarabjar las enfermedades y la brogramaci�n del ejercicio.

        Datos Subjetivos

        Mediante un cuestionario de salud, el cual incluya un historial de actividad f�sica y ejercicio, es posible identificar los problemas m�dicos del potencial participante. Esta informaci�n sirve de base para establecer los tipos de evaluaciones m�dicas y de aptitud f�sica que se requieren realizar.
El objetivo es identificar y describir los problemas m�dicos del participante. Esto se lleva a cabo a trav�s del cuestionario de salud, o m�dico, y el historial de actividad f�sica y ejercicio (sus h�bitos a este respecto). Consecuentemente, ser� posible identificar los comportamientos de riesgo. Entones, esta fase evaluativa permite al especialista del ejercicio a decidir en cuanto a cu�l tipo de prueba deber�a realizar el cliente. 

        Ventajas del historial m�dico. El historial m�dico puede revelar los s�ntomas o quejas cl�nicas m�s recientes. M�s a�n, dicho historial habr� de indicar posibles disturbios m�dicos a nivel cardiaco, pulmonar, circulatorio, gastrointestinal, metab�lico y de funci�n neuromuscular. Adem�s, es de suma importancia, en esta etapa, obtener informaci�n del historial de medicamentos y pruebas de esfuerzo realizadas.

        Datos Objetivos

        El pr�ximo paso es analizar los datos colectados de la informaci�n subjetva.  Por consiguiente, la informaci�n objetiva se obtiene a trav�s los datos recogidos de las evaluaciones m�dicas (examen f�sico) y las pruebas de laboratorio.  Tal estudio, ayuda a determinar los tipos de evaluaciones m�dicas (examinaci�n f�sica y pruebas de laboratorio), de aptitud f�sica y de capacidades funcionales, que se deben realizar. Tales evaluaciones, habr�n de confirmar, o descartar, las posibles causas de los s�ntomas expresados por el potencial participante. Entonces, la colecci�n de dichos datos permite establecer las limitaciones patofisiol�gicas del cliente, de manera que se pueda inferir las posibles etiolog�as (causas), de haber alguna, de su pobre rendimiento al ejercicio,

        Tipos de Evaluaciones:

        Las posibles pruebas de aptitud f�sica y ergom�tricas (pruebas de esfuerzo o de tolerancia cardiorrespiratoria) que se habr�n de efectuar en los clientes se describen a continuaci�n (para m�s detalle, v�ase el tema: Aval�o de la Salud y Pruebas de Aptitud F�sica Relacionadas con la Salud:

        Pruebas Ergom�tricas de Capacidad Funcional M�xima. Las pruebas de esfuerzo m�ximo pretenden evaluar la aptitud cardiorrespiratoria, o aer�bica, del individuo. En otras palabras, estas pruebas miden el consumo de ox�geno m�ximo. Tal variable puede ser determinada, o estimada, por medio de espirometr�a en circuito abierto o v�a extrapolaci�n de las variables potencia ergom�trica y frecuencia cardiaca.

        Pruebas Ergom�tricas de Capacidad Subm�ximas. Estas evaluaciones estiman la capacidad del cliente para tolerar el ejercicio, a nivel subm�ximo, durante periodos prolongados.

ENFERMEDADES DEL CORAZ�N

        En Puerto Rico, y en los Estados Unidos Continentales, la primera causa de muerte son las enfermedades del coraz�n (Lopategui, 2006, p. 22-24).  Esta cirscunstancia amerita que se implemente medidas de intervenci�n preventivas y terap�uticas.  Por tal raz�n, es de gran importancia que el estudiante posea conocimiento te�rico sobre esta patolog�a y las destrezas para estructurar un programa de ejercicio y actividad f�sica para esta poblac��n.  Tal planificaci�n forma parte del enforque terap�utico conocido como la rehabilitaci�n cardiaca (ACSM, 2010, pp. 207-224; Swain & Ehrman, 2010, pp. 563-564; Visich & Fletcher, 2009, p. 291; Franklin, 2009, pp. 53-54; Swain & Leutholtz, 2007, pp. 116-117; Morales & Ribero, 2006, pp. 122-129).  La prescripci�n de ejercicio dirigido a las enfermedades del coraz�n, depender� del tipo de problema cardiaco que posea el paciente.  Gran parte de las enfermedades del coraz�n se derivan de las cardiopat�as coronarias (enfermedades en las arterias coronarias del coraz�n).  Las cardiopat�as coronarias resultan en diversas complicaciones mioc�rdicas, las cuales incluyen el infarto al miocardio, la angina pectoral e isquemia silente, y otras.  En resumen, los problemas del coraz�n, y cirug�as tor�cicas, que pueden poseer un enfoque terap�utico de movimiento (ejercicios y actividad f�sica) (Durstine, Moore, Painter, & Roberts, 2009, pp. 49-125) se enumeran a continuaci�n:

1) Infarto al miocardio

2) Revascularizaci�n: Cirug�a de Injerto para Puente Aorto-Coronario y Angioplast�a Coronaria Percut�nea (o Intervenci�n Percut�nea de las Coronarias)

3) Angina pectoral e isquemia silente

4) Fibrilaci�n atrial

5) Marcapasos

6) Enfermedad del coraz�n valvular

7) Fallo cardiaco cr�nico

8) Transplante del coraz�n

9) Hipertensi�n

10) Enfermedad perif�rica arterial

11) Aneurismas

Epidemiolog�a, Descripci�n y Concepto

        Epidemiolog�a       

        Los disturbios cardiovasculares siguen siendo la prioridad, en el grupo de enfermedades cr�nicas, que requieren la implementaci�n de medidas de prevenci�n primaria, secundaria y terciaria.  Esto se debe, como se mencion� previamente, a que las enfermedades del coraz�n representan la causa principal de las muertes en Puerto Rico y Estados Unidos Continentales.  Aproximadamente, m�s del 50% de todas las muertes son el resultado de este mal (Lopategui, 2006, p. 76).

        Se ha reportado que en Estados Unidos Continentales, las cardiopat�as coronarias son responsables de aproximadamente 1.6 millones de infartos al miocardio (Morales & Ribeiro, 2006, p. 117).

        Descripci�n y Concepto       

        Aterosclerosis:

        La aterosclerosis representa el proceso mediante el cual se depositan y acumulan sustancias grasas, incluyendo, placas amarillentas de colesterol y desechos celulares en las capas de las paredes interiores de las arterias.  Estos dep�sitos de l�pidos, y otras sustancias, se conoce con el nombre de ateroma.  Como resultado, las paredes de tales vasos se engrosan y tornan fibr�ticas y calcificadas.  Al endurecimiento de estas arterias se le asigna el nombre de arteriosclerosis.  Esto da lugar a la disminuci�n de su di�metro y a una deficiencia el riego sangu�neo arterial en direcci�n hacia los �rganos vitales del organismo humano, especialmente al enc�falo y las extremidades inferiores (Lopategui, 2006, p. 521).  Las lesiones ateromatosas constituyen una causa importante de la cardiopat�a coronaria, angina de pecho, infarto de miocardio, y otros trastornos card�acos y sist�micos (Lopategui, 2006, p. 522) (v�ase Gr�fico 32).

 
Gr�fico 33: Historia Natural de la Aterosclerosis. Etapas patol�gicas del proceso ateroscler�tico (Adaptado de: Principles and Techniques (p. 214), por H. Haimovici, 1976, New York: MacGraw-Hill. Copyright 1976 por H. Haimovici. ).

        Las Arterias Coronarias.  Las arterias coronarias son la fuente �nica de irrigaci�n sangu�nea del m�sculo card�aco (el miocardio) (v�ase Gr�fico 30).  Cualquier interferencia (oclusi�n) importante con el flujo sangu�neo a trav�s de ellas puede trastornar el funcionamiento del miocardio, provocando inclusive la muerte s�bita.

 
Gr�fico 30: El Coraz�n y la Circulaci�n Coronaria. Vistas externas (antrerior y posterior) del coraz�n. Se incluye la circulaci�n de los vasos sangu�neos coronarios (Reproducido de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 65, por E. Lopategui Corsino, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino)

        El Concepto de Aterosclerosis.  Seg�n fue discutido con anterioridad, la aterosclerosis es el proceso mediante el cual se depositan y acumulan sustancias grasas en las paredes interiores de las arterias.  Si este proceso degenerativo contin�a, las arterias se endurecen (arterosclerosis) y reducen su di�metro.  Dicha enfermedad se conoce como cardiopat�a coronaria, cuando las arterias del coraz�n son las afectadas.  En esta etapa, la obstrucci�n de las arterias coronarias llega a un grado en que el suministro sangu�neo resulta insuficiente para satisfacer las necesidades del m�sculo del coraz�n (miocardio).  Si dicho estrechamiento de las arterias coronarias se agrava, o si un coagulo de sangre (trombo) se desprende y se atasca dentro de una arteria muy estrecha, el coraz�n padecer� un infarto al miocardio, o sea, la muerte de una zona del m�sculo card�aco (Lopategui, 2007, p. 77) (v�ase Tabla 1 y Gr�fico 31, 32).

Tabla 31: Infarto al Miocardio (Ataque Cardiaco)

CAUSAS:

  Arterosclerosis avanzada (arteria coronaria muy estrecha).
  Oclusi�n con un co�gulo sangu�neo (trombo) en la arteria coronaria ya estrecha debido a la arteriosclerosis
  Hemorragia intramural (dentro de la placa arterioscler�tica), lo cual tapa la arteria coronaria.
  Oclusi�n completa por las placas de grasa.
  Espasmo coronario.

EFECTOS:

  No llega suficiente sangre (y ox�geno) al m�sculo del coraz�n. 
  Una parte del coraz�n muere (infarto).
  El coraz�n no bombea suficiente sangre hacia los tejidos.
  Se detiene el coraz�n y la persona muere.
NOTA. Reproducido de: Bienestar y Calidad de Vida. (p. 77), por E. Lopategui Corsino, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino.

           

 
Gr�fico 31: Infarto al Miocardio. Vista anterior de un infarto al m�sculo de coraz�n.

 

 
Gr�fico 32: Zonas Creadas por Infarto al Miocardio. Ilustraci�n de las diferentes etapas de un infarto, que son: 1) lesi�n, 2) isquemia y 3) necrosis.

        Factores de Riesgo para las Cardiopat�as Coronarias.  El trastorno ateroscler�tico en las arterias coronarias, que suplen sangre y nutrientes a coraz�n, es el resultado de m�ltiples agentes causales, conocido como factores de riesgo (v�ase Gr�fico 32).  Algunos de esto factores no son controlables por el individuo; ejemplo: el sexo, la raza, edad, y los factores gen�ticos.  Otros pueden ser modificados, de manera que sea posible reducir el riesgo para contraer una enfermedad coronaria.

 
Gr�fico 32: Los Factores de Riesgo. Esquema de los factores de riesgo para una cardiopat�a coronaria (Reproducido de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 65, por E. Lopategui Corsino, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino)

        Tratamiento       

        Programa de Rehabilitaci�n Cardiaca

        Los pacientes que participan en el programa de ejercicio dirigidos a su rehabilitaci�n completa, requieren pasar por cuatros fases (ACSM, 2010, pp. 207-224; Swain & Leutholtz, 2007, pp. 116-117), que son:

FASE I: Hospital
FASE II: De Alta - Fuera del Hospital
FASE III: Comunidad
FASE IV: Comunidad y Mantenimiento

        FASE I: HOSPITAL

        El objetivo primordial de esta fase es educar al paciente y a la familia, implementar acciones de ambulaci�n y realizar ejercicios de bajo nivel.  El �nfasis de la fase I es prevenir los efectos adversos al organismo humano que resulta de estar recostado en la cama por un tiempo prolongado.  Adem�s, se busca que el paciente pueda regresar, de manera funcional, a sus actividades f�sicas cotidianas y ocupacionales que com�nmente llevaba a cabo antes de sufrir la enfermedad (Fardy, Yanowitz, & Wilson, 1988, p. 303).

        Esta etapa, en el proceso de rehabilitaci�n del paciente, debe iniciarse tan pronto �ste se estabilice.  La intensidad de las actividades debe ser a un nivel muy bajo, pero consistente d�a a d�a.  La duraci�n total de esta fase es de aproximadamente 3 a 5 d�as.

        Prescripci�n de Ejercicio

         La cuantificaci�n de la dosis de ejercicio para los pacientes que se encuentran en la Fase I debe de incluir los componentes comunes, que son: intensidad, tipo de ejercicio, duraci�n, frecuencia y progresi�n (ACSM, 2014, pp. 239-240).

        Intensidad.  La asignaci�n recomendada de la intensidad para la rehabilitaci�n cardiaca en pacientes que a�n permanecen en el hospital es de un nivel bajo, posiblemente utilizando una percepci�n del esfuerzo (RPE) menor que 13 (algo fuerte).  Otra alternativa es emplear la frecuencia cardiaca como variable para cuantificar la intensidad.  En estas situaciones, espec�ficamente luego de un infarto al miocardio, se sugiere emplear la regla de 20 latidos por minuto sobre sobre la frecuencia cardiaca en reposo de pie, sin execder los 120 latidos por minuto.  Si el paciente tuvo una intervenci�n quir�rgica en el coraz�n (Ej: se le practic� una operaci�n de puente aorto-coronario), entonces, la gu�a ser�a 30 latidos por minuto sobre sobre la frecuencia cardiaca en reposo de pie (Swain & Leutholtz, 2007, p. 117).

        Tiempo.  La Fase I se caracteriza por extenderse de 3 a 5 d�as. Comunmente, las actividades de movilizaci�n se realizan de manera intermitente.  Se recomienda que los periodos de trabajo posean una duraci�n de 3 a 5 minutos.  Por el otro lado, se requiere que los intervalos de reposo sea menor que el tiempo de movilizaci�n, seg�n tolere el paciente.  La duraci�n total para cada sesi�n de ejercicio es de 20 minutos (Swain & Leutholtz, 2007, p. 117).

        Frecuencia.  La cantidad de veces que se aplican los ejercicios pretende prevenir la estasis y la coagulaci�n de la sangre.  Los ejercicios de movilizaci�n, para esta etapa, deben llevarse a cabo diariamente.  La frecuencia inicial fluct�a de 3 a 4 veces por d�a.  Posteriormente, la frecuencia m�nima debe ser de 2 veces por d�a (Swain & Leutholtz, 2007, p. 117).

 

        Tipo de Ejercicio.  Las actividades de movilizaci�n en la Fase I del porgrama de rehabilitaci�n cardiaca incuyen:

1) Sentarse en la cama, con o sin asistencia
2) Actividades funcionales, o cotidianas, de cuidado personal: Por ejemplo, ba�arse,lavarse los dientes, entre otras.
3) Caminar: Por los pasillos del hospital
4) Ciclismo estacionario: Si lo permite su estado

 

 

ACCIDENTES CEREBROVASCULARES Y LESI�N EN LA M�DULA ESPINAL

 

        La literatura cient�fica ha evidenciado una adaptaci�n efectiva y segura tocante a la intervenci�n de la actividad f�sica (reducida intensidad) en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular o lesi�n en la m�dula espinal posterior a 6 meses (Zehr, 2011).  A tal intensidad, se ha establecido que el riesgo de sufrir algun evento cl�nico mortal es moderado.  Se recomienda la autorizaci�n m�dica para ingresar a un programa de actividad f�sica en aquellos participantes que han sufrido una apoplej�a o trauma en el cord�n espinal previo a 6 meses de estas emergencia m�dicas (Zehr, 2011).

 

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CONCLUSI�N

 Los.       

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�ltima actualizaci�n del art�culo: 1 de julio de 2013